Nuestro Pequeño Mundo (Ensayo) SEGUNDA PARTE
Publicado en Jul 23, 2017
9.- "Un radical es alguien con los pies firmemente plantados en el aire" (Franklin Delaney Roosevelt).- Existen las fuerzas del bien y existen las fuerzas del mal. Personas democráticas con mente abierta y gentes autoritarias con cerebro cerrado. En este mundo bipartidista del Bien y del Mal, ¿qué son los fundamentalistas? Asegurar que estamos en posesión de la Verdad (así en absoluto y con mayúscula) es una tentación que nos pone en la situación de interpretarnos como personas sin enigmas. Pero todos somos, en este mundo, personajes enigmáticos. De ahí lo paradójico del tema. Somos hombres y mujeres que llegamos a la vida suscitándonos curiosidades para hacernos capaces de entendernos. El problema es ¿qué debemos de entender como Verdad absoluta y con mayúscula?. Entonces, ante esta pregunta, creamos una espìral, un círculo que nunca se cierra, donde no podemos controlar todo lo que ocurre a nuestro alrededor ni todo lo que ocurre en nuestro interior. Por eso la Verdad absoluta nunca la podemos definir como un hallazgo definitivo. Una cosa es tener claro un tema y una actitud hacia ese tema para actuar con arreglo a nuestros principios sólidos y otra bien distinta formular un tema y una actitud totalmente absoluta. Sólo las personas inmovilistas, las que nunca crecen, permanecen estáticas; mas el que busca la Verdad está en continuo desarrollo y se conduce a través del diálogo con todo lo que le rodea y con todo lo que va siendo él mismo. Si nos conducimos a través de ese diálogo evolutivo no podemos ser fundamentalistas de la Verdad. Ser fundamentalistas de la Verdad es, por lo tanto, una locura comparativa carente de verdadero significativo clarificador. La actitud que tenemos para compararnos con lo que ocurre a nuestro alrededor y lo que ocurre dentro de nosotros mismos hace que seamos cualquier cosa menos seres estáticos. Sólo los que no tienen respeto a lo que es la vida se creen poseedores de la Verdad absoluta. No es que la Verdad absoluta no exista. Es que se compone de infinitas verdades relativas y por eso sólo podemos acercarnos a ella. Sólo un hipotético Dios posee la Verdad absoluta, pero la guarda en sus propios misterios.Claro que vivimos verdades. Claro que sabemos distinguir entre una verdad y una mentira, pero no tenemos nunca que comulgar con un pensamiento único porque el pensamiento es variable, evolutivo y ascendente por lo que tiene de intuitivo. No hay un pensamiento único en la historia de los seres humanos. Incluso dentro de un pensamiento análogo e igual hay infinitas variantes. Por eso, si se nos despierta la curiosidad por conocer la Verdad, tenemos que abrir la mente a nuestro propio mundo y al mundo de los ajenos, incluso aunque tengamos éxito con nuestras reflexiones. La curiosidad por conocer la Verdad no es mala sino todo lo contrario, pero sólo si se enfoca hacia un lado positivo. Entonces hay que tener en cuenta que, en el lado positivo de los humanos, hay un espacio muy grande para lo fantástico, para lo que nos estimula a seguir soñando, para lo que hace que este mundo de las verdades relativas sean espejos abiertos a la curiosidad innata por alcanzar las aproximaciones evolutivas hacia la Verdad. Una evolución que nos hace, poco a poco, ir progresando sabiendo que nunca podremos conquistar la Verdad absoluta porque es una paradoja en sí misma. Un excesivo afán por ser tal como pensamos que somos nos hace desvirtuar la Verdad. Hay que mirar a nuestros múltiples espejos (y no todos están colocados de frente) para saber cuáles son las verdades relativas que nos aproximan a la Verdad absoluta. Hay muchos intransigentes radicales que no reflexionan sobre este asunto. Pero los intransigentes radicales mentales están siempre inmersos en el error continuo. Hay que tener tiempo y dar tiempo al tiempo para ser hombres y mujeres con vida; con ese aspecto humano y completo que es la necesidad de expresión, de comunicación con otros seres humanos, para de manera abierta ir descubriendo verdades relativas como aproximaciones a la paradójica Verdad absoluta. Quienes radicalizan su forma de ser y de relacionarse con los demás no tienen ninguna base de cualquier tipo. Sólo tienen, bajo sus pies, la Nada que les hace bailar en el aire existencial. Enorme error desde el principio hasta el final. Pero nos queda la poesía para combatir a tanto radical que sólo siembra muerte porque su mente está muerta. Morir bajo la luz de la poesía es vivir para siempre dentro de las palabras bellas. Dicen que todas las palabras significan lo mismo cuando de sinónimos se trata. No es cierto. No es lo mismo morir bajo la luz de la poesía que fallecer sobre la sombra de los versos. Quiero vestir de luces tu sombra, perseguir las huellas de tus pies, pronunciar tu nombre bajo la luna llena. ¿Es eso lo mismo que perseguir quimeras? Quienes no creen en el amor pueden afirmar que sí, pero para quienes amamos las huellas es porque sabemos que esa clase de amor existe. Lo sé desde que supe que existe una película titulada “Esa clase de amor” aunque a cierto ¿compañero? de aula universitaria, con su presencia argentina y deslumbrante, se mofase y se burlase de ello. Sin embargo soy diferente a él. Yo creo que es esa clase de amor lo que nos da la luz y despierta nuestros sentimientos. Los incrédulos son como aquel ¿compañero? de aula universitaria de cuya nombre ni conozco ni creo conocerlo jamás. Quizás porque para él el