Nuestro Pequeño Mundo (Ensayo) PRIMERA PARTE
Publicado en Jul 22, 2017
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1.- "No bastan en una nación las fuerzas sin la unión, ni la unión sin fuerzas" (Séneca).- Estamos atravesando un momento épico en la sociedad española; no porque los catalanes sean o no sean mejores que los demás, sino porque existen algunos catalanes (solamente una minoría) que están empeñados a llevar hasta el límite de lo permisible lo que las fuerzas de la unión no van a permitir jamás. Es absurdo creer que la historia de un pueblo entero la pueden manejar un grupo de irracionales que sólo medran para sacar beneficio de las aguas revueltas. La historia está plagada de insensateces que produjeron millones de muertos y vivos que quedaron como muertos. De tanto estirar la cuerda de la insensatez siempre se rompe por el punto más débil; el punto donde viven los más inocentes. Creer que la vida consiste en los antojos de un grupo más o menos grande o más o menos pequeño es insultar al esfuerzo que durante varias generaciones anteriores se ha estado llevando a cabo, con víctimas incluídas, para hacer de España una verdadera unión de voluntades. ¿Pero qué es la voluntad? La voluntad es una madre amorosa a la cual recurrimos cuando estamos desfallecidos y faltos de ánimo; ella nos recoge en su regazo y nos da fuerzas suficientes para continuar el camino. La voluntad es una madre amorosa. Y de una madre amorosa sólo pueden surgir hijos e hijas productos del amor. ¿Existe amor en quienes, creyendo que pueden hacer todo lo que les beneficie a ellos mismos sin contar con los demás, desean fragmentar la unión de una nación haciéndola saltar en pedazos? Si el amor no se encuentra dentro de sus corazones es que estamos ante un grupo de sectarios que intentan conmover al mundo con sus falsas propuestas y sus grandes mentiras históricas. Cataluña entera es un honor para España. Que unas facciones de facinerosos intenten destruír dicha honorabilidad con sus sucios manejos de intereses privados nos les da el derecho a conseguirlo. La nación busca la unión de todas sus partes a través de un diálogo de concordia y, en este sentido, la discordia sólo engendra odio y rechazo que es lo que nos quieren imponer. Pero los discordantes saben muy bien, y lo ocultan para cegar a la razón, que en Cataluña entera las introspecciones del alma de sus hombres y mujeres son las que superan los momentos. Aplaudo la manera de sentir la lentitud del tiempo abrazado a la conquista de la poesía y superando muertes esparcidas. Cataluña es parte de nuestro pequeño mundo. Y en nuestro pequeño mundo sólo existen unas leyes constitucionales por las cuales luchamos todos (muchos catalanes y catalanas entre todos nosotros) para ofrecer un mundo mejor a nuestros hijos, a nuestros nietos, a nuestros bisnietos... pero somos conscientes de que si a esa unión que logramos llegar entre todos y todas le falta la fuerza de saber hasta dónde llega el límite de lo permitido no habremos conseguido consolidar nuestro sueño. El sueño de toda España es el suelo de toda España. Y Cataluña entera es suelo y sueño español.
