Mis encuentros con el Diablo. (por: Oskar Sabich).
Publicado en Nov 18, 2009
Oskar Sabich MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Prólogo. La intención fue realizar una historia con una temática tan original como inédita, aventuras, amor, ciencia y ficción, situada en la Francia de los años 1929, eventos históricos cubrieron de dolor y de gloria al mundo, la desesperante recesión Norteamericana, cambios violentos en la situación política y social en Rusia, el descubrimiento de la penicilina y tiempos de vehículos con puesta en marcha a palanca, enaguas, corsé y teléfonos de columna con auricular colgado, que narrada por el protagonista, lleva al lector a sentirse inmerso en la época y en las increíbles situaciones y eventos que experimenta el mismo. La singular narrativa tratando de acercar al lector a un protagonismo de común denominador en su conducta humana, que de pronto, se encuentra con una responsabilidad excepcional que excede su voluntad de vida normal, hasta que descubre que posee un don que le hace diferente a los demás. A poco de tomar como suya la defensa de la humanidad, el protagonista se revela con más valentía e inteligencia para afrontar semejantes desafíos. La peculiar narración intenta conferirle la actitud de un hombre común de la época frente a la adversidad y lograr de esta manera la franqueza necesaria para consustanciarse con el héroe de esta historia. El protagonista narra sus decisiones ante los increíbles y peligrosos desafíos que se le presentan de tal manera que pareciera resolver con el lector. Es siempre la lucha del bien contra el mal, pero en nuestra historia es más complicada porque el bien se encuentra condicionado en su accionar contra el mal. Se destaca de esta singular historia la diablesca interpretación de la lógica del Diablo en sus conversaciones con el héroe, así como cuando habla con Dios, el protagonista se permite pedirle más de lo que Él le otorga, como un hijo le exigiría a su padre, La aparición de personajes históricos reales, durante el transcurso de esta historia, intenta definir una convicción más realista, a pesar que la misma se encuentra en los límites objetables de la ficción. La lectura de esta novela, pretende en todo el transcurso de la misma, concitar la atención del lector, en la intrincada variable de toma de decisiones del principal protagonista, en un clima que se destaca por su elevado tenor belicista de la Europa de aquellos años. También intenta además que el lector tome partida de las características personales del Joven Omar, y su heroína, quien tiene una participación importante en el cruento evento en el que se hallan involucrados. La encarnizada lucha, y contra semejante rival, daría lugar a crear ríos de sangre, pero el autor prefirió una alternativa diferente. El protagonista encuentra acotada su capacidad combativa por efectos del don con que Dios lo benefició, y que le permitirá luchar contra el Demonio. En rigor de aceptar las condiciones del supremo, y contra la tradicional novela de acción y aventuras en donde el héroe obtiene en todo momento permiso para matar, aquí no es así, todo lo contrario, él debe preservar en todo momento y bajo cualquier circunstancia la vida del prójimo. El autor intenta con esta novela llegar a todas las edades, y conformar una idealización diferente del héroe típico de las novelas de acción y aventuras. No obstante el libro cuenta con fragmentos narrativos donde el suspenso abunda, y además es emotivo, y causa de profundos sentimientos en los protagonistas. Estos sucesos se encuentran narrados de manera diferente, hay una especie de diálogo con el lector por la característica del inédito lenguaje utilizado. Los párrafos, la utilización de las comas y puntos, como los signos de admiración e interrogación, las conversaciones llevadas a cabo entre los protagonistas, las emociones y sentimientos que los conmueven, es toda escritura original e inédita en este género de novelas. Se intentó realizar algo distinto, pero en su real acepción, en función de demostrar que se puede narrar, y contar una historia con mucha simpleza, pero con la pluma honesta, sin especulaciones, con la naturalidad que cada situación requiere eventualmente. Aún las escenas, donde el protagonista narra su relación sexual con la heroína de la historia, está suavemente definida en un estilo de suceso donde priva la belleza, pero además conceptualmente deliciosa, y nunca soez ni violenta. El autor no desconoce que la narración en primera persona, es inconveniente cuando la misma debe narrar eventos, y acciones que ocupan desde el protagonista, hasta un amplio grupo de personajes y sucesos, esto dificulta la narrativa, pero prefirió esta complicada propuesta, al de tercera persona, ya que ésta última desnaturalizaría la intención de no desvirtuar la comunicación entre el protagonista y el lector. Los años 1930 en los cuales se llevan a cabo los eventos de ésta historia, también provocan el uso de algunas características diferenciadas en el lenguaje y los diálogos respecto a la época contemporánea. Así el autor quiso dar una idea fiel de los elementos, aparatos, máquinas, vestimentas, y hasta pensamientos de aquella bella y a la vez trágica época pasada. No debemos olvidar, especialmente los jóvenes, quienes, la mayoría de ellos hoy desconocen los cruentos y brutales resultados de la Primera Gran Guerra Mundial, y que en ella perecieron diez millones de personas, y en su mayoría eran jovencitos desde 14 a 18 años. El asesinato de francisco Fernando, heredero de la Corona Austríaca, el 28 de Junio de 1914, en Sarajevo, produjo un ultimátum de Austria a Serbia, y la declaración de guerra el 28 de Julio del mismo año. La guerra se transformó en una contienda mundial que enfrentó dos bandos, el de los imperios centrales o la cuádruple alianza, con Alemania, Austria, Hungría, Turquía y Bulgaria, y el de los aliados, la llamada "Entente", que agrupaba a Serbia, Rusia, Francia, Gran Bretaña, Bélgica, Japón, Italia, Portugal, Rumania, Grecia y Estados Unidos, quien tuvo participación decisiva a partir de 1917. Duró 52 meses y epilogó con el triunfo de los aliados definitivamente consolidados con la rendición de Alemania, y la firma del armisticio el 11 de Noviembre de 1918. La paz definitiva fue asegurada en 1919 mediante la firma del tratado de Versalles en Francia. Fue esta contienda, la más cruenta de la historia de la humanidad, no solamente por la gran cantidad de víctimas que arrojó como resultado de ella, sino también, porque en muchos casos se luchó cuerpo a cuerpo, ya que los fusiles que se utilizaban en ese entonces disponían de unos pocos tiros, y luego el soldado le "calaba", (trababa), en su punta una "bayoneta", (puñal largo), y entraba en lucha personal con su enemigo. Además en esa guerra no se respetó ningún tipo de tratado, haciendo uso los distintos Países beligerantes, de todo tipo de armas químicas de cruentos y horrorosos resultados. Al no ser parte esencial de esta historia, el autor le dio participación en algunos pasajes del libro, a esta gran guerra, de manera de recordar hoy a los jóvenes, el horror de esta gran contienda, que solamente dejó el nefasto saldo de los recuerdos de las víctimas, siempre jovencitos, siempre inocentes, al fin. Esta original historia, trata además, de rescatar por sobre todos los sucesos que acontecen en ella, al margen de las aventuras y acciones que en la misma suceden, que el hombre, genéricamente hablando, es definitivamente en primer lugar un ser virtuoso, luego que acepta los desafíos que se le presenten, sin importar la magnitud ni el poder que llegase a ostentar quien provoca la acción. La criatura que conocemos por ser humano, extrae en última instancia las fuerzas necesarias para enfrentar en lucha a cualquier costo, y en esta historia el enemigo, es nada más ni nada menos que el mismísimo Demonio. En esta novela, el Demonio, juega al gato y el ratón, con el héroe en cuestión, irrumpiendo de pronto en su vida, e intentando llevarse al mismo a su lado, tentado por la capacidad e inteligencia que posee. Pero el Protagonista de esta historia, logra dar vuelta el tablero y revertir el juego del Demonio, llevándolo a su ámbito de influencia y acción, basado en su elevada inteligencia. Conociendo que por la fuerza es imposible derrotar al demonio, busca afanosamente una forma de hallar la solución al horrendo problema que le toca en suerte resolver. Se ha oído de muchos que hablan con Dios, más de nadie escuché, sostener una conversación, con el mismísimo Diablo. Acaso habrá un demonio?, o es solo una condicionada y fatalista preocupación de la criatura Humana. Una creación del hombre, y su depreciada conciencia?. Aulo (S.11 - d.C.) MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Episodio No. I El Sr. Procopio. Ya cesaron los cruentos lamentos de dolor. - (Como pude..?). - (Con mi error, causar tanta muerte?, tanto dolor?). - (Dios!!, perdóname!). - (He fracasado..). Me pongo de pié con mucha dificultad, enderezo el pesado casco caído sobre mis ojos. A medida que levanto mi cuerpo del rojo barro, mi mirada recorre en perspectiva los cuerpos inertes de miles de soldados. Mi cuerpo no duele, pero mis oídos están sordos. El humo rojo y el olor a azufre producen un agudo dolor en mis ojos. Paso las manos sobre mi rostro y cuerpo. Está teñido de rojo. Es como dijo él, los gritos de dolor silenciaron mis oídos y mi vista más dolorida aún por la dantesca escena de muerte. -(Dios!,..todo es dolor!). Lejos veo fuego, llamas que flamean como rojizas lenguas diabólicas que pretenden querer alcanzarme sin lograrlo. Caen girando sobre si mismas hojas chamuscadas de un pequeño bosque quemándose lentamente. El aire permanece muy caliente, hasta quemar la piel expuesta, me cubro más con mi chaqueta, me siento muy pesado, vomito varias veces, es un líquido rojizo, no entiendo, porqué lo hizo! - (Todos, están muertos!). Cerca, me llega un gemido, mi boca despide un grito ahogado y gutural. - (Allí está!!). Entre restos humanos calcinados, un joven soldado gime y llora, lo tomo del cuello, le levanto la cabeza y en segundos fallece ante mí, intento reavivar su corazón y noto con espanto su uniforme desecho, la piel rojiza y quemada. - (Ay!, Dios!, es horrendo!). Cuanta historia habrá detrás de estos hombres? Jóvenes vidas truncadas, pidiendo por sus madres, esposas e hijos!, aún quizás esperándolos! - (Ay!, Dios bendito!). - (Que hago aquí en este lugar horrible??) - (Esta no es mi guerra!!) - (Desconozco como proceder??). Camino unos pasos entre restos humanos que desprenden de sus ropas un gas rojizo, algún cuerpo conocido me estremece, caen lágrimas de mis ojos y siento mucha pena en mi alma. - (Dios!). - (Ay, Dios!). Repito como buscando una respuesta que no llega. - (No sé, no entiendo, es mi culpa tanta muerte!!). - (Pero es mi error lo que causó este desastre!). El pequeño bosque sigue ardiendo, y en un instante todo empieza a cambiar, miles de hojas enrojecidas que caían pesadamente, de pronto quedan como suspendidas en el aire saturado de una neblina rojiza. No llego a ver toda la escena, pero entiendo que estoy parado sobre miles de soldados muertos a mis pies. - (Que pasó?). - (Porque el gas no me afecta?). Me enmudece y siento espanto por tanta crueldad!. - (Que esta pasando?). Cierro con fuerza mis ojos, rogando que al abrirlos, todo haya sido un sueño, pero entonces el lugar parece comenzar a girar, lentamente, y me hace sentir mareado, los abro nuevamente y la escena vuelve a ser la misma. Hasta donde llega mi vista es una alfombra de soldados muertos, es casi grotesca y la vez dantesca!!. Otra vez cierro mis ojos, con más fuerza aún, y nuevamente pareciera girar pero más rápido, y así me siento forzado a entrar en un túnel largo y oscuro, y comienzo a ver y recuperar recuerdos de mi niñez junto a mi familia. Alguna fuerza extraña me está llevando al pasado. A mi precoz niñez. Estoy avivando recuerdos de un lamentable pasado. Recuerdo entonces mis extraños padres en ese tétrico, enorme y oscuro castillo rodeado de una extensa pradera cuyo pasto jamás tomó el color verde, mantuvo siempre un color óxido similar a la enredadera que cubría casi totalmente el frente del castillo que habitábamos en las afueras de París. Muy niño aún, me veo corriendo a los brazos de mi padre, en las enormes escalinatas al pié de los viejos tribunales parisinos. Cuando llego a él, mi madre interrumpe mi intención reteniéndome, me toma en sus brazos y evita que llegara hasta mi padre. En mi ingenuidad de inocente niño y desconociendo los reales motivos que llevaban a mi madre a tomar esa actitud, me quejo ante ella. - Siempre lo mismo mamá!. Le hice notar ante la severa mirada de mi padre a ella. - Lo hago por ti, Omar, susurró mi madre en mis oídos. Ese, es mi nombre. Los ancestros de mi padre emigraron de Argelia. El era un abogado luego devenido a Militar, que en la defensa de famosos jefes del crimen organizado, obtuvo mucho éxito, y así logró llegar a ser un ambicioso y corrupto político. El y mi madre tenían un parecido notable. Sus rostros eran iguales, color oliva claro y muy delgados, de caras alongadas y casi siempre vistiendo de gris oscuro o negro. Ellos eran Faris y Malba Albahari, eran muy extraños, me parece sentir el raro olor a azufre que originaban al moverse. Nunca conocí un amigo ni un pariente, no había abuelos, tampoco existían fotografías en ninguna habitación, la biblioteca se encontraba llena de viejos y grandes libros que jamás habían sido leídos, el polvo acumulado por años de existencia, los cubrían totalmente. Mis padres carecían de vida social y de amistades, que no sean otras que sus conocidos cómplices en su corrupta vida política y militar. Ellos en todo momento, me mantenían aislado de los demás niños, mi enseñanza escolar fue realizada por maestros contratados para tal fin, únicamente para mi instrucción. No obstante mi instrucción fue excelente, diariamente el maestro llegaba todas las mañanas, apoyaba su bicicleta con su infaltable banderita Francesa en sus manubrios, en la columna de entrada, y suavemente tocaba tres veces con los nudillos de sus manos a las grandes puertas del castillo, su forma de tocar, ya muy reconocida y ansiosamente esperada por mí, me otorgaba algo del poco tiempo placentero y feliz de mi precoz vida, disfrutaba mucho de su presencia y la instrucción que recibía, el era el Maestro Sr. Procopio. Así lo conocía, así lo llamaba. Siempre respeté al Sr. Procopio, no faltaba jamás a su rutina diaria, eran cuatro horas de estudio, que dada la cultura que el Sr. Procopio ostentaba me llenaban de conocimiento y placer. Su bicicleta, provista de un gran timbrado producía un raro sonido, que se sucedía con continuidad al rodar sobre el accidentado camino de polvo de ladrillo, ubicado en la entrada a la propiedad del castillo. Mi agudizado oído de niño me alertaba que estaba llegando el maestro, mi muy apreciado Sr. Procopio. Como habitualmente lo hace, apoya su bicicleta en una de las columnas que acompañan a las dos grandes puertas de entrada. Había veces que no alcanzaba a tocar, ya estaba yo abriendo. - Buen día Sr. Procopio!. - Buen día niño Omar!. Cargando su abultada cartera, extraía de ella unas carpetas, y me comunicaba el tema del día. - Hoy veremos Aritmética niño Omar. Con el Sr. Procopio aprendí desde los seis años en adelante, todas las materias. Era casi un protocolo para el Sr. Procopio al sentarse en el sillón más mullido de la biblioteca para darme la clase del día, y jugar con los tirantes de sus enormes pantalones, con sus dedos pulgares los tironeaba hacia el frente y los lanzaba a su cuerpo nuevamente. Con el tiempo terminé adoptando este comportamiento, que varios años después caí en cuenta que era una excelente terapia, muchas veces me pregunté si esta inocente costumbre evitó que pegara el vicio de fumar. El Sr. Procopio no fumaba, vestía prolijamente, pero como era un hombre solitario, descuidaba algo la limpieza de sus ropas, siempre bien afeitado no obstante, usaba lentes con exagerado aumento, jamás vi sus ojos, el espesor de los cristales lo deformaban, ostentaba grandes bigotes muy rígidamente delineados y enrollados en sus largas puntas arqueadas hacia arriba, a veces cuando especialmente trataba con mi padre, entraba en estado nervioso y con ambas manos y los dedos pulgar e índice giraba y retorcía más las puntas de sus bigotes. Mi padre no lo trataba muy bien, jamás intentó siquiera a ser cortés con el, en una ocasión al llegar el Sr. Procopio al castillo como todas las mañanas. - Buen día niño Omar. Responde a mi primer saludo en la entrada del castillo con la enorme puerta de doble hoja semiabierta. Pero desde el interior la fuerte voz gruesa y grave de mi padre, siempre alterada se hizo sentir. - Sr. Procopio!, entre ya!, quiero hablar con Vd. ahora.!. - Buen día, Sr. Albahari!. Nunca olvidando la cortesía protocolar que lo distinguía, el Sr. Procopio saluda a mi padre extendiéndole la mano, que él le retacea con un feo gesto de rechazo, echando su mano derecha atrás de su cintura, en muy expresada forma de desprecio por el maestro, y entran los dos al salón despacho de mi padre. Lentamente y tratando de no ocasionar ruido alguno, me arrimo hasta la puerta y pego mis oídos en la gran cerradura de la misma. Mi curiosidad me llevó a escuchar la conversación, que quizás nunca debiera haber hecho. - Sr. Procopio!, debo recordarle que hemos acordado que en la instrucción de mi hijo, no deberá incluir ningún informe sobre religiones o versión sobre Dioses de naturaleza alguna!. Mis ojos muy abiertos, mis oídos muy atentos, nunca habían escuchado esa palabra, Dioses?, tampoco nada sobre religión. - Sr. Albahari, siempre he respetado fielmente su pedido. - La materia Religión nunca la he tocado con su hijo. Apoyo mi vista en el ojo de la cerradura y reconozco que el Sr. Procopio estaba pasándola mal, ya que retorcía sus bigotes una y otra vez sin cesar con tensos movimientos, agregaba a su peculiar acción con sus bigotes, el ahora también incesante abrir y cerrar de sus piernas, tanto que llegó a molestar a mi padre, quien acercándole unos billetes correspondiente al pago mensual, le dijo en fuerte tono siempre grave. - Tome este dinero!, y ocúpese de la tarea encomendada! - Y pare ya de moverse tanto!!. - Si, Sr. Albahari. - No olvide nunca!, Dioses no!, no intente faltar a su palabra jamás!!. - Si, Sr. Albahari, no lo olvidaré. La clase correspondiente a ese día, el maestro Procopio la llevó a cabo muy intranquilo, yo no me animé a preguntarle quienes eran los Dioses, o sobre la existencia de las religiones, ya que además mientras el maestro hablaba y jugaba con los tirantes de sus pantalones, como de costumbre, escuchaba claramente el andar de mi padre por los pasillos que llevaban a la biblioteca, debido al fuerte ruido que hacían sus enormes, negros y abotinados zapatos sobre las envejecidas y crujientes maderas de los pisos. En ocasiones, cuando mi padre estaba fuera, al retirarse el maestro, había tomado la costumbre de acompañarlo al Sr. Procopio con mi bicicleta andando a su lado hasta la salida de la propiedad. Eran probablemente poco más de cinco minutos, pero los más disfrutados del día sin duda alguna. Un día nos dimos el gusto, el Maestro en su pesada bicicleta y yo en la mía, la cual se diferenciaba con la del Sr. Procopio por la falta del timbre, las banderitas, y el buche adelante, para guardar su enorme cartera de cuero marrón. Ese brillante y soleado día, llevamos a cabo una competencia con el Maestro, desde las puertas del Viejo Castillo, hasta el camino principal de tierra que termina cerrándose con la ruta principal a París. Desde la largada, la velocidad era la misma, pero al llegar a los primeros 50 metros, comienzo a notar que al Maestro lo gana el cansancio y por tanto baja la velocidad, pero mi intención no era competir con él, si divertirnos. Fue cuando reflexioné y decidí reducir yo también la velocidad, de esa manera llegamos a la ruta principal con la misma marca de tiempo. El Maestro se mostraba muy contento y no paraba de reír, luego nos saludamos y quedé mirando como se perdía a la distancia camino a París. Pasé momentos muy agradables con el Maestro Sr. Procopio, durante el tiempo que transcurrió mi instrucción por él. Pasaban los días y mi curiosidad aumentaba al ritmo en que crecía yo, mis padres jamás festejaban mis cumpleaños, tampoco ningún aniversario festivo nacional, ni siquiera los fines de años. De ellos me enteraba yo trepado a la torre norte del castillo por ver las grandes cantidades de fuegos artificiales que provenían de la ciudad y que esparcían en el cielo luces de todos los colores. Recuerdo nítidamente durante el gran conflicto bélico que le dieron en llamar la "Entente", ó la Gran Primera Guerra Mundial, que un fin de año subí a la torre sur del castillo, y desde allí, en absoluta soledad, observaba casi encantado por las luces emitidas en el cielo, los estallidos de los cohetes voladores que disparaban desde París. Fueron tantos cohetes y fuertes luces emitidas que descubrí aproximadamente a trescientos metros del castillo detrás de una pequeña loma de arbustos un pequeño cementerio con algunas lápidas colocadas al pié de las tumbas de tierra ya cubierta de hierbas. Al día siguiente, en mi tiempo dedicado al juego, que debería llevarlo a cabo en un pequeño lugar con hamacas a un lado del castillo, cerrado con altas y gruesas rejas que terminaban en puntas de flechas, me las arreglé para saltar las mismas, y a la carrera llegué hasta el pequeño cementerio que había avistado desde la torre. El lugar estaba totalmente abandonado, los arbustos habían invadido todo, no obstante con la palma de mis pequeñas manos pase por la superficie de las lápidas y las mismas tenían tallado nombres y frases, era visible que todo era muy antiguo. Alfred Busquet, 1798 -1860, "Fue Padre ejemplar y Cristiano virtuoso". - (Cristiano virtuoso?) - me pregunté extrañado por esa rara palabra. El Sr. Procopio jamás mencionó esa palabra "Cristiano". No me alcanzaba a explicar como al maestro se le olvidó instruirme al respecto. Luego, las otras lápidas era evidente que pertenecían a la esposa e hijos del tal Alfred. Las cinco tumbas era todo el pequeño lugar, y evidentemente databan de cincuenta a sesenta años atrás. Acaso serían los antiguos ocupantes del viejo y enorme castillo que hoy albergaba a mis padres y a mí. No cabía duda que mis padres habrían comprado el Castillo a esta familia, las fechas poseen coincidencia con el tiempo que ellos llevan viviendo en el lugar. - (Pero.., murió toda la familia de pronto, entonces?). Esa noche me fue imposible conciliar el sueño, mi habitación era enorme y estaba ubicada en el piso superior, toda esa noche la pasé pensando. - (Que recórcholis quiere decir cristiano?). - (Que tiene que ver con esas personas muertas?). Mañana el Sr. Procopio deberá darme una explicación sobre este tema, mi ignorancia desataba mi curiosidad en aumento a medida que pasaban las horas. Claro que esperaba como nunca al maestro, y con mayor impaciencia que normalmente lo hacía. Ese día, en horario exacto, como siempre, apareció el Sr. Procopio con un ancho moño rojo en el acartonado cuello de su blanca camisa, sus anchos tirantes destacaban sus pantalones rayados, pero con una gran mancha semioculta en la rodilla de los mismos, medias largas y zapatos de charol mal lustrados, sus gruesos anteojos cada vez dejan ver menos sus ojos, y siempre los bigotes afinados, enrollados y curvados hacia los largos extremos. - Buen día niño Omar!. - Buen día Sr. Procopio!. Por años era casi una marcha guiada por el maestro, el delante, yo detrás, enfilando hacia la biblioteca, se sienta en su sillón, se acomoda y extrae de su gran cartera una carpeta. - Niño Omar, hoy veremos historia nacional. - Tocaremos el tema del retiro de Napoleón a la isla de Malta. - Te parece bien?. - Maestro Procopio?. - Si, niño Omar?. - Maestro, necesito hacerle una consulta. - Dime niño. - Maestro, que significa "Cristiano"?. Fui derecho al grano, mi ansiedad era insoportable, necesitaba una respuesta de acuerdo a mis once años de edad. Pero desaté la tempestad, el caos!. Jamás esperé una reacción del Sr. Procopio de tanto descontrol, perdió totalmente los estribos de una manera desmesurada. Me invadió un fuerte sentimiento de culpabilidad por la alteración que produjo mi pregunta en el maestro. El se puso extremadamente nervioso, como nunca lo vi., comenzó a transpirar tanto que mojaba su camisa y las gotas de sudor cubrían su rostro, estaba febril y tembloroso. Se puso de pié dejando caer torpemente su cartera con todas sus carpetas, desparramando papeles por doquier. Intenté calmarlo, pero fue inútil, el Sr. Procopio estaba totalmente alterado. Tomó rápido su cartera y la apretó fuerte contra su pecho, luego recogió algunas carpetas dejando caer nuevamente papeles sobre el piso, y sin dar ninguna explicación salió a la disparada del salón biblioteca, casi a la carrera, en su apuro aún se le escabullían hojas que quedaban en el piso, antes de abrir las pesadas puertas de salida se tropezó con mi padre, que por los ruidos que originó el maestro salió a ver que sucedía, pero ya el maestro se perdía en la distancia levantando polvareda con su bicicleta por el camino de polvo de ladrillo. Increíblemente, en pocos segundos se había alejado totalmente del lugar, algunas hojas perdidas se elevaban y movían a un lado y a otro por la ventisca del momento, éstas hacían las veces de mudos testigos de algo incomprensible para mí, y parecían hacerlo en función del grave interrogante que se acababa de instalar en mi mente de niño. Mi padre, con una expresión de odio en el rostro, y gestos violentos, levanta las hojas caídas, las lee, vuelve a releerlas, su mirada se torna feroz, las junta y rápidamente viene a mí tomándome con violencia del brazo, y pregunta con voz muy alta y ademanes violentos. - Pero.., que diablos es esto!!. - Omar!!, que demonios pasó aquí?. - Habla bastardo inútil!!. - Has visto esto hoy con ese idiota!! - me gritó agitando los papeles. A esta altura también yo temblaba, creí que mi padre me golpearía. - No padre! No!. - Padre, yo.., no.., hice nada. - alcancé a contestarle. Hojeando nuevamente el material dejado por el maestro, noto asombro y nuevamente expresión de odio en el rostro de mi padre, que también se altera en forma inusitada produciendo una mueca de fastidio que llega hasta cambiar el típico color oliva de su piel. Con torpes movimientos y fuertes pisadas arroja los papeles sobre el escritorio, y sale apresuradamente, con un solo movimiento de palanca arranca su nuevo automóvil a nafta y con su peculiar ronroneo se pierde a la distancia por el polvoroso camino a la ciudad. Quedo solo en el enorme castillo. Mi primer movimiento fue tomar las hojas perdidas por el Sr. Procopio y subir a mi habitación. Cierro con llave por dentro, despliego las hojas sobre mi escritorio, y con sorpresa mis ojos ven que las mismas tratan sobre una nueva materia, Religión, tema; Dios formó el Universo. Esa noche, a la luz de la luna leí todas la hojas, logre entender e instruirme totalmente de él, no era mi interés alterar más la situación, por eso no prendí ninguna lámpara, solo, sentado sobre el marco de mi ventana, observando la lejanía, ésta se hallaba muy iluminada por la fuerte luna. Los pinos que rodeaban al castillo, y los arbustos crecidos al pié de éstos, creaban sombras realmente extrañas en algunos casos, también alcanzaba a ver el montecito donde yacía el pequeño cementerio. Pero algo parecía moverse sobre él. - (Parecen animales, grandes perros!, que pueden estar haciendo allí?). - (Si, son perros, se alcanzan a ver sus colas!). - (Perros grandes!). En un momento pensé que podrían ser figuras proyectadas por la luz de la luna, pero estas se movían, a diferencia de otras que yacían quietas. - (Habrá acaso perros que escarban las tumbas buscando huesos de esos pobres muertos?). Decidí entonces que después de mañana, en mi día de juegos iré a ver que sucedió en las tumbas. Pasé la noche sin dormir, mi exposición a la luz de la luna ayudó a meditar sobre la actitud del pobre maestro Sr. Procopio. Acaso llegará mañana a mi puerta como todos los días?, lo dudo, se fue muy mal, y mi padre?, que extraña actitud de ir tras él?. No quiero creer como muy posible que hayan llevado a cabo una discusión al colmo de que mi padre lo haya despedido. Finalmente vencido por el sueño, quedé profundamente dormido. Me despierta el calor que suavemente generan los primeros rayos del incipiente sol de la mañana que penetran por la ventana, me incorporo, calzo mis pantalones cortos y abrocho los botones de los tirantes, levanto mis medias hasta las rodillas, y cuando intento atar los cordones de mis zapatos noto que faltan los papeles olvidados por el maestro que dejé anoche sobre la cómoda que acompaña la cabecera de mi cama.. - (Donde están?). - (Acaso me dormí y se volaron por la ventana?). Ingenuamente me asomé por la gran ventana mirando abajo, pero inmediatamente comprendí que mi padre los ha retirado de mi habitación durante mi sueño. Unos golpes fuertes sobre la puerta principal me apartó del tema, y una efímera alegría volvió a mi inocente cabecita con la ilusión de que el Sr. Procopio volvía a darme clases, pues era justo la hora en que el maestro llegaba todos los días, y con alegría y dando largos saltos bajo la escalera hasta el hall de entrada, destrabo la enorme puerta y exclamo. - Hola Sr. Procopio!. Pero no. No era el maestro. Frente a mí, erguida conteniendo una gran valija de madera, yacía una enorme mujer, con grandes y fuertes brazos, una abrupto abdomen, enormes pies y manos, un ridículo sombrero con flores y un rostro marcado con arrugas que responden a un carácter agresivo y la maldad puesta de manifiesto en su gran mentón y endiablados ojos. - Pe.., pero?. - Que.., quien es Usted?. -Madame Phardot!, tu nueva institutriz!. - Jovencito!, si tu eres Omar, quiero dejar en claro que a partir de hoy no habré mas insolencias!. - Y Diablos que aprenderás sólo las materias que yo te enseñaré!. De improviso y no muy delicadamente me toma de la oreja izquierda y prácticamente me arrastra hasta la biblioteca. - Ayyy!, pero.., porqué?, - me dolió el tirón inesperado. Lógicamente, no recibí explicación alguna. Ella era muy desagradable, no hablaba, vociferaba, tenía una voz de estruendo que salía de una gran bocota pintada de rojo y dientes teñidos por el mismo color. Observándola mejor temí que su gran panza fuese a estallar en algún momento, ya que ceñía tanto su corsés a su cintura, que debajo de la misma el feo y mal armado vestido me recordaba al campanario de la vieja entrada a la ciudad. Fue el comienzo del fin del placer de estudiar. Cuanto extrañaba al Sr. Procopio. Que habrá sido él, a quién estará haciendo feliz con sus enseñanzas. Así comenzaron los días de instrucción con Madame Phardot, era una auténtica tortura soportar a la gorda señora, golpeaba mis manos con un puntero de madera que llegué a odiar, retorcía mis orejas, gritaba en mis oídos, pero mis lamentos no llegaron jamás siquiera a inquietar a mis padres. Rápidamente tuve la oportunidad de quedar solo una noche por unas horas, y decidí hacer una visita al pequeño cementerio, tomé un farol de Queroseno, prendí la mecha, y con algún temor por la oscuridad nocturna, salte la vieja verja del jardín de juegos, y corrí por los pastizales abriéndome paso como pude, en una noche cerrada y amenazando fuertes tormentas. Lanzado a la carrera, el farol se sacudía, y su luz proyectaba figuras y sombras entre los pinos de alrededor, y las malezas que alternaban el siniestro lugar. Debo reconocer, que justamente, no soy lo que se dice un héroe, ni mucho menos, más bien, temo a la oscuridad, y a las sombras que en esta se proyectan de noche. A mitad de camino me paré, y quedé un momento dudando de lo que hacía, la llama de la lámpara se movía al compás de la ventisca que soplaba, creando figuras de alguna manera fantasmagóricas sobre el sitio en el que me encontraba. Estas habían logrado crear temor en mí, pero finalmente llegué al sitio donde se encontraban las cinco tumbas. El farol no iluminaba todo el lugar. Se me ocurrió en ese momento que quizás fue un error haber ido hasta allí, pues podrían volver los animales que había visto desde mi ventana. Intenté despejar los pastizales que tapaban parcialmente las tumbas, y las mismas mantenían el mismo estado que originalmente presencié en la primera visita que les hice, no había pasado nada extraño aparentemente. - (Debería volver). - me dije convencido a mi mismo. Pronto comenzaron los relámpagos y algunos truenos fuertes. - (Esta por llover!). - (No estoy lejos del castillo). Recorrí las cinco tumbas y no encontré nada que llamara mi atención, los relámpagos arreciaban y empiezo a sentir gotas de agua sobre mi cabeza. Con un estruendoso ruido cae un rayo apenas a metros del sitio, se prende fuego la base de un pino y entonces si, las llamas iluminan mucho más el lúgubre lugar, dejando a la vista una tumba reciente. - (U.., una tumba nueva!!). - (Es.., tierra fresca!!, recién removida!!). El frágil farol que llevaba con mis manos comienza a apagarse por efecto de las gotas de agua que ya están cayendo, apoyo el mismo sobre la tierra, y me acerco agachado, apoyado en mis rodillas y manos, la tierra está recién removida. Aún no ha crecido hierba sobre ella. - (Es muy reciente!). No hay una lápida, ni nada que indicara quién habría sido enterrado allí, mi temor iba en paulatino aumento, además presentía lo peor, que era lo peor, no sé, pero algo malo estaba por pasar. Los relámpagos encendían la noche y cada vez me asustaban más, al volver más tétrico el sitio, pero yo ya estaba allí y decidí remover con mis manos un poco de tierra, el