amor sólo es un pasatiempo de flor en flor (picaflor para más señas) pero yo sé que llevamos razón nosotros, los "locos" que amamos el diálogo en lugar de la intransigencia radicalista, en todas las expresiones que colocamos, con verdadero sentimiento, en u texto poético, Entre aquel ¿compañero? y le liberación que no radicaliza nada existe un abismo. Esa clase de amor es el verdadero cuando lo expresamos con exactitud. A mí lo que me entusiasma en verdad es el beso revolucionario, ese beso humano profundo y liberado, explosivo que estalla a plena luz ante el flash de miles de fotógrafos que son los ojos de los viandantes. El beso desgarrador y restallante que derrumba las barreras de los reaccionarios intransigentes ante la más natural demostración del amor sano. Beso que levanta las airadas protestas de los seudomoralistas de la hipocresía ética, que hacen diatribas y se santiguan el cerebro, la lengua y los pectorales para condenarlo como herejía. ¿Y qué moral atenta el beso dado con el infinito sentimiento de la verdad mientras las manos acarician tierna y delicadamente el cabello, el rostro o el cuerpo del ser amado?. Todavía recuerdan muchos a aquellos tiempos de la censura franquista en que, a mitad de la película, cuando dos labios se iban a juntar para expresar ese sentimiento profundo del amor humano, y en nombre de la falsa moral de los inquisitoriales religiosos de la época, cortaban la filmación y dejaban en la mente de los espectadores algo así como un pesado sentimiento, cruel e inhumano, de pecado mortal. ¡Cuánta fanática intransigencia mental de quienes castraban al amor bajo consignas político religiosas de fascista condición! Era la misma censura que obligaba a los inocentes niños a besar las gordezuelas y marmóreas manos (de dorados anillos llenas) de aquellos sacerdotes que se cruzaban en sus caminos (la mano siempre adelantada para ser besada) y que, con aquellas mismas gordas prolongaciones de sus hercúleos brazos, los abofeteaban inmisericordemente cuando, en el coro parroquial, esos mismos niños inocentes equivocaban, sin malicia alguna, las notas del “do” con las del “re” o las del “mi”. ¡Pero llegó el beso liberado!. El que damos a plena luz del sol sin contemplaciones, con los ojos abierto o con los ojos cerrados pero con el corazón hecho boca para escándalo de puritanos y beatas que, llenos ellos y ellas del pecado de la sórdida concupiscencia lo ocultan en sus patibularios prostíbulos de la intimidad, se hacen cruces sin parar y envían cartas al buzón de correos de algún sesudo director de periódico oficial de millones de tirada. ¡Qué feliz llegada la del beso liberado que nos desliga de inmundicia y destruye a la falsa hipocresía haciendo sonreír a toda la Naturaleza que lo contempla como el mejor exponente de la creación amorosa de Dios! ¡Beso liberado!. !Beso que nos recuerda que somos realmente nacidos para el Amor!. !Beso hecho canción que sana el alma de los enamorados y hace bajar a los infiernos al dedo acusador! ¡Bienvenido tú, beso liberad que nos haces sentir! Los radicales no son nuestras vivencias porque no son vivencia alguna. Con los pies firmemente plantados en el aire siempre terminan por derrubmarse y caer en la Nada para no volver a ser nada más que recuerdo olvidado gracias al beso de amor que nos libera de sus falsas acusaciones, Incapaces de aceptar el diálogo de lo humano creen tener la verdad de lo divino cuando, a la hora de la verdad, sólo son ignorantes nada más. Reaccionarios porque no admiten. Reaccionarios porque no consienten. Reaccionarios porque no permiten. En las calles donde vivo, envuelto en mis propios sentires y sintiendo, a la vez, el palpitar de los ajenos, existe una colmena humana donde hay personajes de todos los colores y sabores. Son los vecinos. Los hay tremendamente amables, cariñosos, que te saludan dándote la mano y en seguida se sitúan en una charla distendida generalmente sobre los acontecimientos cotidianos que, en sus bocas, pasan a ser mitologías narradas al vaiven de las jornadas. Hay tambien otros que son muy personalistas y herméticos. Apenas saludan, cuando lo hacen, con un leve movimiento de cabeza inexpresivo. Los hay simpáticos, que están contentos a todas las horas del día, que cuentan chistes y siempre te reciben con una humorada genial que les sale del interior de una profunda chispa y los hay muy serios, que sólo hablan de cosas sesudas acerca de la política del gobierno y la carestía de la vida. Tengo vecinos bullangueros, festivaleros, que al atardecer reúnen en sus hogares a toda una variopinta multitud al ritmo de la música bailable de los trópicos y tengo vecinosque, por el contrario, aman el silencio y acuden prestos y raudos a pedir a los bullangueros que bajen el volumen de la música y que no alraguen la fiesta más allá de las diez de la noche. Hay aquí vecinos minuciosos y observadores, siempre atentos a todos los sucesos de la calle, inquisidores a veces de todo el trajinar sospechoso y están los que caminan cabizbajos, con el pesar de sus soledades encorvándoles la espalda- Hay vecinos que apenas pisan la calle, salvo para comprar el periódico, el pan y las viandas y otros que, por contra, siempre te están esperando en la esquina para tomar unas cervezas en el bar puesto que aman las tertulias. Cerca de mí tengo vecinos educados, respetuosos para con los demás, y limpios, que siempre tienen brillante el trozo de acera que les corresponde y otros que, sin embargo, tiran colillas al aire -caigan donde caigan sólo es cuestión de cálculo de probabilidades- y llenan el suelo de las aceras de papeles y desperdicios. Tengo vecinos muy cumplidores que, acuden puntuales y pulcros, a todas las reuniones vecinales… pero otros no acuden nunca y luego son los que más reclaman. Hay vecinos muy concienciados con los problemas sociales y están siempre dispuestos a las reivindicaciones de cualquier tipo. A otros no les importa nada y siempre que se les pide apoyo se encogen de hombros. Los hay hambrientos de camaradería, que te abren la puerta de sus viviendas nada más verte y otros que, sin embargo, las cierran a cal y canto, ponen verjas y sitúan perros que ladran a todos los que se acercan. Algunos vecinos aman la noche y se les ve pasear por el barrio a la luz blanca de la luna. Otros duermen desde las siete de la tarde porque consideran que la noche es un pecado. Los hay liberales y conservadores, progresistas y reaccionarios, completamente ateos y completamente religiosos… Y están los que nunca se dfinen y sólo escuchan… escuchan… para después actuar según soplen los aires o según tengan ya preestablecido de antemano. Están los humildes (y por ello sabios) y los vanidosos y orgullosos. Hay vecinos que piensan antes de actuar y otros que no piensan nunca. Los hay correctos en el habla y los deslenguados. Y, por último. está ese vecino sordo del que nunca sabemos si sube o baja por la vered. Pero estos barrios donde vivo me gustan, es parte de mi esencia, es una verdadera comunidad de sentimientos bajo la luz de las estrellas y al calor del sol. Los radicales que sigan pisando el aire. Suyas serán sus propias caídas.
10.- "Las leyes no están para esclavizar sino para encauzar la libertad" (Fernando Savater).- Que la asfixia legal no mate tu liberación. Probablemente te estés preguntando en estos momentos algo que a veces ronda por la mente humana. Esa pregunta en concreto es ¿cuál será el secreto de la vida para sentirse penamente realizado? Hay una explicación a ello. Todos trabajamos con un poder infinito que radica en nuestras mentes, pero pocos son los que se paran a meditar en esto y por eso son pocos los que llegan a darse cuenta de dónde está la respuesta a este misterio que, si meditamos correctamente, deja de ser un misterio y se nos convierte en una revelación luminosa.Todos nos guiamos por las mismas leyes naturales del Universo cuando queremos extendernos y entendernos en nuestra compleja intensidad personal. Estas leyes naturales del Universo son tan exactas que ni tan siquiera tenemos problemas ya para construir naves espaciales, enviar personas a la Luna y preparar el alunizaje con una precisión de una fracción de segundo. Os preguntaréis que tiene que ver eso con la realización personal de un ser humano en esta vida. Intentaré explicarlo. Donde quiera que estemos (India, Angola, Australia, Japón, Suecia, Alemania, España, Canadá, Colombia, Perú, México, etcétera, etcétera, etcétera) todos trabajamos con el mismo poder. La diferencia entre quienes tienen éxito y quienes no lo tienen, de quien se realiza como persona y de quien no se realiza, depende precisamente de haber empleado o no haber empleado dicho poder de manera positiva. En otras palabras, unos lo emplean en valores positivos y otros en valores negativos. ¿Sabéis cómo se llama dicho poder?. Se llama Atracción. La Atracción. La conocida Ley de Atracción por quienes lo han pensado. Ese es el secreto. Intentemos hacer una aproximación a la definición de esta Ley Universal. Todo lo que llega a nuestra vida personal es porque de alguna manera (más o menos consciente según el caso particular de cada ser humano) lo hemos atraído hacia nosotros y nosotras. Y lo hemos atraído a través de imágenes que formamos en la mente. Soñamos porque imaginamos el futuro. Imaginación compuesta, como dice la palabra, de imágenes que mentalmente nos formamos para nuestra vida. Somos lo que pensamos que somos. Y todo lo que pensamos es lo que atraemos hacia nosotros y nosotras. Por eso, para realizarse como persona en esta vida, tenemos que pensar siempre en positivo. Si pensamos siempre en negativo entonces no nos realizarmos nunca. Pensando en negativo (lamentablemente mucha gente piensa en negativo) no podemos realizarnos porque evitamos a la energía positiva de nuestra mente. Dejamos de activarnos cuando somos pesimistas. Como dijo Prentrice Mulford en el siglo XIX: “Cada uno de tus pensamientos es un objeto real, una fuerza”. Y según sean los objetos reales de tu vida formados por tu manera de pensar así será tu vida: éxito o fracaso como persona. Esto lo han sabido siempre todos los sabios desde la época babilónica y las primeras civilizaciones humanas. Siempre lo han sabido. No es nada nuevo ni una filosofía descubierta en el siglo XXI. Lo que los grandes hombres y mujeres de todos los tiempos han hecho para tener éxito como personas es que han basado siempre su manera de pensar en los sentidos positivos y optimistas de la Ley de Atracción. Lo más poderoso que existe en el Universo. ¿Y las demás leyes? ¿Qué sucede con todo ese cúmulo de leyes humanas que tuercen y retuercen la ley natural de los seres humanos? ¿Qué es lo que en realidad ocurre cuando las leyes legalistas apoyan a los poderosos y oprimen a los que no tienen nada para poder combatir a los poderosos? Hay muchas leyes. Demasiadas leyes. Tantas leyes que han elaborado verdaderos laberintos donde nos perdemos todos menos quienes las inventan y las interpretan según