La Cuadrilla Aventurera (Relato) -6-
Publicado en Aug 06, 2017
Llevaban ya dos largas horas, atadas sus manos a los remos del molino de agua, dando vueltas ty vueltas sin descanso alguno.
- ¡Esto no tiene gracia, capitán Pangoci! - ¡Ya te avisé a ti, Demís, que me parecía que eras demasiado niño todavía para esta clase de aenturas cósmicas, y también te recuerdo que os dije a todos y cada uno de vosotros que quien quisiera seguirme que lo hiciera por su propia voluntad y no por imposición mia de ninguna clase. - ¡Pero es que esto ya es pasarse de castaño oscuro! - ¡Pero no le eches la culpa al capitán Pangoci, Lianos, porque es cierto que nos avisó que no sabía qué podría ocurrir una vez que salimos de la Zona Violeta! - ¡Tú le defiendes porque eres su mejor amigo, teniente Doré! - ¡Soy su mejor amigo y me honro de serlo pero también sé que yo no me caso con nadie y aunque sigo siendo soltero jamás la traición ha manchado mi noble sangre! ¡Echar ahora la culpa al capitán Pangoci es una de las peores traiciones que se pueden cometer en una cuadrilla aventurera, Varolli! - ¿Qué sucede entre vosotros, infelices? - Bueno que usted esté muy buena no quiere decir que nosotros estemos mal del todo... La terrible "Vampirella" sonrióligeramente. - ¿Tú eres ese al que todos llaman Doré? - Porque soy Doré. Talisa dio un latigazo en el suelo que hizo que los cinco compañeros y amigos de la Cuadrilla Aventurera temblaran por un momento. - ¡No admito ninguna clase de bromas mientras estéis dando vueltas al molino. Cuando tengáis ganas de recuperar fuerzas sólo tenéis que decirlo y os daremos "amos" pero no vais a dejar vueltas, ni de día ni de noche, hasta que yo lo ordene. Otro latigazo en el suelo hizo que los cinco aceleraran el paso. - ¡No es necesario que corráis tanto porque tiempo de sobra tendréis para pensar en cómo se trata a las chicas de Marvelia! - ¡Necesito elevar una queja a Escarlata! - Precisamente La Viudad Negra viene ya hacia aquí, teniente impulsivo. - ¿Quién quería elevar una queja? - ¡Yo, Escarlata! - No dejes de dar vueltas mientras me dirijes la palabra o el látigo de Talisa medirá la verdader fuerza de tu cuerpo ya que de palabras andas más que suficiente. ¿Cuál es tu queja? - Que esta no es forma ni manera de tratar a unos nobles caballeros que sólo hacemos lo que Dios manda. - Yo no puedo quitarle autoridad a "Vampirella" porque la dejaría en mal lugar delante de todas las demás; así que es ella la que decide vuestro futuro. Si para ti es justo o es injusto no nos preocupa a ninguna de nosotras. - ¿Es que no tenéis corazón? - Tenemos corazón pero carecemos de sentimientos así que deja ya de intentarlo. - ¿Y si carecéis de sentimientos por qué nos habéis esclavizado? - ¿Puedo saber quién os haesclavizado? - ¡Cntigo es imposible discutir, Escarlata! - Pues entonces sigue dando vueltas junto a tu capitán y tus otros amigos hasta que "Vampirella" haya decidido cuál es vuestro verdadero valor. Las 24 horas del primer día fueron más o menos soprotables porque beber "amos" les servía àra, sin dejar de dar vueltas, poder tener fuerzas de voluntad para seguir soportando el suplicio. - Pongaci... ¿por qué nos tratan como si fuésemos pordioseros en lugar de caballeros del cosmos?... - Creo que alguna razón lógica debe tener todo esto, Doré... - La verdadera razón lógica es que nos dejaran morir de hambre y no soportando este castigo. "Vampirella" lo escuchó con total claridad. - ¿Crees que es un castigo llevar 24 horas dando vueltas sin parar, simpático teniente? - ¡No parece otra cosa nada más que un castigo! ¡Sólo falta que en lugar de darle latigazos al suelo los des en nuestras espaldas! - A veces me pregunto si me gustaría hacerlo o no hacerlo pero