 
2.- "La unión hace la fuerza y la discordia debilita" (Esopo).- Lejos de los cuentos del "nunca acabar" la realidad impone sus cristerios cuando dichos criterios están basados en esa unión que hace la fuerza, que hace que el corazón de los hombres y mujeres de nuestra patria actúe con verdadero afán constructivo. Los sectarios saben que destruír es mucho más sencillo que construír. La dignidad es lo que un verdadero hombre no debe perder nunca porque eso se llama cobardía sea un hombre cristiano o no lo sea. Jesucristo predicó lo que es la dignidad y dijo a sus hermanos que fuesen siempre dignos. Así que nada de dejarse bajar los pantalones. El cuadro general de la unión española es todo un riquísimo contexto de curiosidades humanas. Sería interesante saber por qué cada uno de nosotros y nosotras los utilizamos y por qué los elegimos. Todos ellos tienen un por qué. Pero lo más importante es que formamos un conjunto de “jugadores creativos” en donde lo esencial es la proyectiva subjetividad de cada uno de nosotros. Me parecen muy interesantes las observaciones analíticas porque con ellas se descubren detalles que para muchos pasan desapercibidos pero que las mentes sensibles saben valorar. Nos ha llegado la hora del tiempo constructivo en lugar de destruír lo que con tanto esfuerzo de sudor, sangre y lágrimas, nos costó. Partimos del punto de arranque de que hay un tiempo de vida desde que nacemos hasta que morimos. Todo ese tiempo es un continuo fluir de experiencias. Pues bien, de todo ese tiempo hay una cantidad determinada con la que vamos construyendo nuestra personalidad espñaola. No es una cantidad de tiempo (extensión) sino una calidad de tiempo (intensión), una intensidad de tiempo, un tiempo cualitativo y no cuantitativo. Dicho de otra manera; todos nosotros y nosotras somos una evolución continua y en esa evolución hay una porción de tiempo (que varía según la intensidad de nuestras experiencias) en las que se nos quedan grabados en nuestro componente humano el carácter y el temperamento que son factores primordiales en la construcción de nuestra personalidad. Todos tenemos personalidad. En distintos grados. En distintas dimensiones. Pero nadie carece de personalidad. Y eso es porque todos tenemos una porción de tiempo de vida que yo llamo constructivo. No es todo el tiempo de vida ni tampoco es cuestión de porcentajes porque aquí no interviene para nada la medida matemática sino que estamos hablando, una vez más, de factores y energías espirituales. Nuestra conducta externa es siempre un reflejo de nuestra conducta interna. Muchas veces hemos oído eso de que somos "hacia fuera" lo que somos "hacia dentro". Es ahí, precisamente en nuestro "hacia dentro" donde se va formando nuestro tiempo constructivo. Una vez más no estamos hablando de pasado ni de presente ni de futuro... pero en todo ello hay una secuencia lineal que recoge aspectos del pasado, del presente y del futuro y los alicúa en una especie de alimento inmaterial pero visible y sostenible a lo largo de nuestra vida. Evolucionamos y nos vamos construyendo continuamente y eso es un flujo ininterrumpido que nos guía hacia la madurez humana. El tiempo constructivo nunca lo destruyen los agentes externos a nosotros mismos porque es el sello de identidad de nuestra propia personalidad interna. Es un proceso de maduración como ocurre con todo lo viviente en la Naturaleza. Y vuelvo a insistir que la naturaleza humana es una de las partes esenciales de la naturaleza cósmica. Hay mucho de inmaterialista en el tiempo constructivo pero también la materia influye en él. No es un concepto de abstracciones mentales únicamente, sino que el tiempo constructiuvo se concreta y se hace visible a lo largo y ancho de nuestro caminar viviente. Y al final, cuando llega el último momento de nuestras existencias, estamos ya en el proceso final de dicha construcción humana. Hablamos de seres humanos vivos, de seres humanos que formamos parte de un conjunto de esencias y en las esencias temporales los materiales idóneos para ir construyéndonos una identidad española están dentro del tiempo de vida general y nos engloba a todos los que estamos viviendo en España, incluídas a todas la Comunidades Autónomas por igual. El tiempo constructivo es el que nos forma y nos da la sustancia con la que nos enfrentamos a todas las problemáticas que surgen en nuestro vivir. En el tiempo constructivo influyen numeroso factores (porque es la evolución de la persona la que está en juego) pero primordialmente hay un factor principal en su desarrollo. Es lo que yo llamo conciencia de ser. Somos españoles y españolas (toda Cataluña incluída sin ninguna clase de exclusión) y ese ser depende fundamentalmente de la conciencia que nuestro tiempo constructivo va formando regularmente y de manera equilibrada en nuestras vidas. El tiempo constructivo es como ir fabricando nuestra propia "casa de vida" y depende de lo sólido que sean sus cimientos el hecho de que nuestra construcción humana sea más o menos perfecta. El tiempo constructivo nos alimenta de esencia mientra que el tiempo en general nos alimenta de existencia. Nacimos siendo españoles y sabemos que la unión de todos los españoles y españolas es la que nos garantiza la paz y no la guerra. Para eso sirve saber, conocer y sobre todo actuar de acuerdo con dicha unidad.