agua de lluvia cayendo ayudaba a un esfuerzo mínimo de mi parte, ya que el boquete casi se abría solo por efecto del derrame de la tierra fresca. Cada minuto que pasaba mis ojos se abrían más y era mayor el temor que sumaba. Mis movimientos tornaban a ser más torpes y sentía un poco de temblor en mis manos, sin embargo seguía allí. Es que debía saber quién ocupaba esa tumba. Despejo más tierra y se abre más con la lluvia, mis dedos tropiezan con algo duro. El hoyo se agranda, acumula agua, comienzo a ver algo que brilla al acontecer de los fuertes relámpagos, lo tomo entre los dedos, el agua lo despeja mas del barro. - (Ay, Dios mío!!). - (Ay!!, Dios!!, son los anteojos del Sr. Procopio!!). Del temor pase al horror. Inmediatamente pasó por mi mente los momentos en que el maestro huyó del castillo y mi padre lo persiguió Pronto empecé a ver los bigotes inconfundibles, su puntiaguda nariz, y comienza a temblar todo mi cuerpo, estoy espantado, llueve más, y descubre más el hoyo, el agua se lleva la tierra removida y se hace más grande y aparecen los ojos abiertos del Sr. Procopio y pronto aparece su rostro por completo. - (Sr. Procopio!!, muerto!!, su.., sus ojos!!). Ante la impactante escena, me lanzo hacia atrás, la lámpara que llevé hasta el lugar se apaga por completo, y quedan sólo los relámpagos iluminando en secuencia el sitio, siento que me toman de las piernas, estoy aterrado, los arbustos cobran vida y sus extremos se deslizan por mi cuerpo atrapando mis brazos y piernas, todo el lugar se torna espantosamente agresivo, logro erguirme, estoy totalmente mojado, embarrado, y así echo a correr, mis piernas son torpes, tropiezo, me caigo, me levanto vuelvo a la carrera, me tomo del tronco de un pequeño pino, pero cae otro rayo y también enciende un furtivo fuego, las llamas me quieren alcanzar, son lenguas que no me queman, pero me retienen en el lugar, y me lanzan de nuevo hacia la tumba abierta del Sr. Procopio, caigo con mi rostro a centímetros de el. - (Venganza!!, venganza!, venganza!!). Era un murmullo de tono grave, pero no movía los labios, el sonido provenía del interior de su cuerpo El me pedía venganza, desde su boca abierta en una mueca de dolor y sus ojos bien abiertos, que irónicamente nunca había visto en vida de él, en este lamentable momento, con la lluvia cayendo parecían llorar, impresionaban dejar caer grandes lágrimas. - (Es.., llanto del Sr. Procopio!, no es el agua!). - (Venganza!, venganza!, venganza!). La escena ante mi parece girar muy lentamente, y volverse un poco oscura, de tal forma que veo el sitio oscurecerse a pesar de los fuertes relámpagos, sin embargo todo el lugar gira, y sigue girando, me siento mareado y oscurece más. - (Si.., Sr... Procopio!). Alcancé a decirle y me desmayé, perdí totalmente el conocimiento. Desconozco cuanto tiempo pasé allí. Todo era oscuridad total. Así permanecí hasta el amanecer. - Omarcito!, hijo, despierta!, ya has dormido suficiente. Suavemente alguien me sacude del antebrazo izquierdo. Lentamente mis parpados ceden su lugar a mis ojos, con mucha pesadez me despierto. Hay un dolor en mi cabeza y en todo mi cuerpo. Estoy en mi cama. Es mi habitación, y mi madre inclinada sobre mi, me entrega un beso en la frente. Despierto, y no puedo más. Estallo en fuerte llanto, brotan lágrimas a granel de mis ojos. - Mamá!, mamá!. - Como te quiero mamá!!. - Hijo!, tuviste una pesadilla!. - Estas temblando hijo, que soñaste? - Estas todo transpirado hijo!. Evidente que mi madre desconocía por completo que me había sucedido, no era difícil definir quien era el asesino del Sr. Procopio, y si, mi madre, tenía razón en decir que había pasado por una pesadilla. - Si madre, fue una verdadera pesadilla!. - La peor en mi vida, madre! Quedamos abrazados largo tiempo con mamá, lo necesitaba. Luego mi madre me instó a vestirme y bajar a tomar el desayuno y se alejó de mi habitación en dirección a la cocina. Quedé solo, rápidamente reviso mis zapatos. - Están recién lustrados!. La ropa que usé ayer no está en mi ropero. - (Pobre!, pobre Sr. Procopio!). Gruesas lágrimas corren por mi rostro escapando de mis ojos y otra vez el llanto compulsivo se instala en mi. Luego, calzo mi ropa y bajo al comedor, mi mamá me recibe, me besa en la frente nuevamente, mi padre en silencio sentado frente a la mesa leyendo el periódico del día, impertérrito ante mi presencia, el diario desplegado entre el y yo, procurando esconder su rostro por la aberración que cometió. Además aún me quedaban dudas en mi mente, respecto a las tumbas de la familia completa, que se encontraban en el montecito, ya que era muy extraño que fallecieran todos a la vez, y luego mi padre apareciera siendo el dueño del viejo Castillo. Así mi niñez transcurrió con ese horrendo recuerdo, que en algunas noches se volvía en pesadillas, nunca me quedaron dudas de la culpabilidad de mi padre en esa muerte. Ese fuerte suceso produjo un trauma emocional en el transcurso de mi precoz vida, sucediéndome períodos durante las largas noches del invierno siguiente en que rompía en llantos sin control. Durante el período de instrucción de la Sra. Phardot, en cuanto tenía posibilidad escapaba hasta la Biblioteca Nacional de París, allá iba yo, velozmente en mi gran bicicleta, mi madre aún no me permitía usar pantalones largos. - Aún no tienes edad hijo, eres pequeñito todavía. Me decía mamá. Me sentaba en los enormes sillones de los escritorios de la biblioteca, con algo de vergüenza, pues en mis piernas había comenzado a crecer una precoz vellosidad, entonces colocaba sobre mi falda algunos libros grandes que taparan esa vergonzosa aparición. Que era toda esa vellosidad en mis piernas y en mi pubis?, me preguntaba a diario. Estaba claro, me faltaba el maestro, que todo lo explicaba. Así fue que un día se realizaba una conferencia en el salón destinado a tal fin de la biblioteca por el Dr. Albert Einstein, un Físico que comenzaba a destacarse por sobre los otros científicos de esta época. Era un hombre tan simple y humilde que vestía con pantalones de invierno y estábamos pasando un fuerte verano, sus tirantes no elastizados, eran individuales y uno no abrochaba, faltaba su botón, lo llevaba anudado a su pantalón, sus zapatos sin duda podrían contar viejas historias y no habían conocido nunca un lustre, pero era un genio espectacular. Cuando comenzó a hablar y explicó magníficamente la teoría de la relatividad temporal quedamos impávidos, estábamos ante un gran hombre de ciencias, no quedaba duda alguna. Nunca aplaudí tanto a nadie, mi alegría y la de todos los presentes era espectacular. Al término de la reunión la secretaria de la biblioteca le ofreció un alfiler de gancho para sostener sus tirantes y el Doctor Einstein con una dulce sonrisa le contesta cortésmente. - Al efecto, si Vd. Lo analiza lógicamente, el anudado es quizás menos estético, pero, a la función es más seguro. La secretaria se sonrojó y asintió con su cabeza. Pero sin perder la oportunidad que se le presentaba, de improvisto le disparó una pregunta. - Dr. Einstein, Dios existe? El genial científico vuelve su pacífica mirada a la mujer y le repregunta. - Vd. Sra., Cree en Dios?. - Si, - contesta la bibliotecaria. - Entonces Sra., Dios existe. Solo un genio de su magnitud podría definir de esa manera la pregunta de la mujer. Luego saludando a todo el mundo, se retiró rodeado de jóvenes. Nunca más supe de él. Pero ya era hora de volver al castillo. Un tiempo más siguió la Sra. Phardot, quien luego de terminado el ciclo superior dejó de asistir a las clases que me daba. No volvió jamás al castillo. Creo que Dios escuchó mis ruegos finalmente. Creí no volver a pisar nunca más el pequeño cementerio, pues la experiencia vivida allí fue horrible. Preferí pasar horas en la Biblioteca Nacional de París cada vez que podía salir del castillo, ya que mi mayor deseo era leer y pasaba el mayor tiempo haciéndolo. Al inicio de la primera guerra mundial, no recuerdo correctamente cuanto tiempo ocupó París el ejercito Alemán, pero mi padre se ocultó en Argelia, dejándome abandonado a mi destino y al azar. La ocupación de París por el enemigo fue por varios meses, en ese tiempo la situación de jóvenes de mi edad era por demás de peligrosa, por tanto me oculté bajo la tutela del Director de la Biblioteca Nacional de París. Prácticamente mi vida transcurrió enteramente entre las distintas salas de lectura de la Biblioteca Nacional, estudiando y ayudando en la misma. Finalmente los Alemanes fueron rechazados y corridos hasta la famosa línea Maginót, ésta era una trinchera cavada de forma excepcional, que evitaba la inhalación de gases y la penetración de metralla del enemigo. Luego de la retirada del enemigo de Francia, mi padre volvió entonces con su maldad y vileza incrementadas y entregado con el teniente Schielot al uso masivo del gas naranja durante los años en que transcurrió la contienda de la primera guerra mundial. Luego de la contienda militar retomó la práctica de la defensa de homicidas, asesinos múltiples y violadores con lo que obtenía mucho éxito, ganaba mucho dinero y se proyectó primero a Fiscal Nacional y luego comenzó a buscar y escarbar, en la Política todos los trapos sucios, para ganarse un lugar de poder en el Gobierno Nacional. Cuando el enemigo en retirada se debilitó militarmente, y mientras duró la conflagración de la gran guerra de 1914, mi padre tuvo una participación muy importante, pues él había conocido en Argelia como agregado militar de la cancillería al Teniente químico Schielot, quién fue el personaje que desarrolló el nocivo gas naranja que se utilizó contra las tropas enemigas que llegaron hasta la famosa línea Maginot. Schielot, realizó muchos experimentos con seres humanos en Argelia, la gran mayoría murieron por efecto de las combinaciones que obtenía en sus experiencias con gases mortíferos. Schielot disponía en Argelia de todo lo necesario para desarrollar gases tóxicos de extinción masiva, disponía en pleno desierto, en las altas mesetas Argelinas, un enorme laboratorio tecnificado y custodiado por las fuerzas de la Legión Extranjera, quienes colocaban a su disposición a los árabes Argelinos que necesitase para realizar sus pruebas. La famosa línea Maginot, fue determinante a la hora de poner a prueba el gas naranja, mi padre fue el encargado de la supervisión del uso masivo de este tóxico poderoso. Irónicamente fue el detonante de la rendición de Alemania y su cuádruple alianza, Hungría, Austria, Bulgaria y Turquía, quienes firmaron el armisticio en el Palacio de Versalles. Esta contienda mundial dejó un saldo de diez millones de muertes, muchas de ellas debido al uso de los distintos gases tóxicos experimentados por Schielot. Hubo titulares en los diarios Parisinos que observaban las sospechas sobre Schielot, por la utilización por parte de Alemania de gases tóxicos similares a los usados por los aliados representados por Francia. Al término de la guerra, Schielot, volvió a su laboratorio en Argelia para proseguir con sus pruebas con gases tóxicos. Mi padre comenzó su campaña de penetración en la Política Nacional buscando ser seleccionado como Primer Ministro. El peso de su protagonismo por el uso del gas naranja y su efecto en la rendición de Alemania, lo catapultaron rápidamente a los primeros lugares en la escena de la Política Nacional. Ya con quince años cumplidos recuerdo mi desesperación e incontrolable llanto cuando mi padre me obligaba a disparar una y otra vez un fusil máuser a animales que el ataba cruelmente en los troncos de los pinos que rodeaban al castillo. Por supuesto que siempre erraba los disparos, y esto enloquecía a el y lo volvía más intolerante conmigo, llegando a veces a golpearme por tal razón, en ese período de mi vida no era de extrañar ver moretones en mi rostro, brazos y piernas. Ante la presencia y la mirada atenta de mamá, jamás me golpeaba, pero ella le consentía muchas actitudes, siempre sospeché que también la golpeaba. Mi padre quería educarme en función de extraer maldad de mi carácter, ya que hacía lo imposible para cambiar mis sentimientos. - El mundo es un caos, el enemigo derrama odio por las fronteras. Decía constantemente. -Un día necesitarás saber disparar. -Porque?. Con llanto en mis ojos pregunté, y su respuesta aun hoy no la comprendo, Pero repetía en fuerte tono de autoridad. - Porque tú matarás al hombre! . -" El hombre"?! . Exclamé sin recibir otra explicación. Años más tarde reconocí en mi padre la enorme carga de extrema maldad y ambición de poder que lo poseía. Al llegar mi padre a primer ministro de Francia, aún creo ver su siniestra sonrisa corrompiendo e instando a sus funcionarios a la guerra con Países vecinos. Ya con 19 años yo le recriminaba su excesiva agresividad y la carga de maldad que llevaba en su carácter y solo recibía una y otra vez la misma respuesta. -Tú matarás al hombre!. -Tú matarás al hombre! . Su rostro se transformaba cuando lo decía, sin entenderlo, sus palabras penetraban y resonaban como una orden en mi mente. Siguen pasando los recuerdos y los años y la memoria hace reparos en los eventos más importantes de mi trágica vida. El de la horrible muerte de mi madre. Aún me parece ver mecer las hamacas del jardín de juegos al pié del castillo, y mi madre trágicamente incrustada y colgando de la vieja y gruesa verja de hierro que rodeaba el jardín. Otra vez en mi joven vida me toca la fatalidad tan de cerca, ver y oír el momento en que cayó y se clavó en los hierros con punta de flecha de la verja, un estampido corto y el grito desgarrante de ella al caer paró mi respiración por un momento, una fuerte congoja invadió mi corazón por completo, mis ojos saltaban, mi pecho latía aceleradamente, quise sacarla de allí, pero era imposible, trepé a la verja para realizar un esfuerzo mayor, pero ni siquiera la movía de su lugar, ella temblaba y su sangre se escurría en mi cuerpo, ella moría irremediablemente. La desesperación y ansiedad por hacer algo que la librara de semejante muerte, me impedía soltar palabra alguna, estaba atónito y aterrado por la visión de la cruenta escena que tenía ante mis ojos. - Ay!, Dios!!, haz algo por favor!!. - Dios!! No la dejes morir así!! Ante mi desesperación por la horrible escena que me tocó presenciar, ella aún con muy poco de vida, me alcanzó a advertir susurrando suavemente y muy bajo en mis oídos. - Hijo, aléjate de él. - Jamás lo toques..,no son.. humanos. - Cuídate de ellos! - Huye del humo rojo! Después, apenas antes de cerrar sus ojos para siempre movió su mano y juntando su rostro con el mío, derramó una enorme lágrima sobre mi cabeza y pronunció las palabras mas extrañas que escuchara en mi joven vida. - Yo te purifico!! - Y te bautizo hijo querido. - En el nombre de Dios!. - Adiós.. Omarcito.., cariño mío.. Estallé en fuerte llanto y de mis ojos surgieron tantas lágrimas que corriendo por mi rostro, al llegar al cuerpo de mi madre coagulaban su sangre. Lleno de lágrimas y manchado con la sangre de mi madre muerta, levanto la vista y veo la figura de mi padre en la ventana superior desde donde ella cayó, me pareció ver una sonrisa diabólica en él. Al girar mi mirada nuevamente sobre el cuerpo de mi madre sucedió algo inexplicable, - (Algo se desprende de su cuerpo!!). Como si su cuerpo se duplicara en un instante, un gran halo de pequeñísimas partículas que giraban sobre sí mismas y con un inusitado brillo, se arremolinan, giran, me cubren, me transfunden, las siento penetrar mi cuerpo, son tibias y suaves, me producen un raro espasmo, transpiro un sudor frío, se mueven nuevamente y se elevan lentamente desapareciendo en el cielo cubierto de una espesa y oscura niebla. Levanto mi mirada al cielo buscando el destino de esas minúsculas y brillantes partículas, y noto mucha agitación en el cielo, nubes extrañas se movían con más rapidez y no tardó mucho en formarse un gran arco iris que cruzaba todo el firmamento. Los colores eran brillantes y jamás dejé de pensar que eran una señal de que ella, mi madre, estaba entrando a ese bellísimo cielo azul. Desconocía el significado del velatorio de una persona fallecida, hasta ahora, ya que hubiera sido de mi gusto hacerle una despedida de este mundo a mi madre, pero había un problema, no teníamos parientes, ni amigos. Mi malvado padre decidió el entierro inmediato a su muerte, esa misma noche, entre puesta de sol y el canto de los gallos. Su tumba yacía de lado del Sr. Procopio, y una simple gran baldosa a modo de lápida sin escritura alguna signó su final. Días después volví al lugar, me hice un corte en el dedo pulgar, y escribí sobre la baldosa. - (Madre, sólo a ti amo.), creo que eso fue un adiós como expresión del rencor juvenil muy inocente aún, que sentía hacia mi odiado padre. Luego coloqué una cruz de tablas de madera sobre la tumba del maestro y con la misma sangre que manaba de mi dedo escribí. - (Sr. Procopio, gracias por las lecciones de religión). Me retiré del pequeño cementerio para no volver por mucho tiempo. Mi pensamiento madurado por el pasar de los años, me obligaba a la reflexión de que allí sólo estaban los cuerpos de mis únicos seres queridos, sus almas y su esencia se han elevado ya a otro universo. La muerte de mi madre no perturbó de ningún modo a mi padre, quien después de este suceso se volvió más vil y cruel. Jamás recibí una explicación de mi padre y tampoco se la pedí, ya que a esta altura de los acontecimientos estaba seguro de las actitudes homicidas de él. Pasaron años, la relación con mi padre era prácticamente nula, ya que él pasaba su tiempo en Argelia, trabajando con Schielot en los laboratorios en que experimentaban nuevas armas químicas, cada tiempo él volvía al castillo, pero no hablaba una palabra conmigo. Yo lo evadía además cuantas veces podía, enterado que él llegaba a París yo tomaba mi bicicleta y me instalaba en la Biblioteca Nacional. Allí había finalmente hecho amigos. Compartía ideales y reflexionaba con mis amistades sobre el fin de la guerra y sus derivaciones, la pobreza y el hambre asomaban en las fronteras de muchos Países que intervinieron en el conflicto. Horas enteras, días leyendo y recordando al Sr. Procopio y a mi amada madre. Tanto influenció en mí los tiempos que pasé en la Biblioteca Nacional, que consideraba que mis padres eran Sócrates, Aristóteles, Platón, Hegel, Descartes, Kant, y otros tantos más que leí con mucha avidez y demasiado tiempo, ellos me enseñaron tanto como nadie lo hacía por mí. Pero yo, yo no tenía padre. Después de Kant, me consideré un dogmático, me encantó su "verdad pura", aún a pesar que mantenía ideales en mi alma, mi madre, el Sr. Procopio. No tengo recuerdos de mi más precoz niñez, es raro, reflexiono sobre la frase de "pienso, luego existo", y la creo muy acertada, es que creo ser una criatura muy pensante, también por mis juveniles experiencias me encuentro algo introvertido, desconozco que es estar con una mujer, amar a una mujer. Si, conozco que es el amor, porque amé muy profundamente a mi madre y sentí mucho cariño por el Sr. Procopio, pero también hoy siento mucho odio por mi padre, acaso no debería ser mi padre? Es increíble como los acontecimientos que acaecieron en mi niñez, marcaron mi carácter en mi entrada a la adolescencia. Considero que en mi adultez serán los pilares de mi semblanza, mis sentimientos, y mis actitudes hacia el medio en que desarrolle mis actividades. Era ya evidente que mi padre era una persona miserable y ruin. Se estaba formando en mi conciencia una especie de bloqueo hacia él, de tal manera era una forma de canalizar el odio que sentía por su despreciable actitud. No sentía temor a él, si odio, rencor, por lo que le hizo a mi madre, al Sr. Procopio, mi querido Maestro. Comencé a dudar seriamente que él fuera mi padre realmente, ya que mi mente carecía de recuerdos de los primeros tiempos de vida, cuando pequeño. Sentía que mi vida estaba realizando un giro, y percibía que me encontraba tomando al toro por las astas, que mi intención pasaba a querer ser protagonista y no mero observador de su mal intencionada conducta. Es obvio que ya tenía edad suficiente para enfrentarme al vil comportamiento de mi padre. Acaso será intrascendente mi vida?, no!, no dejaré que sucedan los acontecimientos frente a mis narices y no mover un dedo para cambiarlos!. Esta decisión marcó un antes y un después en mi joven vida. Contaba ya con veintiséis años de vida, y aún me hallaba bajo la presión de mi odiado padre. Jamás descarté la posibilidad de alejarme del Castillo, huyendo de esa forma, de la siniestra sombra, que proyectaba mi padre sobre mi existencia. MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Episodio II - La biblioteca de las bestias. Pero había algo, una fuerza mayor que mi voluntad, que impedía de alguna manera que se produjese ese alejamiento. Probablemente mi vida estaba inexplicablemente ligada a las acciones futuras de mi padre, quizás, yo, era el elegido para de alguna forma enfrentar a mi cobarde y deleznable padre. Esa noche decidí ser protagonista y no víctima de los hechos. Convencido que mi padre se reunía con extraños personajes desconocidos por mí, exactamente en horas en que me ausentaba del castillo. Esa noche era la oportunidad de conocer los planes de él y sus compinches. Ante la llegada de mi padre al castillo de regreso de Argelia, me oculté de él, quien creía que yo no estaría en la propiedad esa noche. Pasé horas oculto en el interior de un grande y grueso armario. Desde allí escuché un bullicio lejano que provenía de varios automóviles que llegaban al castillo, luego voces, y pronto la enorme puerta de entrada pegando el golpazo de costumbre en mi padre. Entonces me escabullí entre las altas, oscuras y grandes habitaciones íntegramente de madera del enorme castillo hasta el salón de la biblioteca. Subí por una alta escalera de doble hoja con rueditas para alcanzar los libros que se encontraban en los estantes superiores, y me acomodé allí arriba, entre grandes volúmenes cubiertos de polvo, que indicaban que nunca habían sido leídos. En absoluto silencio y muy quieto quedé así hasta escuchar la estrepitosa entrada de mi padre, y sus invitados de esta ocasión, entre ellos noté la presencia del Teniente y Químico Armand Schielot. - (Allí está Schielot!). - (Los otros no los conozco!). - (Hum!, que olor a azufre..). Loas antiguos libros que sin duda pertenecieron a la familia enterrada en el pequeño cementerio del montecito, estaban cargados de tierra acumulada por años de existencia, mi padre tenía terminantemente prohibido a Mamá y a mí, tocar un solo libro de esta biblioteca. Por momentos me tapaba la nariz con fuerza para no estornudar, es que al moverme apenas se desprendía polvo que provocaba mis alergias al mismo. Sorprendido por lo que escuchaba, y observándolos desde una pequeña abertura entre viejos y pesados libros. Por momentos éstos desviaban mi atención al parecer que cobraban vida, me impresionaba la forma en que parecían cubrir mi presencia allí, en ese pequeño hueco. Mi padre, como siempre lo hacía, vociferando a viva voz a todos sus misteriosos invitados incitándolos a la violencia. - El proyecto de producción del gas rojo está listo!. - La embarcación se encuentra en sus últimos detalles!. - En las cárceles de Argelia tenemos cuarenta mil prisioneros. - Ya es tiempo de comenzar a producir el gas!!. - Iniciemos la provocación para desatar la guerra!! - Estamos mejor armados! - Con el gas podemos eliminarlos a todos!. - sostenía, mientras un militar presente interrumpe. - Elaboraremos la mayor cantidad del letal gas rojo! - Seria una enorme masacre! Otra persona afirma también, - Morirían miles de millones!. - Además quedaría en forma letal en el aire y llegaría a las grandes poblaciones aniquilando todo a su paso!!. - Mataría todo ser humano viviente ! . En ese momento recordé brevemente que seguramente se referían a el letal gas rojo que elaboraba mi padre con Armand Schielot en los laboratorios de Argelia. Vuelve mi padre a interrumpir exigiendo. - Habrá que fabricar cañones que disparen a distancia cápsulas con el gas. Mis oídos nunca deberían haber escuchado eso, estaba consternado La histeria por la guerra y la muerte iba ganando la reunión. Es posible que mi padre pueda ser tan diabólico?, porque tanta maldad en sus perversas mentes?. Mis manos transpiraban y temblaban cuando ya todos vociferaban. - Guerra!, guerra total!!. - Llenaremos el infierno de malditos!. - El mundo será un caos total!!. Gritaba mi padre. Cuando Armand Schielot corta el aire con una voz profunda y grave y pregunta a mi padre. - Y tu hijo, Faris?. - Lo necesitamos! - (Me necesitan??). - (Para que??). - (Que dicen??). - Este plan sin él no será un éxito!. - No nos podemos permitir un fracaso!! - El debe dirigir toda la contienda! - Verdad?. - Es necesario, es imperioso!. - reclama Schielot. - Mi hijo es el hombre que definirá el éxito de esta guerra!. - Omar responde por su sangre al gran poder Rojo!! - Y la muerte de la mayor cantidad de enemigos!. - aseveró mi padre. Mi mente se encontraba cada vez mas confusa, pero mi sorpresa fue en aumento. - (Yo dirigir la guerra??). - (Ni siquiera soy militar??). - Cuando todo este ardiendo!! - seguía mi padre. - El será el destinatario final del poder rojo de este mundo!!. - El poder del dolor y del fuego será el cuerpo de tu hijo Farís!! - Cuando tomemos la última decisión ! . - No habrá juicio final, todos estarán ardiendo en las profundidades del infierno!! - Bien hecho Faris! . - Interrumpió otro. Sin salir de mi sorpresa alguien pregunta. - Lo de tu esposa no se interpondrá verdad?. - No habrá resentido las raíces del muchacho?. - (Todos saben lo que pasó con Mamá!!). - (Son todos asesinos entonces??). - (Como pueden pensar que olvidaré a Mamá??). Entonces mi padre torna su expresiva mirada en aspecto diabólico a satánico y afirma. - Yo, Faris Albahari les aseguro por la sangre roja que corre por las venas que mi hijo Omar dominará este mundo!!. - El matara al hombre!! - El cumplirá con el designio de su maldita naturaleza y su fatídica crianza. - El gran poder rojo en la sangre de Omar podrá contra el poder del hombre!!! La extraña y grande mesa redonda y los sillones en que permanecían sentados, eran de una madera rojiza con sus superficies cubiertas de rostros tallados en la madera, que de pronto impresionaban tomar vida propia, parecían retorcerse sobre si mismos, abriendo sus grandes bocas asquerosas formando una mueca grotescamente demoníaca. En el centro de la gran mesa había un rostro más grande, muy alargado de color rojizo oscuro, sus ojos abiertos, en los que se percibían unas venas enrojecidas y que parecían encenderse y la sangre correr por las mismas como reguero de fuego. - (Y eso, que es??). - (Dios mío, es terrorífico, asqueroso!!) - (Cobran vida los muebles!!). Aterrado, anonadado, intentaba en todo momento no mirarlos, pero era imposible, ya que el escándalo que producían y lo siniestro de la escena que estaba contemplando llevaba a mis ojos a no dejar de observar la misma en razón de lo horripilante y patéticamente curiosa que resultaba. Faris, y sus cuatro invitados, Schielot, dos uniformados y un civil desconocido para mí hasta ese momento, se encontraban tan enfervorizados e histéricos que a gritos se llamaban a demonizar una guerra, en que solo les interesaba el resultado en dolor y muertos. De pronto el rostro tallado en el centro de la mesa comienza a cobrar vida!!, se estira y retuerce, soltando una carcajada tal como un profundo chillido demoníaco, abre su gran boca y comienza lentamente a soplar el temido gas rojo en forma de columna en espiral que se agranda a medida que se eleva. Este comienza a llenar la enorme habitación. - (Dios!, Dios!, el gas rojo es letal, tóxico!!). - (Esto es obra del Demonio!!). - (De aquí no puedo moverme!!). Entonces advierto, el gas me alcanzará y me matará. No tengo modo de evitarlo ya. - Aspiren este néctar rojo!! - Llenen sus pulmones con él!! - Tomen todo su infinito poder destructor!!. Gritaba Faris mientras aspiraba el letal gas, su piel se tornaba rojiza y su figura se transformaba a igual ritmo que los otros, sus ojos se teñían de rojo sangre, sus manos, sus dedos y sus uñas enrojecían y se alargaban, desaparecían sus cabellos, sus frentes se hundían. Tomaban forma de bestias de alargadas mandíbulas y feroces fauces, las que manaban un pegajoso y asqueroso líquido amarillento. En su mutación emitían como gruñidos de tonos guturales. - Aarggghh!!!. - Arrrgggghhhh!!! Sus fosas nasales se abrían más y más para aspirar todo el gas rojo, pero ya sus bocas eran fauces bestiales, y segregaban cada vez mayor cantidad de ese asqueroso líquido amarillento viscoso, que desprendían y caía sin cesar al piso, dejando colgar de entre sus colmillos largos hilos líquidos. La escena era repugnante, sorpresiva y provocaba mucho temor en mí, ya que no estaba preparado para presenciar semejante espectáculo No podría asegurar a que animal habían mutado esos seres ahora desconocidos por mí. Su piel parecía ahora una cubierta dura y verdosa como la piel de un cocodrilo, pero sus formas parecen de una mezcla de osos y lobos. - (Es posible esta aberración que estoy viendo??). - (Son ahora inexplicables bestias!!?). - (Es increíble lo que está pasando??). - (Que puedo hacer yo??). La escena era casi de ficción, yo sacudía mi cabeza a un lado y otro, como pretendiendo despertar de un sueño, pero no, esto era real, estaba sucediendo ante mi presencia, desconocida por ellos. - (Dios mío!!, que es esto!!). - (Que son, bestias, monstruos!!). - (Que es..! mi padre!, por Dios!!). La respuesta no demoró en llegar. - Somos ángeles rojos!!!, designios del poder del demonio!, el gas nos da su poder!! - Los malditos corruptos mueren para nosotros vivir!. Vociferaba Faris. Todos los rostros tallados en el fino mobiliario de madera de la biblioteca se habían transformado en bestias con vida propia que aspiraban el letal gas rojo. - Nuestra sangre se fortalece con el gas!! Dijo otro, cual rostro y cuerpo ya desfigurado, asemejaba un lobo de forma bestial. Eran ya bestias en cuatro patas, y caminaban alrededor de la gran mesa en forma amenazadora, pronto recordé los animales que vi aquella noche desde mi ventana, en el pequeño cementerio antes de aparecer la tumba del Sr. Procopio. - (Pero.., como es posible??, son animales!!). - (Schielot?, mi padre?, monstruos??). - (Seguidores de Satanás??). - (Angeles.., rojos??). A este momento increíble ya los cinco eran bestias que parecían beber desesperadamente el tan temido gas rojo. Asombrado por el incontrolable suceso, y la terrible escena que presenciaba, me encontré de pronto en un estado de inconciencia hipnótica y perdí el conocimiento, quedando en ese rincón en el cuál instantes antes de desmayarme, los enormes libros que me rodeaban, repentinamente se retorcían y abrían formando una cobertura total sobre mi cuerpo. Me cubrían totalmente, protegiéndome del temido gas rojo, al hacerlo se abrían y cerraban desprendiendo el polvo acumulado durante años de indiferencia de mi padre. Antes pude ver los nombres de algunos de ellos. «La santa Biblia». «Jesús de Nazaréth» «La Pasión de Cristo» Alcancé a balbucear. - (Ay..!, Dios!!). - (A.., ayudam..). Luego entré en ese extraño estado de inconsciencia, que provocó en mi cuerpo una sensación de paz de una intensidad jamás experimentada en mi joven vida. Mis sentidos perciben que estoy siendo elevado en el espacio, y transportado en el tiempo. Aun me encuentro cubierto por los sagrados y antiguos libros de cobertura de cuero, como si fueran mi segunda piel, el placer y el gozo es increíble, el tiempo pasa más rápido y el desplazamiento es mayor. Pasan ante mi todos los antiguos eventos de la historia, la antigua Grecia, con sus geniales pensadores. Pasa ante mí, la presencia del modesto Sócrates, 470 años antes de Cristo, el gran maestro de Platón, conversando y asegurando que el hombre debe de conocerse primero a si mismo, antes que pretender conocer o cambiar la naturaleza. Luego escucho las acusaciones de los políticos hacia él de provocar Disturbios y confusión en los jóvenes con sus ideas, el muy injusto juicio que le llevan a cabo. El ofrecimiento de que se rectificase de sus ideas o caso contrario, debería beber la cicuta, veneno líquido usado como pena capital, en aquellos tiempos en que la dicotomía del pensamiento daba lugar a solo dos variantes. Grandes pensadores, o grandes ignorantes. Sin embargo, Sócrates prefirió tomar la cicuta antes que admitir que se equivocaba. Así veo transcurrir la corta vida de Demócrito, quién interpretó y explicó la existencia del átomo 460 años antes de Cristo, verdaderos genios que por sus ideas fueron ofendidos y acusados de divulgar ideas que causaban confusión en los jóvenes, y muchos de ellos ejecutados por tal razón. Desde los patéticos emperadores de la Antigua Asiria y Egipto, Hérodes y la crucifixión de Cristo, las guerras santas, Los cruentos eventos de la inquisición, hasta las diferentes pestes que asolaron Europa, las cruentas guerras y sus millones de inocentes víctimas. - (Porqué ahora estoy viendo esto?) Todo pasa ante mí como las páginas de una gran enciclopedia. Ante mis ojos los eventos se suceden mostrándome los horrores de las guerras y la reivindicación y recuperación del hombre sobre el mal. El ser humano siempre supo encontrar su virtud, su intelecto, y por ende la paz, la armonía. - (Conozco toda la historia antigua, pero nunca así, tan real?). Desde la prehistoria en que encontró el fuego, generó la ambición de otros por tenerlo también, lucharon despiadadamente por él, luego por la comida, y las regiones donde abundaba la misma. Después por la posesión de territorios, las cosechas, los minerales, las ideas, pero siempre fueron ciclos de agravada belicosidad, y luego otros de devenida paz y conciliación. - (Porqué aún presenciando tanto dolor yo