Matrcula de Honor (Novela Corta) -Captulo 3-
Publicado en Jul 16, 2017
El tercer día de Literatura el tiempo estaba entrado en aguas y llovía tan abundantemente que todos los alumnos y alumnas del colegio Ecuas estaban completamente decepcionados y aburridos en sus diverdas aulas, salvo en la de Jesús García García, donde los tres líderes de la pandilla "Las Macanadas" (el chulo número 1, la chula número 2 y el chulo número 3) estaban dispuestos a cumplir venganza contra la fama tan bien conquistada por aquel profesor poniéndole contra las cuerdas no porque Teresa Castillejo de la Jara y José Luis López San Martín hubiesen traído sus cuadernillos con los cuentos escritos por ellos mismos, sino que uno de sus más atrevidos y osados gallos de pelea, aquel desconcertante Alberto Miguel Garijo Mediero, anteriormente el siempre peligroso Santo Tomás de Aquí No, se hubiese transformado en un acérrimo seguidor de la Literatura. ¡Iba a arder Troya!
- Hoy parece que la lluvia no os invita a nadie a salir del aula para perderse por los jardinesa a sobarse de lo lindo y fumar porros hasta por el culo, pero si alguien quiere irse a la Biblioteca a ejercitar un poco de investigación literaria propongo que lo pueda hacer. El tema es el "Popol Vuh", 'libro del consejo' o 'libro de la comunidad' de los quichés. Os doy como pauta a seguir que es una recopilación de narraciones míticas, legendarias e históricas de los citados quiché, el pueblo maya guatemalteco con mayor cantidad de población. El libro, de gran valor histórico y espiritual, ha sido llamado erróneamente "Libro Sagrado" o "La Biblia de los mayas quiché" pues ni es sagrado ni contiene la verdad de Dios. A pesar de lo que dicen muchos ignorantes sólo es una colección de relatos que tratan de explicar el origen del mundo, de la civilización, de diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza, etcétera, pero insisto en que no está escrito por sacerdotes paganos ni es la palabra que Dios nos dio a través de la Biblia. Sin embargo considero que es tan importante su estudio que las hojas fotocopiadas de todos mis apuntes sobre este asunto os las puedo regalar para que vuestras investigaciones en la abundante Biblioteca de este ilsutre colegio sean mucho más completas. Esperó unos momentos hasta que el chulo número 1, el auto denominado San Juan Bautista, bostezó largamente antes de hablar. - ¿Es que no está viendo que nadie le hacemos caso o vamos a comenzar de nuevo con el cachondeo de soportar sus amplios conocimientos literarios? - Amplios y generosos, San Juan Bautista, se te ha olvidado añadir lo de generosos y por eso voy a repartir fotocopias de mis apuntes sobre el "Popol Vuh" a todos para que podáis celebrar la Cuarta Guerra Mundial o, ya que está lloviendo y no podéis salir del aula para jugar al fútbol, os entretengáis en estudiarlos, si es que queréis saber lo que sé yo, o bien os dedicais a desarrollar el arte de la papiroflexia haciendo avioncitos de papel, barquitos de papel, pajaritas de papel o cualquier otra chorrada de papel que os venga en gana. El caso es que yo siempre cumplo con lo que prometo. Os he traído los apuntes fotocopiados para que no se os cansen demasiado las manos de tanto tomar notas, no vaya a ser que se os desvíe el dedo corazón y se os convierta en dedo coraza o que el dedo índice con el que tanto me sañaláis como culpable de tener conocimientos suficientes como para ser maestro de escuela, colegio, instituto o universidad, se os convierta en dedo boomerang y os señale a vosotros como culpables, lo cual no estoy dispuesto a consentir jamás porque un buen maestro da su vida hasta por sus malos alumnos cuando un mal alumno no da su vida ni por la madre que le trajo a este mundo. ¿Estoy equivocado en algo, Santa María Magadalena? - ¡Déjeme en paz que ya estoy bien jodida del todo! - Cosa que no dudo porque sé que eres muy sincera. Toda la clase comenzó con risistas y comentarios de unos a otros por lo bajo. - ¡Me parece que es suficiente! - Pues yo ni estoy riendo ni estoy comentando... así que las reclamaciones se las haces al maestro armero de Eíbar... población vasca española... donde