 
3.- "El valor es como el amor: necesita siempre una esperanza que lo alimente" (Marlene Dietrich).-  El único y verdadero amor es el único que nos hace ser verdaderamente lo que únicamente somos. El amor estodo aquello que se vive después de haberlo soñado. El amor, cuando es verdadero, es el mayor imperio que puede conquistar un hombre. El amor es un invento de la eternidad que sirve para morir gozando. Hablamos de un amor que posee la valentía de alimentarse de esperanzas hacia un mundo mejor para todos los habitantes del planeta. Un amor que no conciba otra dimensión humana más que aquella que nos libera del miedo a sentirlo dentro de cada uno de nosotros y que se base en el entendimiento de que una vida sin amor verdadero es solamente una mentira. Necesitamos ser valientes para saber amar. Opuesto a todas las mentiras la persona amante desea la eternidad de los minutos pasajeros de esta vida en compañía de la persona amada. La otra cara. La de la infinita esperanza. ¿Amar u odiar?. Dicen que son dos extremos de nuestros sentimientos. Y dicen que los extremos se juntan de alguna manera. El amar y el odiar ¿pueden ser complementos de un mismo espíritu?. Inducidos como estamos al entusiasmo de admirar lo bello y hermoso que nos rodea (incluso lo bello y hermoso que hay en la naturaleza humana) y a detestar lo feo y aberrante que observamos (incluídas algunas acciones humanas) podría darse el caso de que del amor al odio no haya apenas distancias. No lo sé. Me considero un ser lo bastante equilibrado para mantener muchas distancias entre ambas dimensiones pero el caso es que hay ejemplos de personas que apenas tienen barrera entre ambas expresividades y pasan del amor al odio como un centelleo continuo. Quizás todo dependa únicamente de la composición anímica del espíritu inasible de cada uno de nosotros.  ¿Quizá la felicidad estriba en la cantidad que poseemos para amar y por contra la infelicidad estribe en lo opuesto? ¿Y en cuánto grado actúan las diversas circunstancias que nos rodean para amar u odiar de manera casi inexplicable? Concluyo el tema con un sencillo pensamiento: “Amar u odiar depende única y exclusivamente de cada ser humano. Hay quienes aman y nunca odian y hay quienes odian y nunca aman. Éstos últimos son tan infelices que intentar aparentar que lo son pero en el fondo son totalmente infelicidades completas. O sea que para completarnos como personas humanas que escuchan los latidos de su corazón la única verdad que existe es amar de verdad. 
 
4.- "La más peligrosa de todas las debilidades es el temor de parecer débiles" (Jacques Bénigne Bossuet).- Muchos humanos y humanas pierden gran tiempo de sus vidas sitiendo la ansiedad de que son débiles y caen en los abismos de esas tentaciones a donde acuden para darse un valor del que carecen. ¿Fortaleza o debilidad? Tocamos tres temas verdaderamente complejos y significativos: la memoria, las emociones y los pensamientos. ¿Qué hacer con la memoria cuando comienza a dejar de representarnos una totalidad y se nos presenta como parcialidades de nuestra existencia? Yo creo que recordamos siempre más las intensidades que las extensidades. No se recuerda más por haber vivido más sino por haber vivido con mayor intensidad. En la memoria siempre queda lo más profundo de nuestros devenires. Por eso es recomendable asimilarla a la experiencia y dejarla reposar en el detalle de aquellas trascendencias que penetran en nuestra alma. La memoria es siempre el recuerdo que nuestra alma realiza a través de los sentidos. En lo relativo a las emociones que los escritores dejan plasmados de alguna manera en sus obras (de cualquier tipo y género que sean éstas) es inevitable que produzcan y reproduzcan los estados anímicos del escritor o escritora. Sin las emociones sería imposible escribir algo coherente porque son ellas las bases exponenciales de todo lo que se produce con la escritura. Escribir es sufrir y gozar al mismo tiempo. Y en cuanto a los pensamientos, ¡cuánta pirámide de coordenadas verticales y horizontales existen en nuestros pensamientos! Nuestros pensamientos van siempre más allá de nuestro dominio propio y nos dejan a veces exhaustos por lo que tienen de inasibles. A veces pueden ser peligrosos pero forman parte intrínseca de nuestra manera de ser y por eso son indisociables de nuestra persponalidad. Lo importante es saber que puedes tener la capacidad de no ser débil y superar todas tus circunstancias.