sentía tanta paz y gozo interior?). Me preguntaba. Que estaba sucediendo realmente con mi mente y mi cuerpo. Solo parecía estar inmovilizado levitando ante una luz serena que producía un pacífico y claro amanecer. Sentí algo muy dulce en mi paladar que intentaba pasar por mi garganta. - (Que.., que pasa??). - (Acaso estoy soñando?). - (Mi cuerpo está muerto y estoy en el paraíso?). Entonces una voz serena, de tono grave, profunda e increíblemente placentera, cual suave música para mis oídos se dejo oír nutriendo mi alma del máximo sentimiento de gozo. - . - . - . - . - . - . - . - . - . - . - . - . - . - (Pero...). - (Quien me habla?). Pregunté anonadado. - . - . - (Ay!, Dios mío!). Me expresé intentando comprender la extraña experiencia por la que estaba pasando. Entonces pensando muy rápido, atiné a decir. - (Porqué no sólo existe la bondad, Padre?). - (Tienes poder, úsalo y vence a Satanás y su poder maléfico). reclamé a El. - . - . - . - . - . - . - . - . - . - . - . - . - . - . - - - - - Mis encuentros con el Diablo Episodio III - Bella Thérese - . - . Pronto comprendí todo, y asumiendo la enorme responsabilidad que significaban sus palabras, me invade un momento de gran angustia. - (Pero.., Padre!, como lo haré!, acaso seré capaz?). - . - (Padre!, dime como hacerlo!). Requerí a El con inusitada insistencia! - (Padre, otórgame un don que me ayude en esta gran tarea que me pides!), - repetí una vez más. - . - . El tiempo se acaba y lentamente obscurece todo el espacio frente a mí y con los ojos cerrados todavía sigo requiriendo del santo Padre. - (Padre, como te encuentro nuevamente?). - . - . Pronto todo obscurece a mi alrededor, siento un ahogo extraño, por mi garganta pasa algo dulce, en principio me ahoga, mi cabeza duele, abro los ojos, tengo muchas lágrimas en ellos y caen por las mejillas. Desconozco cuanto tiempo pasé con Él, y cual era mi estado, pero reconozco que no era un sueño. Jamás pasé por una situación de esta naturaleza, y me esta sucediendo a mí. - (Salvar al mundo!, ay Dios!). - ardua tarea me espera!. - (Ahora entiendo todo!). - (Farís!, no.., es mi padre!!). - (Eso me tranquiliza bastante!) - (Pero.., salvar al mundo!!, yo??). - (Hablar con Dios!, yo??). - (Y tendré una conversación con el Diablo!!, yo??). De pronto oigo los latidos de mi corazón nuevamente, mis fluidos corren por mi organismo otra vez, siento el calor de todo mi cuerpo, y murmullos del medio que me rodea en este momento. - (Vivo aun?, o acaso estoy muerto??). Me toco todo el cuerpo, - (estoy vivo!!). Estoy en una cama de hospital, me rodean dos médicos y una enfermera, muy cerca, los tres exclaman muy felices. - Volvió!!, volvió!!. - Increíble, tres años en estado de coma!! - Dios bendito!!, sólo Él pudo hacerlo!! Me deshago desesperadamente de la máscara de oxígeno sobre mi cara y veo a todos con claridad. - Do.., donde estoy? - En el hospital Saint Thierry. - contesto un joven médico. - Tres años en coma?? - Que fue lo que me pasó. - Porqué entre en coma?? - Y Él???. La bella enfermera que cuidadosamente me levantaba la almohada me contestó de inmediato con suave y dulce voz, - Solo estuviste tú Omar. - Los médicos, yo, y tu padre Farís en una única visita. A quien te refieres por Él? - Olvídalo. De pronto me invade un temor desesperante y pregunto alterado. - Que día es hoy!! - Quien me trajo aquí! - La guerra!!, que pasó con ella!!. Thérese, la enfermera, me forzó a recostarme y con mucha suavidad contesta. - Aún no se ha iniciado la guerra, creo que su padre, Farís Albahari, el primer ministro, estará muy feliz con esta noticia. Me estremeció el sólo escuchar su nombre. - Necesitamos llamar de inmediato al señor primer ministro.. Recorro con mis dolientes ojos la habitación y veo unas flores rojas, las cuento, creo que son veintitrés, una tarjeta, aparatos médicos, un placard en el cual se dejan ver mis ropas y zapatos, me toco la cabeza y la encuentro completamente rapada, dos médicos jóvenes me miran y auscultan insistentemente mi corazón sin dejar de sonreír. Les pregunto entonces. - Qué.., que me pasó. - Has padecido una intoxicación con algún químico muy fuerte, pues se te filtró al cerebro y te produjo un coma que por tres años te dejó inconciente. - Que daño me hizo? - Que año es ahora?? - Estamos en el año 1929. - Es increíble pero no tienes daño permanente, tendrás que reemprender de nuevo tu vida, harás ejercitaciones de tus músculos y dieta especial, prepararemos un plan de terapia para recuperarte plenamente. Contestó el medico. - Hoy mismo comenzaremos. Sostuvo entusiasmada Thérese, la bella enfermera que muy entusiasmada me atendía. - No llamen a mi padre!! - Aun no, por favor! No quería ver a mi padre, no lo soportaría. Debía primero poner en orden mis pensamientos, mis ideas. Todo lo sucedido había trastocado la dirección de mi vida. Ahora estoy aquí, en una habitación del hospital, desconozco como llegué aquí. - Solo debo creer!!. - Solo debo hacer lo correcto, lo justo!. - Pero, que es justo, y que no lo es!! Debo ver a Faris, es inevitable, mi instinto me dice que me debo encontrar con el. - Debo evitar que lleven a cabo ese endemoniado plan! - Acaso tu puedes lograr que tu padre desista de ese horrible evento. Preguntó Thérese, quien estaba a mi lado pendiente de mis expresiones. - Thérese, cuanto tiempo hace que estás a mi lado?. Pregunté. - Nunca te dejé solo en estos tres años. Contestó, y sus bellos ojos azules dejaron caer una lágrima sobre su mejilla. - Por Dios no había notado que bella eres!. Era realmente imposible no percibir su suave perfume y su fina belleza, desde su largo y rizado cabello dorado, su rostro aniñado, sus pómulos rosados y su contorneado cuerpo. - Pero, debo salir de aquí ahora!!. - Aun así no podría volver al castillo, debo poner en orden mis pensamientos. - Debo pensar una estrategia para tratar con mi padre, él es un animal!!. - Un monstruo! Ella me tomó fuerte de las manos sentándose al borde de la cama. - Tienes serios problemas Omar!. - Tienes razón, tu padre es un monstruo en enviar a una cruenta e inútil guerra a tantos jóvenes Franceses! Sostuvo ella sin comprender correctamente mis palabras. Que iba a imaginar Thérese que yo me refería a un auténtico monstruo, a un demonio. Después de todo Faris ya no era mi padre, era un ángel rojo, un ángel de Satanás. Entonces Thérese abre un pequeño placard, retira mis ropas y rápidamente agrega. - Ven a mi casa, allí estarás seguro y podrás pensar que actitud tomar con tu padre. - No es difícil ver que estás realmente turbado y muy confundido!. - Cualquiera en tres años en estado de coma le sucedería lo mismo! Me tomó de los brazos, me sentó y prolijamente me vistió. - Vamos Omar, ven a mi departamento, está aquí cerca!. Me apoyé en ella y disimuladamente logramos salir a la calle. Llamó un taxi, avanzamos unas pocas cuadras y paramos frente a un edificio de departamentos, siempre apoyándome en ella entramos a un coqueto departamento pequeño, pero bien decorado. Me acomoda en un amplio sillón, me cambió los zapatos por unas grandes pantuflas que simulaban ser dos ositos. Me trajo una gran copa de algo suave que gustaba a frutilla y champaña. - Bueno cariño, ahora descansa, tranquilízate y piensa. - Te haré algo de comer, si quieres recostarte, te sentirás más cómodo. - Lo que necesites pídemelo, mientras, también me pondré cómoda. - Gracias Thérese, y gracias por ser tan dulce, después de todo apenas me conoces. - No cariño, fueron tres años contigo todo el día, y todos los días. - Yo te lavaba, afeitaba, te cambiaba la ropa interior, atendía todas tus necesidades, conozco todo tu cuerpo Omar. - Tal como si fuera tu esposa cariño. - Eres casada Thérese?. - Lo fui, pero fracasó y ya hace años que estoy sola, y estoy mejor. No me imagino la vida de haber seguido con él, era un hombre muy violento!. Mientras más la miraba más la admiraba, su fino pero escultural cuerpo me estaba deslumbrando. Omar debes concentrarte en tu misión. - Evitar otra contienda más, ya hubo una guerra y lamentamos muchos muertos. - Antes que sea demasiado tarde. - Tienes teléfono Thérese?. Pregunté pensando en hacer un encuentro con Faris en algún lugar que me otorgue alguna forma de seguridad. - Pero donde?, y como puedo enfrentar a un monstruo así?. No sentía temor, sino impotencia, pues si era él un emisario del Diablo como hacerle cambiar sus demoníacas intenciones?. - Que puedo hacer Thérese?, - Matarlo?. - Si es lo que creo, él no muere. - Además no es mi misión asesinar a nadie, debo pensar inteligentemente!. Thérese me interrumpe. - Convéncelo, utiliza la razón y la verdad, sé convincente, como ser humano debe poseer algo de bueno. - Créeme cariño que éste no es un ser humano, y en él, reina lo perverso únicamente!. - Cariño, me dan temor tus extrañas palabras. - Que es eso que no puede morir??. - No lo comprenderías. - Inténtalo. - No!, ayúdame, sin intentar comprender lo que me sucede. - Además, te involucraría en vano y te podrían hacer daño. - Ya que solo yo puedo arreglar este tremendo lío. - Veamos, Faris piensa en ganar la guerra con el uso del mortífero gas rojo que fabrican con su socio Schielot. Me interrumpió ella. - Leí en el periódico que lo elaboran en un enorme buque acorazado de la marina de guerra que se encuentra en el puerto de Le Havre, aislado y muy custodiado por comandos de guerra. - Si puedo eliminar el gas rojo y su producción, quizás evitaría la guerra, luego enfrentaré a Faris. - Si poseo algún poder también debo saberlo. Claro que habría que ver a que clase de poder se refirió Él, acaso mi mente superará o alterará los acontecimientos simplemente deseándolo. Si mi madre me transfirió su alto valor espiritual y mi sangre es la sangre de Él, quizás deba poner a prueba esta fuerza. Pensé rápido. - Thérese, ven siéntate a mi lado, mírame a los ojos fijamente y piensa en algo bueno. Realmente desconocía que podía suceder pero tenía que probar, y ella que estaba por cocinar algo, rápidamente deja todo para con su grácil figura, acomodarse muy junto a mí en el cómodo sillón. Thérese se pegó a mí y me hizo sentir bien, el calor de su bello cuerpo me invadió, su rostro tan cerca y mirándome fijamente con sus hermosos ojos azules y sus rosados labios llegaron a turbarme brevemente. Comencé a profundizar en sus ojos dejándome llevar por ellos. Me siento extraño, es una perspectiva directa al interior de su mente, me siento arrastrado en la forma de un fino conductor de energía que aumenta su fuerza, reduce su volumen y penetra como una flecha fugaz en sus ojos. Estoy dentro de su mente o de su alma. Su mente, su tiempo, su cuerpo, toda ella se encuentra en trance de alguna forma hipnótica. Entonces me sucede algo familiar, mi cuerpo se halla muy sereno y con una paz increíble. Siento la calidez de su bello cuerpo. Alcanzo a percibir el calor y el aroma perfumado de su suave piel. Estoy suspendido en un espacio suavemente iluminado. Aquí el tiempo no existe, no se si es breve, o eterno. Es indescriptible e indefinible. Pasan ante mí todos los acontecimientos íntimos de la vida de Thérese. Conozco a su padre, su madre, de quien evidentemente heredó la belleza que posee, su nacimiento, fruto de un fuerte amor que vivieron sus padres. La niñez de Thérese fue feliz y deliciosa, hija única, ellos siempre cuidaron mucho de ella. Consciente de estar dentro de su mente y cuerpo me preguntaba mientras observaba el paso de su niñez a la adolescencia, si ella tendría conocimiento que yo hurgaba en su vida. - (Y donde estaba yo?, en su alma?, en su conciencia?, en su mente?). En que estado se encontraba Thérese mientras yo permaneciera en ella?. Lamentablemente también soy testigo de la muerte de sus padres por un intento de robo a manos de un delincuente con un arma que nunca debió dispararse. Veo todo, el rostro del patético ladrón, el llanto casi eterno de Thérese adolescente. Luego en su juventud, veo sus comienzos en el hospital Saint Thierry, su encuentro con su primer pareja, Ewan, un fornido y mal nacido montañés que por el mal trato que le prodigaba, no era el más indicado para una mujer bella y dulce como ella. Ewan era únicamente masa muscular y mentalmente vacío. El romance es efímero y la pareja no dura nada. Luego todo se torna violento y desagradable para ella. Es así que lo abandona para siempre volcándose a la atención de enfermos en el hospital. Mi increíble experiencia en la mente de Thérese me lleva a ver también todo el tiempo que ella dedicó a mi cuerpo inmóvil durante el lapso en que pasé en estado de coma en el hospital. Día tras día la dedicación que prestó a mi cuidado fue elogiable, pasan ante mí los días interminables de rutina diaria en la que Thérese me atendía, me alimentaba vía intravenosa, luego me aseaba completamente, me perfumaba, y a veces me besaba suavemente en la mejilla, todo era observado por mí, como si asistiera a una película y estuviese dentro de ella. - (Pero). En la escena que presencio, ella me está inyectando una intravenosa del contenido de un pequeño frasquito rojo. - (Qué es eso?). La sorpresa me deja perplejo !. - (Mi padre está en la habitación del hospital!). Y le dice a Thérese. - (Le administras el frasco que te he estado trayendo como te indiqué cada 48 horas exactas?). A lo cual ella contesta rápido. - (Si Sr. Ministro y está reaccionando progresivamente). - (Creo que pronto despertará). - (Bien, sigue así que necesito de pié a mi hijo para una gloriosa misión que nadie más puede cumplir!). - (Solo él esta preparado para eso!). Y exclama Thérese. - (El va a reaccionar Sr. Ministro, porque.., le he prodigado la mejor atención, y además lo amo Sr.!). - (Yo lo amo Sr., yo amo a su hijo!). - (Que?). - (Que dices!!). - (Eres es una perfecta imbécil, mujer!). - (Como puedes amar a un hombre en estado de coma!). Ella le responde. - (Aun así lo amo con toda mi alma!). Muy contrariado, dando su infaltable portazo, finalmente se va de la habitación y en la solitaria sala del viejo hospital Thérese se acerca, me besa en la boca, cual parezco sentirlo en este momento y expresa esas palabras. - (Amor cuando despiertes haré el amor contigo y dejaré correr los ríos de nuestros orgasmos como si fueran océanos!). En tanto mi reflexión giraba en torno a la sustancia que me hacía inyectar Farís. - (Dios, que tengo corriendo por mis venas entonces?). - (Dios mío!). Mi cuerpo pareció salir de sus bellos ojos en forma de rayo diminuto y tomar de nuevo mi dimensión en el sillón en que nos encontrábamos a sorpresa mía fuertemente abrazados y besándonos. Ella desconociendo lo que había sucedido segundos antes me besa suavemente. Humedeciendo dulcemente mi boca. - Omar, te amo!. -Te amo como jamás amé a otro hombre!. Comienza a librar los grandes botones metálicos de mi gruesa camisa. Con premura y muchos nervios solté todos los lazos de su corsé y desabotoné uno por uno sus veinticinco pequeños y dorados botoncitos de sus finas enaguas de seda rosa, luego ella finalmente dejó caer sus bombachas, dejando al desnudo su bello cuerpo. Sus mejillas cobraron un suave rubor rosado fundiéndose con el color de sus labios. Forzó mi intención de besarla hasta desangrarme, la vi desnuda sobre la cama, era un ángel de piel aterciopelada, ya estaba ella sobre mi cuerpo y percibí estar dentro de ella con enorme placer. Ella unió sus labios a los míos, y su lengua ahogaba mi garganta creando una profunda vorágine de gozo y de placer. Sus movimientos eran tan eróticos, tan sensuales, como angelical era su cuerpo. Era tal la temperatura alcanzada por ambos que ardían nuestros pechos. El espasmo, la exhalación, el orgasmo, hizo estremecer nuestros cuerpos fundidos cuál dos ríos unen sus fluidos y forman un sereno y pacífico mar. Thérese, mi amor, que hiciste de mi! Te amo Omar!, te amo!. - Siempre he soñado con este momento, hacer el amor con el hombre que amo. - Omar, me hiciste la mujer más feliz de la tierra! - Cariño?. - Porqué te quiero tanto Omar? - Te diré, Thére, eres la única mujer. - Lo entiendo amor!. - No, no entiendes. - Que?. - Que eres la única mujer en este mundo que se enamoró de un hombre que por tres años no se dio por enterado de ello!. - Ay!, tonto!, que dices? - Si!, Thére, me amabas y te fui indiferente por tres años!. - Ay!, Omar, habla seriamente!, estuviste en coma esos años! - Me amas?, dime ya!. - Thére, como no amarte cariño?, negar que te amo es negar que estoy vivo! - Thére, te quiero mucho!. - Porqué amor?. - Porque quiero vivir el resto de mi vida a tu lado. - Porque mi piel se funde junto a la tuya y formamos un solo ser. - Eso es química, amor!. - Que es el amor cariño?. Thére me coloca en un brete, que responderle?, el hombre cuenta sobre el amor desde los inicios de su aparición en el planeta, pero creo firmemente que existen variadas formas de amar. Amar la belleza, amor de madre, de amantes, amar el tiempo disfrutado junto a tu pareja, quien ya con entradas arrugas y decrépita vejez se ama aún más. Amor al trabajo, el artista que ama su obra. Los científicos califican que el amor es un reflejo posesivo del macho hacia la hembra en función de generar el acto sexual al fin de preservar la especie. Pero creo que las especies evolucionaron al ritmo que también lo hicieron sus sentimientos y las emociones que estos generan. Entre ellos, el amor. Asimismo existe una confusión de sentimientos en el hombre moderno, ya que no es amor, el deseo sexual ó la posesión, esta última trae sentimientos de egoísmo, celos, desconfianza, temor, odio y demás emociones negativas que se desprenden del derecho de poseer. No, el amor puro es distinto. Es Felicidad, es un estado mágico, hipnótico, es sentido de unidad, respeto mutuo, coincidencias y compatibilidad. - Thére, el amor es estar enamorado, y estar enamorado es estar loco! - Y yo estoy loco por ti amor!!. - Omar, entonces somos dos los locos!. Y nos fundimos en un apasionado y prolongado beso. Estábamos agotados, y tendidos en la cama fuimos invadidos por una paz increíble que sin duda dejó paso al sueño profundo en que nos sumimos. Duermo y sueño que Thérese me llama. - Omar, amor! Despierto, apenas la luz del día me deja ver a Thérese acercándose con la bandeja con el desayuno, me da un beso, me coloca otra almohada detrás y nos sentamos juntos a desayunar en la cama. El sol deja entrar varios rayos de luz que iluminan la habitación dándole forma y color de escena romántica. Cuanta felicidad siento en este momento. Pero mis pensamientos me remitieron a la realidad de mi compleja situación. - Debo hablar con mi padre. Si poseo el don de entrar en la mente de las personas, puedo intentar ver que se oculta detrás de la horrible transformación de mi padre. Sin duda debe ser monstruoso. Todavía sonaban en mis oídos las altisonantes carcajadas de la reunión en la biblioteca del castillo y la transformación en verdaderos animales monstruosos que aspiraban el gas letal rojo. - Como enfrentarme a ellos? - Como destruir esa enorme embarcación donde elaboran el mortal gas sin perjudicar a la población?. Mi mente no cesa de calcular posibilidades, el gas debe estar contenido en tambores de fácil transportación, liberarlos al aire sería fatal para la población que lo aspirara, pero porqué lo elaboran en estado gaseoso y no liquido?, acaso si se mezclara con agua perdería su poder letal? Thérese se lleva la bandeja del desayuno mientras me pregunta. - En que piensas Omar?. - Tu rostro solo me deja adivinar tu enorme preocupación, por Dios, di algo? Aspiré aire y me propuse una respuesta cuando de pronto los rayos del sol que penetraban por los vidrios se ocultaron ante la presencia de varios comandos militares en uniformes oscuros y muy armados, que se movían rápido colgados de gruesas sogas, por afuera de la ventana. La sorpresa y la falta de experiencia en situaciones similares, congelaron mi probable reacción. Los comandos gritaban y se mostraban amenazantes con sus armas con la bayoneta calada, sumado a la violencia que imprimieron al operativo, sólo lancé un grito. - Therese!!. - Al piso!, arrójate al piso, Therese!. El estruendo producido por estos comandos al lanzarse contra el vidrio de la amplia ventana, produjo más desorientación y confusión en mí. El departamento de Thérese, era muy coqueto, y ordenado, sobre el ventanal, en su marco de madera había ella colocado macetas con plantas de su gusto, éstas echaron sus pedazos y la tierra que contenían a todo su alrededor. Había trocitos de vidrios por toda la habitación, en un momento me pareció ver la escena total congelada, el sol seguía queriendo entrar en la habitación, pero ésta ya no era el lugar encantador de unos minutos atrás. Ahora era un caos total, soldados pisando las blancas sábanas, las almohadas dispersando al ambiente sus plumas, los vidrios cayendo por todos lados, dejaba ver un escenario de destrucción ahora. Fue todo tan rápido y sorpresivo que mi primera reacción me llevó a proteger a la bella Thérese de tamaña e inesperada agresión. - Thérese!, échate al piso! - Omar!!. - Ay!, Omar, que sucede!!. - Que pasa Omar?. - me contesta ella. - Rápido!, échate!. Alcancé a gritar. Entre el estallido de los vidrios los gritos de los comandos, y los chillidos de Thérese, no alcancé a atinar a nada, cuando un fuerte golpe en el mentón me desvaneció totalmente. Dos comandos, muy equipados, y armados hasta los dientes con gruesos guantes, me aplica uno de ellos un fuerte cross en la mandíbula del lado derecho. Es extraño, no siento dolor alguno, a pesar del recio golpe, giré sobre mí, y con los brazos extendidos y el rostro en directo hacia el piso, caí pesadamente en el mismo. La gruesa alfombra amortiguó mi caída, todo se obscurece lentamente y entiendo que me estoy desmayando. Pero sigo viendo toda la escena!. Es como vivir sin cuerpo, increíble!, veo todo lo que me pasa y estoy desvanecido!!. No puedo hablar, ni abrir los ojos, pero igual veo toda la escena!. A Thérese la llevan en otro vehículo militar con una gran cruz roja en su techo, no está desvanecida, no la han golpeado. A mi me introducen sobre una camilla en un vehículo militar igual. Ahora entiendo, estoy viendo todo desde arriba como si estuviese suspendido en el aire a unos metros de la escena!. El vehículo en que me llevan va hacia el puerto de Le Havre y el de Thérese hacia las afueras de + que muchos tienen apariencia extraña muy pálidos y de edades diversas, hay mujeres también, muchos de ellos tatuados. Es.., extraño, todos desnudos con una sabana sobre sus cuerpos únicamente. Todos duermen!. Instantáneamente cambia mi estado, siento mi rostro frío, mojado, y como si volviese la iluminación, retorno de la oscuridad y vuelvo a ocupar nuevamente mi cuerpo. Escucho voces. - Omar!, Omar!. - Hijo!, despierta ya!. Abro los ojos y veo a mi padre, Farís, frente a mí llamándome a despertar. Me despabilo completamente, pienso rápido, y le interrogo con cierto dejo de inocencia. - Do.., donde estoy?, que pasó? - Padre!, que me hicieron? Mi padre, suavizando de propósito su fuerte y chillona voz autoritaria me quiere tranquilizar. - Hijo, Omar, estuviste en estado de coma por tres años, pero, Diablos!, que te recuperamos!. - Ahora estás bien, estás nuevamente con tu padre. MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Episodio IV - Maldito Demonio. - Hijo, te necesito, llegó el tiempo de la verdad, Omar, hijo. - La guerra está a nuestras puertas!, hay que luchar por Francia! Lo interrumpo, y tratando de preparar mi plan esbozo una conversación conveniente. - Padre, desearía hablar este grave tema en privado entre tú y yo. - Bien hijo!, te puedes incorporar?, vamos a mi camarote. Me incorporo bien, no tengo dolor alguno, ni siquiera un rasguño, tomamos por un largo pasillo y bajamos unas escalerillas hasta lo que parece ser la parte mas baja del gran barco acorazado, es una gran cabina con forma de burbuja de vidrio, y controles con muchos comandos manuales, hay tres hombres manipulando palanquillas y grandes botoneras, alcanzo a reconocer e Armand Schielot, hablan entre ellos y no alcanzo a comprender que dicen, es un lenguaje muy antiguo. Está muy iluminado hacia la profundidad y paneles vidriados con formas alongadas en el exterior, veo peces, tiburones y alguna gran tortuga, también hombres ranas moviéndose por debajo del barco en extraños trajes negros y algunos buzos con cascos vidriados e iluminados para buceo de profundidad. Pasamos entonces a un muy cómodo camarote, y nos sentamos en un acolchado sillón muy blanco, mi padre, Faris, un hombre de estatura alta, grueso físico, y de voz aguda y estruendosa, trataba sin lograrlo de parecer dulce y amable en todo momento. Comenzó a hablarme. - Omar, la guerra es inminente, Francia te necesita!. - Necesita un líder con la inteligencia suficiente para elaborar estrategias militares, tú tienes inteligencia superior. - Eres mi hijo!, confío en ti plenamente!. - No puedo confiar en otra persona. Mientras hablamos, gano tiempo para entrar en su mente, entonces fijo y profundizo mi vista en sus ojos, escucho sus palabras y le contesto. - Padre, porqué yo?, que no soy de carrera militar y no tengo ninguna experiencia en estrategias de guerra? - Padre, dime la verdad!, porqué yo?. Mi mente se acelera, me siento como un rayo de luz muy comprimido que luego obscurece. Así soy violentamente inyectado en su mente. - (Está todo muy oscuro). Empiezo a percibir un cambio en la negra y profunda oscuridad, tornase a rojiza y siento calor, hay como ráfagas de color más rojo y percibo un raro olor a azufre que me parece conocer. Y de pronto me llega solo una fuerte y chillona voz. - {Ja,ja,ja,ja,ja!}. - {Cometiste pecado infeliz!!}. - {Jajajaja!}. - {Traicionaste a tu dios!}. - {Jajajajaja!}. - {Ves ahora la conveniencia de estar a mi lado?}. La situación era inédita para mí!, que estaba sucediendo?, no veía pasar nada de mi padre ante mí, pero alguien me hablaba, alguien me esperaba dentro de la mente o lo que fuera de mi padre?. - {Estúpido!, no es tu padre!}. - {Es solamente.., un animal!, que yo he variado a forma de hombre!}. De pronto entiendo todo!, este sujeto lee mis pensamientos!. - {Acaso me dices sujeto!}. - {A mí, a Satanás!, Diablo, Demonio, Lucifer, Belcebú!!}. - {Por mil infiernos!, que tienes coraje!}. - {Sabes Omar?, tu naciste con el poder de penetrar las mentes y transportarte como un ente en el tiempo y el espacio}. - {Eres algo extraño, una creación humana rara}. - {Pero tu me perteneces Omar!}. - {Según tu Dios cometiste pecado al tener relaciones carnales con Thérese}. - (Según veo sigo poseyendo el don que Dios me otorgó, por lo tanto, El o no me castigó, o no existe tal pecado). - {Ya veo, le discutirás a tu Dios la veracidad o la interpretación de los mandamientos!, Ja!, en fin, no me importa!, mejor!}. - {Cuantos más desbordes y más reglas transgredan los humanos Mejor para mis planes}. - (Y cuales son tus planes?). - (Para que me necesitas?). - (Quien es entonces mi padre?). - (Y porque tu sabias que yo "entraría' en quien creía era mi padre?). Inmediatamente caí en la cuenta que me encontraba exigiendo respuestas al Diablo como si pudiese confiar en él. Siempre manteniendo un tono burlón, con su voz de chillido muy profunda y fuerte, casi payasesca y grotesca, contesta. - {Bueno!, bueno!, vamos por parte}. - {Mis planes?, acaso no conoces mi trabajo?, te diré, mi trabajo es muy simple}. - {Mi trabajo es arruinar los planes de tu Dios!}. - {Te daré ejemplos, Omar!}. - {Te harán conocer de que lado te conviene estar!!} - {El creó el hombre y la mujer para que se amaran fielmente por siempre, fueran felices y poblaran el mundo de bellos hijos}. - {Yo logré que deseen la mujer ajena}. - {Y la logren!, Ja!}. - {Que fornicaran con preservativos en vez de hacer el amor, que se tengan celos, que se envidien, que se maten discutiendo!!}. - {Que se maten!..., que aborten, que no reproduzcan!, que se divorcien!, y mi máxima creación, los abogados para que arruinen todo!}. - {El creó los animales, yo hice que se coman entre ellos!}. - {El creó los microbios!!!}. - {Yo hice que sean una plaga para matar seres vivientes!!, y así en fin, todo lo arruino!, plan de tu Dios, plan mío para arruinarlo!!}. - {Diablos!, para eso soy quien soy!, no?}. - {Me llamen diablo, Satanás, Belcebú, demonio, lucifer!!}. - {Y tu Omar??}. - {Para que te necesito?}. - {Como verás, oyes mi voz, y no puedes verme!}. - {Es porque soy un ente!} - {Soy el mal!!!}. - {No soy físico!!}. - {Tu Dios tampoco lo es!, pero él.., él tiene un serio problema!!}. - {Ja!, quiere hacer bien las cosas!}. - {Yo?, yo solo las arruino, y hago lo mejor que puedo!}. - {Siiii!, es más fácil mi tarea, corromper algo bueno, es sencillo!}. - {Y tú?, diablos!, como explicártelo?}. - (Inténtalo, contesta mis preguntas!). Le repliqué, mientras rápidamente pensaba. - ((Estoy comunicándome con el mismísimo diablo!)). - {Digamos que lo que tu conoces como tu padre y sus secretarios, son en verdad lobos transformados en humanos}. - {Sabes?, los hombres siempre contaron historias de humanos que en luna llena se transformaban en lobos, y algo de cierto hubo}. - {Entonces los únicos cinco hombres lobos que existían les invadí su débil cerebro de lobo sin alma, y logré su adicción al gas rojo!!}. - {Ja!, Ahora me sirven con su apariencia de hombres, sus cerebros de lobos y su adicción al gas rojo!}. - {Pero tienen un pequeño gran problema!}. - {Solo sus cuerpos son humanos, sus cerebros no lo son!}. - {No tienen almas, esas bestias estúpidas!!}. - {Es entonces que les tengo que preparar cada palabra, cada respuesta, cada pensamiento}. - {Y no puedo andar haciendo daño por todo el mundo, y a la vez manejar a estas cinco bestias idiotas!!}. - {Entonces...}. - {Necesito un verdadero ser humano inteligente que dirija esta operación de aniquilación de la humanidad, que por otro lado es mi obra máxima de todos los tiempos, es lo que siempre soñé hacer!}. - {Arruinarle, "todo!", el plan a tu Dios!}. - {Sabes?}. - {Llenaría el infierno!, basta de traer corruptos abogadillos y politiqueros al fuego eterno!}. - {Esto se trata de traer poblaciones enteras!!}. - {Vaciaría el mundo!!!}. - {Tendría el infierno repleto!!}. - {Los gritos de dolor serian tantos que darían una única, enorme y bellísima nota musical, la más grande de mi existencia!}. Quedé perplejo!. Quería pensar, pero él se enteraría. Era atroz, horroroso lo que intentaba hacer. Entonces contesté. - (Pero..) - (Pero yo no haré eso que tu dices. Que te hace suponer que yo te serviría?, soy incapaz de matar una mosca, no soporto el sufrimiento del prójimo!). - (Además.., como lograrás tantas victimas)? - (Tantas como decir, el mundo entero?). No salía de mi asombro, el calor del principio de este encuentro se estaba transformando en frío, no lograba pensar nada, y además, el lo sabría. - (No me aclaras porqué yo?). - (Quien es mi padre?). Insistí. y me propuse pensar muy rápido mientras el hablara, ya que el mismo aceptó que no puede manejar todo. - {Eres especial, Omar!} - {No tienes padre, o por lo menos nadie sabe quien es tu padre, solo tu madre!}. - {Y no está aquí en el infierno}. - {A ti el gas increíblemente no te envenena, mientras estuviste en estado de coma, te hice dar dosis enormes de gas rojo y no te afectaron}. - {No solo no te afectaron!}. - {Te hicieron más fuerte!, eres algo especial, pero te tengo una mala noticia}. - {Diablos!, Siempre pensé en que los seres humanos se mataran con poderosas bombas, pero luego mi imaginación superior creó el veneno mas letal, y la materia prima de mayor contenido en el mundo!!}. - {Ja!,el mismo ser humano!}. - (Qué!!, qué dices?) - {Ja!}. - {Omar, el gas rojo se elabora a partir de la sangre humana!!}. - {Le extraemos sangre a las personas, mientras dejamos que el bazo siga produciendo más, la envenenamos y transformamos en gas que a su vez envenenará la sangre de otras personas cuando lo dispersemos!}. - {Ja!, acaso no es genial!}. Lo interrumpí casi congelado por el horror y recordé a esas personas que parecían dormir. - (Es horroroso!, monstruoso!). - (Pero.., que ganas con asesinar tanta gente, acaso son todas malas personas que irán al infierno?). - {Inteligente pregunta Omar!}. - {También me ocupé de ese detalle!}. - {Mira, todas las personas que les extraemos sangre provienen de cárceles, otros son prostitutas, delincuentes de la calle, incluso de países vecinos, Argelia especialmente, en fin todos, cuando se "sequen" y mueran les espera una recepción en mi reino caliente!!}. - (Pe..pero.., y los millones de soldados y civiles que morirán, por efecto del gas esparcido?). - {También me ocupé}. - {Claro que aquí intervienes tú, porque realmente nunca he trabajado tanto, como para este gran megaproyecto!}. - {Mira, Diablos!, que genial!, los soldados son asesinos por naturaleza militar!}. - {Ellos van derecho al infierno!}. - {Pero, con los civiles es diferente, allí hay muchos que no están preparados para entrar a mi reino del dolor eterno}. - {Ja!, pero tengo un plan!}. - {Mira, el hombre es corruptible, y más en momentos de supervivencia, cuando sus miserables vidas están en peligro mortal, la mezquindad lacerante y el descarrío es la corrupción de la condición humana transformada por las circunstancias fatales que llega hasta implicar feroces matanzas entre la propia especie humana!!}. - {Mira, cuando aparece una peste, el hombre pierde su control natural y en su búsqueda de la salvación arrasa a cualquier costa con todo a su pasar!}. - {Cuando desatemos la guerra el conocimiento por la población del poder mortífero del gas creará un caos total!!}. - {Primero esparciremos el gas en pequeñas poblaciones que serán filmadas y grabadas para los noticieros de radio y cine, tu te ocuparás de eso y, diablos! que lo harás muy bien!}. - {Cuando la gente lo vea comenzará la histeria general, el caos será proporcional a una pestilente pandemia mundial!