sus antojos y sus intereses. Tanto tienes tanto vales para la Ley. ¿Es eso encauzar la libertad? ¿Existe la libertad o existen las leyes que interpretan la libertad de manera completamente orientada para favorecer a los que tienen más y para perjudicar a los que tienen menos? Sabemos porque conocemos. Y sabemos que quien hace la ley hace la trampa. Todo lo que existe de teatro existencial en esta vida es a veces una indescubierta presencia. ¡Qué frustrante es descubrir la trama de los hipócritas y la mentira de quienes lucen bajo el sol sus blancuras llenas de oscuras falacias! Pero más allá hay una frontera limpia. La frontera de los nobles espíritus que te llaman a su círculo. Los interrogantes de la vida de quienes destruyen lo bello de la inocencia, la esperanza, el sueño y la fantasía deben quedar atrás, en el olvido. Que se queden con sus leyes porque nosotros hemos elegido la nuestra y se llama compañerismo, amistad y amor. Eso no lo mide ninguna balanza de leyes interesadas sino nuestro propio corazón. Y es que, en el mundo de la realidad, la libertad no existe porque sólo es un paso intermedio para alcanzar dos metas opuestas: el libertinaje o la liberación. 11.- "La violencia es el miedo a los ideales de los demás" (Mahatma Gandhi).- El animal entra en el vagón de metro, observa ligeramente que nadie le observa (valga la redundancia) y con premeditación, alevosía y cobardemente creyendo que nadie le ve, lanza la tremenda coz (zapatazo brutal) a la cara de la joven de solo 16 años que viaja tranquilamente, sola y sin defensa alguna, creyendo en la paz de los seres humanos, sin darse cuenta de que ha entrado el animal. Racismo. Machismo. Xenofobia. Fascismo a lo bruto. Así hablan las bestias… y no es necesario más palabras salvo que si fuese yo Niesztche hoy tendría argumento suficiente para escribri “Así habló Za(pato)ratrustra”. Y fue nuestro insigne Antonio Machado quien dijo aquello de: “Es propio de hombres con cerebro pequeño embestir contra todo aquello que no les cabe en el cerebro; intolerancia”. El animal del metro debe tener el cerebro de un mosquito. El Odio y la Violencia son lenguajes de seres irracionales y sin talento alguno que sólo destruyen sociedades enteras. Así que digamos siempre todos juntos NO al Odio y NO a la Violencia. Hablemos de la violencia y su vil aborto contra los ideales ajenos. Todo ya se viene abajo. A pesar de las falsas apariencias hacia el exterior y la falsa creencia de que el machista repetitivo o la feminista radical van a cambiar de actitud sin comprometerse a una transformación de carácter cristiana, la cruda realidad es que todo se viene abajo. El vínculo matrimonial hombre/mujer (una vez más repito que no creo que un matrimonio hombre/hombre y mujer/mujer sea un matrimonio a pesar de las críticas que pueda recibir por decir esto) está roto. Comienza a ser solo pedazos. Ahora es cuando cada una de las partes funciona libremente y por separado. Para nada cuenta con la otra parte del matrimonio. Ya no es posible la vida en común y entonces el “violentador” (a veces la “violentadora”) aumenta su despotismo y la violencia de género es cada vez más brutal. Perdidos los ideales en común son ya dos vidas separadas en la cual la víctima de la violencia de género sufre y la parte que ejerce la violencia de género ni se preocupa en absoluto de dicho sufrimiento. Ya nunca jamás serán una pareja feliz si siguen por ese camino. Ya no existe el respeto mutuo ni las reglas juramentadas cuando se unieron en matrimonio. El problema de la separación es imposible de evitar por mucho que intente la víctima autoengañarse a sí misma. El diálogo ya no existe. Ha desaparecido por completo hasta el silencio y se ha quedado en una nada absoluta. La comunicación interpersonal es sólo un recuerdo del pasado. La comunicación social es sólo una apariencia cada vez más hipócrita. Y cada una de las partes tiene su propia vida. El “violentador” ejerciendo la violencia de género y la víctima soportando la misma violencia sin querer darlo a conocer. El mundo de él y el mundo de ella son dos mundos totalmente distintos (lo cual es la antítesis del matrimonio en el que se juraron estar juntos hasta el final en los tiempos buenos y en los tiempos malos). Las disputas son cada vez más agrias y violentas cuando, en alguna ocasión, intentan comunicarse. Necesitan, urgentemente, un mediador o una mediadora que los pueda orientar. Las miradas de frente también han desaparecido. La parte “victimaria” cada vez es más prepotente. La parte “victimada” está cada vez más hundida. Las bases, los fundamentos, los principios, la ética, la moral, los valores, el respeto mutuo… quedaron por completo olvidados. Los fragmentos de violencia ya no son fragmentos sueltos sino una continua violencia de género completa. El mosaico de una existencia donde el odio sustitute al amor y donde la dictadura del "más fuerte" reprime los ideales del "más débil" que un día creyó que todos sus sueños eran posibles... hasta que se encontró con el puño cerrado de la violencia como único argumento de vida... porque el violento siempre es un cobarde, y nada más que un cobarde, que ataca porque tiene miedo y siente envidia de quien sabe soñar con sus ideales. Bueno es saber que los violentos y las violentas sepan que vivir siempre envidiando es vivir siempre muriendo. 12.-"Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos" (Indira Gandhi).