Eres un participante tremendamente interesante, pero en este momento no están dadas las condiciones para una fluida conexión contigo, por lo que haré una pausa.
Ojalá no te pierda.

Ahora si. estimado Pablo Andrés.
Me llamó la atención tu intempestiva intervención en el diálogo que sostenía con Carlos Campos Serna, como ofreciendo un tipo de solución para las inquietudes que planteábamos. Me pregunté quién sería esta persona y para constatarlo, acudí a tu perfil, encontrándome con una interesante sustantividad: Fuiste un circunstancial participante de esta página en sus otrora exitosa existencia de los años 2008, cuando los textos observaban lecturas importantes que llegaban con facilidad a las cantidades de cuatro dígitos; y éstos eran, además, trabajos estructurados con intensidad en un contenido de bastantes páginas.
¡Qué tiempos aquellos!.
Mi participación, a través de tres perfiles, data desde 2009, y reconozco que entonces el medio era diferente y mejor en todos los aspectos: La calidad de los intervinientes, la agilidad y calidad de la publicación (rápida subida de imagen de portada), franca y nutrida opinión de los lectores, etc.
Bueno, en todos estos aspectos detallados hoy existe una marcada ausencia y debo aceptar que la culpa es compartida tanto por la administración como por los participantes. Temo que la mediocridad precipite la desaparición del espacio, lo que sería una total lástima toda vez que indiscutidamente muchos talentos aun se mantienen en vigencia.
Pero mi idea inicial ha sido contactarme contigo, Pablo Andrés, con el propósito de conocerte un poco más y aprovechar la probabilidad de solucionar las inquietudes planteadas, según insinúas con tu pregunta.
¡Qué no daría yo por rescatar a Textale del fantasma de mis temores!