Recuerdos inolvidables del 24 de abril de 1965
Publicado en Oct 06, 2009
Aquel dia 24 de abril de 1965 Eran aproximadamente como las dos de la tarde. En aquel salón de belleza estabamos esperando a que nos peinaran mi prima y yo, pues esa noche bailariamos El Danubio azul en una fiesta de la que eramos damas acompañantes de los quince años de nuestra inseparable amiga Margarita. Mirabamos entretenidas en la televisión un discurso en el cual, el presidente de turno de esos años, un señor de apellido Read estaba en la tele hablando de cosas que casí yo no entendía, pero escuché a una señora que dijo haber vísto ese video anteriormente. Se rumoraba que algo grave estaba sucediendo en el país, pero yo no puse mucha atención. Luego me enteré que para esa hora, el señor Read no ocupaba el puesto de Presidente en la República. Se sentía en el ambiente que estaba sucediendo algo feo en el palacio y querían ocultarlo. Por fin nos peinaron y nos fuimos a la casa. Sin embargo en el camino vimos mucha gente caminando rápido como en la ciudad de New York, chocaban unas con otras como si llevaran prisa. En el Puente Duarte habían muchos policias, con armas haciendo guardia, cosa rara pues hacía más o menos tres años todo estaba en calma y los militares solo hacían ese servicio de vigilancia cuando se formaban multitudes de revoltosos . Llegamos a la casa de mi abuela y ella como siempre comenzando a dar ordenes. Saca los zapatos, deja verlos para ver si estan bien luego continuo con el traje, déjame verlo . ¿hay que plancharlo? Y por ahí para abajo era una orden detrás de otra. No la soportaba cuando comenzaba con esa tangana. No se lo que ella quería ver si era ciega, pero se le quedo la manía de creer que veía tocando las cosas. En fin, todo estaba en su lugar y los zapatos blancos limpios el traje Rosado, las flores que llevaríamos en las manos, los guantes, el collar de perlas etc. Cuando todo estaba okey, le pedimos permiso a mi abuela y rápido fuimos a casa de Margarita a llevarle el regalo pues ella vivía bastante cerca, como a una cuadra de allí. Margarita estaba atareada y muy exitada con los últimos preparativos del cumpleaños. Un biscocho enorme bellísimo y muchos bocadillos para esa noche , los refrescos y cervezas enfriándose en un tanque lleno de hielo. Era una fiesta a todo dar, habían contratado la orquesta Santa Cecilia, una de las mejores de esa época. Le entregamos el regalo y en ese momento entró el padre de Margarita que venía del centro de la ciudad. No quería dar la noticia de sopetón, de manera que se sentó ,y tomó un poco de aire por aquello de pensar como les iba a decir lo que pasó y comento que el cumpleaños no podría ser esa noche porque habían dado un golpe de Estado. Se esperaba un toque de queda a las seis de la tarde. ¡Imaginate que fatalidad! dijo casí llorando la cumpleañera, todo esto se va a dañar, que tragedia. Tratamos de calmarla pues estaba desencantada pero finalmente comprendió que no iba a poder ser aunque ella pataleara porque las cosas no estaban para chistes. Yo no tenía ni idea de lo que sucedería al otro día el 25 de abril, de 1965, pues cuando nos fuimos a la casa de mi abuela las noticias corrían solas en el televisor. Freddy Veras con una metralleta en el pecho y un collar de balas invitando al pueblo que se unieran a la lucha por la recuperación de la constitución. Decía entre otras cosas, que los que quisieron unirse fueron al lugar donde estaban entregándole las armas sin papeles para la Guerra que supuestamente estaba comenzando. Yo creía que se trataba de algun chiste de esos de Freddy pero era una realidad inmanente, aquello no era relajo. El estaba entregándole armas de fuego a todo el que iba como si fueran dulces o la cruzada del amor, o la madre Teresa , o los balagueristas regalando juguetes una noche de reyes para hacerle campañas a Balaguer. Aquello era digno de verse, jóvenes de apenas 15 años entregándole armas para la supuesta Guerra civil . Yo no había escuchado tiros desde la muerte de Trujillo y eso fue en el 1961, cuando los guardias perseguían a los que mataron al tirano en una casería humana, parecía cosas de pelicula. Lo que sucedió después de aquel día es algo que nunca olvidaré. Llegó la noche ya eran las seis de la tarde, nadie podía salir a la calle hasta las seis de la mañana. Al otro día temprano comenzaron los tiros, como si se trataran de cohetes y montantes en fiesta de navidad. Mi abuela mandandonos a tirar al piso, pero nosotras no sabiamos el peligro y nos asomabamos a las ventanas y de allí vimos a unos guardias rebeldes tomando el Estadio de pelotas, el cual estaba bastante cerca como para ver las banderas y a los rebeldes igual que en las peliculas con boinas en un yip del ejercito. Tomaron el estadio, y en ese lugar establecieron un cuartel. Pasó el domingo 25 y por la tarde al ver como que la situación continuaba,la madre de Margarita partió el biscocho y nos dio un pedazo a cada una acompañado con un refresco. Recuerdo que era de color naranja y se llamaba merengue, fue la última vez que tomamos una bebida fría por aproximadamente dos meses ya que no había luz. Con las bombas habían roto los cables de la luz. Al tercer dia llegaron los norteamericanos a las costas de la República Dominicana. Habian muerto ya miles de civiles rebeldes en las calles bombardeados por la aviación y el ejercito. Los colocaban uno encima de otro como si fueran montañas y luego le pegaban fuego para evitar la contaminación del ambiente, ya que no se podian identificar .Los muertos identificados por un familiar se los entregaban. Era un desastre increible, pareciera algo así como la matanza de judios en la segunda Guerra mundial. La llegada de los americanos puso fín momentaneamente a la masacre entre dominicanos. Por lo menos la guardia y la aviación que tenían más ventajas que los rebeldes. Ellos se aplacaron a la llegada de las Naciones Unidas. Llegaron el 26 de abril y veiamos los helicópteros con unos yip, camiones y cajas corgando, como si fuera noche de reyes como juguetes era algo increible. Era una realidad nunca vista por mis ojos, como en peliculas los soldados en paracaidas y más cajas . Llegaron con los americanos soldados brasileños,de Nicaragua, de muchos paises latinoamericanos. Repartieron comida entre las personas, pero la luz no llegaba, razón por la cual no se podía comprar carne para guardarla, a menos que la salaran y pasaban los días y yo desesperada por irme a mi casa . Siguió el toque de queda, pero las muertes continuaron aunque menos. Los americanos se quedaron aproximadamente un año , ocuparon las escuelas públicas, las embajadas y toda la ciudad apostándose en la división de ambos comandos . Los rebeldes en ciudad nueva hasta el río Ozama y los militares de Wessin y Wessin en la parte alta de la ciudad y la parte Oriental. Allí entre sacos de arena y alambres como en Vietnam,con sus commandos. Abusaban de su poder pues ellos pensaban que todas las mujeres que encontraban en Santo Domingo, eramos prostitutas y cuando pasaban por las calles en sus camiones le gritaban a una two dollar lady , nosotras los insultabamos diciéndole ¡yanqui go home! y otras cosas mas feas. Finalmente se fueron los Soldados norteamericanos luego de firmar un acuerdo en el que instalaron un gobierno provicional , un Triunvirato hasta que llegaran las elecciones constitucionales en agosto .
Página 1 / 1
|
doris melo
JUAN CARLOS
Cariños y besoss..
Tu amigo..Juan Carlos..