nació el escritor Juan San Martín Ortiz de Zárate también conocido por su seudónimo, "Otsalar", prestigioso escritor y literato en euskera que fue miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca y primer "ararteko" que quiere decir defensor del pueblo del País Vasco. Pero de eso ya hablaremos cuando nos toque el tema de Literatura Vasca porque yo soy democrático y a todos los idiomas españoles les doy la oportunidad que se merecen. ¿O no estás de acuerdo, Santa María Magdalena con que el idioma vasco tiene tanta importancia como el idioma quiché poco más o poco menos? Bien. Como lo prometido sigue siendo deuda, tres de vosotros decidió escribir un relato, cuento o redacción escolar, que de las tres maneras o podemos llamar, para ser leído en clase. Antes de ello, para quienes lo ignoren o no lo recuerden.... ¿sabéis que pasos son necesario para escribir un cuento?... Silencio en la clase hasta que levanta la mano Teresa Castillejo de la Jara. - Adelante Teresa, sin miedo que no muerde la tigresa y perdón por el pareado pero alguien se ha mareado. Las sonrisitas de la clase comenzaron a ser risotadas. - ¡¡¡JAJAJAJAJA!!! Y la auto denominada Santa María Magdalena se cabreó del todo... - ¡A quien vuelva a soltar una sola carcajada más le abro la cabeza en dos partes como si fuera un melón! Se hizo un ligero tiempo de silencio y Jesús volvió a dominar el combate repartiendo las fotocopias de sus apuntes completos sobre toda la Literatura Maya inclueyendo el "Popol Vuh". - Danos una clase de conocimiento, Teresa. - Primero, recolecta ideas para tu cuento... segundo comienza con las características del cuento... tercero encuentra inspiración en personas reales... cuarto conoce a tus personajes... quinto limita la amplitud de tu historia... sexto decide quién contará la historia... séptimo organiza tus pensamientos... y octavo comienza a escribir... Sucedió entonces algo asombroso. Por primera vez todos los alumnos y alumnas, salvo los tres chulos, aplaudieron fuertemente a Teresa Castillejo de la Jara. Jesús esperó a que terminara aquella espontánea especie de ovación no premeditada. - Ahora, una vez que ya todos habéis recibido las hojas y como hemos dicho que existe la libertad para todos, el que quiera que se dedique a la papiroflexia y los demás participan de la clase escuchando a quienes han escrito sus cuentos. Propongo, para divertirnos un poco más mientras aprendemos mucho de la literatura práctica que, cuando uno de los lectores termine su cuento, alguien del resto de la clase practique un debate para ver si gana el escritor o la escritora o ver si gana el crítico o la crítica. Aquello se puso muy interesante y eso es lo que buscaba Jesús; que todos los que quisieran participar se centrasen en la Literatura tanto como para decir que el mundo exterior no existía. Y lo había logrado, momentáneamente, porque nadie hizo papiroflexia con los apuntes sino que esperaban, expectantes, la lectura del primer cuento. - Comienza sin miedo, Teresa. Teresa se puso de pie y dio la cara a todos. - "Un hombre llamado Bueno", por la escritora Teresa Castillejo de la Jara. Aquella valentía de ponerse en pie dando la cara a todos los demás y proclamándose ella misma escritora, dejó a todos anonadados. - Alterar el orden de las cosas era algo que Fernandito hacía a la perfección. Había aprendido a crecer con caprichos sociales desde los primeros años de su infancia; cuando siempre que iba a la escuela rompía a llorar para que la profesora tuviera compasión de él y le dejara jugando en el patio del recreo mientras el resto de niños y niñas aprendían el idioma francés. Y todo ello sin apenas dar las gracias a nadie. Así que aquel día, cuando ya Fernandito tenía trece años de edad y seguía con sus caprichos de echarse a llorar para no asistir a las clases cuando a él no le daba la gana, se encontraban reunidos todos los Directores de Áreas del Colegio Safa en una de las calles de Menorca. - No hay remedio, señores, no hay remedio alguno. - Y eso que siempre nos dijeron los psicólogos escolares que iba a ser temporal nada más. - Pues ya lo ve usted, don Anacleto. No hace falta ser