}. - {Entonces tú les harás conocer a las masas enardecidas que aquí, en este acorazado está la salvación, que dentro de él se salvarán!}. - {Imagina cuando las enormes masas lleguen a este gran puerto y empiecen a pugnar por ser los primeros en salvarse}. - {Se caerán todos los códigos de buena conducta}. - {Será un escenario descomunal, un evento único, todos pensarán que es el fin del mundo!, Ja!}. - {Se matarán, se asesinarán, se golpearán, se masacrarán entre ellos mismos!!!}. - {Los que mueran en los muelles irán al infierno, es más, caerán, o los tiraremos al mar para hacerles compañía a todos los cadáveres que ya sembramos en el fondo del mar con los "dadores" de sangre!}. - {Y los que se impongan los haremos entrar al acorazado para suplantar a los que se "secan" dando sangre y seguirá el ciclo ininterrumpidamente!}. - {Ja!, grandioso no?}. - {Estoy tan ansioso con este plan!, diablos!, es perfecto!}. - {Es genial!, Ja!!}. - {Tu Dios quedará recluido por la eternidad a un pequeñísimo reino!}. - {Él tendrá que recomenzar de nuevo, y no le será fácil, deberá cambiar la materia prima, Ja!}. - {Le aconsejaré un ser menos corruptible}. - {Menos frágil, piel más gruesa, mas huesos}. - {Más cerebro!!., Ja!}. - {Y si, libre albedrío!}. Mi asombro ante tanta magnitud del horror llevado a su máximo nivel de maldad me dejó helado. Entonces. - (Yo no haré lo que tú necesitas de mi!, es imposible). - (Mi naturaleza es buena). - {Por mil demonios!, no Omar!, tu vida se completó junto a la bestia que hice pasar por tu padre}. - {Tú tienes en tu organismo el gas rojo de mil pecadores, asesinos, violadores, delincuentes, dirigentes sociales!}. - {Eres resultado de toda esa lacra de vidas miserables juntas, más la crianza y enseñanzas que te dio Farís Albahari!}. - {Tú puedes caminar alegremente entre poblaciones enteras muriendo y exhalando gritos de dolor, mientras tu sólo los ignorarías}. - (Pero entonces.., que soy!, quien soy?, que tengo que hacer?). - {Ja!, Diablos!, ya estas entendiendo según veo!}. - {Quien eres, bueno, un híbrido!, un ser especial, tu madre era especial!}. - {Yo diría que tu madre compartía ideas de los dos lados, hasta que quiso decidir y hubo que eliminarla, lástima, tu Díos me la arrebató de las puertas de mis calientes cavernas}. - {Sabes que Omar?, yo desconozco de donde provengo!}. - {Igual a ti!, si tu padre no es tu padre!}. - {Entonces Omar, quien es tu progenitor?, Ja!}. Ay, Dios quien soy entonces?, ya estaba mi vida complicada, pero ahora.., pero, bien, tampoco le seguiré el juego a este demonio. Respiré aliviado, y pensé tan rápido, como un torbellino vertiginoso de ideas envolventes y mezcladas, y tomé una decisión. El lo percibió, pero no alcanzó a deducir mi pensamiento veloz. - {Diablos!, Ja!, que fue eso?, otro don de tu Dios?}. - {Ja!, reconozco que no pude seguir tus pensamientos!}. - {Ves?, eres especial, puedes mentalizar a una velocidad impensada, y supongo, también actuar de la misma manera}. Aproveché mi poder de pensamiento veloz, y decidí ganar tiempo. - (Mira, Diablo, Demonio, o como te hagas llamar!). - (El hombre debe su estadía superior en el mundo a su intelecto!). - {Ja!. El intelecto!, explícame las guerras entonces!}. - {Omar, el hombre desde que está en el mundo siempre desató guerras, que lograron?, que?.}. - {Nada!, absolutamente nada!, Ja!}. - {Solo enviarme materia prima a mis designios!}. - {Ahora explícame, es eso inteligencia?, intelecto?}. - {Suma millones, Omar!, suma millones de almas clamando de dolor en el infierno!, Ja!, intelecto!, Ja!,Ja!.Ja!}. Debo salir del animal que simulaba ser mi padre, de esta forma me alejo del poder del diablo y puedo pensar una estrategia. - (Necesito un poco de tiempo, ver a Thérese, y planear lo que tu me pides y te vuelvo a encontrar). - (A propósito, como te encuentro?). Pregunté inocentemente. - {Penetra el alma de cualquier desgraciado maldito y me encontrarás}. Logré retraerme disparándome hacia afuera. A mi cuerpo nuevamente, y encontrándome con quien actúa el personaje de mi padre, que seguía hablando y hablando fiel al papel asignado por Satanás. Entonces comencé a ver más claro, estos personajes, eran sólo marionetas del diablo, con conductas y respuestas preestablecidas. Obvio, ahora están claros algunos términos que usaba Farís, eran repetitivos, se quedaba sin respuestas porque no le habían sido asignadas. Eran de esta manera muy previsibles y conociendo esto, puedo manipular sus mentes más fácilmente. Ahora entiendo porqué siempre Farís me decía esa frase clásica de "debes matar al hombre", ellos son animales, y se refería a matar hombres en una guerra. Ya empezaba a ver mas claro y a entender la situación. Ahora es tiempo de una estrategia. Debo ver a Thérese y pensar en un plan global, pero.., podré yo derrotar al propio demonio? Me incorporo y le pido a Faris, mi ex-padre. - Llévame con rapidez donde tienen a Thérese!, sabes que he hablado con Satanás. En adelante no me llames más hijo y yo te llamaré Faris. Me mira, y ahora si, noto efectivamente la mirada de bestia, salimos del camarote, y pasamos nuevamente por la gran cabina vidriada a modo de burbuja de comando general. allí reconozco en los tres operadores a los secretarios de Faris que habían estado en la biblioteca en aquella noche infernal. - (Pero, eran cinco!). Entonces le pregunto con fuerte voz de autoridad y mando superior. - Eran cinco, donde esta el otro? - En la casa de gobierno, es el secretario del Presidente, es quien maneja los asuntos de estado, nosotros cuatro nos ocupamos de la producción del gas rojo, y él, Schielot, se responsabiliza de todas las operaciones desde Versalles, al Ministerio de Guerra, movimientos de las tropas, comunicaciones, y finalmente órdenes de guerra. - Necesito un informe general con mapas de la posición de los regimientos, los suministros de los mismos, el cronograma de los informes a la prensa y con cuantos camiones de transporte de tropas contamos, tanques, aviones, barcos y armamento general de bajo y alto poder. Es que yo conocía perfectamente que Francia no estaba preparada para una guerra, en estos tiempos que corren mi País dispone de una reserva mayor de artistas y científicos que soldados. - Hazlo llegar rápido donde esta Thérese, allí estaré yo. Mientras bajábamos las escalerillas del poderoso Acorazado, me di cuenta que yo estaba dando órdenes. - Cuantos dadores de sangre hay en este momento? - 9.652 humanos. - Cuanto gas tenemos en total producido?. -15.000 kilos, en 75 tambores. Rápidamente, pienso una pregunta clave, ya que estoy convencido que el gas se diluye totalmente en el agua salada. Pregunté entonces. - Supongo que tuvieron la precaución de asegurar los tambores del agua de mar?. - Sería un desastre si cayeran al mar, se perdería todo lo producido!. - No pasará, ya que los aislamos en una bodega cerrada y protegida con guardias armados. - Y el agua del mar no puede entrar a la bodega?, acaso no tiene compuertas? Respondí con acierto y rápido, pero buscando errores de seguridad. - No lo pensamos, tiene varias puertas exclusas, ignoramos esa posibilidad, habría que revisar los planos. Justo lo que buscaba, el agua afecta al gas, entonces le ordené.. - Envíamelos, junto a los otros!. Mi cerebro rápidamente empezaba a elaborar un plan, y miles de ideas se agolpaban en mi mente como si fuese yo un increíble agente de inteligencia. Pensé en que necesito ayuda, y que puedo apelar a razonar con funcionarios del gobierno, que no todos estarán con esta iniciativa bélica. Entonces doy la orden. - Rápido, búscame una chaqueta de oficial superior con un arma, un jeep y un soldado que conozca donde está Thérese, que me lleve hasta ella!. - Omar, ella no ha sufrido daño de ninguna naturaleza. - Mas te vale Farís!. El baja conmigo desde la escalerilla del enorme Barco hasta la explanada del Puerto, allí hay varios jeep parados, y un grupo de oficiales de guardia. Faris, hace señas a uno de los chóferes, es un joven soldado, no es de Marina, es del Ejército. El soldado presto a la orden, da la vuelta al jeep, y se acerca a mí. Al verme con chaqueta de oficial superior, realiza el saludo de consigna, y subimos al vehículo con rapidez. Inmediatamente salimos del puerto, tomamos el camino viejo a d'anvers. El joven soldado que Farís me facilitó, conducía y no emitía palabra, yo necesitaba hablar con el, entonces corté el silencio. - Dime tu nombre y tu edad. - Paúl Canoútt, 19 años, señor! - Cual es tu ocupación Paul? - Oficial mecánico del regimiento octavo, Comunicaciones de la Marina señor! - Bien, desde ahora pasarás a ser mi custodia y chofer personal!. - Te haré una pregunta personal directa y quiero una respuesta sin condicionamientos y absolutamente sincera, fuera de protocolo. - Has matado alguna vez Paul? - Nunca señor, y no creo que pueda hacerlo alguna vez. Respiré aliviado. - Ves algo extraño en esta escalada bélica?. - Si me permite señor. - Llámame Omar, paul, y deja el protocolo militar de lado. - Soy un civil que por razones muy especiales tengo condición de mando, ahora contesta con tranquilidad. - Bien Omar, todos creemos que algo muy extraño está sucediendo en los altos mandos. - Alguien está manejando al presidente y sus ministros como a títeres, ésa es la impresión en general de todos. - Bueno Paul, te confiaré que yo pienso igual, y mi tarea es desentrañar todo esta maniobra del primer ministro y sus secuaces!. - Formaremos un equipo Paul, te necesito no sólo para salvar Francia, es el mundo el que está en peligro! - Tan grave es la situación Omar? Me pregunta muy inocentemente Paul!, como contarle la horrorosa y cruda realidad?. Como explicarle que quieren terminar con el mundo que hoy conocemos de la forma más horrenda?. - Es muchísimo más grave que lo más alarmante que se te pueda ocurrir!. - Dios!. Exclamó Paul, y me dio pauta que está realmente de mi lado. - En algún momento te contaré todo, pero ahora debemos movernos. Llegamos a la pequeña localidad de D'ambers, donde el quinto regimiento francés había tomado sitio en el hotel principal. El mismo estaba formado por el coronel Charles Parachut, diez sargentos, veinte suboficiales y dos mil soldados. Había muchas carpas armadas en un descampado frente al pequeño hotel. Estaba el regimiento ya preparado para el combate. - Paul, como ves esto. Interrogo por mi desconocimiento y además tengo que conducirme con suma cautela. - Según mis pocos conocimientos estas tropas están listas para entrar en operaciones, ya los camiones tienen cargados armas y pertrechos. - Cual es el plan Omar? Pregunta Paul. Como decirle que aún no tengo plan?, y peor, además no creo que lo tendré nunca!. Todo será pura improvisación y Dios mediante lograr resolver este gran problema. - Debemos sumar voluntades rebeldes a la guerra Paul!. - Nuestro plan será forzar la caída del primer ministro Farís. - Paul, conoces a alguien aquí?. Me responde rápido sorprendiéndome. - Al coronel Parachut, Omar, fue mi instructor en la academia militar. - Que me puedes contar de él. - Es un militar de academia, siempre fue instructor, ésta es la primera misión militar real en que interviene. -Entremos a hablar con el, pero escucha Paul, déjame hacer, verás algunas cosas extrañas que te sorprenderán, tú no te inquietes, mantén siempre la calma. - Como tu digas, yo te seguiré Omar, tu dices y yo haré, creo en ti, algo me dice que es muy importante tu misión Entramos, dos jóvenes soldados nos saludan, pedimos por el coronel, y nos acompañan hasta una pequeña habitación del hotel a modo de oficina. En la misma se encuentra el coronel, dos oficiales y una suboficial, el coronel nos saluda y nos anticipa. MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Episodio V - La Matanza. - Me anticiparon su llegada y recibí instrucciones del comando general de poner mi regimiento a su servicio. - Omar Albahari es su nombre y su cargo y grado es teniente de inteligencia militar, además es hijo del primer ministro, verdad? Obvio, el coronel se ponía a mis órdenes por los antecedentes que me precedían, a favor de la guerra!, pero como explicar?. - Coronel, necesito ver que traigan a Thérese y deseo tener una conversación con Vd., el soldado Paul y Thérese. Inmediatamente envió a la soldado Paola a buscar a Thérese e hizo salir a los demás, quedamos el, Paul y yo. Nos sentamos frente a el coronel Parachut, e intento crear una conversación mientras comienzo a penetrarme en su mente. - Coronel, deseo llevar con Vd. una conversación personal, fuera de protocolo militar, ésta quedará al margen de mi cargo y mi relación con Farís. - De hecho él no es mi padre natural y no tengo ningún punto en común con sus ideas. - Coronel está Vd. de acuerdo con iniciar esta locura bélica y con el uso del mortal gas rojo? En instantáneo con la pregunta realizada, mi mente comenzó a precipitarse como si me eyectara en un chorro muy luminiscente y ya estoy dentro del coronel, todavía no puedo dejar de sorprenderme lo que soy capaz de hacer. Nuevamente soy testigo de la historia de un hombre, pero dentro de él!. Es increíble!, tengo dos puntos de visión, dentro del coronel su vida, y fuera desde una vista elevada veo y escucho la conversación y la escena de la oficina, es como desdoblar mi mente. Todo pasa en milésimas de segundos, en los que increíblemente puedo ver pasar una vida. Me estoy viendo a mi mismo!, ciertamente puedo estar en varios lugares a la vez en forma rara de ente inmaterial. Veo y hago pasar rápido acontecimientos naturales de la niñez y juventud del coronel, hago parar las escenas de su vida que me interesan, me aseguro que tuvo una vida honesta y sana, cree profundamente en Dios, su vida está lejos del alcance de Satanás. Es una buena persona el coronel y muy correcto, me hace pensar en la reivindicación del ser humano contra la pobre y conveniente lectura que hizo Satanás del hombre, estoy más seguro que no está todo perdido. Como un rayo me desconecto de su mente y vuelvo a ser uno en mi propio cuerpo. En tanto el coronel responde con una voz pausada y casi inaudible. - De hecho soy militar de carrera, pero eso no me obliga a aceptar una contienda bélica contra mi voluntad, creo en Dios, y creo que la invención del gas rojo es algo diabólico. Y agrega. - Francia no debería ir a la guerra, no tenemos motivos, no hay conflictos con países vecinos ni nada que la convalide. - Coronel, la situación es muy complicada en los altos mandos militares, hay algo macabro en todo esto en el primer ministro Faris y sus seguidores. - Ellos sólo buscan producir el caos total, el mayor daño posible a la humanidad!. Los músculos faciales del coronel se tensaban más a medida que iba yo tratando de explicar la enorme gravedad de la situación. - Siempre creí que algo maligno sucedía con Farís, pero esto que me cuenta supera mucho mi imaginación. - Cual es su idea para evitar ésta locura increíble Omar?, tiene un plan?. Paul también, en silencio, pero con un movimiento y girando su rostro hacia mí, deja entrever nuevamente el mismo interrogante. Antes de ensayar una respuesta el silencio se instala en la pequeña oficina y sólo es interrumpido por la entrada de Thérese, que sollozando, de inmediato se arroja a mis brazos. Ella está bien, no ha sufrido maltrato alguno y me cuenta que quedó alojada en una habitación del hotel con trato muy gentil. - La situación es muy complicada Thérese, siéntate y presta atención a esta conversación. - Coronel, el único plan posible pasa inexorablemente por encerrar muy seguros a los cinco malditos que son la cabeza de esta trama siniestra. - Ellos son el primer ministro Farís Albahari, Schielot, el inventor del gas rojo, y sus tres secuaces que producen el gas, ellos están en el gran acorazado Rojo en el puerto de El Havre, Schielot mueve los hilos en el palacio presidencial, muy posiblemente tenga de rehén al mismísimo presidente de la República. - Luego hay que desactivar o desnaturalizar el gas rojo. Mientras Thérese sentada a mi lado me tomaba fuertemente de las manos, el coronel, Paul, y la soldado Paola que había entrado con Thérese me observaban con ansiedad en sus fijas miradas esperando el desarrollo de mi plan de acción. Tengo que resolver esto sin narrarles mis encuentros con el Diablo, y mucho menos con Él y el don que me otorgó, no lo creerían jamás. - Coronel, Faris, Schielot y los tres operadores del Acorazado Rojo, son en verdad casi bestias con inimaginable maldad. - Yo estuve en ese barco y allí tienen 10.000 personas a quienes les sacan sangre para elaborar el temido gas rojo!. - El plan de Faris es un genocidio mundial, es una absoluta locura!, no será una contienda contra Países sino contra el ser humano, buscan el fin del mundo, tal cual lo conocemos! Quedaron mudos, sus rostros gélidos, el coronel me pregunta con voz quebrada y recortando sus palabras. - Pe.., pero, Omar, esto que Vd. cuenta es espantoso!, quienes son en realidad estas bestias malditas? - Charles, Vd. no lo creería, pero es mucho más macabro de lo que piensa, y muy complicado, debemos actuar rápido e inteligentemente. - Necesitamos juntar un grupo muy adiestrado de 20 o 30 comandos en quienes podamos confiar plenamente, yo debo reunirme con ellos y los analizaré y de allí sumaré o descartaré, pero nadie más que nosotros cuatro podemos conocer esto. - Cinco! - me interrumpe Charles, señalando a la soldado Paola quien se hallaba en silencio en un rincón de la oficina. De pronto me di cuenta de mi error!, a ella no la transfundí, no conozco su naturaleza!. - Ay!, mi Dios, que error acabo de cometer! - exclamé. De inmediato fijo mis ojos en ella y con velocidad inusitada me dejo llevar a su mente mientras sigo atento a la reunión desde arriba, elevado al nivel del techo de la oficina. Estoy en Paola, pasa rápido su niñez, presencio una pelea típica de jóvenes en viaje de estudios, Paola pelea con otra niña por un chico a quien las dos aman, pero, Paola ahoga con un pañuelo en la boca a su compañera y luego la tira a una laguna, en todo momento Paola tiene una expresión malvada, luego todo obscurece y se vuelve tornasolado a rojizo, de nuevo las lenguas rojas emergiendo y la voz. Esa voz profunda chillona, aguda y payasesca, que parecía salir de una grotesca boca. - {Ja!, tu no entiendes Omar!}. - {Yo soy Satanás}. - {Que no entiendes que no me puedes eludir?, no puedes evitarme Omar!}. - {Estoy en cada alma maldita que me hará compañía en esta enorme y eterna hoguera!,Ja!} - {Sabes Omar?, Ja!, Demonios!}. - {Sorpresa!!, adelanté los planes!}. - {O mejor aún!}. - {Los acomodé a la medida de tu imbecibilidad!}. - {Quiero que veas un anticipo del infierno para convencerte finalmente de lo conveniente de estar a mi lado y aceptar mi humilde y conveniente propuesta!, Ja!} Me dije mil veces, idiota!, nooo!, no podía haber cometido semejante error, pienso rápido, veo la oficina, entran varios militares de alto rango, dan órdenes, la tomo fuerte del brazo a Thérese y Paul. El coronel se levanta y sale con los oficiales de la oficina, en ésta quedamos solos Paul, Thérese y yo. - (Pero, que pasa allí, que estás queriendo hacer?). - Requerí a él. - (Por Dios no le hagas daño al coronel y sus hombres, yo soy el culpable, hazme daño a mí, yo soy quien debe pagar por lo sucedido!). - {Por mil Diablos!, me pides por Dios?}. - {Si que no entiendes nada aún!!}. - {A ti te necesito como eres, además no puedo penetrar tu mente, contigo debo ser convincente únicamente!!}. Mientras hablaba con Satanás en la mente de Paola, velozmente invadí la mente del coronel, quien subía a un vehículo en compañía de dos generales al frente de la columna de sus soldados, y se dirigían a la frontera e intenté pararlo - (Coronel, no siga, va hacia la muerte Vd. y sus hombres, rebélese!, pare la columna por Dios!, va a ser una masacre!). Pero ya no podía "entrar" al alma del Coronel, desde su mente estaba en bloqueada. En forma muy fugaz intenté variadas formas de llegar a él, pero era inútil, su conciente, su alma y mente estaban cerradas a mis posibilidades. Mi desesperación era incontrolable, ya sentía dolor en mi alma por lo que inevitablemente estaba por suceder. El demonio bloqueó su mente y alma. - {Ja!, es inútil intentar ahora parar el infierno que desató tu tozudez, van a morir todos}. - {Ja!, Lo que verán tus ojos y oirán tus oídos, terminará por convencerte finalmente de ocuparte de mis asuntos en este gran proyecto}. - {Ja!, Por Lucifer!, que no entiendes Omar?}. - {Yo hago el mal!, sólo el mal!!}. - {Solo hago daño, mi tarea es específicamente hacer malditos a hombres y mujeres, y ya negociada sus almas me los llevo al reino del dolor y el fuego eterno!}. - {Entonces escucho esa hermosa música producida por los gritos de dolor que emiten con inusitado tono}. - {Que?}. - {No sabes?}. - {No es comparable con ningún clásico musical de tu mundo!}. - {Ja!, Diablos!, ésta es única, especial, tiene fuerza, mucha voluntad y principalmente constancia!}. - {Te gustará Omar, te gustará!}. Pensando velozmente, reflexioné, entre quedar escuchando las barbaridades de este omnipotente Demonio, o intentar salvar al Coronel y sus hombres. Tengo que parar al coronel y sus hombres, entonces dejo velozmente la mente de Paola y desesperadamente regreso a mí, en la oficina. Thérese, muy patética me mira a los ojos y casi en dúo con Paul me requieren. - Haz algo Omar, van hacia una muerte segura!. - Paul retírale el arma e introduce tras las rejas a Paola, luego quédate aquí protegiendo a Thérese, tomaré un casco y el jeep e iré tras ellos. En dos saltos estaba sobre el jeep y a toda velocidad fui tras ellos, debía llegar en tiempo, el camino es sinuoso y accidentado, pero lo hago rápido. No soy muy ducho en andar por estas colinas, el camino muy serpenteado y la velocidad que le imprimí al jeep era inusitada para mí. El vehículo volcaba en cualquier momento por la velocidad impuesta, la ansiedad y la desesperación por evitar lo quizás inevitable ya. Estoy percibiendo un extraño olor, no es pólvora, es azufre!, Dios!, que estaba pasando allá. Las colinas adelante, no me permitían observar, pero me llegaba un murmullo lejano extraño, acelero más, y más, el jeep salta mucho, empieza a surgir barro en el camino rojizo. - (Rojizo!, por Dios!, han esparcido gas rojo!, no!, por favor que no sea gas rojo). De pronto se abren las colinas a un gran valle y en un instante el jeep derrapa y salta con fuerza del camino, cae varios metros dando tumbos, me despide con fuerza y quedo inconsciente por un breve momento. Recobro el conocimiento. Y todo a mí alrededor gira. Entonces la escena increíble surge como una pesadilla a mis ojos. Finalmente cesan y se pierden los recuerdos, dejando paso a la cruenta realidad. Es como que se escurren en los pasadizos de mi mente y recupero mi lamentable visión actual. La grotesca y cruenta escena está allí, mis ojos se abren lentamente, como no queriendo saber más, pero sí, allí están los miles de muertos. Siguen allí, a mis pies, como una alfombra de cadáveres cubriendo todo el horrible y ahora rojo valle. Y las hojas de pronto vuelven a caer, también el olor a azufre vuelve a mis sentidos trayéndome nuevamente a la cruenta realidad reinante. Dios!, como pude permitir ésta masacre!. El sentido de seguridad de horas atrás se derrumba ante tanta realidad, me siento vencido, estoy ante un enemigo muy poderoso, un sólo error, y dos mil muertes inocentes. Camino lentamente entre los cuerpos sin vida de tantos inocentes y ruego por ayuda a Dios. Dios!, ayúdame a enfrentar a este monstruo infernal, sólo no puedo!. Mi cabeza gira nuevamente, pierdo las fuerzas, caigo de bruces al suelo, en el barro rojizo y me parece hundirme en el, sí, mis zapatos se hunden penetrando en el barro enrojecido. Estoy a un lado de un camión inclinado cargado de cadáveres, oigo un susurro, un lamento de dolor muy bajo, apenas audible, el chofer del camión, un muy joven soldado está muriendo, no se mueve, abro la puerta, lo tomo en mis brazos y lo apoyo en las ruedas del vehículo, esta muy herido, me acerco a él. - Díos mío.., ayúdame. - balbucea el niño soldado. - (Ay!, Dios!, ayúdalo!). Lo miro a los ojos, se me desprende una gran lágrima. La lágrima de mis ojos se proyecta a los ojos del joven soldado formando una línea entre el y yo, por la cual me siento llevado a su mente y soy violentamente arrastrado al alma del joven soldado. Entrando de pronto en un laberinto oscuro y profundo, pero a la vez me siento como suspendido y elevándome hacia una suave luz, la paz y la armonía absoluta vuelve a mi cuerpo, mi corazón late con pausa inusitada, puedo sentir correr los fluidos de mi cuerpo, ya sentí esto antes, estoy ante Él. - (Dios!, Padre mío, ayuda a este pobre niño!), Entonces oí su voz. - . - . - . - (Padre fui vencido!, fracasó la misión que me encomendaste!, cometí un error y mira Padre!, mira los muertos!). - . Me respondió ante mi asombro, tal es así que sólo atiné a decir. - (Pero Padre..). - . - (Padre, eran jóvenes, estaban vivos, no merecían morir así!). - . - . - . - (Padre, como hallar la diferencia entre la maldad y la bondad?). - . - . - (Pero, Padre!). - (Tu eres fuerte, usa el don que te he otorgado Omar!, esta primer batalla la has ganado). - . - (Padre, ayúdame a luchar!, no me dejes solo!). - (Dime como hallarte!). - . - (Padre!). Fueron sus últimas palabras, en este segundo encuentro con Dios, quedé totalmente sorprendido, porque sólo Él podría ser tan sabio. El niño soldado había fallecido, sus ojos se cerraron en este mundo, pero su rostro denotaba una fuerte instancia de paz. Otra vez estoy de pié, caminando hacia D'auvers, no debo ver atrás, debo pensar nuevamente una nueva estrategia, hasta ahora sólo confío en Thérese y Paul. Adelante a un costado del camino veo un camión militar y unos seis soldados apoyados en el vehículo, aún llevo la chaqueta de oficial, al verme, y en tan mal estado, vienen al encuentro, obvio, estoy sucio, enlodado y teñido por el gas rojo. Al acercarme, caigo de bruces, cansado, abatido. Los soldados se mueven para sostenerme. - Soldados!, no me toquen!. Coloquen a mi alcance una lata con agua para desactivar el gas rojo de mis ropas. Me miran desconcertados, murmuran entre ellos, acercan el agua, vacío la lata de agua sobre mi cabeza y cubre todo mi cuerpo, el color cambia, desaparece el rojizo y queda incoloro. Aún sin entender nada de lo que sucedía conmigo, me reciben con inocente alegría. Entonces me cuentan que quedaron rezagados de la columna del regimiento por desperfectos del camión. Seguidamente me requieren información de la posición de sus compañeros. Son seis jóvenes soldados, adolescentes, niños aún. - (Que contarles?). - (Que murieron todos?). - (Que no hubo enemigo?). - (Que??). - pensé rápido. - Bien, el regimiento fue reasignado a la frontera, Vds. quedan bajo mis órdenes y volveremos a D'auvers. - Por ahora son parte de mi grupo logístico en una misión importante de inteligencia militar. Luego los observo individualmente, son jóvenes soldados, casi niños, deben tener un máximo de 17 años. Quien puede a esa edad dar lugar al Diablo en su alma? Pero no puedo confiar en nadie, ya que mis errores pueden dar lugar a millares de muertos. Pienso y actúo rápido, mientras les pido los nombres y edades, e inicio una conversación, intento hacer una entrada masiva a sus mentes y almas, algo que nunca hice y desconozco su resultado. Pero en mi lucha contra Satanás necesito todo el poder que pueda disponer y que me ha sido dado por Él. Elevo mi mente por sobre ellos y produciendo una especie de estado hipnótico sobre los seis soldados intentando desdoblar mi ente etéreo e infundirlos a todos a la vez. Increíble, estoy sobre ellos, y colocando sus ojos en paralelo, instantáneamente, y con fuerza, me introduzco en sus mentes y almas. Asombrado, mentalmente, veo fluir ante mí las vivencias de seis personas juntas, es una visión superpuesta, una sobre otra, son seis hojas de una gran enciclopedia que se abren y pasan juntas, no hay nada, están limpios, gracias a Dios. Salgo, me retiro de sus mentes y almas tan velozmente como entré, y estamos hablando de sellar el camino, obvio, nadie debe llegar a ese valle, moriría seguro al tomar contacto con los restos del gas rojo. Colocamos grandes piedras cerrando el camino y un cartel advirtiendo el peligro. Paul es mecánico, le llamamos por radio y nos brinda indicaciones que los jóvenes llevan a cabo, un soldado le da palanca y funciona el motor del camión. Mientras viajamos de vuelta al pequeño poblado de D'auvers, mi cabeza no puede despejarse de la macabra escena del valle sembrado de cadáveres rociados con el gas rojo. - (Maldito!, maldito Satanás!). Tanta gente fallecida, tantos jóvenes que en la plenitud de su existencia no alcanzaron siquiera a percibir el sabor de la vida!. - (Pobre Coronel Charles!). - (Además que hacer con ese lugar con tanto resto de gas y tantos cadáveres que merecen sepultura?). Los vientos pueden esparcir el gas y los cuerpos cadavéricos en unos días llenarían de pestes a la región. - (Por Dios!, que problema!). - (En que me estoy metiendo?). Es la situación más horrorosa y trágica de toda la historia de la humanidad, es el fin del mundo, el fin de la especie humana, y justamente yo debo salvarla?. Mi reflexión me lleva a tratar de definir esta situación. Dios recibe en su reino a los hombres, mujeres y niños de buena voluntad. El maldito Demonio arroja a su recalcitrante infierno a los que vivieron aplicando la maldad al prójimo, pero.., si yo no paro esto, quien queda en el mundo?, igual sería el fin?. Al reino de los cielos unos, para vivir eternamente en paz en compañía del Señor. Al infierno los otros para penar por siempre y producir ese sufrido clamor musical eterno que tanto regocijo le produce a Satanás. Y aquí, en mi mundo, qué?, es una dicotomía irónica y patética a la vez!. Que hacer?, no lo puedo contar a nadie!, me internarían en un hospital psiquiátrico sin siquiera pensarlo dos veces!. Quien cree en el Diablo?, quien en el infierno?. En su mayoría creen en Dios. Pedir ayuda sin contar la verdad?, tergiversarla?, si formase un grupo de hombres para acabar de alguna forma con este evento, no debe haber uno solo con el alma entregada al diablo. Tampoco debo tener comunicación con nadie que antes no lo haya analizado, pues Satanás debe estar ansioso que yo cometa otro error. Por mi alterada mente pasaban en milésimas de segundos miles de alternativas de encarar y siempre terminaba en el mismo interrogante. Se rendirá alguna vez Satanás?, existe esa posibilidad?, o acaso hacerle desistir de su macabro plan?. Como lograrlo?, es posible?. El camino posee grandes curvas siguiendo un sendero y evitando pasar por una enorme cantera de mármol blanco, similar al de Carrara en Italia, el gran hoyo que hicieron esas enormes máquinas excavadoras, topadoras y sus grandes camiones, mide casi un Km., vemos los obreros moviendo toneladas de tierra. Creo que los soldados y yo pensamos lo mismo. Que inocentes y empeñados en sus tareas están, ignorando la patética y horrible realidad. - Soldado, vira el camión, y conduce hacia el campamento de la empresa marmolera. - Si Sr.!, allá vamos, ahí lo tenemos. Señaló el soldado un pequeño descampado con varios trailers entre mucha ropa tendida a secar. Al llegar pido por el gerente de la empresa y me recibe en su trailer reformado a modo de dormitorio-oficina. Actúo por reflejo natural, lo miro, e instantáneamente me inyecto a su mente y alma, pasa toda su vida y ya asegurada su desvinculación del Diablo, le dejo una orden en su cerebro, es como la hipnosis, va a llevar a cabo la tarea y luego no recordará nada. Debe llevar todas las máquinas al valle, liberar antes aguas del dique hasta un metro de altura sobre el valle, que tape todos los cadáveres enrojecidos para eliminar la actividad del gas y luego tapar con dos metros de tierra el mismo, arrancando de las laderas de las colinas. Les dejo muy ordenado paso por paso, lo que deben hacer, como abrir las exclusas del dique, y luego desde arriba hacia abajo utilizaran las máquinas llevando tierra, que taparán los cadáveres hasta dos metros a dos metros y medio de altura. Me desconozco haciendo esto, jamás en mi vida hubiera pensado que estaría dando esta patética orden. - (Enterrar dos mil hombres en un valle!!). - (Acaso tengo otra posibilidad??). - (El lugar se encuentra altamente contaminado con el gas rojo). Lo harán y nunca recordarán nada, cuando regresen a la cantera sus mentes volverán a la realidad cotidiana. Dejo el trailer, vuelvo al camión y encuentro a los seis muchachos discutiendo entre ellos la situación. Tomé cuenta que estaban confundidos, desorientados, y tenía que hacerles una conversación. - Ahora sí, volvamos rápido a D'auvers, pero antes quien de Vds. está al mando? Uno de ellos, el que conducía el camión justamente, se adelanta a los otros, se para frente a mí en erguida posición y contesta con fuerza. - Cabo Mauré, 17 años, escuadrón de comunicaciones del Quinto regimiento, Sr.!. - Bien cabo, esto lo haremos así, se mantendrá al frente del grupo, pero quedan todos asignados a Inteligencia Militar, y a mi mando exclusivo, quedan relevados de obedecer a otra superioridad, venga de quien venga!. - Queda claro cabo?. Intento ponerlos más al tanto de la agravada realidad y acoto con énfasis. - Cabo, algo gravísimo está ocurriendo en los altos mandos, el presidente es rehén del primer ministro Faris y sus cómplices, ellos son asesinos sin ideales, sin bandera, tienen un plan macabro que sólo persigue la destrucción total de Francia. - Nuestra tarea es descabezar este diabólico complot, y es posible que en esta misión se encuentren con situaciones muy extrañas, deben estar preparados para afrontar límites impensados!. Un fuerte murmullo de los soldados hizo de suficiente réplica al comentario. Llegamos rápido al pequeño hotel de D'auvers, allí, comencé a pensar que podíamos hacer un buen equipo con Paul y los cinco jóvenes soldados, Thérese, es muy femenina y frágil, deberé dejarla en lugar seguro. Al arribar al hotel me sorprende la presencia de un automóvil oficial, un Opel negro, estacionado en la puerta con las banderitas Francesas a cada lado de los grandes guardabarros delanteros y la inscripción de vehículo oficial militar en cada puerta, alarmado lo tomé del brazo al cabo. - Mauré, acompáñame adentro, rápido!. En un instante nos hicimos presentes en la oficina, hay dos oficiales dialogando con Paul y Thérese, ella me sale al paso. - Omar, son oficiales de inteligencia de la cancillería. - Thérese, cuando llegaron, y que les contaste?. - Nada Omar, recién llegan. Respiro, Los dos llevaban chaqueta gris oscuro con charreteras de oficiales de inteligencia igual a la mía, eran de mediana edad, por su estado físico evidenciaban ser hombres de oficina ya que uno de ellos era regordete, alto y el otro delgado, de baja estatura, y llevaban carpetas aprisionadas con sus brazos. Encarando hacia ellos les requiero con inquietud no disimulada. - Caballeros, cuál es la razón de su visita? Intento dejar que hablen primero, ganar tiempo y no revelar nada antes de conocer sus intenciones. - Traemos papeles importantes encomendados por su padre, el primer ministro Faris, que nos pidió explícitamente que sólo Vd. debía recibirlos en persona. - Pero.., perdón, por su estado Vd. estuvo en un frente de batalla?