Fantasma
Publicado en Oct 07, 2009
Imagen espectral que se posa ante mí... De piel azul y labios palidos, de sueños cansados e ilusiones que languidecen ante las lágrimas que caen pesadas en el alma, la larga melena que se posa sobre sus hombros esconde entre los cabellos pedazos de esperanza ya olvidada, aquellos ojos miel reflejan el dolor, con las manos vacías busca el agua, tal vez mojándose los labios recuperen el color, sin embargo la vacuidad no permite que en su piel quede una sola gota, la bombilla truena prácticamente sobre su cabeza, no le importa... Sin luz busca verse, se ha vuelto de cuerpo casi transparente, su propia imagen la horroriza, demacrada al punto de estar harta de llorar, no quiere recordar las palabras de aliento que le dijera aquel ser de luz que conoció hace no tanto; cuando se sentía la vida corriendo por sus venas todavía, rechaza su sentir, no vaya a ser que alguien note que se ha vuelto frágil.
Suspiros que congelan el alma y hacen estremecer el corazón, la melancolía le sale por los poros, y sin embargo no permite que sus ojos lo demuestren en forma alguna, ¿acaso sólo yo lo noto? Las huellas han quedado marcadas en el viejo tapete del baño, el frío de los azulejos aumenta con el agua derramada sobre ellos, aunque no es tan frío como su mirada, sí que es helada... Y se ha quedado discutiendo con el aire, como si el aire pudiera contestarle, es cierto que aquellas palabras la hirieron, no tanto la frase, sino la forma, ¿para qué volver ahí si será tratada mal otra vez?, no, esta vez no hay disposición al dolor, vamos... Como si pudiera soportar aún más, contente... Que nadie note lo que sientes, no llores, por favor simplemente no lo hagas, te roba las fuerzas aún más. Amante de los colores, alejada de ellos por miedo a la luz, qué irónico, su mayor fuerza, ahora es lo que más le debilita, no hay alegría en los restos de su cansado corazón, los rayos de luz que escasamente penetran ventana, cortinas y cancel, la rozan tan suavemente... Que podría jurar que tratan de consolarla con tiernas caricias, después de tal escena se acerca nuevamente a mí, ¿será que quiere examinarme de cerca? Sostengo el aliento un momento, está tan cerca que casi siento su respiración sobre mi cara. Por fin, no soporto más el aire en los pulmones, lo tengo que soltar... Como lo pensé, me quiere examinar y su mirada no se aparta de mis movimientos, ni siquiera un segundo deja de ver mi mano, moviéndose de un lado a otro, hasta pasar por toda aquella superficie, después de unos segundos logro limpiar totalmente el vaho del espejo que me contempla desde hace tanto, que me hace pensar, tiene ya vida propia.
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Karen Elizabeth Mejia Galvan
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Felicitaciones
Félix
Karen Elizabeth Mejia Galvan
Hoz Leudnadez