agente secreto para descubrir lo que sucede. Los consejos le entran por una oreja y por la otra oreja le salen. - Lleva razón, don Otilio. No le gustan ni los tebeos aunque salgan chicas como "Gatúbela", "Pantera Rubia", "Supergirl" o "Black Canary"; sobre todo a "Black Canary" la aborrece por ser canaria. Es como si en Canarias, alguna de sus lindas mujeres, le hubiese castrado el pensamiento porque no existe otra explicación sensorial. - De seguir así las cosas sería mejor internarlo en un centro especial para niños raros. - Doña América... antes de tomar una medida tan drástica y tan draconiana hay que agotar todas las posibilidades como dicen los psicólogos escolares. - ¿De qué posibilidades está usted habando, don Anacleto? Le vuelvo a repetir que no es necesario ser agente secreto para descubrir la verdad. ¡Usted mismo ha dicho antes que aconsejaron los psicólogos escolares que sólo era cuestión de poco tiempo pero va a finalizar el curso y a sus trece años de edad ni tan siquiera ha leído el primer párrafo de "El Lazarillo de Tormes"! - ¿No será que ha nacido para ser un golfo? - ¿Usted cree, don Obdulio, que se puede nacer siendo un golfo cuando nadie de su familia, y eso que conocemos generaciones enteras, han dejado de ser siempre verdaderos hombres y verdaderas mujeres? - No se puede ser tan bueno, don Anacleto. - No es por ser Bueno. Sé que me llamo Anacleto Bueno y nací en Alcantarilla pero esto no significa que no tenga carácter suficiente como para tratar de solucionar un problema tan grave. Eran ya las cinco de la tarde cuando todavía discutían sobre qué poder hacer con aquel conflicto creado por Fernandito Moreposa de la Florida y Mingo de la Jipiloya. Sabían que era hijo de la Marquesa de Mingo de la Jipiloya y que, a través de cierto grado, que muchos decían que era falso, descendía directamente del Marqués de Floridablanca aunque, valga la redundancia, muchos afirmaban que esto era falso. Lo que no se había podido todavía descubrir era quién había tenido la infeliz idea de incluir a Fernandito Moreposa de la Florida y Mingo de la Jipiloya entre las clases de la nobleza hispana. ¿Cómo era posible considerar marqués a alguien tan raro y caprichoso como aquel Fernandito que, a sus trece años de edad, mantenía el comportamiento de un bebé de leche? - Señores... me estoy mordiendo los labios por no hablar... - ¡Hable usted, don Florencio Flores! ¡No ha dicho todavía ni una sola palabra durante todas las horas que llevamos hablando de este tema! - Con el permiso de todos ustedes yo sé cuál puede ser la solución para que Fernandito Moreposa, y lo de la Florida y Mingo de la Jipiloya habría que ver si es cierto o falso dicho sea de paso, deje de ser tan infantil que todavía no sabe que el mundo no gira alrededor de él como si fuera el Rey Sol de la Historia francesa. - ¿Quiere usted decir que la culpa de todo la tiene su madre? - Exacto, doña América. Creo que nadie se sentirá ofendido porque sobre la mesa se pongan las cartas boca arriba ya que todos sabemos lo díscola que es la Marquesa de Mingo y de la Jipiloya y por lo tanto todos sabemos, aun queriendo disimularlo, que todavía no hay ningún padre debidamente declarado como tal mientras se lo han endilgado a Don Antonio Moreposa de la Florida sin haberlo comido ni bebido. ¿O no es cierto todo lo que dice el pueblo castizo de Madrid? ¿Qué me dice a eso, don Anacleto Bueno? - La verdad que yo no he nacido en Madrid sino en Alcantarilla y no me conozco tanto esa gran ciudad, insigne capital de España, pero debe ser cierto todo lo que cuentan en las Cuevas de Luis Candelas. - Pero debería saber usted que no puede contarse todo lo que sabemos con pelos y señales ya que debemos saberlo solamente nosotros. - A mí no me importa que me quede sin saberlo. Puedo salir a dar una vuelta por los jardines mientras usted, don Florencio Flores, les explica a todos estos santos varones lo que sucede. - Doña América... usted debería darse cuenta de que hay ciertos asuntos que las damas de la alta y buena sociedad no deben escuchar... porque no deben escuchar lo que no deben... - ¿Usted cree que yo no sé lo de Fernandito como hijo