-acotó el otro oficial. Obviamente ellos sabían que aún no habían sucedido batallas, que la guerra no comenzó, y como buenos oficiales de inteligencia mi estado indicaba lo contrario, mi chaqueta, pantalones y zapatos estaban sucios y desgarrados. Ellos me miraban, Thérese estaba pegada a mí y tomándome fuerte del brazo, Paul y el cabo Mauré, expresaban en sus rostros un desesperanzado interrogante. Esta escena por primera vez provocó en mí una sensación de soledad e impotencia que sólo extrayendo de mi agitada mente una gran fuerza de voluntad logré reponerme. Inmediatamente aproveché la fracción de segundo y como un rayo, infundí la mente-alma de los dos oficiales, realicé un rápido recorrido por sus vidas, se llamaban Anthony y Jean y no encontré rastros de influencia del Diablo en ellos. Pensé rápido, Dios, no permitas un error más, obvio, era muy pesada la carga que llevaba. Volví al tiempo que Paul me preguntaba que había sucedido con el quinto regimiento, entonces tomé una decisión. - Antony, Jean, tomen asiento, vamos hacer una pequeña pero muy importante reunión. - Bien, antes de comenzar, necesito que Jean y Anthony, librados del protocolo y a nivel personal y sin condicionamiento nos comenten que piensan del ministro Faris, que aclaro, no es mi padre, y de la contienda bélica que quiere llevar a cabo. Los robustos y maduros oficiales cruzaron sus miradas muy desconcertados, e hicieron una pausa, tragaron saliva, y con voz baja se despachó Jean, el menos fornido. - Creemos que algo anda mal en Francia, el canciller Burnett, a quien nosotros respondemos, inició una investigación pero no obtuvo nada en claro aún. Respiré, otra vez, y ahora sí, me tocó tragar saliva. - Vamos, a ver, cabo Mauré, Paul, el quinto regimiento no existe más, al llegar al valle mi jeep volcó, y la escena era horrorosa, increíble, todos, todos estaban muertos por el gas rojo. Consternados, no atinaron a decir nada, sus expresiones faciales lo decían todo, sus rostros desencajados me obligaron a romper el silencio. Colocándose en evidencia de la experiencia que poseía, Anthony ante la situación planteada por mí, exclama. - Hay que darles cristiana sepultura a todos los soldados del regimiento siniestrado que quedaron en ese valle. - Tony, ya me ocupé de eso, luego hablaremos, pero están siendo sepultados con el cuidado necesario de que sea esparcido el gas rojo. - Pero deben saber algo Vds. - Hay algo que Vds. deben conocer, el ministro Faris es un criminal despiadado, un genocida, para él la muerte por la muerte es el único fin que persigue, básicamente no es humano, es un monstruo. Entonces el joven cabo Mauré espontáneamente con Paul me preguntan con doble gesto de sorpresa. - Pero Omar, y porqué a ti no te afectó el gas rojo?. En realidad yo no tenía esa respuesta, pero debía ensayar una. - Vean, Faris no es mi padre natural, desconozco quien lo fue, pero en mi crianza Faris debe haber realizado algún procedimiento por el cuál me inmunizó, es más, durante los tres años que estuve en estado de coma, Thérese me inyectó el gas rojo que Faris le llevaba al hospital. - Omar, yo no sabía..- quiere explicar Thérese. MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Episodio VI - Ver el Futuro. - Como ibas a saberlo, si te lo entregaba quien pretendía ser mi padre y tú creías que eran medicamentos para mi cura. - Y como podemos nosotros luchar contra semejantes monstruos?. - -- Solamente el acorazado Rojo es una fortaleza inexpugnable de 350 metros de largo, imposible de penetrar! - pregunta desolado Anthony. - Los comprendo, pero debo alentar la lucha, considero posible hacer fracasar el plan del Diablo. - Ellos son poderosos y débiles a la vez, podemos derrotarlos si somos audaces e inteligentes, nadie más debe conocer nuestros planes. - Señores, además de no afectarme el gas, yo poseo un don que usaremos a favor de nuestra lucha, también conozco bien a Faris y su vulnerabilidad, es más, ellos me necesitan, y me creen indeciso, y eso mientras permanezca así juega a nuestro favor. - El primer paso que debemos dar es desactivar todo el gas rojo que han acumulado en el barco, el gas es plasma de glóbulos rojos humanos que gasifican con gas nitroso, el agua lo vuelve inofensivo ya que lo hidroliza nuevamente. Asombrados, enmudecieron por un momento, pero Anthony, el más inteligente, me hace la pregunta de rigor. - Le extraen sangre a personas que seguramente terminan matando para luego elaborar el gas con el que asesinan a otras personas?. - Dios mío!, es.., es diabólico!. También el cabo Mauré hace su reflexión por sus conocimientos de química. - Es realmente macabro!, los mismos glóbulos rojos que nos mantienen con vida, al combinarse con gas nitroso nos matan!, obvio, al estar en estado gaseoso penetran fácilmente nuestra piel! - Actúan como una vacuna revertida, degeneran nuestros glóbulos rojos que se destruyen por rompimiento celular!. Acota Thérese, quien alcanzó el cuarto año de estudios en medicina. - Es.., es demoníaco! - reaccionó finalmente Paul. Logrado que todos tomaran conocimiento de la cruda y brutal realidad, Jean puso los planos del barco sobre el escritorio que rodeábamos sentados, tomamos la decisión de producir explosiones que abran una brecha en el nivel que se encuentra el depósito de tambores de gas. Para esto necesitábamos equipos de buceo y explosivos de inmersión. Localizamos en los planos la cubierta contenedora y discutimos el mejor lugar para producir las explosiones que deberían dejar entrar agua al sector, ésta penetraría con tanta violencia que rompería y se llevaría los tambores al fondo del mar en donde seguramente estallarían. - Todo el poder de ellos está en el gas rojo únicamente?-pregunta Anthony. - Así es. - le contesto. - Conozco una doctora que podría analizar tu sangre, Omar, y posiblemente y con suerte una forma de inmunizarnos a todos!.- afirma el pensante Anthony, y agrega. - No está muy lejos de aquí, se llama Elisa Mirót, y es en el Laboratorio de investigaciones infecciosas Luis Pasteur en Dieppe, nos queda en camino al puerto de Le Havre. Ya me gustaba, ya todos proponían soluciones, Jean y Anthony muy avezados, Thérese con sus conocimientos de medicina, el cabo Mauré por estudios de Química, Paul, dijo conocer de explosivos y buceo. - Anthony, podemos acceder a un depósito de explosivos? - preguntó Paul. - Los depósitos están en los muelles del puerto de Le Havre, y podemos acceder sin problemas Paul, nosotros somos oficiales de inteligencia, y está Omar, quién decidirá como hacerlo. - Bien, manos a la obra!, vamos a Dieppe, a ver a la Dra. Mirót, luego mientras ella analiza mi sangre, nos vamos a Le Havre!, les parece bien?. Un destello en mi cerebro me alertó, si vemos a la Dra. Mirót y en ella esta contenido Satanás, al verme solamente, éste se enterará de nuestro plan y quienes me acompañan. -Thérese, busca el teléfono del laboratorio y pide por la Dra. y pásamela sin anticiparle nada!. - Sí!, jefe, me contesta, ofreciéndome la posta de quien dirige el grupo, y ante las disimuladas sonrisas de los demás, confieso, la mía incluida. Hecho esto, me pasa el teléfono, y ante la mirada expectante de todos, acerco el oído y escucho. - Hola, hola!.-la voz de la Dra. Entonces intento algo nuevo, cierro mis ojos y dejo fluir mi ente etéreo desmaterializado ya corre como veloces electrones hacia esa voz, esta vez me veo fluir en forma de onda eléctrica y entrar al oído de la Dra., luego ya en su mente y alma, estoy viendo todo, pronto pasa su niñez, juventud de estudiante, pero, me detengo en su padre.., un químico que está ayudando a la investigación inicial del gas rojo junto al maldito Schielot. El padre de la Dra. Guardó siempre duplicados de lo investigado en una caja de acero detrás de su guardarropa, las escenas pasan y presenció cuando terminada la investigación, Schielot asesina al padre de la Dra. en el estacionamiento del laboratorio y lo hace parecer un asalto por robo, el dolor de la Dra. por su muerte y luego su enorme voluntad en distintas investigaciones científicas exitosas en beneficio de la humanidad. Está libre del maldito Diablo, pero, porqué extraigo de ella partes de la vida de su padre?. Es obvio que el don con el que Él me favoreció es más grande y poderoso de lo que creo. Cubriendo posibles dificultades le dejo una orden en su mente, que nos encuentre en el estacionamiento del mirador de la entrada a Dieppe, que llevara una jeringa para extraer sangre, un frasco grande de cloroformo y colgué el auricular cortando el contacto y la llamada. Obviamente todos me vieron sólo tomar el teléfono, y no hablar, no entienden nada, trato de aclarar. Ante la mirada generalizada de asombro, les conté. - La hipnoticé, me aseguré que estuviera limpia del mal, y la cité fuera del laboratorio por precaución, ya que un error puede costarnos mucho.- la aclaración no bastó, seguían asombrados. - Es una parte del don especial que poseo. Anthony se animó. - Pero?, por teléfono?, que más puedes hacer Omar?, supongo entonces que puedes penetrar nuestras mentes y saber todo de nosotros, si no lo has hecho ya? - El viejo y fornido Anthony siempre razonando rápido. - Si?, lo hiciste con todos Omar?, entraste también en mi mente? - me interroga Thérese, quien se hallaba tomada de mi brazo, girando su bello rostro hacia mi. La acerco más y apartando su rubio cabello rizado le susurro al oído. - De ti no me queda nada por conocer cariño. Mi impresión fue que las sutiles expresiones de todos coincidían con lo que dije a Thérese sin haber ellos escuchado. Luego vino la explicación. - Sin duda lo tuve que hacer, ya que me tengo que asegurar sus lealtades, vean lo que pasó por no "entrar" en la soldado Paola! - a lo que no calculé la reacción del cabo Mauré al saber responsable a Paola de la muerte de sus compañeros. - Maldita bastarda traidora!.- acto reflejo, toma su fúsil Máuser de arriba del escritorio y se dispone a salir de la oficina, lo tomo fuerte de un brazo, Paul me ayuda a retenerlo. - No!, Mauré, justamente ése sería un gran error, en cuanto tú la asesines te perderíamos, no debemos matar a nadie!, escuchen!, las fuerzas del mal están esperando que cometamos errores para ganar nuestras almas. - Hey!, esto equivale a que no podemos matar a nadie?, pero, y como nos defendemos? - nuevamente Anthony nos ubica inteligentemente en tiempo y lugar. - De Faris, Schielot y las otras tres bestias me ocuparé yo personalmente, ya tengo un plan. - A los demás podremos, herirlos disparando a las piernas y brazos o golpearlos y dormirlos con cloroformo, también tomar prisioneros. Pero no asesinaremos a nadie, no olviden que los soldados no saben nada de esta trampa macabra, pero ellos deben obedecer órdenes de sus superiores, como pasó con el coronel Charles y el quinto regimiento. Consideré empezar a actuar y partir hacia Dieppe a vernos con la Dra. Mirót, ya que había una carta más a jugar, eran los documentos guardados por el padre sobre la investigación del gas letal. En marcha hacia Dieppe, el Opel negro adelante con Thérese, Anthony, Paul y yo conduciendo, y atrás el camión con Mauré y Jean en la cabina y los cinco jóvenes soldados atrás. Llegó el momento de hablar claro con Thérese, que sentada a mi lado no esperaba seguramente mi intención de enviarla a Londres desde el puerto de Le Havre en alguna de las embarcaciones que diariamente cruzan el canal. - Cariño, quiero decirte algo - pero ella me interrumpió. - No Omar!, sé perfectamente que me vas a decir, y mi respuesta es ésta, no!, si el mundo se va a terminar quiero estar contigo, y si no es así también!. - Además, he buceado, he manejado armas, conozco medicina y Puedo ser útil - agregó con firmeza. - Ejem!- carraspeó Anthony, agregando luego. - El primer motín a bordo!. Sin duda fue tan determinante y rotunda la respuesta de Thérese, que sin emitir palabra seguimos adelante. - Eres casado Anthony? - pregunto. - Con tres niños pequeños Omar!. - Eres feliz Anthony?, como pasas el tiempo con tu esposa y tus hijos?. Disparé a quemarropa. - Bien Omar, olfateo tu intención, te diré, en mi hogar hay mucho tiempo para el descanso, y en él se halla la felicidad. - Descansar es ser feliz? - con preocupación contestó Thérese, agregando luego. - Siempre creí que ser feliz es estar enamorada. - No, el enamoramiento es un estado hipnótico muy irresponsable, ya que estando enamorado se cometen las peores locuras. - En cambio lograr el cuerpo y la mente en descanso es posible la paz que brinda felicidad. - Lo crees realmente así Anthony?, acaso el cuerpo en reposo solamente es feliz?, y el deportista que logra el éxito a través del esfuerzo físico no es feliz? - pregunté. - Ganar?, tener éxito?, poseer?, es igual que el enamoramiento, es un estado hipnótico, no es lo mismo ser feliz que creerse feliz, Omar. No conocía un Anthony tan profundamente filosófico. Bueno, yo amo a Omar y me siento feliz por eso - remató Thérese. Pero Anthony va más allá y le pregunta. - Bien, pero si mientras estás enamorada Omar deja de amarte, seguirías siendo feliz?, ves Thérese, perderías la felicidad, en cambio el reposo es solo de tu incumbencia, es solo tu cuerpo y mente, no interviene nadie más. - Sabes Anthony, nos convenciste - acoté para que no altere más a Thérese, pues en cierta forma tenía lógica. Lentamente nos dirigimos a Dieppe, intentando no superar la velocidad del camión con los soldados detrás nuestro, por la pequeña carretera solo vemos algunos carros de agricultores de la zona y campos sembrados de mirasoles, algún artista plástico con su caballete a la vera del camino tratando de captar en su lienzo con sus pinceles y colores tanta belleza natural, su bicicleta contra el cercado del campo y la merienda en la canasta de la misma indica sus intenciones del tiempo que le prodiga a su arte.. Todo lo que veo es tan bello y contagia una paz y felicidad que no puedo concebir que se termine este mundo, y pienso, en este evento diabólico tan especial que me tocó en suerte. Debo encontrarle una salida, una real solución, debe haber alguna forma de resolverlo naturalmente, me doy cuenta que estoy forzando mi ahora ágil mente y pensando a velocidad increíble. Quizás no debiera usar la fuerza o mis poderes, ya que Satanás es fuerte y tiene mucho poder e influencia, además no es un ser, es un ente, y tiene miles, quizás millones de años haciendo daño en el mundo. Claro que debe haber tenido algo que ver con los males que azotaron a la humanidad desde la aparición del ser humano sobre la tierra, pero.., nunca como ahora quiso extinguir la raza humana definitivamente!. Es, diferente ahora. Porque Dios no me da la solución a esto, acaso no la tiene?, acaso me pone a prueba?, porqué a mí?, y porqué semejante desafío?. Quizás no pueda enfrentarse directamente al diablo, y tampoco Satanás a Él, obviamente somos los humanos que debemos actuar. Acaso ese pintor fue una señal?, bueno, el plasmaba la naturaleza en su lienzo, lo hace el ser humano desde la edad de piedra. Dios es un creador perfecto, poderoso y divino, nos creó a su imagen y nos dejó al libre albedrío, de pronto irrumpe Satanás y algo empieza a dar mal olor en el mundo. Dios es natural, Satanás también, y el ser humano, pero.., porqué ahora el diablo pretende terminar con todo este equilibrio?, acaso está cometiendo un error?, se puede estar equivocando Satanás?. De pronto freno el auto y pego un volantazo dejándolo a un costado de la ruta. - Perdón, quiero hablar con ese pintor, no se alarmen, vuelvo en un minuto - aclaré disculpándome por el sacudón que recibieron todos, quienes me miraban extrañados. - Contigo todo el tiempo son sorpresas! - dijo Anthony. - Te acompaño Omar - bajándose del vehiculo mi eterna Thérese, los dos apurando el paso volvimos unos metros hasta el sitio donde el artista, sentado en un pequeño banquito ante un caballete con el lienzo enmarcado intentaba tomar el campo cubierto de mirasoles. Extrañado gira, nos mira y nos interroga en una mezcla de español y francés. - Intentan reclutarme para la milicia?, pues bien, no serviría, yo sólo creo en lo que ve mi alma y únicamente a través de mis dos ojos!. Pronunciado con algo de sorna. No me equivoqué, era con este hombre que debía hablar, éste artista tiene algunas respuestas. - Perdón por nuestra interrupción, ella es mi prometida thérese, yo soy Omar, y estamos ante una muy difícil misión que supera la actividad militar. El hombre nos mira y esbozando una sonrisa pronuncia su nombre. - Pablo, y yo solo los siento muy comprometidos como mis ojos los ven muy enamorados, muy claro, que están pasando esa etapa en que cuando se abrazan sus torrentes de sangre cambian de cuerpo!. Me desconcertó su lenguaje y su conocimiento del amor. - Señor Pablo, debe ser un gran amante además de pintor.- contesta rápidamente Thérese. - Como Pablo, conocen mi pasión muchas bellas mujeres, como Picasso hablan mis pinturas, pero, vds. no se llegaron a mí para hablar de pasión ni de arte, verdad soldados enamorados?. Seguramente ni Thérese ni yo pensábamos como soldados enamorados, pero, este hombre, nos veía así. - Pablo, estoy viendo que no está pintando los mirasoles, veo en su lienzo otras formas. El señor Picasso me mira con esos ojos que solo se obtienen con la enorme experiencia vivida y me contesta. - Es que yo pinto lo que ve mi alma, y la diferencia reside en que tú Omar ves sólo con tus ojos y encima empañados por tu amor por Thérese! Comprendo rápidamente que estoy ante un intelectual, y no fue un error haber hecho una parada, y le disparo la pregunta que mi mente elaboró apenas lo vi al pasar por la carretera. - Pablo, mi presencia ante Vd. es para consultarlo por un gravísimo problema que debemos resolver - le anticipé. Si a esos hermosos mirasoles que está pintando, los sobrevuela un poderoso e inmortal bicho que los quiere tragar a todos, que harías Pablo, para evitarlo?. Imposible narrarle la cruel realidad, usé mi ingenio para trasladarlo a su obra de arte, ya Que obviamente le daría más importancia que cualquier otro ejemplo, la respuesta no tardó, fueron sólo segundos. - Cambiaría la naturaleza de mi pintura, mis mirasoles ya no estarán en esta nueva pintura y ese tal bicho malo podría ver entonces su obra final, la cual podría finalmente perjudicarlo. - No olvidemos que muchas actitudes en nuestra vida no la llevaríamos a cabo si conociéramos el resultado final, o bien "no todo fin justifica los medios", que vale leerlo así, lo vale Omar. Quedé asombrado, y pensé nuevamente en él, Pablo, como un gran intelectual, y como broche de oro remata la idea. - Omar, durante nuestra corta existencia se presentan situaciones que si en vez de buscar resolverlas al principio pensamos como sería el final, éste nos otorga los medios, que quizás sean soluciones naturales. - Pablo, Sin duda tú genial razonamiento me ayudará a resolver mi problema, te agradezco y seguimos nuestro camino. Pablo extrae de sus bolsillos una tarjetita que amablemente me alcanza con fuerte apretón de manos. - Omar, Si lo resuelves házmelo saber amigo. - Si resuelvo esta situación te vamos a invitar a nuestro casamiento, y en caso contrario no hará falta Pablo. También apliqué un poco de sorna en mi respuesta, pero él nunca lo sabría. Dejamos al artista imbuido en su trabajo y volvimos al automóvil, ya Anthony había tomado el volante y con Thérese nos sentamos detrás. - Disculpa Omar pero mi ansiedad me autoriza a conducir esta vez. Mi mente comienza a trabajar tratando de resolver el acertijo de las palabras que nos dejó Pablo. Mis pensamientos son interrumpidos por Thérese, me indica la proximidad de Dieppe. El mirador es un lugar cortado a la colina y sobre su ladera se encuentran el restaurante, un surtidor de gasoil y una pequeña iglesia, sobre el borde una baranda de seguridad y un telescopio que funciona a monedas. Fuera del restaurante hay vehículos estacionados, algunos son jeep militares. - Omar, en esta ciudad está el 6to. y el 7mo. Regimiento a cargo del general Charles De Gaulle, a quien conozco personalmente, gran estratega Omar - refiere Anthony. - Vamos a movernos discretamente, Anthony y Paul, al telescopio, vean todo el movimiento en la ciudad, Jean y Mauré al restaurante, y Thérese busca a la Dra., sólo ubícala, no le hables, yo veré la iglesia, en diez minutos nos vemos aquí nuevamente. Entré por una pequeña puerta, el templo era pequeño pero acogedor, mi intención era hablar con Dios, es, que necesitaba un poco de ayuda y quería impedir que supieran de mi necesidad de consejos celestiales. Hay seis personas arrodilladas en los bancos, dos son oficiales militares y una mujer joven con un pañuelo en la cabeza rezando al pié del altar, tomé por un costado y golpeé una puerta, un sacerdote, regordete y muy simpático me inquiere. - Hijo, me buscas,?, quieres confesarte?. - Padre, solo quiero sentarme frente a Vd. y mirarle a los ojos un minuto nada más. - No quieres hablar?, no tienes nada que decirme?. No tenía tiempo, ya estoy dentro de su mente y alma, ya pasaba ante mi, su vida, la niñez en el campo, padres labriegos, con el sudor de su duro trabajo enviaron a su hijo al seminario, la iniciación como sacerdote, una iglesia en Bruselas y luego aquí en Dieppe, veo que derramando muchas lágrimas fallecen sus padres solitos y muy ancianos en la absoluta pobreza, su hijo sacerdote condenó al olvido a sus ancianos progenitores. No encuentro a Dios, pero las imágenes siguen pasando!, y observo con sorpresa la escena actual, el sacerdote sentado frente a mi, de pronto, siguen las imágenes, pasan rápido, veo la ciudad de Dieppe invadida y atacada por un ejercito extranjero, grandes y rápidos aeroplanos con extraños tubos de chorro en sus alas que los impulsan a mucha velocidad, que dejan caer pesadas bombas, soldados embanderados con extraños símbolos entran en la iglesia, asesinan con fuego de metralla al sacerdote y destruyen el pequeño templo. Los acontecimientos se suceden y es como que me veo obligado a observarlos, me internan más y más en el futuro, veo equipos y aparatos pequeños, las personas hablan por la calle por ellos, los automóviles son chatos, muy vidriados y veloces, las guerras también se suceden en el tiempo, la técnica se convierte en tecnología, aparatos con imágenes perfectas, otros mas perfectos aún que giran alrededor del planeta comunicando a todo el mundo. Estoy en un túnel que me envuelve por los lados y gira, no rápido, pero me muestra escenas, una tras otra, visiones del futuro, desconozco los tiempos, no percibo los años. Pasa más tiempo!, luego muchas personas con barbijos y aparentemente enfermas haciendo largas colas en las puertas de los hospitales, otras huyendo de las ciudades en sus modernos automóviles, entonces entiendo que las pestes también se suceden en el tiempo, no quiero ver más!, basta ya!. No quiero seguir viendo eso!, quiero salir!. Cesan las imágenes como si las desconectara, estoy fuera, vuelvo a estar frente al sacerdote, el me observa extrañado, y me requiere. - Cual es la razón de tu visita hijo mío. Aún sorprendido, no encontré a Dios, tampoco hallé al Diablo, estuve hurgando en el futuro!?, entonces solo atiné a decir con la voz algo quebrada por la impresión de la visión que tuve. - Porqué.. Abandonó a sus padres en la ancianidad y la pobreza cuando tanto hicieron por Vd. Padre?. Su simpatía se transformó en una mueca de sorpresa y dolor, se desplomó cuán grande era de bruces al piso y con sus ojos desorbitados y llorando profusamente. - Quien eres?!, quien te envía?!, eres.. un ángel?, Dios sabe!, de mi sufrimiento por lo que hice a mis padres!!. Sentí pena por el, que se retorcía de dolor en el piso, lo levanté y senté, e hice lo que surgió de mi alma. - Padre, ya has sufrido mucho, tu no tienes el diablo dentro de tu alma, pero tampoco tienes a Dios, con él falta redimirte, de aquí a tu muerte solo te debes al arrepentimiento y sentir la soledad y pobreza que sufrieron tus padres. Padre, debo advertirte y prepararte, sobrevendrán días aciagos en Dieppe, tú obtendrás allí la oportunidad de redimirte. Le di un beso en la mejilla y salí. Recordé las palabras que Dios me dejó cuando requerí donde hallarle. "No existe sitio donde no he de estar, pero tampoco habrás de encontrarme seguro en lugar determinado." Ahora entiendo. Pero, como es que vi el futuro también?, acaso podré hacerlo nuevamente?. Dios!, siempre habrá guerras en este mundo?, y la que vi, cuando sucederá?. Ya estaban todos esperando al lado de los vehículos, al llegar les requerí. - Bien, cual es la situación. - En la ciudad, allá abajo, al oeste, el 6to. y 7mo. Regimiento esta acampando en miles de carpas y la oficialidad ocupa el estadio nacional de básquet, todo en calma - refirió Anthony. - El restaurante está en orden, hay 4 oficiales y 5 civiles - informó Jean. - La Dra. Mirót está allí, apoyada en la baranda del mirador, Omar, es la Sra. que tiene un pañuelo gris claro en la cabeza, no veo movimientos sospechosos en el lugar.- agrega Thérese. Yo solo confiaba en Thérese y mis nueve amigos, por tanto pensé en como proteger la reunión con la dra. Mirót. - Haremos esto, estacionen los dos vehículos rodeando y tapando la posición de la doctora, pero sin llamar la atención, la reunión la haré yo solo con ella, veré que información puedo obtener y cuanta verdad hay, además me debe sacar sangre, y no hay que olvidar que la analicé por teléfono, - Bien, vamos! - hice mover los vehículos primero, yo comencé a moverme disimuladamente hacia la Dra., ella estaba de espaldas a mi. - Dra. Mirót?. Cuando gira y me enfrenta, inmediatamente, en milésimas de segundo me proyecto a sus ojos y entro en su alma, rápidamente corroboro la anterior experiencia y tan rápido entré, así salgo, nos saludamos y presentamos, con un beso en la mejilla y le disparo mi primer interrogante. - Dra., como es que Vd. conoce que su padre fue asesinado por Schielot y nunca lo denunció a la justicia?. - Justicia?, Omar en verdad crees que hay justicia, o ley en nuestro País?. - Tú me contaste todo por teléfono, Faris no es tu padre biológico, pero conoces el estado calamitoso de Francia - dijo mientras extraía una jeringa de su bolso, me pide apoyar el brazo en la baranda, anuda el gomín y me clava la aguja en la vena. - Aflójese Omar - La sangre fluye hacia la jeringa de un llamativo color rosa. -Dra., no tome contacto con esa sangre, desconozco sus efectos, no se que me han hecho, pero evidentemente contiene gas rojo. - Dime, es muy grave la situación de Francia verdad Omar?.- me interroga muy inquieta la Dra. - Dra., es tan extensa la historia, como muy complejo y extraño el problema, pero corre peligro la supervivencia de la raza humana!. - Necesitamos un antídoto para neutralizar el gas rojo, si a mi sangre no le afecta, tiene que haber una forma Dra.! - Omar, volcaré todo mi conocimiento y lo haré honrando a mi padre asesinado por estos malditos!. - Dra., puede solicitar la ayuda del General de Gaulle si la necesitara, le diremos que se comunique con Vd. Por este motivo. - Omar, puede ser importante ver al Dr. Alejandro Fleming en Londres, está haciendo grandes hallazgos en biología aplicada a las infecciones con un hongo que se hallo aquí en Francia llamado Penicilium Notatus. - Veré de comunicarme con él y hacer una consulta profesional, sus estudios en Biología pueden ayudar mucho en nuestro caso. Luego se quebró, era de esperar y muy explicable. El rostro de la Dra. Mirót, era ya un muestrario de dolor y de odio mezclado con sus gruesas y abundantes lágrimas, ella lloraba a su querido padre. Le cedo mi pañuelo, la tomo entre mis brazos y siento los acelerados latidos de su corazón, debía desahogarse, finalmente, sentí pena por ella. Pronto recuperada, me pide girar la palanca a su coqueto Renault de dos asientos, y se aleja camino a la ciudad. Aún contenido por el rigor de la situación, no puedo dejar de pensar en la enorme responsabilidad de involucrar a otra persona más. Quedé clavado por un instante en el lugar, observando a pocos metros a un lado del camión y susurrando entre ellos a mis nueve leales compañeros. Thérese, con su atuendo militar que perteneciera a Paola, tan distinta ya de la que conocí en el hospital, y me pregunté, tengo acaso algún derecho de involucrarlos en esta pesadilla?. Mi conciencia humanitaria enfrentada a mi lógica natural me exigía seguir solo esta cruzada contra Satanás. Entonces decidí comunicárselo a ellos, solo fueron unos pasos, pero antes de emitir palabra alguna. -No!, no te vamos a dejar solo!!! - fue un coro, hablaron todos juntos, sin duda, era Thérese la voz principal. Como hacía mi querida Thérese para anticiparse a mis intenciones?, intuición femenina supongo. Además, siempre que lo hacía, inmediatamente me tomaba de la mano, como no aceptar su osada rebeldía?, Thèrese es una bella dama, y muy inteligente, en el grupo que formamos es una soldado más, en algunos momentos únicamente solo llega a tomarme de la mano. Acepto entonces y propongo. -Bien, vamos a llegarnos al estadio de básquet, quiero hablar con ese general De Gaulle. Anthony, Tony, asevera que De Gaulle es algo caprichoso y soberbio, pero un buen patriota y estratega, y comanda prácticamente a todo el ejército Francés, entonces decidí jugarme, hablaré con el. Tomamos por una calle de grueso empedrado en un clásico barrio Francés, donde abundan las amas de casa cocinando a la espera de sus esposos, los típicos pasteles enfriando en las coloridas ventanas y el jolgorio de los niños jugando en el jardín, y contrapuse estas imágenes con las horrorosas vistas de guerra en el alma del párroco, y vuelvo a preguntarme, cuando el ser humano dejará finalmente de autodestruirse?. Interrumpe Tony mis pensamientos, él hojeaba un periódico. -Omar, algo que ver Faris y sus cómplices con la tremenda recesión en Norteamérica?, millones de desocupados se matan por un bocado de comida!, el pillaje es colosal!. No contesté, pero sin duda que Satanás está en todas partes. Arribamos a la parte oeste de Dieppe y estacionamos los vehículos frente al estadio. -Tony, tú me acompañas. -Bien Omar, pero me parece ver el inconfundible perfil del General, su destacada nariz y puntiagudos bigotes lo delataban, sentado tomando café en ese pequeño bar de la esquina. En efecto, un pintoresco bar con mesitas y sillas blancas en la acera tenía de huésped a nuestro muy cafetero General, en compañía de tres oficiales. Llegamos, saludamos, los oficiales se retiran y quedamos con Tony y el general. -Bien, a que debo su presencia caballeros?. Lo noto entre enojado y contrariado a De Gaulle, hombre previsible evidentemente, no obstante ya estaba yo en su vida hurgando y en décimas de segundos me aseguré que estaba fuera del alcance del horroroso y siempre maldito Satanás. -General, estamos aquí para pedir su opinión y apoyo a nuestra confidencial y delicada gestión en los altos mandos. -Bien, yo los ayudo a Vds. y Vds. a mí, les parece bien?. Era evidente que De Gaulle no intuía el horror y la pesadilla que fuimos a comunicarle. El general tomó aire, y con ambas manos, girando con sus dedos, redibujó nuevamente sus puntiagudos bigotes, y dio comienzo a una queja. -Les explico,.. su padre!... Lo corté en instantáneo y le aclaré inmediatamente. -El primer ministro Faris no es mi padre, y mi lucha es justamente contra él, su horrorosa política y conducta genocida. -Bien, en principio estamos de acuerdo Omar, acabo de enviar a los altos mandos una veintena de radiomensajes sin respuesta alguna, están completamente locos!!, no tengo víveres, no tenemos hospitales de campañas, ni medicinas, no hay municiones, el sistema sanitario nacional no ha sido alertado de esta guerra estúpida, no nos envían combustible, nuestros blindados no están en condiciones, que les pasa arriba?, a donde piensan que puedo llegar?, y contra que ejército puedo pelear en esta situación?, es increíble!, no tenemos información de nada, la población no esta alerta que hay una guerra en ciernes?, y lo que es peor!, no tenemos enemigo!!. Obvio que no había mucho a relatar, pero le contamos todo, Tony y yo, no nos guardamos nada. El general quedó tan impactado como la muy visible preocupación que quedó fijada desfigurando su rostro. Tenso, muy tenso y empalidecido repitió durante varios minutos. - Dios!, es posible!, tanta maldad, tanto horror!. El general se incorpora con lentitud y pesadez encorvando su espigada figura, su cabeza caía evidenciando sobre-pesarle y antes de desplomarse sobre la pequeña mesita de metal lo tomamos fuertemente con Tony de cada brazo, lo entramos al bar y lo recostamos en un amplio sillón. Le desabotonamos el cuello, le damos aire con un pequeño ventilador y el color natural de su piel comienza a regresar a su rostro. El general es un hombre muy emotivo, muy creyente y atento a sus tropas, a quienes sobreprotegía en todo momento, como lo haría un padre con sus hijos. - Pero.., que hacer entonces Omar?.