- La intransigencia de quienes tienen siempre los puños cerrados es una realidad horrible pero más horrible todavía es saber que muchísimos de ellos tienen tanto orgullo que no los pueden abrir nunca a lo largo de todas sus vidas. Acabar de esa manera es más bien horrible y lo horrible, algunas veces, es que se basan en historias reales. He mirado a los ojos de millones de hombres y mujeres y he visto a dios así, en minúscula porque es un dios derivado de la palabra día. Les he visto alegres y tristes, interesados e indiferentes, interrogativos o afirmativos, plácidos y airados. He mirado a los ojos de millones de seres humanos y he visto a dios, derivado de la palabra día, en cada uno de ellos. O quizás no sea un solo dios minúsculo sino millones de minúsculos dioses diferentes porque… ¿hay un sólo dios minúsculo para cada día de la Humanidad o en cada día de esa misma Humanidad existen millones de dioses minúsculos diferentes?. He oído hablar a millones de hombres y mujeres y en todos ellos y ellas he oído hablar a dios, en minúscula (un dios derivado de la palabra día) hablando de la misma causa o millones de dioses minúsculos diarios hablando de causas diferentes. Quizás da lo mismo. El suceso relevante es que he oído hablar a millones de seres humanos. Y en todos los casos sus palabras han sido las palabras de un dios minúsculo verdadero o falso, sincero o hipócrita, realista o imaginario, a veces trágico, a veces cómico pero siempre dramático y crucial, transigente, intransigente, duro, blando… porque quizás hay millones de dioses diarios que hablan con una misma palabra o con millones de palabras diferentes. He tocado las manos de millones de hombres y millones de mujeres y siempre he podido notar que he tocado las manos de un dios diario y en minúscula o millones de dioses diarios diferentes. A veces tersos, dúctiles, sensibles… a veces rugosos, ásperos, insensibles… pero que me han transmitido, invariablemente, amistad, aprecio, cordialidad, acompañamineto, seguridad y otras veces rechazo, alejamiento, inseguridad… porque cada día los dioses minúsculos o cada variante de un solo dios en minúscula posee su propio tacto. He olido millones de perfumes de pequeños dioses minúsculos diarios (derivados de la palabra día) envueltos en millones de aromas diferentes o en un solo aroma con millones de variantes. Los he percibido a veces fragantes y frescos… y a veces pútridos o infectados. Lo mismo me ha pasado con el gusto. He besado a millones de seres humanos (hombres y mujeres) cada día y he sentido a veces a un solo dios minúsculo salubre, sensitivo, sustancial… y a veces a un solo dios minúsculo insustancial, insensible, insalubre… o quizás hayan sido millones de pequeños dioses minúsculos y diferentes o, tal vez, millones de variantes de un solo dios derivado de la palabra día. He visto a un Dios diciendo adiós cuando he querido conocerlo. ¿Adiós o a Dios? No. Nunca ningún adiós a Dios. Ahora ya he comprendido la respuesta definitiva. La respuesta es que millones de seres humanos viven con los puños cerrados, incapaces de dar la mano abierta a otros millones de seres humanos que la han necesitado. Muchos deberían saber que hay un ser humano (algunas veces sólo es un niño nada más) callado mirando al vacío del suelo mientras la ballena engulle palabras muertas en la playa de los puños cerrados. No ha pasado nada en el bar ni en el tejado de las palomas despuntadas ni en el colegio y, sin embargo, ¡cuánto ha pasado por las volutas del cigarrillo y la humareda del café! ¡Cuánto ha pasado por la melancolía de la tranquilidad del patio y cuánto ha pasado por el trayecto de la paloma distraida! Un mundo lleno de puños cerrados, lleno de gloriosas definiciones crípticas plenas de pesimismo existencial. Es interesante analizarlo. La conciencia de un yo heterogéneo nos implica en las formas del espíritu bajo la persona que va más allá de la física. Hay en el cosmos una materia de lenguaje en forma de habla con aterias que es maridaje de la ciencia y el alma cuádruple bosque de existencias nos llena de cosmos la materia. Por eso el sentido del poético ensueño late en el cuerpo que se hace prisma de iluminado afán por lo converttibe. Sí. Nos convertimos en esencia viva cuando enteramente nos llenamos de encendida luz en medio de la niebla. Más allá de la materia inerte late el espíritu de la conciencia y hay que darle al pensamiento nato una presencia de humana inteligencia. Siempre hay en medio de la mente un sueño de poema para el viaje… El Puño del Hombre no ha contraatacado y se ha dirigido, al final del asalto a su rincón. Allí habla con su manager El Lobo Estepario: – Lobo… en el prósximo asalto abandono. – ¿Por qué Puño?. ¿Por qué has estado inerte todo el asalto si tienes fuerzas suficientes para tumbar al Poeta?. – Puedo derribarlo con un fuego cruzado de palabras prosaicas que rompan el equilibrio del combate, pero no podré nunca acabar con el Espejo. No. No soy yo el rival adecuado para destronar al Vacío y quitarle su prepotencia. Siempre me ha ocurrido igual. Siempre que he combatido contra el Vacío me ha hundido en los primeros contactos, porque soy fuerza destructora pero me falta significado profundo. Sí hay algún rival que pueda enfrentarse al Vacío con cierta seguridad de triunfo es el Poeta del Espejo, porque tiene más técnica de espíritu que yo. Así que no voy a alargar este combate incoherente donde puedo ser yo el vencedor pero donde no puedo ser yo nunca el triunfante. Hay diferencia. El Poeta del Espejo sueña. Yo sólo razono. Las razones