romance amante
Publicado en Oct 06, 2009
Aquella estrella que cobija /, la luz de todo el cuento,/ sencilla, sin sortija,/ dulzura, sin tormento; / en buen y mal tiempo / de amores requerida, /señalada por temida, / y soñada por sus besos. / cantada y celebrada, / por los niños y sus risas; / engreída, según las damas, / que le temen por querida, / femenina y distinguida / su paso y su porte / de extremo a extremo el orbe, /le murmura pretendida./ Su mensajero el viento, / la acosa con solicitudes; / el que la quiera: sude, /pues le aguarda un universo, / ya que este monumento, / da coqueta bienvenida , / a los ojos siempre mira, / y te clava con desvelos. / Por ser su rostro y su aliento, / una ceremonia divinal, / con una figura fatal; / que busca siempre el cielo, / su vientre a todo celo, / en su alma esplendorosa, / por nombre lleva rosa, / como rosa lleva por cuerpo. / A pocos dejo el evento / de alguna caricia medida,/ en las calles y avenidas, / su cintura va luciendo, / con prudente movimiento / y con ropaje sencillo, / una rosa en el camino; / un suspiro con un verso. / fue en el parque forestal, / de santiago de chile, / encontró a quien le persigue, / con arrojo sin igual, / era un mozo frontal, / y brillante de mente, / por voluntad y por accidente, / apegado al verbo amar. / dióle una flor a la dama /mientras tomaba su mano/ a los ojos la miraba, / y de flores embriagado,/ su cara va tomando, / con alabado fuero,/ y ella dice: caballero, / ya me estas enamorando./ tan noble como macho, / perdida es que me tienes, / por tu verso y por tu trato, / yo presiento que me quieres; / y ya mi atención tienes, / al ofrecer tu confianza, / adivina adivinanza: / que con un beso se selle. / en los juegos de balancines, / en un parque precioso, / las hojas cantan de antojo, /en manitas infantiles, / en tonos sorprendidos, / de amor y de nobleza; / este coro de belleza /,afinado por suspiros; / rosa (bi) doceñal: / soy quien soy y tu quien eres,/ el amor en nuestros seres, / lleva una historia inmortal, / seré caballero leal, / y te beso por distraída;/ había una vez, había, / un gran amor en el forestal..... / Y fue su mismo encono / y siempre de la mano, / del forestal al cerro / , por la calle pío nono, / diciendo de este modo: / rosa de dos destellos, / por tu alma y por tu sello, / cantemos amor a coro. / Y oír el primer te quiero, / en el balcón de santiago; 7 pulmón bienaventurado /patrimonio verde obrero, / en un funicular de madero, / bajar por el zoológico, / recorrer museos, lógico; visitar al heladero. / Tarde recreo del año; / entre amores y consejos, / toma el camino ermitaño, / le guiña el ojo derecho, / se acercan pecho con pecho, / en escaleras de piedra;/ con la mirada en la hierba, / deseada por lecho.... / Ella es de el y el su dueño: /como la vertiente de la piedra; / de la cual agua bebieron, / y con la que su cuerpo refresca./ mientras tanto ella piensa,/ que al igual que el mirador; / si sincero es su amor, / no contiene la vergüenza, / Nni las del arbusto florido, / que les retiene en la esquina, / con sus besos de felina; / flora y alma del camino, que pasión dice el destino; / y los eucaliptos duros; / llaman a los viejos muros / y los muros a los espinos... / El camino brinda un lecho, / que el adorna con lino, / ella siempre con cariño; / coloca su mano en su pecho, / en un escondite estrecho, / de arbustos delirantes; / que temblaban por sus partes / y también por sus hechos. / La magia esta consumada: / son dos y una parte, / divididos en el arte, / de ser todo y no ser nada. / refrescados por las hadas, / y por un romance perdido,/ enamorados en un nido, / que vigila la alborada. / confundidos se encontraban, / por no perder el aliento; / encontrando entre su cuerpo, / las caricias que faltaban. / su pelo ella cantoneaba, / con furiosa urgencia; / si lo suelta con presencia, / si lo abrocha iluminada./ Que bien se siente vivir, / ese frondoso silencio; / amor