- notablemente quebrado, liberó sus primeras palabras balbuceando, y apenas audible el tono de su voz. - General, necesito que envíe por sus oficiales, cuando estén aquí yo seleccionaré en quienes puede confiar y lo acompañarán sin moverse de Dieppe. Deberá permanecer con un perfil bajo, muy atento y hacer caso omiso a cualquier orden superior, hasta que yo y mi pequeño grupo resolvamos esta pesadilla. No olvide que la traición puede estar oculta, y como asesinaron a todo el quinto regimiento!. - Charles, Vd. no puede hacer nada contra tanto poder!, sólo yo puedo llegar a parar esta horrenda locura por mi conocimientos de la conducta de Faris y por el don que poseo. De Gaulle relativamente recuperado envió a llamar a veinte oficiales superiores, quienes se presentaron en el pequeño salón interno del bar. - Charles, pídales el nombre y grado de cada uno -, le susurré al oído, era para ganar tiempo en tomar contacto con sus vidas. De inmediato en un esfuerzo masivo penetré las mentes de los veinte oficiales, fue algo increíble ver pasar la vida de todos, solo reparé en dos, con grado de Teniente Coronel, los hice separar del grupo. - Charles, envíalos ya!, a una misión de observación a la frontera con Suiza, los otros dieciocho son fiables - volví a susurrarle al oído. Raudamente partieron los dos oficiales en un camión con un pequeño batallón, y ahora sí, había que explicar la delicada situación a los dieciocho oficiales restantes. - Charles, dejo a tu cargo la plática a tus oficiales, reitérales la máxima atención, pon centinelas por todo el perímetro de la ciudad, más yo y mi grupo ya partimos al puerto de Le Havre, buscaremos equipos de buceo, algunas armas, dinamita y luego pensamos hacer una visita muy especial a ese barco. - Yo era adolescente aún en la guerra del catorce, pero imaginé ya que el gas usado en esa contienda iba a ser motivo de investigaciones para perfeccionarlo, pero nunca pensé que se haría en Francia y menos aún que usarían un proceso tan horroroso. Enfatiza De Gaulle, ya visiblemente recuperado. - Charles, obviamente algo de certeza hay en ese dicho que la realidad siempre superará la ficción, más, esta realidad nos golpea muy fuerte, el sólo pensar que nuestros propios gobernantes asesinaron al quinto regimiento por completo en un soplo del maldito gas rojo es la mayor cobardía que puede cometer un ser humano!. Dijo Tony levantando la voz. - Justamente ése es el mayor problema con que contamos, que no son humanos!. - traté de definir, e inmediatamente me despedí del general y sus hombres, dejándole además la misión de custodiar y proteger a la dra. Mirót. Partimos rumbo a Le Havre, con Tony conduciendo y Paul a su lado, Thére y yo en el asiento trasero del Opel, Jean, Mauré y los cinco soldados en el camión siguiéndonos. Ya en camino, quedó muy atrás Dieppe, mi cabeza no deja de pensar, en mi mente pasan velozmente los acontecimientos pasados, trato de reunirlos, de una y otra forma, como si fuera un juego de naipes, Satanás manipula a Farís, Schielot, y tres más, él los define como bestias, y cuenta además con aquellas personas que él describió malditas, como Paola, es más, vio por ella!. Pero, debo matar a estos hombres bestias?, en definitiva son hombres también, no puedo matarlos, debo capturarlos y dormirlos con el cloroformo que trae thére. El primer movimiento que haremos debe ser eliminar el gas de los contenedores y el sistema de producción. Un momento, de las cinco bestias uno, Schielot, está con el presidente, los otros cuatro en el buque rojo, pero.., está claro que Schielot tiene el poder político y es el más aislado del grupo. Entonces tomé una nueva decisión. - Tony, iremos primero al Palacio Presidencial, allí tenemos que capturar y dormir inmediatamente a Schielót, quien supongo domina al presidente, de esa manera liberamos el Palacio de Versalles y las fuerzas políticas y económicas, luego vamos por la dinamita y los equipos de buceo y al buque. - Thére, cuanto puede dormir a un hombre con el cloroformo aplicado con una esponja?, debe ser instantáneo y son hombres bestias muy fuertes!. - No hay problema Omar, sólo necesito que lo sostengan treinta segundos, le haré aspirar una esponja grande por cinco minutos y dormirá por un día completo, su cerebro quedará inconciente en ese tiempo - acotó Thére muy segura. Satanás ni se dará cuenta que le ha pasado a Schielot, y ya no podrá usarlo, ni ver por él, pensé, mientras le indicaba a Tony como actuar. - Tony, al entrar al despacho presidencial, deberás echarte sobre Schielot, tan rápido como un rayo y siguiendo tus movimientos Thére instantáneamente lo debe dormir, todo debe ser muy rápido. - Tengo las esposas Omar - dice Tony. - No servirán Tony, tendrás que derribarlo de un certero golpe que el no esperará, no le rompas la nariz, al caer Thére le debe hacer aspirar el cloroformo rápidamente. - Entonces le daré un golpe atrás debajo la nuca y quedará anulado en el piso unos segundos, caerá seguro y quedará a merced de Thérese. Aseguró Tony. - Bien, como refuerzo nos acompañará también Paul. - De acuerdo Omar, pero nos recibirá el Presidente?.- contesta Paul. MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Episodio VII - El Retén. - Si Paul!, no olvides que oficialmente soy el hijo del primer ministro Farís, cuando entremos al despacho presidencial yo me ocuparé velozmente de indagar la mente del presidente, podría ser un cómplice de ellos también, no debemos descartar ninguna posibilidad!. - Y si lo fuera?- pregunta Paul. - Entonces tendremos problemas, habrá que hacer lo mismo que con Schielot, en cuanto yo me asegure, yo lo derribaré y Thére hará el resto. - Dios quiera que esté libre de influencia maligna, caso contrario se nos complicará. Luego se produjo un momento de silencio tal que por unos minutos sólo se escuchaban los neumáticos en su rodar sobre la ruta. Sin duda lo que estábamos por hacer era tan delicado que fracasando podría ser interpretado como un golpe de estado, quien creería la verdadera situación?. Entonces se me ocurrió algo. - Escuchen, voy a hacer una prueba mental, por un momento no hablen. Cerré los ojos y pensé en el Palacio Presidencial, ya estoy sobre él, el despacho!, pasan todas las ventanas ante mi!, allí están, entro, en el sillón presidencial Schielot hablando por teléfono, y frente a él, sentado muy quieto, pálido, el presidente, me coloco frente a él, entro a su mente y comienzo a ver su vida. Momento!, está en estado de hipnosis, lo manipulan como quieren!, Schielot da órdenes con la voz del presidente!. Entran dos funcionarios al despacho, Schielot cambia de lugar con el presidente, éste se comporta normalmente, nadie nota nada. Ya entiendo, dejo su mente y vuelvo. - Omar. - Omar!..- Tony para el automóvil, y estaciona a un costado de la carretera. - Que pasa Tony?. - Hay un retén allá adelante, es la policía militar, Omar. - Tienen un camión y dos Jeep, son trece policías - asegura Paul. - Pasemos lentamente Tony, saludando pero no pararemos, no es conveniente que nos reconozcan, ya que pueden pasar el informe, y el mismo llegar a Farís, perderíamos el efecto sorpresa. - Imposible Omar, la misión de ellos es controlarnos, buscan desertores, y militares rebeldes!, nosotros encajamos en las dos definiciones, Omar!.- nuevamente Paul. Estábamos aún parados al borde de la carretera, bajé y retrocedí hasta el camión, los cinco soldados que estaban en la parte trasera del camión asomaron sus rostros corriendo la lona, adelante Mauré y Jean y yo apoyado en la puerta del vehículo les avisé del peligro. - Muchachos, va a ver acción, pase lo que pase no disparen a matar, solamente a las zonas no mortales, o golpeen, pero no mataremos a nadie, está bien entendido!. - Pero.., ellos son de pocas pulgas, tienen órdenes precisas de matar si es necesario! - aseveró un Mauré de diecisiete años, como contestarle?. - Mauré, nuestra misión es salvar al mundo sin asesinar a nadie, te parece poco?. - quedó absorto en sus pensamientos junto a los demás, los dejé, volví al Opel. - Bien aquí vamos!, todos con la gorra puesta, gestos serios y realizando el saludo de rigor!. - Thére, ten listo la esponja y el cloroformo, si tenemos problemas debemos dormirlos. No podía penetrar sus mentes, pues si uno sólo de ellos estuviese ganado por el Diablo, me encontraría con él en su alma y se enteraría de todo, no teníamos alternativa, debemos intentar pasar. Estamos llegando, veo una pequeña garita, un policía, luego dos más y otros dos sobre uno de los dos Jeep junto al camión con los demás, si eran trece en total. - Que extraño, tienen calada la bayoneta! - opiné, pero Paul me contesta. - La policía militar en tiempos de guerra están obligados a trabar el cuchillo en el fusil. Nos hacen señas con las armas cruzadas en los brazos, se mueven nerviosos al ver que no paramos, tienen encendidas sus linternas de gas, esta oscureciendo, el sol bajando detrás nuestro da un aspecto lúgubre al lugar. Vamos pasando, saludamos muy firmes, veo dos policías muy jóvenes con el casco blanco y las iniciales PM que muy nerviosos se desorientan ante nuestra actitud, Paul me habla entre dientes. - Están muy desorientados, la carretera adelante es muy sinuosa, es todo colinas, si nos siguen podemos perderlos... Pero la tensión iba en ascenso a medida que superábamos el paso del retén, empezaron los gritos y las órdenes. - Alto!, Alto Policía Militar! - gritaban ellos. Tony, deja pasar al camión adelante! - le ordené pensando una estrategia. - Tengan a mano las armas!, Thére!, el cloroformo!. - Por Dios!, que haremos Omar!, gritaba Paul, mientras rápidamente el camión pasa adelante, los policías arrancan sus Jeep comienzan a perseguirnos, nuestro vehículo es más ligero, y el camión al estar sin carga también es rápido. Tony conduce bien, pegado al camión, el camino serpenteado nos tira hacia un lado y al otro, de pronto comienzan a dispararnos. - Omar!, Paul!, dispárenle a los neumáticos! - gritó Tony. Paul desde la ventanilla delantera y yo desde la trasera comenzamos a disparar a las ruedas de los Jeeps, si lográbamos acertarle pararíamos la persecución. Thérese esta acurrucada en el piso del automóvil a mi lado con un botellón en una mano y una gran esponja vegetal en la otra, los disparos se sucedían con continuidad, la carretera presentaba sectores con piedras caídas de las colinas y el polvo que originaban no dejaba ver con nitidez a los vehículos, por momentos era un caos total con las piedras que hacían sacudir al Opel y el polvo que levantaban los vehículos, los gritos y los disparos que se sucedían. De pronto el pequeño vidrio trasero del Opel recibe varios impactos y salta en varios pedazos que caen en la carretera, Thérese grita asustada, Paul se viene atrás y Thérese pasa al asiento delantero, un Jeep revienta neumáticos al pisar los vidrios y queda en la pista girando alocadamente, vuelca, y los hombres salen ilesos. Queda un solo vehículo persiguiéndonos con dos policías. - Tony!, acelera!, ahora es la oportunidad de escapar! - pero el tiene un problema, no puede ir más rápido que el camión delante nuestro. - Omar!, el Jeep se acerca cada vez más a nosotros!. - Que pasa Tony?, estamos bajando la velocidad!. - El camión tiene problemas mecánicos nuevamente! - contesté a Paul. Paul!, tenemos una sola opción, dejamos acercar el Jeep, y al colocarse al lado nuestro, salimos por la ventanilla trasera y les saltamos encima!. - Pero Omar!. Se quejó Thérese. Paul me miró con sorpresa. - Paul, va a salir bien!, yo al que conduce y tu al acompañante!. - Tony, saca un pañuelo blanco por la ventanilla, agítalo, y baja la velocidad, deja que el Jeep se aparee al Opel y nosotros saltamos por detrás, Thére prepara tu medicina, intentaremos noquearlos. - Tony, cuando pare el Jeep ven en nuestra ayuda, ya sabes que hacer!. Todo parecía encajar bien, la sorpresa es la mejor estrategia de ataque. Estábamos en una curva muy prolongada arriba de una colina, Tony agitaba algo blanco, el auto muy despacio y sacudiéndose con las piedras y la polvareda que ayudaba a cubrir nuestra intención. Ya estaban los dos jóvenes policías militares a la par, hacían señas con sus fusiles bayonetas que Tony parara el vehículo. - Vamos Paul!, sígueme!. Me lancé sobre el asiento trasero del Jeep y muy fuerte con un brazo, tomé del cuello al conductor anulándolo, Paul hizo lo mismo con el compañero. - Tranquilo soldados !, no queremos hacerles daño, paren el Jeep!. Nuestra maniobra fue perfecta pero el soldado que conducía en su sorpresa y desesperación pisó más el acelerador y el Jeep sin conducción salió de la carretera y velozmente bajaba por la accidentada pendiente de la colina, dando tumbos por las piedras, Paul forcejeaba con el soldado que había perdido su fusil, pero yo no la pasaba mejor. Lo tenía aún por el cuello, pero el tiraba bayonetazos hacia mí, el Jeep impactó contra una gran piedra y los cuatro salimos despedidos por el aire. Quedamos cara a cara y en lucha, los dos sangrábamos, mis ojos estaban sobre los de él, pero el tenía aún su bayoneta sobre mi pecho. Sentí como penetraba la hoja filosa entre mis costillas. A cada movimiento de el, la cuchilla bayoneta penetraba mas mi pecho, pronto con la aguda perceptibilidad de mi mente puedo observar el interior de mi cuerpo, más precisamente mi corazón, latiendo agitado, expandiéndose y contrayéndose continuadamente y la punta de la bayoneta cortando mis tejidos carnosos a solo milímetros de el, era increíble y pavoroso a la vez, entonces. Le fijé la vista a los ojos de ese muchacho y pensé, tengo que "entrar", fueron milésimas de segundo, si entraba y encontraba a Satanás estábamos perdidos, si no, moría inexorablemente, ya la cuchilla está a milésimas de mi corazón, es mi mente desdoblada, puedo ver la hoja filosa cortando mi carne y mi corazón a solo centésimas de ella, inconcientemente tenso mis músculos aferrando y cerrando mis tejidos a la herida abierta, no sentía fluir mi sangre por el filo de la bayoneta y en su mirada, no vi la muerte, vi su espanto, su temor, su miedo, entonces entré. Jamás consideré esta situación, estaba hurgando en la mente y alma de mi matador?, no está obscura su alma, no hay presencia de Satanás, es un joven soldado cumpliendo con su servicio militar, casi inmediatamente todo se vuelve obscuro. - Omar!, Omar!. La cuchilla sale de mi cuerpo, abro mis ojos y aparece la celestial figura de Thérese. - Omar!, amor, estas bien? Thérese todavía con la esponja en la mano había dormido al joven policía. Su intervención no podría haber sido nunca más oportuna, salvó al soldado del infierno y a mi de morir apuñalado!. - Thérese, jamás me alegré tanto de verte!, me salvaste la vida!. - Están todos bien?. - Dios!, Paul está bien, pudo con el soldado, Tony lo ayudó a tiempo. Estábamos a la vera de la colina más elevada y sobre piedras y pasto, el Jeep destrozado, levanto más la vista y alcanzo a distinguir la torre Eiffel, estamos a un paso de París. Thérese con mucho cuidado desabotona mi gruesa chaqueta para ver y curar mi herida, pero desorientada descubre que no hay tal. - Omar! No hay herida alguna! - Amor!, yo vi que el clavaba su cuchillo en tu pecho! - Pero no sangrabas!. - Gracias a Dios amor! - contesté a Thérese. - Debo creer que es parte del don con que fui beneficiado. - No creerías lo que alcancé a ver amor!. Imposible explicar que pasó pero mi cuerpo no tenía rasguño alguno. Tony y Paul me ayudan a llegar al auto, festejamos con brillo en nuestros ojos y cruce de cómplices miradas por haber resuelto el problema sin víctimas, tal como nos habíamos propuesto. Por un momento pensé, Dios es sabio, no podría haber reunido jamás un mejor grupo de compañeros para esta misión sin ayuda divina!, y yo de donde extraje tanto coraje?, acaso creería que no podían hacerme daño?, sin embargo el cuchillo estaba allí, a un centímetro de mi corazón!, que hubiese pasado de no intervenir Thérese?. Ahora debo entender que mi don es importantísimo para el éxito de la misión, pero.., es tan poderoso!, deberé ayudar con el al mundo en sus problemas de coyuntura trágica que no pueden solucionar las fuerzas de seguridad impuestas a tal fin. Que responsabilidad! Quien fue mi progenitor entonces?, que fue eso de que soy un híbrido? Participaré de los acontecimientos del futuro que observé en la mente del párroco de la pequeña iglesia en la entrada a Dieppe? Bien, vamos a volver al asunto que me ocupa ahora, que evidentemente necesita de mi atención inmediata. Dimos marcha a los vehículos y seguimos adelante, el Opel parecía ridículo por lo destruido y los innumerables agujeros de metralla que exhibía, decidimos abandonarlo, lo dejamos hundir dentro de una laguna y seguimos todos en el camión. Pronto otra vez en el camino, creo que a todos nos sorprende con las cabezas en alto un cielo hermoso. Divino espectáculo nos brindaba el sol muy rojizo guardándose tras las colinas en un cielo cubierto de brillantes nubes blancas jugueteando con sus caprichosas y pintorescas formas. Que placer habría sido para Pablo plasmar este momento en el lienzo, dejando expresar la emoción que cause a su alma. - Paramos en Evréux Omar?. - interrumpe mis pensamientos Tony. Allí están los cuarteles del General De Gaulle, y tengo un buen amigo, el Coronel Julien Wournét, el nos dará comida y dos veloces Renault de uso militar de seis asientos para luego llegar a Versalles.- el corpulento Tony siempre organizador y pensante. - Debemos asearnos y cambiar los uniformes, algo más a tono con una visita presidencial!. - dijo Paul asegurando la idea inicial de Tony. - Bien, cenamos, buscaremos uniformes acorde con la situación, nos tomaremos la noche, y en la madrugada partiremos nuevamente. No fue necesario observarlos a todos, sus rostros aliviados y el suspiro masivo que precedió a mis palabras fue contundente, entendí que era necesaria una buena cena y un descanso, lo necesitaban sin ninguna duda. Inmediatamente interrogué a Tony - El coronel Wournet, es de fiar completamente Tony? - Absolutamente Omar. - Usa el equipo y llámalo por radio. - Habla solo con el, dile que estas por Evreux y solo vas a pasar a saludarlo. Tony, muy inteligente, no pregunta, toma el equipo de radio, se comunica rápidamente y convierte mi pedido en realidad. - Bien Tony, a los cuarteles de Evreux ahora! Bajamos por las interminables colinas y serpenteados caminos y entramos al poblado de Evreux. Los soldados que custodiaban la guardia en el portón de entrada a los cuarteles nos franquearon rápidamente el paso, ya dentro estacionamos junto a otros vehículos y presurosos bajamos Tony y yo, sin demora buscamos las oficinas del comando general y al entrar notamos y saludamos la bandera que ondeaba, arriba, bien alta. Con Anthony levantamos la vista y estoy seguro pensamos lo mismo. Cuanta sangre más correrá entre franceses y el resto de la humanidad con la horrorosa crueldad instalada bajo esta insigne bandera. No podemos dejar de notar e inquietarnos por la reducida cantidad de fuerzas dentro del regimiento. Obviamente están todos en campamentos cercanos a las fronteras con países vecinos. Las casas de los oficiales y suboficiales yacían vacías, y las barracas otro tanto. Pasamos por un largo pasillo cubierto de roperitos de la oficialidad, y llegamos a una habitación enorme con grandes ventanales y gruesos MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Episodio IIX - Un hijo en el camino. cortinados color oliva claro, el Coronel se levanta presto de su enorme sillón realiza su saludo de rigor y gentilmente nos estrecha la mano. Instantáneamente penetro su mente y sus recuerdos y constato que es un hombre creyente, típico primer oficial de cuarteles, de buena fe y su alma está limpia. Saluda luego nuevamente a Tony con un fuerte abrazo, se conocen de siempre, Comienzo sin pérdida de tiempo a pasarle toda la cruenta realidad, sin titubeos y sin pausa. - Nuestra necesidad es pasar la noche aquí Julién, y contar mañana a primera hora con dos Renault de seis asientos para llegar a Versalles, pues debemos liberar al presidente y asegurar el palacio y sus comunicaciones con las demás dependencias de gobierno. Requiere Tony, luego de mi informe, y antes que el Coronel reaccionara a éste. Pero la reacción fue proporcional al informe. - Pero.., esto es tan monstruoso, cobarde y nefasto!. - como harán para ponerle freno a esta locura demoníaca!. - Dios!!.Dios!!. Repetía, aún anonadado y sorprendido. Los ojos del Coronel enrojecían y dejaban brotar pequeñas lágrimas, sus manos temblaban y su voz se quebraba. Lo tomé de sus manos y lo abracé fraternalmente, era un destacado militar, pero era notable que este evento lo superara ampliamente. Los tres tomamos asiento en un gran sillón, como dejándonos caer abatidos, detrás del mismo, varios cuadros con sables antiguos y pistolas trabucos de vaya a saber que épocas lejanas hacían las veces de mudos testimoniales de la situación Otros cuadros vidriados contenían viejos mapas que evidenciaban corresponder a históricos sucesos de la guerra del catorce. Dejamos pasar unos cuantos minutos dando lugar al Coronel que se repusiera de la horrible impresión de desazón y desconcierto que lo invadió, entonces Tony nos acercó un fuerte y caliente café. - Julién, necesitamos uniformes de oficiales de inteligencia para todos, armas nuevas, granadas de gas lacrimógeno, cloroformo y máscaras antigases. - Lo ves posible?, además, todos necesitamos pasar la noche aquí sin que nadie conozca esta situación. - Es muy importante que se desconozca completamente que estamos en tus cuarteles Julián - Repite Tony - Naturalmente que tendrán todo lo que necesiten en la mañana, aquí en mi oficina - Contestó rápido el Coronel. De inmediato Julién abre un pequeño armario y extrae cuatro llaves de las primeras casas de oficiales, y nos aclara que en las mismas hay alimentos y podemos asearnos y descansar. Antes de dispersarnos dejamos pactado estar a las siete de la mañana Armados y uniformados junto a los dos Renault. - Encontrarán alimentos en cada casa, deben asearse, afeitarse y descansar mucho ya que mañana tenemos una misión que cumplir. - Salvar a la humanidad!!! - Dije con fuerte tono a mis hombres antes del merecido descanso. En ese momento elevé mi mirada por sobre todos, me enorgullecí, los ojos de mis hombres denotaban satisfacción, orgullo y la responsabilidad asumida. Cuesta creerlo, salvar a la humanidad, si, nosotros, Paul, un pequeño batallón de chicos, dos oficiales de inteligencia, una enfermera y un devenido a militar sin ningún conocimiento. Claro que contamos con una gran ayuda, Él. Con Thérese tomamos una decisión. Llenar la bañera con agua tibia, mucho jabón, algún perfume que a ella nunca le faltaba y darnos un baño de inmersión para intentar relajarnos. Después de todo.., cuanto paso!, y en tan poco tiempo, pero cuanta experiencia vivida!. Será que el costo merece poseer tan hermosa mujer a mi lado, tan fiel, tan deliciosamente mía. Nos despojamos de la ropa pesada y sucia que llevábamos puesta por varios días tirándola a jirones, y de prisa nos sumergimos en la enorme bañera, repleta de exquisita agua caliente llena ya de espuma de jabón y con un suave aroma a perfume de mujer. Que satisfacción tomar un baño después de tanta actividad. En principio, al ver a Thère desnuda me excite, mas era tal el agotamiento físico que tenia que solo atiné a introducirme en la caliente agua y los dos permanecimos abrazados y nuestros cuerpos extendidos a lo largo de la enorme bañera, yacíamos distendidos de tal manera que tanta paz nos colmo de un profundo sueño y mantuvo nuestros ojos cerrados, tanto, como duraron las burbujas del jabón y alcanzase a perder temperatura el agua. Desperté, y Thére estaba tan unida a mi que en donde su piel se juntaba a la mía rechazaba celosamente el paso del agua y las pompas de jabón jugaban graciosamente alrededor reflejando el suceso. Thére aún dormía, la tomé en mis brazos, la envolví en un gran toalla y la deposité en la cama cubriéndola con las finas sabanas. Su rostro angelical, su cabello largo rubio rizado, contrastaba con la blanca almohada, su cuerpo levemente rozado y su piel tan suave y tersa emanaban una magia incomparable. Pero también yo sucumbí al baño de agua tibia y me acomodé a un lado de ella y entré en un largo y aletargado sueño. Mis ojos se cerraron sin dar oposición alguna, y el sueño ganó mi tiempo. - "La amas Omar?" - Con toda mi alma padre! - "Hazla tu esposa entonces!" - "Porque tu hijo llevará mi sangre y la tuya!" - "Tu hijo Omar, deberá enfrentar el enigma del tercer milenio!" - Pero.. Padre?, mi hijo:, ya está?.. - "Si Omar, en el vientre de Thérese!" - "Y recuerda Omar". - "A Satanás lo vencerás solo por tu inteligencia y condición humana!" - "Pero jamás usando su propia conducta, la violencia no es el camino, piensa Omar!, piensa..!". - Omar!, Omar!. Despierto me llama Thérese. Me froto los ojos con fuerza, Thére me besa, me encuentro desorientado. - Que te sucede amor?. - Tuviste una pesadilla? Thérese me pregunta y me alcanza un vaso de agua. No puedo creer lo que me esta sucediendo..! Sentado en la cama, en un estado de perplejidad absoluta, porque.., ahora, padre!!. - Escucha Thére, escucha!!. - Mantente acostada en la cama y haz silencio por un momento, si!! Thére hurgaba en mis ojos con una grácil imagen en su rostro de manifiesta mezcla de curiosidad, asombro y candidez. - "Ay!!", Omar!. Se sorprende Thére y aprueba. Obvia reacción al tocar con la palma de mi mano su precoz pancita y recorrer desde su pubis hasta el ombligo la misma. - Omar! Vuelve a repetir, creyendo entender lo que está sucediendo. - Que?.., shhhh.., haz silencio total, amor!. Apoyo mi oído en su pancita. Mi corazón pega un salto, y comienza a latir en paralelo con el pequeño corazoncito que escucha mi oído. Ella se da cuenta que algo importante para nuestra vida esta por pasar, y pregunta. - Omar!, estas queriendo decir lo que creo?!. Me incorporo, la miro, la beso suavemente. Y disparo la gran novedad!. - Felicidades mamá!!. El rostro de Thére se iluminó tanto y brillaba de tal modo que ninguna luz sobre la tierra lo hubiera logrado. Ella solo repetía. - Omar!, Omar!, y giraba su rostro a un lado y a otro como dando consentimiento y alegría a la vez a lo que estaba sucediendo. Luego todo fue festejo, brincábamos en la cama como niños, era el momento mas feliz de nuestros días. - Somos padres!! Era pura energía librada al medio, en nuestras mentes ya elaborábamos la figura del niño por nacer. No hacia falta hablar, solo nos mirábamos y estallábamos de alegría, tanta, que algunas lagrimas también caían de nuestros ojos. Apoyo de nuevo mi oído y estoy seguro de comprender que él también festejaba. Tomo el teléfono y llamo al coronel. - Coronel Wournet!. - Aún hay una capilla y un cura párroco por aquí. - Si Omar. Me contesta algo sorprendido el coronel. - Bien! Coronel, puede llamarlo y comunicarle que debe casarnos inmediatamente?. Ya la sorpresa del Coronel fue además felicidad, y con tono de voz de aprobación, me pide: - Me permite ser uno de los testigos Omar?! - Yo se lo iba a pedir Julién! - Le contesté. - En 15 minutos estamos en la capilla Coronel. - Siii!, Señor!, me responde muy alegremente. Ver a Thérese sentada desnuda en la cama acariciando su pancita y cantando en voz muy baja una canción de cuna muy suave era para mi tocar el cielo con las manos. - Dios, gracias por darnos esta sorpresa!. - Ahora tenemos algo mas para luchar!. - Un hijo!!. Costo un rato largo comprender esta nueva realidad, salir de la incredulidad del principio me costó, pero, ya había tomado debida conciencia y finalmente me sentía un papá. Mientras Thérese estaba en un mundo aparte. Es que ya no era solo ella, ya contaba con un ser en su vientre, eran dos personas. Pensé, me acostumbraré a compartir su amor con nuestro hijo?, como será ser papá?, como serán nuestras vidas con un hijo?. Sobre los techos de las barracas, el sol ya dejaba correr los primeros haces rojizos que penetraban por la amplia ventana de nuestra habitación, esto daba a pensar que ya eran las 6,30 hrs. Ya en nuestros uniformes, Thérese rebosante, emprendemos camino a la capilla, en donde obviamente ya estaban todos. Es increíble como compartían nuestra alegría. Tony, Paul el coronel Wournet, y el cabo Mauré hicieron las veces de testigos. Fue una humilde ceremonia, Thérese y yo, éramos ya esposos. Desconozco de donde salió el arroz que dispersaron sobre nuestras cabezas al salir de la capilla, pero el coronel Wournet es el que mayor rostro de situación poseía en ese momento. Fue un momento mágico, todo era alegría y satisfacción, tanto, que por un momento nos olvidamos de la crueldad y los inconfesos deseos de Satanás de eliminar a los seres humanos del planeta. Por un momento pensé, esto es una obra de Dios, e intenté vincular esta mágica escena como un resultado del libre albedrío, y desde luego el Diablo se lo pierde. Pues Satanás elabora sus planes de maldad, no puede dejar que pasen solamente, debe prepararlos, tiene que corromper las almas para luego usarlas lanzarlas a las profundidades del infierno. Ahora entiendo que significado tiene el libre albedrío, es no planear nada, es como criar un hijo, le damos una educación, un ejemplo, una guía, códigos de conducta, un camino a seguir, le instruimos, pero luego lo liberamos a la vida, al medio y el vivirá de acuerdo a su conciencia y su alma, tomará el camino con libertad de decisión. Es lo que Él hace con nosotros, nos dejó un ejemplo, un código, guías espirituales, nos instruyó con la Biblia, nos dio instrucción a través de la inteligencia que nos diferencia de los animales, pero luego nos liberó al medio, al libre albedrío. Debemos ser lo que somos capaces de lograr y nos haga felices, de nosotros depende, es seguro que seremos lo que definitivamente pretendamos. El camino lo haremos nosotros mismos, andando, avanzando, algunos por el camino correcto, otros lamentablemente no. Es como ver dos árboles iguales, uno al lado del otro, pero, uno torcido el otro derecho, sin embargo los dos soportaron las mismas ventiscas, la misma lluvia, igual cantidad de nieve caída sobre ellos, el mismo sol, pero uno tomó una dirección correcta y el otro no. Bien, terminados los efímeros festejos, saludamos al muy afectuoso coronel Wournét y ya en marcha en los Renault militarizados enfilamos hacia el Palacio Presidencial de Versalles en París. Ya en camino, en el primer automóvil viajábamos Thérese, Paul, Tony, y a mi lado el cabo Mauré y Jean. El segundo vehículo se trasladaban los soldados ahora convertidos en agentes del servicio secreto de la cancillería. Éramos un buen grupo, homogéneo, bien uniformados de un azul oscuro, en vehículos oficiales, y Wournet nos preparó documentación que nos abriría cualquier puerta. Pasamos el arco de entrada al Palacio de Versalles sin problemas, estacionamos en el gran patio interior. Entonces repasamos nuevamente la operación observando los planos que disponíamos aún dentro de los automóviles. - Thérese, tienes el cloroformo contigo verdad? - Si Omar!, y llevo un bolso con suficiente soga dentro también para maniatar a Schielót!. - Tony, preparado para dar el gran golpe?. - Jean, también tú?. - Sí!, contestan a dúo. - Thérese, a Schielót, no sólo habrá que atarle, sino también amordazarlo, taparle los ojos y oídos, no debe hablar, ver ni oír!. - Afirmativo gran jefe!. Contesta Thérese. - Bien Tony, dependemos de tu gran golpe, el que instantáneamente debe dejar fuera de combate a Schielót. - Paúl, resguardarás la puerta de entrada del despacho Presidencial, habrá ruido y puede querer entrar alguien. - Seguramente habrá dos soldados de caballería de la guardia permanente del Presidente en la puerta del despacho. Los veía, habría cien metros desde donde estábamos parados con los automóviles oficiales hasta el despacho. Fijo mis ojos en los dos guardias, pero, no, cambio inmediatamente de idea. Entonces tomo la decisión. - Vamos caballeros!, a la acción!. Descendemos del vehículo y lentamente y en línea los cuatro nos dirigimos a la Presidencia. Al llegar, Tony, con fuerte tono de orden les manifiesta a los guardias que tenemos una reunión con el Presidente. Éstos nos franquean la entrada, hay una gran sala de espera, en la misma otros dos guardias, y tres personas de civil sentados en amplios sillones de cuero color oliva. Nos dirigimos directamente a los guardias. - Soy el Teniente Omar Albahari del Servicio Secreto de la cancillería, el presidente nos espera!. Nuestros uniformes del servicio secreto, y el sólo nombre de mi pretendido padre, los altera tanto, que en instantánea abren la gran puerta. La acción es tan rápida como efectiva. Al entrar Paúl ayuda a cerrar rápido las dos hojas enormes de la puerta mientras yo trato de llamar la atención de Schielót y el Presidente. MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Episodio IX - El Palacio de Versalles. - Sr. Presidente, soy Omar Albahari del servicio secreto, vea esto!. Extraigo una hoja de papel en blanco de mi chaqueta y la coloco sobre el enorme escritorio, los dos se acercan e inclinan sobre el mismo tratando de observar de que se trata Schielot, es un hombre de gran tamaño, pero hay que reconocer que solo le sirvió para hacer una ruidosa caída sobre el piso de madera, Tony, le descargó su mejor golpe, aún el