 
5.- "El que odia, odia a todos. El que mata, mata más que a sus víctimas" (Elie Wiesel).- Estamos viviendo capítulos de la historia humana llenos de violencia y terror. Hablemos del terror y de quienes, por miedo y cobardía, usan la violencia del terror como su único idioma. Creo que es peor el terror a la Nada que el terror al vacío; porque el vacío puede alguna que otra vez llenarse ya que tiene dimensión; pero la Nada no tiene ninguna dimensión y no se puede llenar jamás. Esa es la cuestión entre creer o no creer. El uso de la violencia sólo lo utilizan quienes tienen miedo. El uso del terror sólo lo aplican quienes son cobardes. Casi siempre somos, en esos momentos de los que estoy hablando, una expresión verdadera de nuestra personalidad, un surgimiento real de nuestra verdadera faz humana sin máscara alguna, una realidad concreta de nosotros mismos sin ambages posibles. Necesitamos, por tanto, mantenernos en ese equilibrio trascendental para no ser un despropósito o para no caer en la contradicción de nuestras existencias. Y eso se consigue solamente estando al lado de nosotros mismos, siendo siempre fieles a nuestras conviciones, buscando lo mejor de nuestra personalidad para ajustarnos la vida a la máxima expresión de felicidad que podamos alcanzar a través de nuestra realización personal. Tenemos que estar convencidos de que aquello que nos hace daño físico o daño espiritual debe ser superado a través de vivir con arreglo a nuestras consideraciones y convicciones propias y no impuestas por factores ajenos a nuestros ideales. Que las circunstancias adversas por las que a veces pasamos y vivimos no nos desequilibren para poder siempre estar dispuestos a alcanzar aquello que soñamos, aquello que pensamos o aquello que buscamos. Porque la felicidad no es una consecuencia de las circunstancias sino un producto de nuestro estado mental. Quien odia, odia a todos porque es un enfermo mental. Y quienes usan el terrorismo como lenguaje no sólo matan a sus víctimas sino a un numeroso grupo de pesonas que amaban a sus víctimas. Y hay algo todavía más profundo: el que odia se odia a sí mismo y el que mata se mata a sí mismo. La explicación es que, tras dejar detrás de ellos a sus víctimas se dan cuenta de que no valen nada y de que sus vidas no son un vacío posible de llenar sino una Nada absoluta donde nada puede haber. Quien odia nunca jamás es feliz y quien mata además de no ser nunca feliz es que siempre es un cobarde sin valor humano de ninguna clase o especie. El odio es la mayor mentira que produce la envidia. Sentir odio hacia las circunstancias de cualquier humano es la enfermedad del alma de quienes no viven en sí sino para sí mismos. El odio separa al ser humano de su propia naturaleza y lo deja inerme de contenidos salvo el de la desgracia de lo destructivo. El terrorismo es la expresión más impotente que existe del odio. Y es impotente porque mata pero no llena nada de la existencia del terrorista que ya no es ni tan siquiera un ser humano. Ni tan siquiera es un ser porque ha dejado de existir ya que se ha matado a sí mismo. Deja tras de sí a sus víctimas y a las víctimas de sus víctimas pero se ve tan despreciable que sabe, en su fuero interno, que ha dejado de tener valor alguno y sólo es un cobarde en medio de esa Nada donde se precipita porque está endemoniado. Por eso no tienen ningún lugar ni ningún espacio en la vida para poder ser felices. Y gruñen como cerdos cuando van camino de su desparción para perderse en esa Nada desde donde ya no pueden jamás volver. 