verdadero de Fernando Yagüe Magriñón? - ¿También sabe usted eso, Doña América? - Escuche bien, Don Anacleto Bueno... hay cosas que las mujeres dejamos creer que no conocemos y, sin embargo, son los hombres como usted quienes no saben verdades tan claras como la blanca luna. Lo dejamos así. El marido no se entera. Y el producto final es un niño malcriado que se niega a ser como los demás porque lleva el estigma de la traición desde su cuna. - Doña América... si eso es cierto... ¿cuántos hijos tiene Don Antonio y cuántos son de Don Antonio? - Sabiendo que siempre vivimos al cincuenta-cincuenta en cuanto a conocer ciertos asuntos... es fácil deducir que de los 8 hijos que tiene... pues 4 son suyos y otros 4 son de algún que otro hombre mucho más atractivo y que se le haya cruzado en la vida a la Marquesa de Mingo y de la Jipiloya... que además no sabemos si es una verdadera marquesa o ha comprado el título para tener más hombres en el momento de elegir... - ¡Esperen un momento! ¡Voy a sacar queso y pan para no tener que morirnos de hambre! - ¡No tarde demasiado, Don Anacleto Bueno, que las tripas ya crujen! ¡Menudo día nos está dando todo esto del lío de los caprichos de Fernandito Moreposa de la Florida y de Mingo de la Jipiloya que ni es muy florido en su habla que digamos ni tampoco, al parecer, es hijo de Don Antonio! Transcurre un buen rato de descanso y silencio hasta que vuelve a aparecer Don Anacleto Bueno con la bandeja de los sanduches y los cafés. - ¡Perdonen que sea negro pero no he encontrado leche! - Pero no nos joda, Don Anacleto... - ¡Don Otilio! Ya sé que me llamo Bueno... pero no sé si el queso está bueno del todo... - ¡Reparta! ¡Reparta usted, Doña América, que con este jaelo es que me mareo! - ¡Usted, Don Otilio, siempre está a la que cae! - ¡Oiga, Don Florencio Flores, no consiento que usted ni nadie dude de mi integridad como Socio Honorífico de los Muy Nobles y Muy Altos, aunque me vean tan bajito, Caballeros del Honor! ¡A triunfar en buena lid caballeros del honor y hala Madrid hala Madrid hala Madrid. Pregunte en el Ateneo porque allí le darán toda clase de información que desee saber sobre mi persona aquí presente y no ausente! - ¡Comamos y bebamos y no discutamos más! ¿Qué hacemos con Fernandito Moreposa de la Florida y Mingo de la Jipiloya! - ¡Yo, como soy Bueno aunque no tengo parentesco alguno con quien fue el eterno suplente de Gento en el Real Madrid porque él era sevillano y yo murciano, decido que lo mejor es que su querida mamita le envíe durante todo un año sabático entero a un colegio de Camberra! - ¿Y si anda mal del oído y en vez de entender Camberra cree que le hemos dicho Gamberra? - Entonces que Dios se apiade de todos nosotros por decir tantas verdades. Terminada la lectura del cuento "Un hombre llamado Bueno" nadie se atrevió a decir nada; así que Jesús ayudó un poco a que recobrasen su confianza. - ¿Es que nadie va a querer debatir con Teresa Castillejo de la Jara sabiendo el odio que la tenéis por ser guapa y valiente? Fue cuando la chula número 2, auto denominada Santa María Magdalena, se atrevió a armar una enorme bronca. - ¡Oye, Santa Teresita de Jesús y de los angelitos negros! ¿De verdad te crees guapa? - ¡Yo sé que soy guapa y también sé que tú eres horrorosa! Tuvo que redirigir la conversación Jesús García García. - ¡Un momento! ¡Sólo os permito hablar de cuestiones literarias porque a nadie nos interesa saber vuestros problemas personales y privados! ¿Hay algún defecto de forma o algún error de estilo en este cuento que os ha debido parecer muy bueno por el silencio que habéis mostrado tras su lectura completa? ¿Qué crítica le haces tú, Santa María Magdalena por la Gracia de Dios? - ¡Es una verdadera astracanada! - Supongo que sabes lo que es una astracanada para poder decir eso. - ¡No tengo ni puta idea de lo que es una astracanada pero ese cuento lo es! - ¿Qué contestas a eso, Teresa? - Voy a contestar con mucho gusto y placer para que rabie más de la cuenta ya que ahora me doy cuenta de que soy muy importante y puedo ser más importante cuanto más y mejor estudie. Se conoce familiarmente como astracanada a una farsa