Presidente se encontraba queriendo hurgar el contenido del papel, sin entender que estaba sucediendo. Tomo su cabeza con mis manos, la giro hacia mí y profundizo en sus ojos, penetro en su mente. En tanto Thérese daba cuenta de Schielot, Paúl y Tony golpeaban a los dos guardias que de inmediato a la fuerte caída de Schielót entraron presurosos al despacho. En fracciones de segundos pasa por mi mente la existencia del Presidente, me aseguro su desvinculación del maléfico Satanás y lo impongo de la situación colocándolo al tanto de todos los hechos. No debíamos perder tiempo. El me mira, su tez se blanquea con palidez, lo tomo y lo siento en su sillón, trato de calmarlo, pero comprendo que es mucha calamidad de pronto. Me vuelvo a mis amigos. - Todo en orden?. Pregunto. - Omar!, solo quedan los tres civiles en la sala de espera. Afirma Tony, en tanto Thérese acaba de dormir al segundo guardia y Schielót yacía en el piso fuera de acción tal cual lo planeado. - Paúl!, traba la otra puerta y tráeme a los tres civiles, colócalos en fila frente a mí para analizarlos!. Experimentado en esto Paúl los coloca uno tras otro rápidamente. Atravesé a los tres, fue un rayo que partió de mis ojos a los de ellos en conjunto, y de inmediato le impartí la orden a Tony de derribar a uno de ellos, los otros dos estaban limpios. - Tony!, traje y sombrero marrón, rápido!. Casi al mismo instante Tony le propina una trompada tal, que lo desplaza de un lado a otro del gran salón. - Thérese, duérmelo y amárralo como Schielot!. La expresión de los rostros de otros dos civiles era indescriptible. - Tony, cálmalos, ellos están fuera, son dos secretarios del Presidente, explícales!. Es evidente que el Presidente es un hombre fuerte, pues se recupera favorable y rápido. - Sr. Presidente, con cuantos hombres cuenta en su guardia de caballería aquí en el Palacio Presidencial de Versalles. - Ciento veintidós hombres, Omar. Contestó con voz apagada. - Recupérese Sr. Presidente!, lo necesitamos y el tiempo apremia!. La operación hasta aquí fue un éxito, el Presidente recuperándose Bajo la atención de Thérese, Tony dando explicaciones a los dos secretarios. De inmediato me ocupo de los guardias que quedaron desvanecidos, me inclino sobre ellos, coloco mis manos en sus frentes, y con sorpresa noto que en mucho menos tiempo recorro sus memorias, no pierdo tiempo, aprovecho la oportunidad y deposito en sus mentes todos los sucesos ocurridos. De esta forma al despertar ellos, no perderemos tiempo en más explicaciones. - Sr. Presidente, necesito que llame a una reunión en el patio principal a toda su gente, guardias, secretarios y empleados!. - Debo analizar si hay algún traidor entre ellos, si lo hay, lo encerraremos!. - No podemos cometer errores, a su lado deben ser todos leales!. Le repito. El Presidente da la orden a sus dos secretarios, y que le adjudiquen urgencia bajo el pretexto de emergencia militar por el inminente conflicto bélico. Pero yo estaré allí escrutando las mentes y memorias de todos, además pido a Tony que haga llegar al despacho a Jean, el cabo Mauré y los cinco soldados, hoy todos agentes del servicio secreto de la cancillería, los vamos a necesitar. Sr. Presidente, haremos esto, cuando se encuentren todos reunidos en el patio, nosotros estaremos en el piso superior que da vista al patio, Vd. Improvisará un comunicado de la situación alertando que se cerrará el Palacio con guardias en todo el perímetro del lugar, necesito dos minutos, nada más. - Mi gente, más sus dos guardias y secretarios se mezclaran con todos en el patio, les hará formar filas de a dos sujetos, para facilitarme la operación de señalar a los que debemos separar del resto, detener y encarcelar. - Cuanto tiempo necesitan estar encerrados Omar?. Pregunta preocupado el Presidente. - Hasta que termine esta Insólita locura bélica, no se preocupe Sr. Presidente, estarán bien, pero es necesario. - Lo entiendo perfectamente Omar!. Contesta resignado. Hay un fuerte murmullos apagado que proviene del patio interior del Palacio que me indica que ya se están agrupando los más de cien guardias, empleados y secretarios. Junto a mi gente frente a mí y les impongo de la situación. - al momento de filtrar las memorias de todos iré indicando a Vds. A quienes detendrán, lo harán en un perfil bajo, sin escándalos, no queremos asustar a los demás, le piden que los acompañe abajo y allá los encerrarán. Yo hurgaré sus mentes y les haré perder el temor y comprender que es una medida de precaución y transitoria. - Tony!, Schielót es peligroso, deberá ser recluido en una celda de alta seguridad y seguirá allí amordazado, y sus ojos y oídos tapados, no debe tener contacto con nadie. - Bien Omar, así será, ya me ocupo. - Presidente, manos a la obra, vamos arriba!. - Tony, Jean, Mauré y Paúl, con los demás quedan a las órdenes de Tony, quien comandará la operación detenciones. - Thérese, Sr. Presidente, a mi lado!. La escena era extraña, desde un pasillo elevado en el primer piso a forma de balcón, dominábamos todo el patio central, en el cuál había más de cien personas sin la más mínima idea de los horribles sucesos que acontecían al País. Mi intención era determinar lealtad o no, en el conjunto de individuos, separando a todo aquel que podría ser usado por Satanás, y enterar inmediatamente a todos los demás de la situación real y la importancia de resguardar al presidente y el Palacio de Versalles de cualquier injerencia externa. Conciente de que Schielót ya estaba anulado, solo quedaba el asalto final al gran buque rojo en el puerto de Le Havre y la destrucción total de todo el gas rojo elaborado por ellos. Aunque percibo que no será fácil. Ya que algo no me cerraba correctamente en los informes de Farís, temo que me ocultan algo más, mis sentidos muy agudizados me alertan que hay mayor peligro en el plan del demonio que lo que me quiere hacer creer. Obviamente esta era la primera experiencia en entrar a la mente de más de cien personas, pero el intento debía hacerlo, y con éxito. Ya hablaba el Presidente, cuando entré en trance sensorial, mis ojos escudriñaban todos los rostros en el gran patio, intento agruparlos, son cientos de historias diferentes, algunas trágica, otras virtuosas, mi mente es un torbellino girando, entrando y saliendo de las de cada individuo, recogiendo todas sus experiencias, veo pasar en milésimas de segundos la vida de cientos de personas, paralelamente guío también mentalmente a mi grupo indicándoles a quien separar, no son muchos, sólo veintisiete individuos, ya con disimulo y cautela están llevándolos. Luego impongo a los demás de la situación, les hago saber de Farís y sus cómplices, el diabólico plan de exterminio, del gran buque rojo y el gas producido y como anularlo con agua común. Cuanto más conozcan sobre la situación más son las posibilidades de ejercer una defensa del Palacio y el Presidente. Normalizo mi mente, y encuentro al presidente aún hablando al grupo reunido. - Tranquilo Sr. Presidente, ya esta hecho!, haga dispersar a todos y volvamos a su despacho. - Logró influir en todos?, apartó a los posibles problemas?. Inquiere el Presidente de mí operación, - Bien!, todos sus guardias, secretarios y empleados son seguros ahora, mientras tanto haga anular sus teléfonos como cualquier otro tipo de comunicación hacia el Palacio. - Farís podría sospechar que algo está aconteciendo, no olvidemos que anulamos a Schielót, y aún necesito algo de tiempo hasta llegar al puerto y destruir el buque rojo y su mortífera carga. - El próximo golpe es el más importante de esta fatídica historia, el más delicado y urge planearlo muy detalladamente. Volvemos al despacho del Presidente, y allí estamos frente al Presidente, Thérese a mi lado, Tony, Paúl y los demás en los espaciosos sillones apoyados sobre las paredes del gran salón Presidencial. - Sr. Presidente, Vd. Es un buen político, y ya cuenta con un detallado conocimiento de esta horrenda situación, debo pensar una solución, pero Vd. Sabe que luchamos con el mismísimo Diablo, pero el es un ente, no es físico, no existe prácticamente, tiene mucho poder pero necesita de los seres humanos para existir!. - Como opera Vd. En política cuando su contrincante lo supera en fuerzas? - Omar, en política opinamos que cuando el opositor nos supera y no lo puedes vencer, cómpralo!, o hazlo tu socio! - me contesta y luego agrega. - Gobernar con éxito es nunca llenar todas las expectativas del pueblo, siempre deberá faltar algo, de esa forma siempre piden, y siempre les das algo. Mis pensamientos me llevan a las palabras de Pablo, el pintor, es evidente que hay un parecido, solo que éstas, dichas por un político suenan hipócritas, pero creo empezar a comprender que son frases diferentes con un alma en común. Sin duda es la estrategia resultante del número de posibilidades, y lo razonable de la expectativa del resultado o la cantidad final. Recuerdo un libro de cuentos para niños que leí en mi niñez, el mismo trataba de un productor de ciruelas, que por su exagerada ambición, una temporada intentó producir mayor cantidad de frutos, pero olvidó que poseía solo los canastos necesarios para transportar la cantidad que producía normalmente, fue entonces como perdió todos los frutos, que su mayor producción arrojó en esa ambicionada cosecha. Ya hay algo que es ineludible, no hay diablo si no hay seres humanos. El hombre político vuelve a hablar. - Omar, el Universo es una dicotomía, imposible que haya ricos, si no habría pobres, no habría ríos sin tierra, ni la bondad sin la maldad, lo blanco sin el negro, el día sin la noche. - Como definimos que algo está mal, sin conocer que es lo que está bien? - Gracias Sr. Presidente, me han sido de utilidad sus pensamientos. Me quedaba poco tiempo, y me urge ahora preparar el plan de operaciones contra la gigantesca embarcación y su letal contenido, ya que sin el gas, Faris quedaría absolutamente debilitado militarmente. Según el General De Gaulle la fuerza militar en general está mal provista y en manos del General. - Tony, necesitamos reclutar hombres con conocimientos de buceo entre la guardia del Presidente, ocúpate!. - Jean, Paúl y Mauré, vamos a desplegar los planos del acorazado y planear una táctica de asalto para hundir la embarcación y desnaturalizar el letal gas rojo acumulado allí. El Presidente despeja de un manotazo el enorme escritorio y desplegamos un gran plano sobre el mismo. El primero en asombrarse por la estructura de la enorme nave es Paúl. - Es enorme Omar!. - Es casi una nave submarina!, por debajo del nivel de flotación aún posee tres bodegas más y el comando de control general de la nave está debajo de la misma. - El comando es una cabina vidriada a modo de burbuja de vidrio blindado - Le impongo a Paúl. Interrumpe en el salón Tony con cuatro oficiales de la guardia de caballería del Presidente que aseguran conocer de buceo y han sido entrenados como buzos tácticos, inmediatamente quedan incorporados al grupo y comienzan a dar opiniones al respecto- Uno de los oficiales de nombre Louis, aparentemente conoce lo suficiente de embarcaciones y operaciones submarinas y hace su análisis de la embarcación. - Es un acorazado muy blindado pero tiene un sector débil, que es la esfera ó burbuja vidriada a modo de comando general que sobresale por debajo, al medio, de la nave. - Es de vidrio blindado, pero con una carga explosiva colocada desde fuera puede volarse. Comentó Louis con evidente conocimiento de causa. - Louis, si hacemos estallar la burbuja de comando general el agua inundará las bodegas dos y tres?. Pregunté. - No, habría que colocar cargas explosivas en las compuertas de esas bodegas también, y deben estallar juntas todas las cargas explosivas. - Bien!, elaboremos un plan entonces, que obviamente Louis, debe ser inefable. - No puede fracasar! - acoté con firmeza. Tony, con un listado de elementos y pertrechos necesarios para llevar a cabo toda la operación indicados por Louis, se lleva a Jean, Paul, el cabo Mauré y los cinco soldados, todos con uniforme del servicio secreto, van a los almacenes militares del puerto a retirarlos con una orden de presidente. En tanto en el despacho Presidencial discutimos y formamos la más segura estrategia del asalto y hundimiento del acorazado, y como detener a Farís y sus cómplices. Es sumamente importante que Louis conozca a que se va a enfrentar. Les relato del horror que vieron mis ojos, y que debajo del buque he visto hombres ranas armados, lo cual le sirve para vestirse igual a ellos y pasar desapercibido. - Yo me haré cargo de Farís y sus tres cómplices con la ayuda de Tony, Thérese, Paúl y Jean, el cabo Mauré y sus cinco soldados colocarán las cargas explosivas en el interior, y Louis y sus tres compañeros se harán cargo de la tarea submarina de colocar las cargas por fuera. - Caballeros!, éste será un evento memorable, pues nuestras fuerzas y la inteligencia que apliquemos es nada menos que para salvar a toda la humanidad!. Hubo un cerrado silencio en el gran salón del despacho Presidencial, hasta Napoleón Bonaparte sobre su caballo y al frente de su ejercito en una gran pintura detrás del sillón Presidencial pareció cambiar su habitual color oliva de su piel. Los muy antiguos muebles de roble rojizos tornaban a grises bajo la influencia de la preocupación de todos los rostros sobre quienes recaía semejante responsabilidad. Louis, es el primero en quebrar el silencio y pregunta. - Es posible que esto esté sucediendo realmente, Omar? Seguro, entiendo que es lo que pasa por la mente de Louis, definir a nuestro enemigo como el mismísimo Satanás, es como perder de pronto todos los recursos que un soldado reunió durante años, ya que no hay estrategia militar ni armas seguras para pensar siquiera en derrotar a semejante enemigo. - Louis, Satanás tiene mucho poder, pero no es un ser, es un ente inmaterial, y por alguna razón muy especial Dios me otorgó un don muy poderoso, y aún no he recurrido a todo su potencial, yo creo firmemente que podemos derrotarlo en este evento, si, no creo que desaparezca para siempre, pero intentaré que desista de su macabro plan de eliminar a toda la humanidad. - Tienes un plan para lograr que desista de sus horrendas intenciones? - interrumpe el Presidente. - Lo tengo Sr. Presidente!, lo tengo, pero antes debemos asegurarnos que el Diablo no cuente más con Farís, su grupo y el poderoso gas rojo!. - Tenemos primero que volver a tomar el control de las Fuerzas Armadas, tomar prisioneros a Farís y sus secuaces, que en realidad son verdaderos animales creados para representarlo a el en nuestro mundo, de esa forma Satanás quedará aislado y reducido a lo que es, un ente, sin cuerpo, y luego, intentaré convencerlo de lo confundido que se encuentra en realidad, y equivocada que es su estrategia de eliminar toda la humanidad. - Pero Omar, crees posible tú convencer al Diablo de que se encuentra en una severa confusión? - me requiere con cierta obsesión Louis. - No olvides Louis, que somos una creación de Dios, y, a su imagen y semejanza, te diré, Satanás solo puede hacer daño, solo sabe Perfectamente corromper almas, su único interés es llevarlas al infierno, pero carece de estrategia lógica, porque éstas son todas virtudes humanas al fin de cuentas. - Y eso usaremos nosotros, las virtudes de nuestro intelecto, o dicho de otra forma, la aplicación inteligencia de las virtudes del ser humano, nuestro poder de persuasión, de disuasión, de convicción, lo que hemos aprendido a través de los siglos caminando por este planeta, nuestro mundo del libre albedrío. - Satanás es indestructible como ente, pero solo conoce sus propias reglas y éstas son simples, solo corrompe almas, pero solo si éstas se dejan corromper únicamente, el no es un creador, es un destructor de almas en beneficio de su ego que como resultado hace al contenido de su infierno y la mayor cantidad de gritos de dolor que genere con su maliciosa actividad. Ya irrumpe en el gran salón la llegada de Tony, quien asegura haber reunido todo lo solicitado por Louis. Realmente desconocía yo si era ésta la batalla final, pero si, no podía dudar en la necesidad de establecer la tarea inequívoca de cada uno de los hombres del pequeño grupo que me seguían. MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Episodio X - La Batalla Final. - Bien señores, vamos a operar de esta forma. - En un primer vehículo iremos directa, y abiertamente a la entrada del puente del acorazado, Thérese llevará un bolso conteniendo suficiente gasas y cloroformo para aplicar a varias personas, Tony, Jean, Paúl, el cabo Mauré con cinco soldados llevarán soga suficiente para maniatar a mas de diez sujetos, y todos llevaremos los uniformes del servicio secreto de la cancillería. - El cabo Mauré y sus soldados llevarán además las cargas explosivas para colocar en las bodegas que contienen el gas rojo, lo harán de acuerdo a lo planeado colocándolas en las bridas de las compuertas, de esta forma el explosivo no creará onda expansiva hacia adentro, solo abrirá la compuerta. - El buque debe irse a pique, antes debemos evacuar a todos los marinos que se encuentran a bordo, ellos en general desconocen lo que está sucediendo, aunque presienten que algo no está bien en los mandos. - Louis y sus tres hombres irán en otro vehículo, llevando sus cargas explosivas submarinas. Entraran al agua lejos de ser vistos por los guardias de las torres de avistamiento del buque, una vez dentro y cerca de la nave, aparentarán ser compañeros de ellos, vestirán igual, pasarán inadvertidos, deberán imitar su forma de bucear, ya colocadas las cargas contarán con dos horas para alejarse del barco. Culminada la operación y asegurada la detención de Farís y sus hombres. Recién entonces haremos la llamada al Presidente para que normalice el estado de las relaciones con sus ministerios, secretarios y llame a una conferencia de prensa y anticipe la destitución y detención de Farís y sus cómplices bajo el cargo de traición a la Patria. La fiel realidad la debemos ocultar bajo cien llaves, imposible comunicar al mundo lo que pasa, dispararía un caos catastrófico. - Thérese, Tony, Jean y Paúl irán conmigo directamente al comando general, a la burbuja debajo del buque, desde donde controlan todo el horrible mecanismo de producción del gas rojo, allí nos ocuparemos de Farís y sus tres socios, actuaremos igual que hicimos con Schielót. - Pero.., Omar!. Las personas que se encuentran en el nivel dos, en la bodega donde están las cuchetas y los equipos de extracción de sangre.., que pasará con ellos?, hablaste de diez mil personas!. Interrumpe Tony. Debo aceptar que me costó responder al difícil interrogante de Tony, se escurrió por mi frente una fría transpiración, puesto que se produjo en mi mente y en mi alma una lucha intestina que era tanto imposible de ganar como de perder. Era una decisión que debía tomar a través de una lógica diabólica, pero me sentía irremediablemente responsable y que sin duda no olvidaría jamás en mi vida. - Escuchen todos!, lo que les voy a comunicar es algo diabólico, pero es la realidad!, en el fondo del mar, debajo del buque, a pocos cientos de metros, hay miles de cadáveres acumulados semienterrados en una enorme grieta natural que usan para este fin. - De los posibles diez mil sujetos que se encuentren en la bodega de extracción de sangre, existe la posibilidad de que muy pocos se encuentren aún con vida, cuesta decir esto pero también habrá que evaluar que son todos maleantes, ex-presidiarios extraídos con engaños de las cárceles de Francia, Argelia y Países vecinos, Farís construyó una estructura básica de movimientos de vehículos y barcos para traer toda la lacra humana de Francia y otros Países, para llevar a cabo esa demoníaca operación de producción del letal gas rojo, - Este es el motivo por el cual están allí, todos, son a corta o larga data integrantes a tomar un lugar en las cavernas del infierno, pues Satanás sólo eligió a quien tiene ganada su alma. Hubo un cerrado silencio obviamente muy comprensible. Era obvio, con velocidad de un rayo recorrí la mente de todos, uno por uno pensaba diferente, pero al fin a todos les caía pesada la realidad que yo relataba como bolsones de cubos de hielo, entonces coincidían en algo en común muy humano, reflexión y temor. Sus mentes elaboraban diferentes pensamientos. "Thérese, Debo educar bien a mi hijo!." "Presidente, yo creo que me salvo, pero el ministro de economía seguro no, y, el secretario de seguridad interior...?." "Tony, Dios!. Negué por tanto tiempo la existencia del infierno.." "Jean, mi familia está a salvo!." "Paúl, nunca disparé a nadie, gracias Dios!." "Mauré no soy un santo, pero nunca hice daño a nadie.." "Louis, Pobre André, si supiese esto!, pobre amigo mío!." Mi análisis fue rápido y simple, Thérese pensaba ya como madre, el Presidente como político, Tony siempre con lógica, Jean, típico hombre de familia, Paúl, un soldado, Mauré, muy joven aún, y Louis en su mejor amigo, resumiendo, el hombre, genéricamente hablando, es un animal reflexivo, conceptual y temeroso por su naturaleza intelectual. Estas reflexiones me otorgan más valor para luchar contra Satanás ya que es evidente que la condición humana siempre tiende un puente entre la virtud y el intelecto, y su efecto es la reflexión y la acción. Alguien habría de romper el motivado silencio que llevaba a helar el aire del salón, y ése debía ser yo. - Bien señores!, en marcha!. - Tenemos un trabajo que realizar!. Hubo un abrazo generalizado, el mismo cargado de emociones, algunas lágrimas hicieron sordos ruidos al caer, y nos pusimos en marcha hacia el puerto del Le Havre. La guardia abrió las enormes puertas del viejo Palacio de Versailles , y primero salimos en un camión el grupo que seguiría conmigo, en la cabina, Thérese, Tony, Paúl y yo, atrás, en la caja cerrada con lona verde oliva, Jean, Mauré y sus soldados. Comenzamos a transitar las empedradas calles del viejo París ante una fría mañana muy gris y cubierta de una cerrada niebla que imposibilitaba una buena visión y lo humedecía todo a su paso. Fue Tony, como de costumbre, quién para romper el hielo, soltó la primera y única incógnita que los mantenía a todos en vilo. - Omar, como es el infierno y el paraíso?. - Es físico acaso?. - Como una persona muerta y cuyo cuerpo queda enterrado en nuestro mundo, puede sentir dolor en el infierno ó gozo en el paraíso?. Preguntó Tony, pero los oídos de todos estaban tan tensos y expectantes, la ventanilla trasera de la cabina corrida, indicaba que los que viajaban en la caja trasera del camión, estaban bien dispuestos a no perderse la respuesta. Tal era la situación de expectante que podía oír el fino vibrar de sus tímpanos esperando la ansiada respuesta. Y que responder?. Acaso yo estuve allí, no!. Yo solo hallé un canal de comunicación con Dios y con Satanás, pero no los vi jamás, solo percibí sus palabras. Hubo un instante muy silencioso, solo quebrado por el golpeteo de las ruedas del camión sobre el viejo empedrado y algunos ocasionales pozos, La fuerte ventisca fría que descendía de las colinas y la neblina era tal, que a momentos había que parar limpiar el vidrio del parabrisas del camión para seguir obteniendo visibilidad. Entonces ensayé una respuesta amparada en un rápido y profundo análisis de mis conversaciones con el Diablo, y mi experiencia con Dios. - Tony, te haré una pregunta. - Has sufrido dolor por amor?, por la muerte de un ser querido?, porque te hallan humillado?, incluso no has llegado hasta llorar de dolor por una frustración?. - Si!, Contesta Tony. - Entonces, Tony, ahora define, en que parte de cuerpo físico te ha dolido?. Solo el abultado y lógico silencio llenó el resto del poco espacio que aún había en la cabina del camión. No fue preciso indagar las mentes de mis amigos porque era innecesario por completo, sabía lo que pensarían, sus rostros lo decían todo. - Ahora bien, Tony, ensaya una respuesta tú mismo sobre el paraíso, creo recordar que tú sostenías que se es feliz sólo cuando el cuerpo está en reposo, en paz, verdad?. - Discernías sobre la felicidad con Thérese, cuando ella sostenía que el estar enamorada era la felicidad máxima, y tú, que solo se logra ser feliz con el cuerpo en reposo, en paz, y yo le agrego cuando no se siente tener cuerpo en otras palabras. - Eventualmente cuando nada ni nadie perturbe esa paz total, ese placentero reposo. - Entonces agrégale gozo a esa paz y ese es el paraíso!. Pero no, Tony no se conformaba con respuestas parciales, el requería una contestación integralmente ligada a determinada lógica existencial. - Omar, pero.., si el cuerpo queda en este mundo, como se puede sentir gozo en el paraíso?. Requiere Tony. A esta altura de los acontecimientos era casi seguro que el intelectual Tony ya tenía la respuesta también, pero evidentemente requería de mí ratificar la misma. - Tony, acaso no sentiste gozo al recibir una mención por tu capacidad en realizar algún evento que comprometía el éxito ó el fracaso?. - El gozo físico es efímero, además no depende del cuerpo, ya que pasar un buen vino por nuestro paladar no depende del exquisito vino, ya que si lo tomas en compañía indeseable le sentirás mal sabor. - Entonces el gozo es emocional, es del alma, es de la esencia del ser. - Si la esencia del ser humano desparramó solo maldad en este mundo sufrirá eternamente esa maldad consigo mismo, solitariamente, en cambio si vivió su vida con virtud, su esencia gozará de una paz eterna. - Y ahora..?? - Me interroga con cierta incredulidad Tony. - Ahora estamos luchando para que nada cambie, fortaleciendo la historia para que las generaciones que nos precedan sigan disponiendo del libre albedrío y se propongan libremente el futuro que ellos mismos produzcan. - Entramos a la ruta Omar!. Anuncia Thérese. Atrás queda París, Versalles, y una buena parte de esta locura que nos tocó en vivir, tenemos aún unos ciento sesenta kilómetros hasta el canal, allí estará el desafío más importante de mi vida. Debo aprovechar este poco tiempo en pensar. Pasa parte de toda la historia por mi mente, y recuerdo palabras de Pablo, el pintor de mirasoles, el dijo palabras que aún resuenan en mi cabeza, "Omar, en nuestra corta existencia se presentan situaciones que si en vez de buscar resolverlas tomando el principio, pensamos como sería el final, éste, nos da los medios y la solución". Es acaso un acertijo?, como convencer al Diablo que aniquilar la raza humana es un error y que debe desistir de esa intención?. Obviamente detendremos este intento actual, pero.., por cuanto tiempo? Debo analizar y ver el final de su bestial intención de aniquilación?. De a momentos me parece percibir un fino y suave murmullo, éste pareciera asociarse con el sonido que arroja el rodar las cubiertas del camión sobre el cemento de la carretera, y que se corta por el pasar de otros camiones a nuestro lado. Como si se tratase de alguien que me hablara en voz baja. Un murmullo lejano. Es un extraño ronroneo. Casi una nota musical. - ((Final!, final!, final!,final!)). Así suena, y me parece entender que debo concentrarme en el desenlace final de la intención de Satanás, en el escenario definitivo. Este escenario final debo proponerlo con un serio error de cálculo que no debió tener en cuenta Satanás. Recuerdo que Satanás dijo algo de "llenar" el infierno, eso produciría el fin de la humanidad!. - ((Final!, final!, final!, final!)). Pablo dijo que - no todo fin justifica los medios -, lo recuerdo perfectamente. Creo entender cada vez mejor este complicado y mortal acertijo. - Omar, cariño. Me interrumpe Thérese con su suave y dulce voz, afirmando más fuerte su mano en al mía. - Estas aquí?, estas con nosotros? - pregunta suspicazmente. - Si, Thérese, mi mente está intentando resolver el dilema mayor, finalmente convencer al Diablo de abandonar este malvado y cruento plan, demostrándole el error estratégico que no tuvo en cuenta. - Omar, no te hemos interrumpido, ya que te vimos cavilando, básicamente no estabas aquí - agrega Tony. Imaginé que pequeño se verían los dos camiones rodando por la carretera, viéndolos desde un plano elevado muy superior, entonces elevé mi mente e intenté mirar la escena desde muy arriba, tanto, que increíblemente podía ver una tan amplia franja, que presenciaba desde el canal de la mancha, la costa inglesa, el puerto de Le Havre, el impresionante acorazado rojo, y todo su movimiento, fácilmente localicé la ubicación de los camiones y elevé mi atención a los alrededores de la embarcación. Luego comencé a penetrar en ella, y allí estaban Farís y sus tres cómplices, hombres-lobo, o bestias, o como le demos por llamar a los malditos. Me quedé un momento y presté atención a los sistemas de control de la burbuja, o comando general, debajo del buque desde donde operan la producción del gas rojo y otros movimientos de la horrible tarea en la que están involucrados. Abajo también, pero por fuera del buque, seguían operando los buzos tácticos y hombres ranas transportando cadáveres al fondo de la fisura abierta en el mar, los sigo con mi mente, y a varios cientos de metros del buque se encuentra la falla en el suelo marino en donde depositan los cuerpos inermes. Mis ojos no pueden creer lo que ven, miles de cadáveres agolpados en el fondo de la grieta, los buzos colocan cargas explosivas con la evidente intención de desbarrancar la fisura y tapar los cadáveres con toneladas de arena, piedras y barro. Vuelvo al comando, a la burbuja vidriada, e intento escuchar las conversaciones de Farís, quién da órdenes en forma casi mecánica a sus secuaces, uno de ellos opera un tablero rojo en cuyo centro posee un botón rojo grande tapado parcialmente con una ventanilla corrediza verde oliva, Farís constantemente le llama la atención que cuide no tocar ese botón, y le llama al mismo "el botón del fin". Obvio que no debo entrar a sus mentes ya que encontraría también a Satanás. Sería un gran inconveniente en nuestro plan que se enterara el mismo. Recorro nuevamente el barco y sus instalaciones, me dirijo a la bodega donde se encuentra depositado el gas, esta se encuentra bajo la primer cubierta, me deslizo tambor por tambor, veo el piso y noto con sorpresa que está fabricado con planchas de duro acero y bastante espesor del mismo, las demás bodegas carecen de este detalle, y la cubierta de arriba de esta bodega es extremadamente débil en relación. Pero mi sorpresa mayor es cuando me deslizo por debajo de la bodega que contiene los tambores de gas, allí encuentro muy bien alineados uno al lado del otro ocupando todo el espacio del piso del nivel, miles y miles de cartuchos de explosivos de pólvora, todos conectados entre sí. No me cuesta mucho entender, ese botón rojo del fin del mundo hace explotar todos esos cartuchos, que en total componen una enorme carga explosiva, que al estallar levantaría toda la bodega completa a elevada altura logrando también que estallen los tambores, estos crearían una nube de gran altura de gas rojo, que según los vientos la llevarían por toda Europa al recorrer el cielo lentamente sobre una gran franja de poblaciones. Mataría decenas de millones de personas, y hasta quizás se mantendría en la atmósfera por un tiempo bastante elevado, produciendo una verdadera masacre. Un genocidio incalculable en víctimas. Evidentemente es un recurso de última y desesperada instancia, ante un posible ataque a la embarcación. Sigo hurgando por debajo del barco, y en la proa de éste, bajo el agua, noto una doble compuerta con cámara de descompresión por donde los buzos extraen los cadáveres y llevan al fondo marino. Increíblemente advierto que el buque no posee ancla, tampoco motor de propulsión, y además dispone de una tripulación muy reducida en número de marinos, son solo veinticinco hombres. No me quedan dudas que este buque fue fabricado para quedar en el muelle, engañando al observador y al solo efecto de realizar las operaciones necesarias para la elaboración del gas rojo. Me pregunto entonces como producirían una chispa eléctrica, o como hacen funcionar eléctricamente todos los equipos del barco, si no posee motor que genere electricidad.. Entonces observo un tendido de cables de alta tensión entre el mástil superior del barco y un tablero eléctrico elevador de tensión dispuesto en una enorme columna frente al buque a pocos metros en el muelle, algo disimulado, entre grandes cajones de productos para exportación en carga para otros buques. Éstos alimentan a todo el barco de electricidad de la línea urbana, esto hace posible toda la operatividad del enorme buque. Nuevamente me posiciono en el interior de la burbuja de comando, allí está Farís dictando órdenes, lo noto algo alterado, y el lenguaje que utilizan lo comienzo a comprender ahora, es el antiguo arameo, es la lengua más compleja y antigua que existe. Farís está muy inquieto, quiero creer que es por su falta de comunicación con Schielót, y debe presentir que algún peligro lo acecha, lo observo exageradamente nervioso, tal, que cuando se enfurece se deforma su aspecto normal, crecen sus uñas y se alargan sus dedos, su figura se agranda a medida que su cabeza busca la forma de un animal, sus piernas se retuercen en las rodillas y le crecen muchos pelos en todo el cuerpo, me recuerda inmediatamente la escena bestial de la biblioteca del castillo que me tocó presenciar aquella lejana y horrible noche en que tornaron en bestias. Su cuerpo, en forma continua se deforma y vuelve a su estado humano nuevamente. Me es importante escuchar sus conversaciones ya que debo ser muy cauteloso y a la vez temerario en el asalto a la embarcación. En la burbuja hay muchos tableros de control, pero uno de ellos llama mi atención pues marca temperaturas bajo cero, penetro en él, sigo por el tendido de sus cables y cañerías y el mismo llega hasta la bodega depósito que contiene los tambores de gas rojo, es claro que esta es la única bodega