 
6.- "El hombre justo no es aquel que no comete ninguna injusticia sino el que pudiendo ser injusto no quiere serlo" (Menandro de Atenas).- Somos imanes, para lo bueno y para lo malo, de nuestras problemáticas existenciales y por eso todos acabamos tropezando alguna vez con lo que hemos soñado, con lo que hemos pensado o con lo que hemos buscado. El asunto trascendental es que, cuando tropecemos con esos momentos, sepamos tener y mantener el equilibrio suficiente para no ser vulnerables ni inseguros. En este nuestro pequeño mundo de vivencias personales, ¿qué es lo injusto y qué es lo justo? Lo más hermoso del ser humano es esencialmente la libertad. Por ella lucharon y hasta ofrecieron sus vidas muchos millones de seres humanos a través de la Historia. La libertad contiene en su interior muchas concretas libertades y una de las principales es la libertad de expresión. La libertad de expresión nos engrandece como seres humanos. Pongamos un ejemplo de justicia: la libertad de expresión no admite nunca (porque precisamente defiende la libertad de cada ser humano) ni el plagio ni la usurpación. El plagio consiste en copiar a un autor y publicarlo diciendo que es nuestro. La usurpación (quizás haya otra palabra que lo designe más correctamente) es lo contrario. O sea, escribir algo y decir que ha sido otra persona su autor. Se pude escribir como cada uno desee y emplear el lenguaje que cada uno desee, pero lo justo y necesario es escribir con honestidad. La honestidad se basa en tener nuestra propia seña de identidad (nombre, seudónimo u otro signo similar) y respetar la seña de identidad de los demás. Lo injusto. Pongamos un ejemplo de extrema injustica. Verlos morir lentamente arrastrándose por el suelo, hambrientos, macilentos, huesos sólo con un poco de pellejo. Verlos morir lentamente, en una agonía eterna y desgarrada. Verlos morir lentamente y, en medio de la impotencia, sólo poder elevar el grito y chillar ¡¡¡injusto!!!  Blas Pascal decía: “¿Quieres que hablen de ti?. No hables bien de ti mismo”. No se refería el gran Pascal a que no hables de ti con sinceridad para que los demás te conozcan como persona. Vale la pena conocer sólo les interesa conocerte poco a poco, descubriendo tus virtudes y tus defectos. A veces podemos ser legalmente injustos. A veces hasta tenemos el derecho de ser injustos para compensar las grandes cantidades de injusticias que han hecho con nosotros. Es ahí donde el ser humano se diferencia de cualquier otro animal. Un animal irracional (y hay muchos hombres que son animales irracionales) sabe que está siendo injusto y no rechaza el instinto de serlo; pero los hombres debemos separarnos del resto de la Creación de Dios para saber que no hay mayor justicia que rechazar cometer una injusticia aunque dicha injusticia esté legalizada para combatir el acoso de las injusticias cometidas contra ti. Guardar silencio no es la solución. No se es injusto por hablar bien alto y bien claro sobre la forma de actuar de ciertos señores que se las dan de hombres amparados en alguna circunstancia que les da poderes (aunque sean tan poca cosa como ser un jefecillo de una sucursal bancaria de alguna perdida aldea). No es injusto que se cuente para que el mundo lo sepa. Lo que el hombre justo hace es no cometer las mismas injuticias que ellos hicieron con él. Basta con decir la verdad de lo que fue y seguir tu camino sin mirar hacia atrás. Lo injusto es aquello del pasado que recordarnos para comenzar a sonreír una vez más. No es ninguna clase de injusticia denunciar y hacer públicas las injusticias cometidas contra ti; pero lo que te hace ser un hombre superior a todos ellos es cometer el justo acto de renunciar a hacer con ellos las mismas injusticias que hicieron contigo. Eso sí que es de verdad ser superior a todos ellos de manera individual, uno a uno, o todos juntos.