teatral disparatada y chabacana o a un hecho o dicho de la vida real que tiene características de este tipo de teatro. Pero yo no he escrito una escena teatral sino un cuento proque no existe la clara diferencia entre planteamiento, nudo y desenlace y, además, en ningún momento he dicho que se sube el telón o se baja el telón. José Luis López San Martín soltó una carcajada. - ¡Jajajajaja! ¡Es verdad! ¡Puede ser un cuento de crítica social pero no es ninguna clase de astracanada! - Ten paciencia, José Luis. No te toca hablar a ti porque esto es un debate entre las dos. Ya te tocará el turno de defender tu cuento en la próxima ocasión. - ¡Es que siempre hay pelotas que quieren hacerse más listos que los demás! - Si eso es verdad, Santa María Magdalena por la Gracia de Dios, ¿sabes ya lo que es una astracanada? Por favor contesta por primera vez en tu vida sin ningún vocablo chabacano para que nos demuestres que eres una verdadera damade honor a quien respetar. La chula número 2 se quedó como encogida. - No tengo ni idea. - No te hemos oído bien, Santa María Magdalena por la Gracia de Dios. - ¡Que no tengo ni idea! - No te preocupes tanto por eso ya que yo te informo, a ti y a todos los demás que estén escuchando, que mi cuento es una parodia. Y debéis saber que se trata de una imitación burlesca haciendo crítica social. No a través de chulerías y violencias como hacéis vosotros sino a través del buen sentido del humor. ¿Es o no es importante mi cuento titulado "Un hombre llamado Bueno"? La chula número 2 quedó completamente derrotada. - Está bien. Anotad en vuestros cuadernos de Literatura, si es que no os habéis olvidado de comprar dicho cuaderno, para que podáis tomar notas de algo que voy a explicaros y así haceís algo interesante en lugar de batallas infantiloides. ¿Alguien necesita un cuadernillo porque no tiene cuaderno de Literatura o se le ha olvidado en casa? Jesús García García esperó un momento ante las risas y carcajas de casi todos y casi todas. - ¡¡¡JAJAJAJAJA!!! El chulo número 1 se sintió otra vez más chulo que nunca. - ¿Te das cuenta de que, en realidad, sólo eres un capullo? Pero al terminar de decir esa palabra, de repente levanto su mano una alumna muy agraciada de rostro y con un cuerpo espectacular, para pedir un cuadernillo. - ¿Cómo te llamas, valiente? - ¡Estefanía Lafuente Marcial y me encantan las novelas del Oeste! ¿Es Literatura lo de las novelas del Oeste? Antes de contestar, Jesús se acercó a ella y le entregó el caudernillo mirándola fijamente a los ojos. - Veo que estás acertando... - Pero no ha contestado a mi pregunta. Jesús volvió al estrado. - Estefanía Lafuente Marcial pregunta si las novelas del Oeste forman parte de la Literatura Universal. Antes de decir que sí o decir que no, vamos a terminar con el tema del día de hoy. Espero que los cuatro que tenéis cuadernillos, aunque sólo seáis minoría, toméis buenas notas de lo que digo. Como en una democracia hay libertad y aquí todos somos libres, las minorías deben ser respetadas o dejamos de ser una democracia y nos convertimos en tiranos dictadores. ¿De acuerdo, San Juan Bautista? - ¡A mí déjeme en paz porque estoy escuchando a los Rolling Stones majestades del Diablo! - Bien. Es un pésimo gusto musical pero es tu derecho así que espero que respetes el derecho de los demás aunque sean minoría. En Literatura Universal la parodia como imitación burlesca es una obra literaria, cabe decir que la podemos llamar parodia cómica, más próxima al género burlesco por sus delimitaciones concretas como sucede con "Un hombre llamado Bueno" y también como parodia de crítica social además de cómica como sucede, igualmente, con "Un hombre llamado Bueno". Estamos ante una crítica concreta y no abstracta y podríamos calificarlo también como caricatura literaria basada en la deformación consciente de los personajes para poner de relieve sus rasgos más pronunciados dentro del estilo de sus vidas y del comportamiento social que representan mentalmente. Es un cuento cuyo doble propósito es el de la corrección a través de la ridiculización dentro de los parámetros literarios bien controlados para no caer, por cierto, en