es más que sentir, / es construir un imperio, / instantes de cautiverio, / de sudores cegados, / por gemidos decorados, / con engastes de misterio. / ¡OH! ¡ gran san cristóbal! / ¡atalaya atemporal! /tu corazón de volcán, / palpita en los danzantes; / con candores arrogantes, / evaporados de un rosal; / dejando el aroma esencial, / templado en los amantes. / Teniendo por almohada, / rondas de tréboles enanos; / picaflores desvelados / suspenden hierbas agraciadas, / por que ella las rasgaba; / en su delirio cabal, / con música estival, / por la brisa vitoreada /. Su presente y su fortuna, / se batían al momento: / arboledas que talento; a los amantes arrumas, / y a dos almas desnudas, / les concedes un cielo, / de un infinito anhelo, / de sentirse con ternura. / Y se sigue murmurando./ de los peumos a las palmas,/ que en su amor hay calma, / y en su calma hay un tornado; / pues de su furia tocado, / en una noche de cerro, / flores, hierbas, hojas, trébol, / cómplices son cuando: / un amor ha germinado, / y ese amor los va abonando. / Tendidos y consumados, / en su infimito cerro; al estar tan cerca el cielo, / nuevos males han llegado./ la noche que ha ocultado, / la silueta de los amantes, / también a espías jadeantes / y a fetiches enajenados; / sus sueños han truncado / de la mañana ala tarde, y mientras su bien arde: / su desplome es conjurado. .... / Y rompe en la noche silente: / cuatro antorchas de fuego, / los rodea un miedo ciego, / junto con cuatro dementes , / entre un nido serpientes, / escapan el alma en vilo; / ella dejo su corpiño, / entre la hierba confidente; / el lienza el presente, / y lo que viene a su daño: / su rosa , su rosa sin engaño, / marchitada y yaciente, / secada su vertiente, / en malditos cien años; / rasgando sus bellos paños /sintiéndose una indecente. .. / Su amor no se le iguala, / consejo le da su honor, /si los detiene es libertador; / ¡entonces cumpla y vaya! /¡deténgalos con agallas! / y libere a su preciosa, / por nombre llevaba rosa; / y quererla es liberarla. / Ella presiente su arrojo, / y le dice en desconsuelo: / si te ausentas yo me muero, / si te quedas yo no corro, / por que eres ni socorro, / ya quedar sin ti no puedo. / el le dice con denuedo: / hay mi rosa , mi tesoro: / yo me voy pero me quedo, / con tu amor entre los poros. ... / Por que solo me adelanto, / nos veremos ya denuevo, / y sea este mismo cerro: / cautivado por tu encanto, / volveré a ser canto, / en mejores condiciones; / virtud nueva, fuerzas mayores,/ y para abrigarte un manto. / Un hombre con dos almas, / una bella en desamores, / una vida en los albores, / ¡del destino desafiada ¡ / un adiós que no alcanza, / para un romance que nace, / ya que rompe su enlace, / una maldad desatada. / El se encomienda al eterno, / para librar a su rosa, / de la muerte que deshoja, / la belleza de lo interno; / que pronto llega el invierno; / una caricia en la mano, / una nostalgia ha dejado, / al no despedirla en un beso. / Lanzo a su dama adelante, / y se giro a detenerlos; / su amor siguió corriendo / , con lágrimas en el semblante; / recordó esa misma tarde , / lo que fue su soñar, / que hermoso es amar, / que ingrato es dejarle. / Nacen flores por los amantes, / que corren por su vida, / en una primavera herida, / por un breve romance, / ella le llama en el aire, / y el aire no la ampara, / su vida es transformada, / en un tormento errante; / y su bien que fue abundante / le mesquina lo que ama. .. / Tan poco lo abrazó, / tanto daño a su haber, / el retuvo, hay que ver, / el amor que derramo. / bien la ama y mal cayó, / un cuervo cruzo la luna; / como cruzo por fortuna, / la bella a su salvación. / De su amor se supo nada, / abajo llego gritando: / ¡mal me tiene quien me ama ¡ / socórranme en este llanto, / vuelve por su quebranto, / más encuentran soledad; / SU ROSA LE HA DE BUSCAR,/ PARA hallarlo entre los santos. /
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