COBARDIA
Publicado en Oct 12, 2009
Una vez creí que nada malo podía pasarme, que iba a mantener intacta esa imágen querida de las cosas comunes. Pero de pronto algo estalló. Algo trascendió y fue a confundirse en el paraíso de las desgracias humanas. Caí desvirgado en la mundanidad insensata y empecé a trepar solitario las paredes húmedas del dolor. Recorrí constelaciones diversas bebiendo copiosamente las sagradas aguas del martirio. Descubrí y habité milenarias ruinas. Encendí fogatas y dormité soñando levemente con las voces de la madrugada. Desperté y me dijeron que era un cobarde, que no podía evadirme y pensar cuestiones etéreas, que había que enfrentar esa construcción necesaria de la convivencia (la bendita sociedad). Ahora que tengo uno años mas pienso si me he complicado con la maldad latente, con la despiadada orfandad de criterio, o será que sigo siendo un cobarde, un integrado de Umberto Eco delirando sin rumbo en esta tierra latinoamericana que aún lucha por su liberación en medio de la cobardía y la resignación.
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Jorge Dossi
Victor Carlos
De acuerdo a tu profesión no me cabe dudas que la facilidad y justeza de tus palabras se adaptan perfectamente.
Has desarrollado un tema controvertido, haciendo notar magníficamente tus apreciaciones.
Me ha gustado mucho, somos compatriotas y te invito a pasar por mis trabajos.
Felicitaciones, un gran abrazo.