la astracanada. ¿Alguien tiene algo que añadir? El silencio fue una respuesta valiosa. - Pues seguid anotando en vuestros cerebros, quienes no estáis usando cuadernillos, que este estilo, en otros géneros que no son los cuentos pero se emparejan con estos, los usaba perfectamente Miguel de Cervantes en sus convencionalismos de novela caballeresca con intención de parodia (me refiero a "El Quijote" y a novelas ejemplares como "El Licenciado Vidriea" y "El celoso extremeño" por citar solo a dos) y también lo vemos en Henry Fielding a lo largo de obras como "El marido femenino". El chulo número 3 soltó una pequeña risita. - Supongo que alguno de vosotros se ha puesto un poco nervioso creendo que Fielding escribió "El marido femenino" pensando en seres como él. ¿Me estoy equivocando San Judas Iscariote? - ¡No voy a consentir que me llame marica! - No te estoy llamando marica sino que los maricas siempre se sientan en los pupitres poniendo los pies sobre las mesas para aparentar que no lo son. ¿Sigo equivocado San Judas Iscariote? El chulo número 3 se tragó el sapo y se sentó como una persona. - Sigamos. La invención de la parodia se le atribuye al poeta griego Hiponacte de Éfeso y quien no sepa dónde está Éfeso o qué es en verdad Éfeso podéis verlo en la Santa Biblia Cristiana. En canto a este tal Hiponacte os hago saber que vivió hacia el año 420 antes de Jesucristo. Para terminar anotad en vuestros cuadernillos o en vuestra memorias porque algo de esto os va a caer en el examen del primer trimestre mientras yo sea el profesor de Literatura, que otros grandes de la parodia burlesca fueron Aristófanes de Atenas y leed "Las nubes", "Las avispas" y "Las ranas" por si acaso sale algo de esto en dicho examen del primer trimestre sabiendo que quien avisa no es un traidor. ¿Soy o no soy un traidor, San Judas Iscariote? ¿Cuántas monedas de plata te ha pagado San Juan Bautista para traicionar a un maestro verdadero? - ¡Que no quiero saber nada! - Está bien. No te enfades tanto porque ya sabemos todos y todas que quien nada nunca se ahoga. Así que terminando que es gerundio. ¿Sabes lo que es gerundio, Santa María Magdalena por la Gracia de Dios? - ¡Yo sólo sé que te odio! ¡Púdrete! - Todavía faltan siglos para que yo me pudra pero una manzana de la que todos comen está mucho más podrida que una fresa siempre fresca porque nadie se atreve a probarla ya que es un compromiso total. Creo que me has entendido del todo y termino, aunque no son escritores para estudiar en este trimestre pero quien los estudie pude subir su nota del primer examen parcial, podéis leer algo de Niedhart de Reventhal, Teófilo Folengo, François Rabelais, Francisco de Quevedo, Paul Scarron, Voltaire, Alexander Pope y Bernard Shaw. Mas ya llegaremos a todos ellos cuando estudiemos los siglos XV, XVI y XVII de la Literatura Universal si es que entonces todavía caminamos juntos en lugar de estar haciendo patochadas. - ¿Qué es una patochada, Jesús? - ¡Buena pregunta, José Luis! ¡Veo que estás atendiendo durante todo el desarrollo de este duelo a muerte aunque ya sé que la inmensa mayoría están, desde que comenzó la clase, gozando de sus móviles y los mensajes a sus "queridas y queridos". Pero que nadie se preocupe proque la Literatura sólo se puede llamar Literatura si acepta la libertad y el uso de los móviles dentro de las aulas está prohibido por las normas del colegio Ecuas pero como donde manda la "ley de la costumbre" tenemos que acostumbarnos a lo consuetudinario, y buscar esta palabra en la Biblioteca si queréis saber lo que significa que es repetición de la costumbre hasta que se hace ley, pues no sólo admito su uso dentro del aula sino que lo aplaudo porque quiere decir que han estado guardando silencio y eso es respetar también a los que hemos estado hablando. ¡Seguid! ¡Seguid manejando los móviles para demostrar que sois valientes aunque terminéis algún día convertidos en líderes de idiotas porque en verdad que un líder de idiotas es siempre un gilipollas! ¿Así que sois la pandilla auto nombrada "La Macanada"? ¿Sabéis que "macanada" deriva de "macana" y "macana", entre otras muchas definiciones más, tiene