siempre se las ha engullido el Vacío que sabe como destruírlas pero con los sueños quizás no pueda. Es la oportunidad de comprobarlo. Abandono, Lobo. En el cuarto asalto no saltaré al ring. Los aficionados buscan a alguien que les llene los sentidos. Ese sólo puede ser el Poeta y sobre todo el Espejo del Poeta. Si le venzo ahora habré derribado a quienes sueñan con una realidad distinta de cara al futuro. Lo único que debo hacer es dar paso a esa posibilidad. Abandono, Lobo. Es verdad que no podríamos llamar humano a un ser que no fuera autoconsciente de la coherencia que debe haber estre la materia y el espíritu. La materia sola, yo solo, por sí misma, por mí mismo, es una impotencia ante el Vacío. Ya se ha demostrado muchas veces. Sólo es posible darle la oportunidad al Poeta de poder destronar al Vacío y coronarse campeón de una sociedad con alma. Abandono, Lobo. 13.- "El tiempo es el mejor autor: siempre encuentras un final perfecto" (Charles Chapli).- Nos interrogamos siempre miles de cuestiones que tienen que ver con el tiempo. Siempre tenemos tiempo para decir que somos quienes somos y no quienes quieren decir que somos y siempre tenemos tiempo para demostrarlo. No existen jamás dos días iguales pues cada día tiene su propio afán y por eso no pararán jamás a la Eternidad. Yo brindo porque el tiempo se adorne de debate, de controversia, de crecer en el multidiálogo de todos para apuntalar la belleza de un texto con la belleza de los comentarios. Estoy afirmando que la belleza del silencio es un espacio de luz para el comentario. Acotaciones de tiempo. En la antesala de los sucesos se quedan patentes los días y en medio de las jornadas un trabajo cotidiano de hacernos y deshacernos. Creamos tiempo de glorias y tiempos de sustancias frágiles mientras entre los dedos bailan los minutos de lo ingrávido. Abrimos los ojos al día y lanzamos proclamas al viento. ¿Quién recoge nuestro pensamiento? La alborada… siempre la alborada está dispuesta a creernos... 14.- "En tu lucha contra el resto del mundo te aconsejo que te pongas del lado del resto del mundo" (Franz Kafka).- Dejando lo absurdo de las expresiones kafkianas en el rincón de los derrotados, ¿podemos definir al resto del mundo? ¿Qué somos? ¿Quién somos? ¿Cuánto somos?. Tres dimensiones personales que nos ubican como seres de triple condición: humanos en lo general, ciudadanos en lo social y personas en lo individual. ¿Qué somos? es una premisa considerativa de nuestra propia naturaleza humana. Somos algo que nos separa del resto de los seres vivos y nos acerca a la comunidad humana. Somos algo por naturaleza misma y, en ese sentido, estamos signados por unos parámetros que nos determinan como tales. ¿Quién somos? es una referencia identificativa dentro del contexto general de la sociedad. Somos alguien dentro del mundo que nos ha tocado vivir. Somos alguien que tiene sus propios pensamientos y sentimientos, sus propias ideas que nos independiza del resto de los humanos. El qué y el quién nos sitúan en el plano de lo físico y tagencial de nuestra pertenencia a una colectividad determinada por los factores del tiempo histórico y geográfico de nuestras realidades. Pero es el tercer parámetro el que verdaderamente nos da la real significación de nuestra realización personal. ¿Cuánto somos? Pero no un cuánto de cantidad sino un cuánto de cualidad; no un cuánto de extensidad sino un cuánto de intensidad. ¿Cuánto es en realidad lo que vivimos como esencia de nuestro existir?. ¿Cuánto es el conjunto global de nuestra realización personal?. ¿Cuánto me ha dado el mundo y cuánto le he dado yo a él?. ¿Cuánto significativo soy de mí mismo y hacia los demás?. Hoy me marcho a dormir pensando… pensando en este parámetro psíquico del cuánto soy yo en realidad dentro del contexto de la generalidad humana. Cuánto de mí mismo puede ser válido y validable para mí y por ende para los que me rodean. Pienso en cuánto soy yo en mi significado y en mi significante. Pienso si está equilibrada esa dimensión bipolar. Y pienso si aprovecho lo suficiente de la vida para sentir que merece la pena estar en ella. El cuánto somos es lo que realmente nos inmiscuye dentro del plano de nuestra propia trascendencia y de la trascendencia que podemos enlazar con los demás. Pienso que el tema es para una mayor debatibilidad pero dejo en el aire la pregunta oportuna… ¿cuánto somos en la vida?... ¿cuánto de nosotros puede ser calificable como verdaderamente rescatable y valioso?... Queda ahí la pregunta abierta al aire de quienes la desen interpretar. Lo que tengo completamente bien claro porque lo tengo completamente bien asumido es que el resto del mundo no me define como persona. No debemos luchar contra el resto del mundo pero debemos saber que tampoco vamos a permitir que el resto del mundo nos introduzca en sus intereses. Somos personas porque no somos como el resto del mundo. Si eso es plantear una batalla es porque ya hemos vencido y no es necesario pelear más. Si alguien no lo entiende es mejor decirle: "peleador zurraterlas con el viento". Nosotros no somos el resto del mundo ni lo vamos a ser jamás; y es por eso porque ponerse de parte del resto del mundo es tan desvirtualizador que si lo hacemos dejamos de ser nosotros mismos. Tenemos personalidad unñivoca y esa es nuestra gran significación divina. Quienes prefieren decir sí a todo no tienen la capacidad de auto denominarse hombres y muejeres en la verdadera dimensión de sus ideas... porque las han sometido al resto del mundo... y eso hace que pierdan la batalla cuando ya la tenían bien ganada. Yo no he sido así. Yo no soy así. Yo no seré así. Lo contrario me parece solamente un absurdo kafkiano y yo huyo del absurdo porque no me conduce a ningún lugar al que yo deseo ir. 15.- "La sociedad está bien ordenada cuando los ciudadanos obedecen a los magistrado y los magistrados obedecen a las leyes" (Solón).- Maticemos el asunto para hacerlo propio y real para nuestro pequeño mundo. Una cosa es criticar a los ambiciosos sin escrúpulos y otra cosa es entender que se puede, y además es muy sano, tener ambiciones cuando eres honesto. En el mismo saco no puedes meter a todos los que aspiran/aspiramos a ser algo más… y eso lo tengo que decir, con total amistad y sinceridad, para que sepamos distinguir bien lo que es válido y valioso de lo que es vano e inútil. Vanidad de vanidades es algo que todos sabemos entender pero también debemos entender que aspirar a ser mejores, a ser más grandes y a ser más importantes no tiene nada que ver con vivir dentro de la vanidad. Es que es muy importante saber distinguir cosas que son hasta opuestas. Así que, respetando cualquier opinión, creo que es muy importante matizar lo que se critica; saber si se critica en manera general (que es un error bajo mi punto de vista) que en manera particular (que a veces es también otro error). Por ejemplo, buscar cosas profundas no sólo es bueno sino excelente. ¿Qué motivo hay para decir que quien profundiza, quien desea ser algo más de lo que es y quien quiere llegar a lo más alto del mundo que sueña sea un vanidoso o un ambicioso sin escrúpulos? La Fe, la verdadera Fe, la Fe que yo conozco es aquella que te motiva para ser uno de los mejores entre los mejores. Y eso lo dice hasta la Biblia Cristiana. Hacer más cosas es mucho mejor que hacer pocas cosas; porque de la poquedad poco sale bueno pero de la cantidad hay muchas más posibilidades de que salgan hasta genialidades. Así que nos encontramos inmersos en una sociedad organizada como tal sociedad y si es justa, y se ajusta a las leyes bien elaboradas (sabiendo que no todas ellas están bien elaboradas), podemos ser felices cuando la sociedad nos da oportunidades de serlo. No hemos nacido para ser ermitaños solitarios, lobos aullando en la lejanía, sino para participar de una sociedad que te permite aspirar a ser el mejor de los mejores. Si existe esa posibilidad es que la sociedad está bien organizada. Siempre defiendo y defenderé a la persona que no atenta los principios y las bases sociales (incluidas las leyes bien elaboradas) por el simple capricho de ser contestatario, de querer epatar al mundo a través del coportamiento ácrata y anarquista. Esa clase de destrucción no nos sirve. Formamos Sociedad Humana. ¿Qué quiere decir, en realidad, esta frase? ¿Hasta dónde alcanza su verdadera identificación?Muchos son los que se preguntan ¿qué sentido tiene esta especie de mundo formado por los seres que en teoría se llaman humanos y en la práctica distan muchos sentimientos de serlos? Entiendo que muchos duden de la verdadera expresión humana porque son inadaptados sociales. Lo que no entiendo es que otros muchos odien la expresión Formamos Sociedad Humana porque anteponen antes sus propias identidades avarientas que esa magnitud divina que creó Dios como Humanidad. ¿Tan difícil resulta comprender que todos pertenecemos al mismo Universo? Podría escribir todo un libro de dos mil ciento ochenta y nueve páginas titulado F.S.H. por ejemplo, para ver si de esa manera todos los que no entienden lo de Formamos Sociedad Humana comprendieran, por fin, qué significado tiene vivir en la Tierra. A veces me preocupa el hecho de que el odio reine en el corazón de tantos llamados teóricamente seres humanos. A veces quisiera poder explicar al Mundo que el mundo, esa propia expresión que hace a los seres humanos grandes, fue creado para el Amor. Pero ellos luchan (como si el Amor significase pelearse) por pequeñas migajas de amores pequeños sin preguntarse si en realidad lo que vale es el Amor con A mayúscula de Autenticidad. No sirve para nada seguir insistiendo con eso de los amores libres que son tan falsos que siempre llevan a un callejón sin salida y se mueren incluso antes de haber llegado la primavera. Es necesario entender, de una vez por todas, que es el amor noble el que construye y edifica las bases del Amor verdadero. Es hora ya de dejar aquel frustrante pasado que comenzó en los años 60 del siglo XX y volver a retomar el camino verdadero. ¿Es posible recuperar ese trozo de historia y de vida perdido para muchos y por varias generaciones y volver a ser tal como éramos?. Sí. Es rotundamente posible… pero sólo para quiernes entienden la verdad del Amor. Algunos creen que escribo en vano pero es que olvidan que la vanidad no es una característica de mi persona. Con total sencillez os cuento relatos que son verdaderos y verdades que son relatos. Ambas cosas son positivas a la misma vez que edifican y califican a los seres humanos como tales. No vino Jesucristo a decir que somos libres sin condición alguna como falsamente nos enseñaron la mayoría de los líderes juveniles de los citados años 60. No. La condición es que explicó qué es la nobleza a la hora de amar un hombre solo a una sola mujer. Esa es la condición. Esa es la conciencia. Esa es la liberación. Hay que saber entender las verdaderas bases de las palabras de Jesucristo. Es absurdo lo que muchos han dicho de Él. Él no se anduvo con medias tintas como hicieron la mayoría de los funestos líderes de los años 60. Muchos son los que han ofendido a la verdad diciendo que Jesucristo fue el esposo de María Magdalena y otras atrocidades aún más elevadas con tal de conseguir la fama ante el mundo o incluso un premio Nobel para decir que son grandes. Eso está tan lejos de la realidad como creer que Jesucristo habló de la libertad como algo sin sujeción alguna, como un desmadre colectivo que es lo que nos enseñaron esos miserables líderes de la sexualidad indiscriminada sin orden ni sentido alguno. Falsos. Sólo fueron falsos seres que de humanos no tuvieron más que una capa de barniz bajo la cual sólo existía el vicio y la inmoralidad. Y no me importa si me llaman moralista por decir esto porque no lo soy. Yo amo la Libertad y el Amor basado en la Libertad (el amor noble), pero jamás el destructor “amor libre”. Son dos cosas totalmente opuestas. Jesucristo basó el amor humano bajo el propio dominio y el dominio propio que cada ser humano debe tener sobre su propia persona. No vale con decir que si todos lo hacen es porque tienen la verdad. La verdad no es posesión de todos. La verdad es posesión solamente de quienes la poseen. Son los hombres, cuando de verdaderos varones se trata, los responsables de hacer entender a las mujeres que el Amor consiste en la fidelidad ciega, en la entera fidelidad (no compuesta de migajas de momentos superficiales sino completamente entera y sin resquicios) del uno para con la otra y de la una para con el otro. Yo creo firmemente en los Milagros de la Transformación y por eso sé positivamente que estamos a tiempo de volver a ser tal como éramos antes de que a muchos y muchas les destruyeran los falsos líderes. No me cansaré jamás de decir y de predicar que tal como éramos significa ser de nuevo los jóvenes felices y alegres de la nobleza, del espíritu sano y no contradictorio; aquellos jóvenes que sabíamos de verdad lo que queríamos para nosotros mismos y para los demás. El futuro puede ser, sin duda alguna, un regreso a aquel pasado feliz antes de que lo estropeasen todas las ideologías sociales y políticas que resultaron ser negativas a la hora de la verdad. Negativas y frustrantes para muchos millones de seres que quisieron ser humanos pero les obligaron a no serlo o les hicieron equivocarse en los caminos elegidos. Si tienes Fe todo es posible. Todo es alcanzable si tienes Fe. Si tienes Fe todo es simplemente realidad si crees que sí, que de verdad Jesucristo anida en nuestros corazones. Porque el Amor noble y verdadero no es asunto misterioso ni ocultista como lo es el “amor libre”; sino algo que está tan a la luz del sol que muchos no desean verlo… más su visibilidad es tan nítida que otros lo entendemos, lo comprendemos y lo asumimos como forma de ser y de vivir. Es el camino, es la verdad y es la vida. Es necesario desarrollar una nueva sociedad mundial; un nuevo pensamiento que englobe las virutdes cristianas no por religión sino por forma de vivir continua y continuada. Ahí radica esa Eternidad que Jesucristo nos prometió y esas Transformaciones que Él es capaz de producir en nosotros y nosotras. Hay que abrir los ojos para amar. Es necesario abrir los ojos para amar y poder visionar este presente, aquel pasado y el próximo futuro coincidiendo en un sólo punto de Luz. Hay que abrir los ojos para contemplarnos las miradas sinceras y honestas; las miradas de los seres humanos nobles. Por eso mirar con los ojos abiertos es huir de la muerte y abrazar la vida entera y eterna. Soñemos pues. Soñemos a lo grande, con grandes sueños, pero con los ojos abiertos para no volver a caer en ese oscurantismo que tanto dañó a la mayoría mundial. Ese será nuestro éxito final. Y Él se encargará de hacer que cumplamos. F.S.H. Formamos Sociedad Humana. 16.-"Los males previstos resultan menores" (Séneca).- K sube y K baja. Al principio creía estar leyendo una narración kafkiana bien entrelazada. Después observé que hay mucho de existencia en ese subir y bajar muy consecuente con la marea humana a la que todos pertenecemos. Es cierto que la paradoja queda latiendo. Arrastrado por la multitud K se transforma en un ser oculto que está palpitanto en la última subida. La confusión es palpable pero la meditación de K es su propia salvación humana. Dentro de la masa hay un pálpito que traduce y por donde todos subimos, bajamos y volvemos a subir. Lo importante de combatir nuestros males previstos es poder alcanzar la subida sin tener que volver a bajar para recoger todo aquello de lo que nos despojamos para subir mejor y ser mejores personas. He leído, sólo por leer, que la vida tiene cuatro caminos. No es cierto este gran saber. En la vida hay miles de destinos. Cuatro caminos hay solo al nacer pero son inicio vespertino; después, al comenzar al crecer, se multiplican por designio del destino. Yo he aprendido, a lo largo, comprender caminos que en la vida se han previsto y otros que un día al amanecer fueron seguidos como lo imprevisto. Yo he visto en la vida emprender miles de viajes por caminos distintos que ningún probable atardecer tenían en su agenda como algo visto. Y a lo largo de la vida, en el anochecer, miles de estrellas como faros divinos han bifurcado trayectorias sin prever a humanos con miles de distintos signos. Vivamos pues lo que nos resulta como aquello que, previsto de antemano, nos hizo imporovisar tanto que al final nos convertimos en verdaderos.
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