 
7.- "Es mejor debatir una cuestión sin resolverla que resolver una cuestión sin debatirla" (Joseph Joubart).- Todos los seres humanos nacemos dentro de una sociedad determinada y, por ende, al ser partes extrínsecas de las sociedades donde desarrollamos nuestra personalidad, somos seres que, en condiciones normales, nos distinguimos de los demás animales porque somos sociales; o sea, capaces de comunicarnos los unos con los otros aplicando condiciones naturales que los demás animales, por muy desarrollados que estén, son incapaces de desarrollar a tan alta escala. Navegando por Internet he encontrado lo siguiente: “Todo ser humano es individual pero también social. Es decir, existe una dualidad en el corazón humano. Toda persona necesita compartir momentos de intimidad y de soledad pero también se alimenta su mundo emocional del feedback gratificante que surge del valor de la amistad, del compañerismo e incluso de los vínculos más superficiales como los de vecindad. Vivir en sociedad implica que todo ser humano debe poner en práctica sus habilidades sociales en beneficio de su propia felicidad personal desarrollando un alto nivel de integración y pudiendo contar como parte de distintos grupos de pertenencia donde evolucionar a través de su autoestima, reconocimiento, pensamiento positivo, motivación y felicidad. Las habilidades sociales son un entrenamiento que se adquiere desde los primeros años de vida puesto que los niños son un claro ejemplo de cómo se puede cultivar la amistad de una forma espontánea y natural. Los niños hacen amigos con mucha facilidad, se relacionan con naturalidad y hacen del juego un medio perfecto de sociabilidad. Existen momentos en los que las personas desean olvidarse de su entorno social y centrarse en sí mismas, por ejemplo, al tener una herida emocional por un desamor, hacer el duelo por la muerte de un ser querido, sufrir la decepción de un amigo que te traiciona, ante un despido de trabajo… sin embargo, a largo plazo, tener relaciones sociales es una necesidad de salud emocional. El aislamiento social produce tristeza, apatía, miedos, cansancio… por el contrario, las relaciones personales mejoran la higiene mental y el pensamiento positivo. Una persona sociable es aquella que tiene un carácter cercano y agradable y muestra interés e ilusión por establecer relaciones sociales y compartir tiempo en común. En cambio, una persona poco sociable es aquella persona solitaria con una vida social pobre. Una persona puede ser más o menos sociable dependiendo de su momento vital y de su situación personal presente. De forma habitual, en un momento de alegría, cualquier persona es más receptiva hacia las relaciones sociales que en una etapa de tristeza. Las habilidades sociales no son innatas sino que se entrenan. Por tanto, también se perfeccionan cuando se practican. Existen habilidades sociales muy importantes que propician la agradable convivencia en sociedad: la amabilidad, la empatía, el respeto, la generosidad, la simpatía… pero para ser más sociable, cualquier persona tiene que mejorar, en primer lugar, la relación que tiene consigo misma y que es la base de la relación con los demás". Partimos, pues, de algo totalmente necesario e intrínseco de todos los seres humanos: su capacidad para relacionarse con los demás seres humanos a través del derecho que le da el pertenecer a la sociedad en la que está viviendo. En realidad sólo somos personas cuando pertenecemos a un grupo de personas y cuando convivimos con un grupo de personas a través de la comunicación. Dcir lo que sentimos es muy importante para expresar lo que vivimos. Yo diría que amar no tiene límites pero respeto que tú creas que existe una barrera donde se acaba. En realidad poetizar sobre el amor es un acto infinito. Se puede pensar que es mentira lo que se escribe saliendo del corazón y esa es la mentira más grande que existe porque el corazón no sabe mentir. Puedes haber conocido a alguien que mienta pero a alguien que escriba con el corazón jamás le habrás visto mentir nunca. Quizás lo que sucede, que no digo que ese sea tu caso, es que hay personas -hombres o mujeres- que no hayan comprendido bien a Antonio Machado cuando dejó escrito que: “La mentira manifiesta falta de imaginación y la verdad siempre se