carecemos de sentimientos hacia el Mal como carecemos de sentimientos hacia el Bien. Sólo creemos en la Justicia. - ¿Y es justo que nos tengáis dando vueltas durante 24 horas seguidas como si fuéramos idiotas? - Es que no van a ser solamente 24 horas. Y no fueron 24 horas sino que día tras día y noche tras noche siguieron dando vueltas sin parar hasta una total de una semana completa. Sólo podían resistir gracias a los efectos del "amos". - Es curioso Pangoci. Nos dan "amos" pero nosotros hemos dejado de ser amos hasta de nuestras propias personas. Hasta Varelli, Lianos y Dermís habian dejado de murmurar contra Pangoci vencidos por sus propias impotencias. - ¡Compañeros, como capitán de todos vosotros os pido que resistáis! Una serpiente venenosa, en completo silencio, estaba ya a tan solo un par de centímetros de los pies descalzos de Dermís pero el latigazo, seco y duro, que hizo estallar "Vampirella" sobre ella la partió en dos mitades que saltaron violentamente por los aires. - ¡Atiza! ¡Gracias, preciosidad! - No te he salvado la vida para que me des las gracias ni me digas que soy una preciosidad porque eso ya lo he comprobado un millón de veces cuando me miro en las aguas del río. Te he salvado la vida solamente porque quiero darte la oportunidad. - ¿La oportunidad? ¿A qué clase de oportunidad te refieres? - A la oportunidad de demostrarle a tu capitán que ya has dejado de ser un niño y te has convertido en un hombre. Y volvió a reinar el silencio y el dar vueltas y más vueltas al molino sin que sirviera de ninguna utilidad práctica aquel esfuerzo sobrehumano. Al quinto día todo aquello era ya insoportable. - ¿Tenéis un "Libro de Reclamaciones"? - ¿Cómo has dicho, teniente? Doré se asustó ante la mirada fija de Talisa. - Esto... no... decía que si tenéis algún "Libro de Relaciones"? - ¿"Libro de Relaciones" o "Libro de Reclamaciones"? - Viendo tal como os estamos viendo, mi amigo el teniente Doré ha dicho relaciones... esto... si es que puede ser... claro está... - ¿"Libro de Realciones" para aprender a convivir con nosotras en todos los aspectos naturales de la existencia humana, capitán? - Esto... sí... claro... a eso se refería el teniente... - ¡Jajajajaja! ¡Tan infantiles sois todavía! Volvió el silencio hora tras horay día tras días tomando solamente fuerza a trravés de los "amos" y cuando ya se cumplió el séptimo día por fin llegó la gran noticia de la Viuda Negra. - ¡Soltadle ya a todos y que vayan al Salón de Auxilio Social para que coman lo que necesite y puedan descansar todo lo que deseen! - ¿Tenemos que darte las gracia, Escarlata, o sólo podemos sonreír por tener tanta clemencia? - ¡No te pases de listo conmigo, teniente Doré... porque pudiera ser que por resultar gracioso no te hiciera mucha gracia ver a todos tus compañeros y amigos jugando con nosotras mientras tú sigue dando vueltas al molino... ¡Mejor guarda tus palabras para otro momento más placentero! Aquello de momento más placentero levantó el ánimo de Doré quien, sonriendo, se unió al grupo para, todos juntos, acudir al Salón de Auxilio Social. - Pangoci... Pangoci... - ¿Qué te sucede ahora y por qué hjablas en voz tan baja, Doré? - Escarlata me ha prometido otro momento más placentero. - Quiera Dios que sea cierto, Doré... pero mientras tanto hay que esperar... - Esperaré el tiempo que sea necesario si lo necesario se convierte en tiempo. - ¡Jajajajaja! ¡No te conviertes en filósofo ahora, Dore, si no te quieres morir de hambre como te escuche alguna de ellas! Servidos por una docena de bellas y esculturales chicas de Marvelia dieron por buenas aquella Semana Trágica mientras comían y bebían con voraz apetito. FIN DEL CAPÍTULO 6
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