una que se ajusta perfectamente a lo que sois? No os cabreéis demasiado pero son caprichos del lenguaje; porque en Argentina, Perú y Uruguay, "macana" dignificas desatino. Así vuestras pandilla "La Macanada" es, y me limito a usar el lenguaje popular que tanto os gusta para luciros ante vuestras fanáticas "adoradoras de la nada" solamente la pandilla de "El Desatino". Patochada, amigo José Luis López San Martín significa disparate, despropósito, dicho o acción fuera de lugar o sin sentido alguno; como es lo de usar los móviles dentro del aula y que, con todos mis respetos lo digo, sólo están haciendo los idiotas. Para quien quiera aprender una palabra muy guay y muy fetén para vuestras jergas de pandilleros no muertos de hambre precisamente sino con sobrepeso por lo mucho que comen, que busque en el Diccionario de este colegio Ecuas el vocablo "estulticia" y veréis qué bonita definición descubrís por primera vez en vuestras vidas. Tengo que aclararos que vocablo es sinónimo de palabra porque seguro estoy de que muchos no sabíais ni tan siquiera esto tan elemental y estoy seguro de que piensan que vocablo se escribe con b de burros, que es en realidad lo que son, y no con v de valiente, que es lo que se están creyendo ser. Y termino la clase aclarando las dudas de Estefanía Lafuente Marcial que ha tenido el cariñoso detalle de haber estado recogiendo notas en su cuadernillo y es que cariño con cariño se paga. - Gracias, Jesús. - La novela del oeste es un género literario narrativo de la literatura popular o de consumo, como sucede con la novela rosa, ambientado generalmente en el siglo XIX y en los Estados Unidos de América, durante el período de expansión de esta nación hacia el llamado "far west" (el «lejano oeste»), con importantes derivaciones cinematográficas y en la historieta gráfica. Sus personajes característicos son el pionero, el sheriff, los vaqueros, el bandido o forajido pistolero, el tahúr, el hacendado ganadero de ovejas o reses, los indios, los mexicanos, los militares sudistas o nordistas, los buscadores de oro, los rancheros, los predicadores, las chicas alegres del Saloon y todos los tópicos fraguados por los creadores del género, James Fenimore Cooper, autor de "El último de los mohicanos" (de 1826) y Washington Irving en sus "Western Journals" de 1832, los escritores costumbristas del Realismo estadounidense Francis Bret Hate y Mark Twain, el alemán Karl May y el verdadero iniciador del género, Owen Wister, con su novela "El Virginiano" de 1902. Por lo general, la novela del oeste intenta ejemplificar la ideología del "destino manifiesto" y no va más allá, ya que su intención fundamental es entretener, como suele ocurrir en la novela de aventuras, de la que es uno de los más importantes subgéneros. Algunos críticos piensan que este género literario sólo sirve como origen y fuente de un género cinematográfico superior llamado el "western"; debido a que el cine lo amplifica y se lo apropia otorgándole una mayor dignidad, mientras que el "western" literario es regularmente de poca calidad en comparación con su versión cinematográfica, que alcanza grandes cotas de arte. Ya hablaremos de todo esto, cuando acabe el curso y hablemos de las literaturas marginales. Pero te recomiendo, Estefanía, que si eres una verdadera fanática de las mejores novelas del Oeste de todas las escritas en el mundo entero no te pierdas la lectura de "Dos pistolas escarlatas" porque es tan genial que se adapta perfectamente al cine mientras tiene una categoría literaria de altísima calidad y de verdadero arte. ¿Sabes, Estefanía Lafuente Marcial, que uno de los más populares escritores españoles de novelas del Oeste fue precisamente el toledano-madrileño Marcial Lafuente Estefanía y que llegó a escribir 2.600 novelas de este género literario? - Lo sé, maestro. Y también sé que no me voy a perder "Dos pistolas escarlatas" porque si tú dices que es genial es que es genial. - ¿Sólo porque lo digo yo? - No. Sólo porque dices la verdad. Y Jesús García García se marchó del aula en medio de un completo silencio. FIN DEL TERCER CAPÍTULO.
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