que mantienen a temperaturas bajo cero. Presto especialmente mi atención al sistema de llenado de los tambores con la mezcla del gas nitroso y la sangre extraída de los cuerpos en la otra bodega, y toda la operación se produce a temperaturas bajo cero. Obvia razón. Los gases se envasan a temperaturas bajo cero, de esa forma el gas se torna líquido y se logra envasar en mayores cantidades y concentraciones, creo haber leído al respecto, que al librar el líquido al medio ambiente se transforma en gas liberando millones de partículas que flotan fácilmente en el aire. Pero.., si por alguna razón se elevara la temperatura en esa bodega, el líquido volvería a estado gaseoso dentro de los tambores que lógicamente ante la presión del gas, estallarían y se liberaría al medio ambiente, con el imprevisible peligro que esto causaría a la población. Es evidente que han pensado en todo, ya que el estallido de las cargas explosivas que depositaron en el piso de la bodega con los tambores, liberaría tanto calor que produciría la expansión del gas que alcanzaría la alta atmósfera formando una nube mortal, quizás más grande que el área Europea, produciendo una masacre de proporciones nunca vistas en el mundo. Tomo un pequeño respiro, y descarto la idea de un primer momento, de cortar la energía al barco desde el tablero de suministro del muelle, pues ese hubiera sido un gran error. Obviamente cuando Farís me envió los planos de la embarcación, nada de todo esto se hallaba figurando en los mismos. Es evidente que ellos consideraban la posibilidad que yo me transformara en el detonante del desastre, y como causante de semejante cantidad de muertes, mi alma quedara inexorablemente a merced y dominio del Demonio. No me cabe duda que hundir la embarcación sigue siendo la única opción viable y más segura, ya que las muy frías aguas del canal no permitirán la expansión del gas y cuando estallen los tambores por la presión del agua helada de esa profundidad desnaturalizará y desactivará el gas tornándolo inofensivo. Lo que arroja la conclusión que tampoco podemos dejar producir los estallidos de los miles de cartuchos de explosivos. La única opción es que se abran las compuertas de la bodega que contiene el gas, al entrar el agua fría del canal a ésta bodega se mojaran los cartuchos explosivos y perderán efectivamente su enorme poder destructivo. Vuelvo rápido a mí, mi mente se unifica nuevamente, estoy en la cabina del camión, ya estamos descendiendo por las serpenteadas colinas, ya está a la vista el puerto y el canal de la mancha. - Tony, busca un lugar para estacionarte, necesito hablar con todos!. - Debemos reelaborar la estrategia del plan de ataque a la embarcación! En dos minutos estaba ya estacionando en un claro apartado en la carretera, también ya vemos a la gran embarcación Roja anclada en el sector militar del puerto, la misma por su color se destaca entre grises galpones y grandes cajones apilados en el empedrado muelle. Todo el grupo que me acompaña descienden de los dos camiones y concentrados en el lugar, inmediatamente les comunico a ellos de lo que fui testigo unos segundos antes, quienes acusaron una repentina sorpresa en todos los rostros. Tony rompió el silencio. - Es una obra maestra del máximo terror! - opinó con voz algo quebrada. No había tiempo que perder, teníamos que resolver el problema, entonces Louis acotó con inteligencia. - Las cargas explosivas nuestras las colocaremos en zonas alejadas de la bodega del gas rojo, haremos que al estallar solo abran un boquete, el agua se encargará de reducir los chispazos y el fuego del estallido inmediatamente, pero el boquete se abrirá. - Pero aún hay un peligro latente, Omar!. Tony, pensante como siempre hizo sonar la alarma. - Al comenzar a hundirse el barco, se cortará el suministro de energía y la bodega conteniendo los tambores con gas congelado, perderán rápidamente su estado y aumentarán la temperatura, hasta que penetre el agua helada del fondo del canal, pueden pasar una o dos Horas y eso puede producir el estallido de los tambores, logrando expansión y liberándose a la atmósfera. El cabo Mauré casi nunca intervenía cuando ocurría una conversación de esta naturaleza, quizás por su juventud o por su pronunciado carácter introvertido, pero esta vez dio su opinión. - Perdón Sr., pero si llegamos con la premisa de que disponemos de información secreta que terroristas pueden llegar a cortar el suministro de energía y llenamos toda la bodega en cuestión con gran cantidad de barras de hielo? - Al hundirse el barco el hielo mantendrá la temperatura baja en la bodega por suficiente tiempo hasta que ésta se llene de agua helada del canal en el fondo del mismo?. El equipo funcionaba, el cabo Mauré acaba de aportar lo suyo también. - Bravo Mauré!. Evite llamarlo cabo. Se notó en su rostro el orgullo y la satisfacción que creció aún más, por las responsabilidades que ya había enfrentado con aptitud de militar experimentado. - Mauré, esa bodega tiene ojos de buey de vidrio, cuando carguen las barras de hielo dispondrán de tiempo para disimuladamente producirle cortes a esos vidrios, al hundirse el barco esos vidrios estallarán por la presión que ejerza el agua a profundidad y entrará más cantidad y más rápidamente, Mauré deberán llevar cortadores de diamante. - Sé donde conseguirlos Sr.!. Contesta decididamente Mauré. - Louis, los estallidos deberán producir con seguridad el hundimiento del buque factoría, me lo puedes asegurar?. Mi intención era crear en Louis una preocupación que facilitase el exceso de celo en el, para asegurarse del éxito del hundimiento. - Omar, las cargas serán colocadas en las uniones de los compartimientos estancos de la línea de flotación, les puedo asegurar que esa embarcación, así como tan grande es, se irá a pique, se hundirá irremediablemente. A lo aseverado con tanta seguridad por Louis, le continuó un silencio, en el cual todos nos miramos como esperando un interrogante más, quizás una duda pendiente, es que no era para menos, la existencia de la humanidad está en juego. Thérese, en ningún momento soltó mi mano, pero ahora apretaba fuerte como una tenaza, una mirada a todos me convenció que era un equipo confiable. La ansiedad por el éxito de esta partida les ganaba el ánimo a todos. Entonces llegó el momento, me sentía en la obligación de pronunciar las palabras finales antes de la acción. - Señores, en sus manos está hoy la humanidad toda, nuestra tarea es casi desconocida, y aún más, quizás nunca se conozca, es posible que la historia no llegue a juzgarnos, tengamos éxito ó no, ya que si triunfamos todos seguirán su ritmo de vida habitual, y si fracasamos la humanidad tal como la conocemos dejará de existir. Mi sensibilizado sentido de la percepción me llama a ver en todos, la voluntad y necesidad de abrazarse y fundirse en un deseo de éxito generalizado. Uno por uno nos dimos un apretón de manos y un fuerte abrazo, hubo evidencia de algunas lágrimas, vaya a saber quienes y cuantos se emocionaron a tal punto. Fue emocionante la escena e intento pensar una frase que podríamos tildar de épica por lo que revela y vale en este momento, "más conozco al Demonio, más creo en los hombres". - Bien!, señores, que Dios nos guíe!. Louis con sus tres compañeros que harán el operativo submarino de buzos tácticos y hombres rana parten en su camión cortándose por un atajo en un camino de tierra en dirección a las cercanías del puerto. Tony usa sus influencias y solicita por radio varios camiones cargados con barras de hielo para descargar en el gran buque acorazado rojo y solicita que detengan los vehículos frente a la primera grúa de carga, solicita también cuatro ambulancias militares y cuatro camiones celdas, blindados, para traslado de detenidos muy peligrosos. Entramos al sector militar del puerto, pasamos la guardia sin dificultad alguna, pues todos estábamos uniformados como miembros del servicio secreto del estado, estacionamos el camión a cincuenta metros del enorme barco. - Vamos a esperar que lleguen los camiones con el hielo - Informé al grupo. Quedamos parados de lado a un galpón, ante nuestros ojos, la enorme embarcación de mas de trescientos metros de largo con un color rojizo sangre, se veía tétrica, el enorme y largo muelle empedrado se observaba muy desierto, habría unas veinte personas, todos marinos supongo, en ese sector, se notaba claramente que padecían un estado de trance hipnótico, pues sus comportamientos eran de carácter mecánico, tal que no nos veían a esa corta distancia. Decidí dejarlos así, si hurgaba en sus mentes podría echar a perder toda la operación y el Demonio podría enterarse de nuestra presencia y perderíamos el factor sorpresa. Nuevamente el silencio. Ganó su lugar entre nosotros. Pero.., un sonido a timbre nos sacó a todos del silencio en que yacíamos. Saltamos sobre nuestros asientos con nerviosismo. Era el equipo de radiocomunicaciones, alguien estaba llamando. Tony presto al llamado, le dio varios giros a la palanca de energía y tomó el enorme equipo llevándolo a sus oídos. - Es la Dra. Mirót Omar!. Me pasa rápido el aparato. - La escucho Dra. - me expresé rápido. Es entonces cuando mis oídos escuchan las palabras más importantes de esta historia tan trágica. - Omar!, tengo el antídoto, hallamos la solución!. Agitada, eufórica, comenta que el Gral. De Gaulle dispuso un avión militar y la llevaron a Londres en donde se entrevistó con el Dr. Fleming, quien le ofreció toda su ayuda y puso su laboratorio Biológico a su disposición. - Gracias a él, Omar, lo solucionamos tan rápidamente! - El.., es increíble!. - Es un hombre de ciencia excepcional, Omar!. En tanto la Dra. Hablaba y yo la atendía, reflexionaba con mi conciente sobre el tan mentado fracaso del ser humano que el demonio pretendía enfáticamente influir en mi mente, y que éste no era tal. La criatura humana no es perfecta, pero parece ser perfectible, y eso lo podemos apreciar por ejemplos como el del Dr. Fleming, La Dra. Mirot, el Dr. Einstein, y tantos otros que junto a los millones de personas anónimas que luchan como ellos por mejorar la condición humana. Mitigar el dolor y curar las enfermedades. Estoy seguro que el hombre va a hallar siempre las soluciones a los distintos problemas que aquejan el destino de la humanidad. La Dra. Sigue su comentario. - Es.., simple, la elaboración del antídoto, Omar, es una simple solución sódica hipotónica que produce al inyectarla en forma intravenosa una vasoconstricción generalizada tras lo cual los vasos sanguíneos no absorben el gas rojo, luego de inmediato, restaría que la víctima se lavara con agua común, y el gas queda de esta manera totalmente inutilizado por desnaturalización. - No tengo palabra alguna para elogiar su trabajo y su genialidad Dra. Por encontrar una solución tan simple, la humanidad le quedará agradecida eternamente. - Dra. Prepare un plan de elaboración industrial de esta solución, y espere que la llame, ya que en este momento estamos a cincuenta metros del maldito acorazado rojo y a minutos del asalto final. - Mucha suerte Omar!. La Dra. Mirót nos alienta de esta forma. - Omar!, allí están llegando los camiones. Interrumpe Thérese muy alterada, y aprieta más mi mano con la suya. - Vamos Paúl!, hacia la escalera de entrada del puente del barco!. Paúl aprieta los dientes y abre grandes sus ojos y pone primera al camión. En este punto percibo que la adrenalina corría en torrentes junto a la sangre por las arterias de todos nosotros, era como si percibiera el sonido de ésta al fluir por las venas. - Vamos Tony! Acércate a esa maldita embarcación roja!. Giré m i rostro hacia el sol que apenas asomaba entre la niebla en ese momento y en segundos mi mente penetró a la luz que emanaba y pedí - (Dios, ayúdanos!, No nos dejes solos, contigo Padre el éxito es seguro!). Tony lleva el camión hasta la explanada frente a la escalerilla del barco, metros más allá, en el agua veo una boya con un banderín rojo, indicación de que Louis ya estaba buceando debajo del enorme barco. El frío apretaba en esas mañana, pero los rostros de mis hombres transpiraban. Entonces comenzó la acción. MIS ENCUENTROS CON EL DIABLO Episodio XI - Fuerzas Demoníacas. - Mauré, a la grúa con tus hombres, y lleva las cargas, recuerda el plan, no olvides nada!. - Al momento de las cargas colocadas tienes dos horas para alejarte del barco! Solo había dos marinos realizando guardia en la escalera de entrada, pero Tony y Jean recorrieron con aire de superioridad y decisión la escalera hasta ellos y luego de explicarles escuetamente del posible atentado, con veloz movimiento les extrajeron sus armas, y les ordenó que formaran en el muelle fuera del barco a esperar órdenes. El temor, la impresionante presencia de tantos camiones celdas, y ambulancias como de grandes vehículos con las cargas de hielo. Los convenció de inmediato y aceptaron de buenas a primera que estaban ante una grave crisis. Luego, Tony, Jean, Thérese y yo comenzamos a recorrer las escaleras en búsqueda de llegar rápidamente a la cámara burbuja de comando general. Al pasar por el nivel donde se encontraban los cuerpos, muchos ya cadáveres, otros lánguidos y pálidos a los cuales les extraían sangre, los mismos estaban acostados en cuchetas de red tejida con sogas, las cuales se notaban manchadas con sangre, el lugar tenía una extensión de unos doscientos cincuenta metros de largo. Impresionaba la escena, la red de tubos cubría casi todo el lugar, por muchos de ellos corría rápidamente la sangre de las víctimas, la mayoría de los cuerpos ya eran cadáveres. - Omar!, esto es lo más horrible que he llegado a ver en mi vida!!. Exclamó atónita Thérese con rostro de mezcla de espanto e indignación. Es que allí habría al menos diez mil cuerpos, el olor a putrefacción era insoportable, todo estaba muy sucio, y deliberadamente descuidada la limpieza, claro a ellos lo que menos le interesaban era el aseo. Solo la sangre, y con ese fin esto lo que menos parecía era un hospital, mas se acercaba a un cementerio con todas sus tumbas abiertas. Paúl, Tony y Jean quedaron estupefactos por un momento, imposible creer lo que veían sus ojos. El largo sector era como una barraca con cuchetas, pero solo de red de soga común, una sobre la otra, y entre ellas poseía un pasillo pequeño en forma de u, o pileta tan larga como la longitud de la bodega, en ella había abundante agua enrojecida, cuando los cadáveres se secaban, les extraían los tubos de extracción de sangre y los tiraban en ese pasillo, esto generaba más olor a putrefacción, los cadáveres flotaban y con ganchos tomados a un cable desde el otro extremo los empujaban deslizándose hasta la compuerta de descompresión de proa debajo del nivel de flotación de la nave donde poseían la doble compuerta y los buzos los tomaban y los llevaban al fondo del mar. El tiempo apremiaba, Thérese lloraba ante semejante espectáculo, Paúl hurgaba entre los cadáveres por ver algún conocido, yo le insistí que eran ex-presidiarios, delincuentes y enajenados mentales. El Demonio había vaciado las cárceles y los neuro-psiquiátricos. - No podemos hacer nada ya Paúl. Le confió Tony. - Vamos ya!, no podemos perder tiempo! - aclaré. Seguimos bajando las escalerillas y pasamos por la bodega de depósito de los tambores del gas y nos llevamos la grata sorpresa de que el cabo Mauré ya estaba haciendo cargar las barras de hielo ayudado por los chóferes y ayudantes de los camiones que transportaron el hielo y una gran grúa que la movía con rapidez y precisión. Al verme nos echó una mirada de satisfacción clásica en él. Luego me hace señas que me llegue hasta él, algo encontró. Las sorpresas no acababan nunca. - Omar! Mira esto!. - Esto es una obra maestra del terror Omar!. Dice Mauré mostrándome un sobre de aluminio sellado y con una carpeta pegada con una dirección de correo postal de Gran Bretaña, Japón, Y varios Países más. - Hay miles de ellos en cajas de metal Omar!. - Te imaginas Omar a estos sobres viajando por todo el mundo, en camiones, barcos, aviones, y en algún momento al abrirlos, se inflama el gas estallando y creando nubes que eliminan todo a su paso?, es demoníaco el plan!. - Dios!, dime que no es lo que pienso!. - Si Omar!, están preparados con el letal gas dentro para enviarlo por correo al resto del mundo! - la respuesta inevitable de Mauré. - Te imaginas Omar, si esto se despachaba, el desastre que podría haber sucedido! - agrega Mauré. - Bien Mauré! Buen trabajo! - Mauré estaba haciendo un excelente trabajo. - Vamos, sigamos hacia la burbuja. Mas antes de seguir le pedí a Mauré que busque el cable maestro que hacia explotar los cartuchos explosivos, y que lo inutilice, era una medida mas de asegurarnos de que bajo ningún imprevisto estalle esa enorme carga. Ya entramos a una especie de túnel con muchos cables en sus paredes, y hacia el final la puerta exclusa que permite acceder y finalmente la cabina comando con forma de burbuja. Allí, en la puerta exclusa entendí, que la burbuja era otra nave, seguro esta podría desprenderse del barco y debía tener su propia propulsión. Veloz, mi mente me dice que no debo menospreciar la maldita inteligencia del diablo. Es que Satanás tomó todas las precauciones y hasta la ultima alternativa de llevar a efecto su horripilante y macabro plan de extinción masiva. - Bien!, vamos a entrar!, prepárense! - Golpeen muy fuerte, y Thérese hará el resto con el cloroformo, inmediatamente hay que amordazarlos, taparles los ojos y oídos, y maniatarlos fuertemente. - Bien Tony, abre la compuerta!. Tony se adelantó y con fuerza hizo presión para girar la compuerta exclusa. Una y otra vez lo intentó, pero siquiera intenta moverse. - Esta cerrada por dentro Omar! - Sabrán que estamos aquí? Pregunta Tony. - No!, es obvio que con tanta seguridad hayan previsto abrirla únicamente desde el interior. Contesto confiado, porque viendo tanto cableado que va hacia el interior de la burbuja es evidente que alimenta estrictamente sus comandos y que provienen del cable maestro de la cabina de alta tensión del muelle. - Momento! Disponemos de una estrategia a nuestro favor. - Ellos están adentro con los comandos, pero nosotros tenemos acceso al suministro de su energía. - Paul, Jean, vamos a cortar todos los cables!, se van a quedar sin energía y van a salir a ver que sucede. Paul, alardeando con su mochila que contenía una gran variedad de diversos elementos, saca una enorme pinza, tijeras, y produciendo múltiples chispas, corta todos los cables. Inmediatamente nos colocamos a ambos lados de la compuerta exclusa de forma de cilindro. Fueron solo segundos de ansiedad y espera que la manija cilíndrica de apertura comenzó a girar y se oyeron voces que provenían del interior de la burbuja. Paul, Thérese y yo a un lado, al abrirse la compuerta quedaríamos atrás de ella, y en el otro Jean, y el fortachón de Tony, estábamos muy tensos, bien quietos, y en silencio total. Se abre la compuerta, una mano grande y larga, intenta empujar el cilindro, de pronto la acción se desencadena con la plenitud de su frenesí con gritos, golpes y también sonidos guturales, extraños, como chillidos llenaban el ambiente y nos desorientaban momentáneamente, pero no había tiempo que pensar, había que actuar, y muy rápido, es que Tony lo tomó de la mano con fuerza y logra lanzar al personaje que asomaba hacia fuera despejando a nuestra entrada la compuerta que queda abierta. - Vamos!, vamos!. Grita con fuerza Jean Al irrumpir violentamente en la burbuja el ruido se hizo estrepitoso, en un lugar cerrado como era esa cabina de comando a oscuras con solo la precaria iluminación que provenía de afuera en el agua, de las linternas de los buzos al pasar cerca de la burbuja, esos haces de luces tornaban mas violenta la escena, volaban las sillas y estallaban los vidrios de los tableros de control durante la encarnizada lucha desatada en el interior del lugar. Solo Thérese quedaba aún afuera de la burbuja, Paúl, Jean y yo nos introducimos rápidamente al interior, mientras Tony lucha con el que sacó afuera, Paúl aplica un fuerte golpe al segundo personaje que nos enfrenta, ya al tercer individuo lo tomo fuertemente aplicándole una llave al cuello y Jean lo toma de las piernas, el sujeto que retenemos fuertemente es grande y fuerte, intenta deshacerse de la presión de mis brazos, pero la presión que yo aplico es brutal, casi desconocida por mí, tiene que ser parte de mi don, evidentemente. Le lanzo un grito a Thérese que se encuentra aún expectante, inmovilizada y desorientada. - Thérese!, el cloroformo!, ya!, aquí!. - Jean!, átale fuerte de las piernas!. - Es lo que intento hacer Omar!, pero este animal tiene una fuerza descomunal!. - Tony!, como estás?. Pregunto. Era indispensable mantener el control de la situación y debía conocer que sucedía con Tony, pero algo estaba andando mal con el grandote que yo mantenía aún tomado del cuello con mis brazos, noté que su cuello se agrandaba notablemente y comenzaban a brotar pelos gruesos y en gran cantidad. - Thérese!, rápido aquí!. Recordé de pronto que estos son animales, bestias de doble tamaño de una persona. Rápidamente Thérese le aplica la esponja embebida en cloroformo, mientras con asombro Jean me llama la atención sobre su cambio de aspecto. - Omar!, ya no tiene pies, son garras ahora!. - Tranquilo Jean!, ya está desvaneciéndose, dormirá un largo rato!. Entra Tony jadeando a la burbuja y nos tranquiliza. - Omar!, aquél ya quedo fuera de combate y bien dormido!. - Bien Tony!. - Paúl?. Pregunté. - Esperando por Thérese y su esponja maravillosa!. La escena general era la esperada, podíamos pensar que el éxito ya estaba coronando nuestras posibilidades iniciales, ya teníamos dominada la situación dentro de la burbuja, y afuera en las frías aguas del canal estaba Louis con sus hombres. Exactamente aparece Louis como un fantasma con su linterna marina en la oscuridad del fondo del mar contra el vidrio de la burbuja y nos hace señas con las manos consultando si todo estaba bien, le respondemos con el pulgar en alto, y nos muestra debajo de su saco de goma una carga explosiva y nos da a entender que tenemos dos horas hasta el estallido de los explosivos ya colocados. Lo miro y muevo la boca y la mano indicándole que se retiren ya de las proximidades del buque. Louis sigue contra el vidrio moviendo sus piernas y las patas de rana de goma para mantener el equilibrio y veo en sus ojos que adquiere un leve estado de pánico, y agitando la mano nos muestra cuatro dedos y con la mirada interrogante entendemos enseguida. - Falta Farís!!. Subí la voz. - Aquí solo hay tres, falta Farís! Exclamo alarmado y alterando el extremado sistema nervioso de todos Mis compañeros de esta loca aventura. - Tony, Paúl, y Jean!, arrastren a estas tres bestias hasta Mauré, y con la grúa trasládenlos afuera, al muelle y enciérrenlos en los camiones celdas, alerten a Mauré y a todos los marinos y guardias que evacuen el buque y se alejen a cien metros de la embarcación. Observó mi reloj y verifico la hora del estallido. - Exactamente a las 1400 estallará toda la embarcación! - Y seguramente parte del muelle se desmoronará también! - Que se alejen todos lo suficiente!. - Omar!, tú que harás!. Pregunta Tony. - Yo buscaré a Farís, sólo la necesito a Thérese. Los tres hombres capturados son de gran tamaño y además quedaron a mitad de transformación a bestias, era muy extraño atados de esa forma, amordazados, tapados sus ojos por una capucha negra que les cubría toda la cabeza y en los oídos Thérese había preparado un tapón con una mezcla de algodón y gelatina. De ellos asomaban partes de sus cuerpos todavía humanas y partes ya mutadas a asquerosas bestias con muy abundante y largo pelo negro, esto no les permitía ver, oír ni emitir sonidos, además estaban bajos los efectos del cloroformo. Estas precauciones eran necesarias ya que el Demonio oye y ve por el cuerpo de ellos, pero faltaba aún Farís, el más peligroso de todos, ellos le llamaban "el carnicero", de todos, en el, Satanás era hombre. Debíamos encontrarlo, pensé inmediatamente que era posible que ya Farís hubiese mutado a bestia, y desde luego ocuparía mucho lugar, no le sería fácil ocultarse en el buque, a pesar del enorme tamaño de este horrible navío. Con mucho esfuerzo se llevaban arrastrando a los tres personajes que a su paso dejaban un reguero de un viscoso líquido amarillento que desprendían de sus bocas. Quedé solamente con la compañía de Thérese dentro de la burbuja de vidrio, en la cual todos los equipos quedaron sin suministro de energía eléctrica a partir que les cortamos los cables desde afuera al entrar a la misma. Inmediatamente observo mi reloj, ya pasaron quince minutos para dos horas, busco el cable que alimenta la bodega que contiene el gas, y sin pasar por el tablero de control uno los cables y le proporciono nuevamente electricidad para que ella no suba la temperatura con los riesgos que ello acarrearía. - Thérese, solo haz silencio que necesito concentrarme, para "ver" donde se oculta Farís, déjame concentrarme en todos los lugares de la embarcación ya que debo fijar mi imaginación de acuerdo a la forma bestial que haya adoptado. Le doy una vuelta a dos sillas caídas durante la feroz lucha, la acomodo en una de ellas a Thérese y me siento frente a ella, la tomo fuerte de la mano, comienzo a concentrarme en Farís. Percibo velozmente que mi mente separa los acontecimientos, estoy allí, con Thérese, la veo, ella también cierra sus hermosos ojos, pero ya estoy alejándome de este lugar, parte de mí se escapa, entra a un túnel pequeño, algo oscuro, donde estoy?, pronto comienzo a visualizar el final del túnel que se halla suavemente iluminado, me siento etéreo, espacial, casi flotando, esta no es la búsqueda de Farís, me está sucediendo algo más, distinto al plan de encontrar a Farís!, donde estoy?. - . Esa suave y profunda voz es conocida. - (Que.., quien me está hablando?, donde estoy?). Pregunté sin temor ni preocupación, más bien con placer y gozo, fue entonces que caí en cuenta, era Él. - (Eres tú Padre?, Sólo tu puedes ser!). - la paz que detentaba esencialmente mi ser lo aseveraba absolutamente. - - Padre?>. - . - . - . - (Pero.., puedo hablar con mi hijo!, aún no nació Padre!). - (Padre, mi búsqueda de Farís?, debo encontrarlo y derrotarlo rápidamente!). - . - . - (Pero.., Padre, mi hijo puede ayudar?). - . - (Padre, porqué no me ayudas tú, con tú suprema sabiduría!). - . - . - Debo comprender dos situaciones, yo no estoy físicamente aquí, es mi esencia, mi alma, y la otra es que no hablamos, sólo nos comunicamos con nuestras almas, nuestra esencia, es extra-sensorial. Pero jamás consideré hablar con mi hijo aún no nacido?, y más!, es todavía un pequeñísimo embrión en el vientre de Thérese? Pero jamás creí posible también poder comunicarme con Dios, o tener encuentros con el Diablo. Pero, si Él me pide hablar con mi hijo, hablaré con el. - (Como debo llamarlo Padre?). - . - . Entonces surgió una casualidad al repetir yo el nombre que Dios le dio a mi hijo. - (Bautista?) - ((Padre?, eres tú?)). - Era una voz extraña, nunca podría definir la edad de quien hablaba, era suave y sonaba con un timbre de voz muy pacífica y pronunciada sílaba tras sílaba, se pausaba más, como tomándose todo el tiempo del mundo. - (Hijo!, soy yo, tu padre, Omar!). - ((Padre, debo ayudarte en tu lucha con Satanás, como así lo harás tú conmigo, en el gran desafío del Enigma del Tercer Milenio)). - ((El demonio es posible de vencer, pero debes recordar siempre que el no existe, sólo es posible mientras haya hombres corruptos que hagan su trabajo en el mundo, tú demuéstrale que si el macabro plan que tiene en mente lo llevase a cabo, el desaparecería completamente junto a su siempre publicitado infierno)). - ((Padre, no olvides, juegas mi porvenir, mi vida futura en esta lucha)). - ((Padre, sólo eso quería comunicarte, tú serás capaz y lo resolverás exitosamente)). - ((Dios te bendice padre!)). - (Adiós Bautista!). Es entonces que volví a escuchar la voz de Él. - . - . La escena se mueve en zig-zag velozmente regresando al principio del túnel inicial al que había penetrado, la luz se va disipando, se vuelve tenue, desaparece. Aparentemente tomo otro camino, este es más sinuoso, oscuro, Tétrico y cavernoso, de las paredes terrosas se desprenden lánguidamente líquidos muy viscosos amarillentos y pegajosos. Percibo chillidos guturales de similitud con horribles gruñidos de tono muy graves, por la boca del túnel voy observando partes muy localizadas del enorme buque, por el veo que Louis ya colocó las cargas, el tiempo apremia, cada vez tengo menos tiempo para encontrar a Farís, Mauré llenó la bodega de barras de hielo, hizo un trabajo excepcional, y se encuentra ahora trasladando a las tres bestias que capturamos en la burbuja, con la grúa hacia el muelle, donde los esperan los camiones celdas. Sigo hurgando todo la embarcación, compartimientos, rincones, donde está Farís?. Comienzo a desesperarme, el tiempo corre al ritmo del reloj que fijamos como hora de los múltiples estallidos!, y Thérese aún está a mi lado, en el muelle, afuera están ya todos los tripulantes del buque, que alertados por Tony evacuaron la gran nave, hay quienes se descompusieron al salir muy violentamente de su estado hipnótico, y veo que están siendo atendidos por los médicos en las ambulancias. Vuelvo a la bodega de los donantes de sangre, allí hay sin exagerar más de diez mil cuerpos, no quiero ver esta horrible escena, están prácticamente muertos la mayoría, hay un fuerte olor fétido, a muerte. En un instante se me ocurrió que Farís estaría oculto disimulando ser uno de ellos!, si puede mutar de forma, bien puede tomar el aspecto de un cadáver!. Con la celeridad de un rayo y la precisión de un reloj, repaso cadáver por cadáver. De pronto percibo un fuerte olor a azufre, si!, allí está!. Regreso a estado normal, ya sé donde buscar a Farís, Thérese estrecha sus manos en las mías con fuerza, y tiembla. - Omar!, Omar!. Exclama alarmada por el tiempo transcurrido y hurgando por una expresión normal en mis ojos, - Ya estoy aquí, mi amor!. La tranquilizo, la beso. - Vamos al muelle Thérese, salgamos del barco, ya encontré a Farís, te dejaré con los hombres en el muelle por seguridad. - Yo volveré a enfrentarme con Farís. - No!, Omar, me quedo contigo!. - Therese!, tú ya no decides sola, Bautista está contigo, y el quiere y merece su porvenir!. - Bautista? - Si!, amor, así se llama nuestro hijo!, luego te contaré todo, ahora debemos apurarnos!. Prácticamente, a la carrera recorremos nuevamente los pasillos, compartimientos y escaleras del buque con la premura del caso hasta llegar al puente de entrada y su escalerilla, allí está Tony esperando ya. - Por fin!, salen!, quedan veinte minutos para los estallidos!. - Bien Tony!, aleja a Thérese y los demás a mas de cien metros de la embarcación, yo vuelvo por Farís - Tony me responde con alegría. - Omar, Mauré, genial!, tomó una enorme Manguera utilizada para incendios e inundó todo el piso donde se hallaban los cartuchos de explosivos, que además luego se congelaron, es para evitar que estallaran con las demás explosiones. Ya casi gritando Tony con satisfacción me informaba. Con grandes y largos saltos ya trepaba yo rápidamente la escalerilla de vuelta al interior del buque, otra vez las escalerilla de forma de caracol, otra vez los compartimientos, a la carrera trataba de llegar de la forma más veloz posible hasta la bodega de extracción de sangre, no era muy agradable entrar a ese lúgubre y horrible lugar, en el cual el olor a sangre y muerte era insoportable!. Pero cuál sería, Farís?. Había un detalle, un fuerte olor a azufre provenía de un sector en el cual, como todas, eran cinco cuchetas, una sobre otra. Uno de esos cadáveres debía ser Farís, y tendría que estar vivo. Agudizo al máximo mis sentidos y percibo la respiración y olor de uno de ellos, oigo el ruido del torrente sanguíneo correr por sus venas, no me puede engañar!, ese es Farís!. - Estás ahí!, maldita bestia!. Mi fuerte grito le obligó a abrir los ojos y emitir un fuerte y largo sonido gutural, al moverse saltaron los cañitos conductores de la sangre lanzando chorros a su alrededor manchando mi rostro y cuerpo, el estaba desnudo como todos los cuerpos que yacían en esa bodega, lo tomé con fuerza del brazo y lo lancé al piso, al cual cayó desbaratado, pero se irguió inmediatamente y tomando su aspecto y color normal pegó un manotazo a las cinco cuchetas desprendiéndolas de sus lugares y haciendo que los cuerpos inertes desmembrados, los caños de sangre, las redes de sogas y sus marcos de madera desordenadamente cayeran sobre mí. En un movimiento instintivo atiné a proteger mi rostro con los dos brazos, me tomó de sorpresa la reacción de Farís, allí me di cuenta que el se proponía defender a sangre y fuego, no me iba a resultar fácil detenerlo. Luego, inmediatamente pensé que el estaba intentando a cualquier costa que yo no fijara mi vista en sus ojos para penetrarlo, pues ahí lo dominaría y entraría al Demonio. La actitud de Farís era una prueba más que Satanás estaba cambiando de táctica, algo estaba sucediendo en el, algo que lo estaba debilitando. Farís emprendió a los saltos su huída de esta bodega, a su pasar me lanzaba las cuchetas con que se desarmaban y los pálidos cadáveres Que desmembrados caían golpeándome impidiendo lo detuviera. Pero a medida que huía, Farís mutaba a su forma bestial, ganaba en tamaño y en fuerza, su rostro se alargaba, sus dientes crecían y babeaba un líquido viscoso primero amarillento y luego a rojizo, mi persistencia en la persecución se hizo obstinada, y nada me paraba, la escena era macabra, horripilante, dentro de la bodega, el crecía tanto que debía agacharse para correr más, y más aparentaba ser una bestia con sus enormes orejas diablescas, era una figura más de terror que inspiraba mayor temor que la de un animal. Era el Demonio. