Palabrota tras palabrota (Diario)
Publicado en Jul 31, 2017
Estoy en Segundo de Periodismo, en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. He conseguido (gracias a los votos de unos pocos amigos y el voto de todas las chavalas del aula) ser elegido Delegado del Curso, pero sin ser de ningún partido político, sin ser de ningún sindicato y sin ser de ninguna de las muchas banderías que existen. Recuerdo que el facha Ovíes ha tirado la toalla en el primer asalto y que Alicia (de Bandera Roja, ORT o algún que otro partidillo a la izquierda del PCE) está tan eufórica que me hace una llamada telefónica a mi domicilio de la calle madrileña de Juan Duque, 16. Comenzó a recitar tal retahíla de palabrota tras palabrota que mi madre, la cual había estado escuchando toda la conversación con mi permiso concedido, al final de ésta se echó las manos a la cabeza.
- Pero hijo mío... ¿con quién has estado hablando?... - Mamá... aunque no te lo creas... es una mujer... - ¡Dios mío, Dios mío y Dios mío! Pero si yo creía que estabas hablando con un verdulero del mercado de Ibiza o con un arriero de esos que comen ajos mientras hablan con su burro. - No te preocupes por mí, mamá. Estoy a salvo. Y para demostrarle que yo no caía en el mundo de los tacos barriobajeros voy y canturreo. - ¡Cuándo escuché palabrota tras palabrota, yo me dije para mí a por otra a por otra! Fue verdadero. (Nota.- hablando de palabrotas hay muchos que no saben que para cagarse en algo está el water si es que somos personas normales. A buen entendedor estas palabras bastan para saber a quiénes me estoy refiriendo sabiendo que Dios está presente y que sigan que sigan cagándose en Él que ya vendrá el tío Paco con las rebajas y sus pantalones se les van a caer del todo). Cuando le vean se van a quedar en bragas por muy machos que creen ser.
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José Orero De Julián