Un dios caído
Publicado en Sep 25, 2009
Era esclavo de los placeres de la carne. Era un dios caído en desgracia. Era un hombre famélico en busca de un mendrugo de pan. Era un asesino en serie. Era un sacerdote budista. Era un leñador.
Era un individuo anónimo en medio de la multitud. Era una muchedumbre en busca del silencio. Era un agente viajero. Era un raterillo. Era un aprendiz de alquimista. Era una sombra en medio de una noche sin luna. Sus placeres se tornaron en desgracias, experimentó hambre de otros, asesinaron su fe, echaron abajo sus raíces, profanaron el templo de su alma. Viajaron por su mente, hurtaron su libertad, transmutaron su oro en plomo. Sus pensamientos se deslizaron a hurtadillas por las rendijas de su memoria y vaciaron su vida de recuerdos y de amor.
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raymundo