inventa cuando habla el corazón”. He conocido personas (especialmente chicas de poca experiencia) que creen que cuando sientes algo por ellas las estás proponiendo amor en lugar de simple compañía. Quizás sea esa una respuesta que algunas de ellas deberían meditar. Supongo que no es tu caso (o al menos no me estoy refiriendo a ti) pero el hecho de debatir me hace llegar a conclusiones que me han demostrado lo que es vivir. Juventud divino tesoro no es cierto siempre todo lo que adoro… salvo si estamos hablando del verdadero Amor. Amar en tiempos de crisis no es tan difícil; es más, yo diría que amar en tiempo de crisis es mucho más fácil, mucho más completo, mucho más sincero y mucho más honesto que en cualquier otro momento de nuestras existencias. ¿Morir por la verdad? ¿Qué es morir por la verdad? ¿Vivir en la mentira? ¿Qué es vivir en la mentira? Algunos seres humanos por dedicarse solamente a amar lo cierto han confundido lo que es cierto por lo que es aparente. Espero y deseo que no sea a eso a lo que te refieres. Yo sí lo he comprobado y tengo motivos para decir que lo cierto es que lo incierto atrae… porque lo incierto pasa a ser verdadero cuando lo que parece cierto se desvanece. No hay peor cosa para amar que creer que nos aman siempre porque siempre es una palabra para toda la vida. Quizás algunas personas (en mi caso algunas chavalas que he conocido) tengan motivos para, al leer este comentario, deduzcan pero deduzcan bien; o sea, que sean certeras para saber lo que siente un joven enamorado. ¿Seguimos o perseguimos? Escuchen alguna vez la canción que dice “mejor era cuando me decías que tú también me querías y ahora veo que no”. ¿Qué te parece todo eso? Hablamos de las fantasías y las rechazamos porque opinamos que son cosas infantiles. Si las fantasías son cosas infantiles prefiero seguir siendo siempre, totalmente siempre, un niño feliz debatiendo sus sueños con otras millones de personas que deseen debatir antes que imponer sus autoritarismo por muy lógicos que parezcan ser. Debatir nos que seamos más sanos los humanos. Dame lo que de verdad necesitamos los dos, entrega lo que de verdad sentimos los dos, depura todas tus apariencias y miénteme, miénteme mucho cuando tus mentiras me hacen vivir, y confía, confía siempre en esa Verdad que no tiene palabras sino sentimientos. Quizás sea esta una nueva manera de ver las cosas del verdadero Amor. Para pensar. Solamente para pensar un poco nada más. Siempre es excelente para debatir porque eso quiere decir que comentar a través del debate es propio de seres nobles. Yo prefiero mil mentiras debatidas que me hagan vivir una sola verdad que miles de verdades impuestas que me mate como ser humano. No sé si estarás de acuerdo pero es que soy tan niño que todavía no he crecido lo suficiente y por eso miento verdades y soy verdadero a través de mis mentiras. Y es que resulta que no son mentiras las que debato sino que a los demás les parecen mentiras hasta que me dejan dialogar y demostrar que están equivocados. Debatimos. ¿Cuánto se puede amar a una persona a la que se desprecia? Supongo que mucho menos de lo que se dice porque no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Dudo que una persona (hombre o mujer) ame a otra persona (hombre o mujer) si desprecia su compañía. ¿Mentira o verdad? Yo creo que en esto de amar a una sola persona sobra cualquier comentario que otra persona tenga el descaro de decir. O se ama de verdad o se olvida de verdad pero quedarse a medias es producto de no haber debatido lo suficiente. Creo que un ser humano que ama no engaña bajo la luz de las estrellas. Y sé muy bien por qué lo digo aunque esos asuntos ya no me espantan porque la verdad sea dicha amo sólo una vez y para toda la Eternidad. Supongo que existen otros puntos de vista, gracias a la existencia de los debates, pero yo creo que en el Amor no existen puntos de vista sino hechos concretos y sueños… sobre todo sueños hechos realidad. ¿Lo demás? Lo demás que lo comenten quienes crean otra cosa distinta. Para distinguir lo que somos necesitamos debatir sobre lo que somos sea cual sea la respuesta que cada ser humano se diga sobre sí mismo o sobre los demás. Porque del debate sale la luz y del autoritarismo, aunque parezca lógico, solo sale la esclavitud.
 
8.- "Cuando escribimos bien la palabra Honor es cuando sabemos que se escribe con H de Heroísmo" (José Orero de Julián "Diesel").- No son héroes los que mueren matando a los demás sino los que viven conviviendo con los demás. El verdadero honor está dentro de nuestros verbos pero no en el filo de las espadas. Me llama la atención defender algo tan  incólume que me suena a dignidad humana. Verdades muy hondas. Por eso defiendo la cultura, el conocimiento y la intelectualidad antes que la ignorancia. Saber que honor se escribe con hache es decir que cuánto más conozco de mí y de los demás más realizado me siento como persona. Ese es el honor verdadero. Algunos dicen que mezclar lo humano con lo divino es un error y, sin embargo, para mí unir ambas cosas es lo que más nos honra, lo que más honor produce en un ser humano que sirve para pensar.  Hay quienes se pasan la vida esperando y se convierten en vegetativos. Hay quienes se pasan la vida actuando y se convierten en humanos. Partiendo de un punto cero podemos llegar a entender que hay quienes buscan vivir muriendo y hay quienes viven no sabiendo nada de la muerte. La doble circunstancia que expresa nuestro ser. Escuchen dentro de sus corazones este pensamiento espontáneo: con el abrazo nos hacemos amigos de la esperanza. A veces vemos lo incoherente de las actuaciones de personas en las que crees. ¿Crees que existe libertad de expresión si no te permiten que exista libertad de manifestación? Somos como somos pero en ese ser como ser está incluído el creer como creemos. Si tenemos un valor como seres humanos creyentes en lo que creemos… ¿crees que es libertad que alguien no nos permita decir quiénes somos? A veces uno cree que las personas más jóvenes son las más abiertas de mentalidad. Es un gravísimo error. Lo cuento porque existen personas más jóvenes que, para aceptarte tal como eres, te ponen la barrera de impedir que te expreses a ti mismo o a ti misma. ¿Les da miedo saber quién eres y saber por qué manifiestas lo que eres y lo que crees? Además de las creencias, ¿tú crees que es libertad de expresión participar de un Taller de Literatura y que no te dejen manifestar quién eres como escritor o como escritora? Pues esa es la paradoja. Que formes parte de un Taller de Literatura y precisamente en quien más confías que sepa entender lo que es una comunicación interpersonal (o sea una comunicación entre las personas que forman parte de dicho Taller de Literatura) te prohiba decir a los demás compañeros y compañeras de taller lo que eres, cómo eres, lo que crees, lo que deseas comentar con los demás compañeros y compañeras. En otras palabras: no comprendo qué sentido tiene formar parte de un Taller de Literatura donde te obliguen presentarte a los demás compañeros y compañeras no como un simple objeto participante (eso mata la libertad de manifestación) sino tal como eres y tal como entiendes lo que es la manera y el modo que tiene un escritor o una escritora para escribir como escribe. Si algo valoro del honor humano es esa libertad de manifestación de una persona que va implícita en la libertad de expresión de las personas. El héroe no es el que gana más peleas con las armas sino el que vence en las mejores batallas con las palabras. Por eso es necesario, antes que nada, saber que honor se escribe con hache. 
 
 
 
 
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Descripción

Ensayo

Palabras Clave: Literatura Prosa Ensayo.

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Sociedad



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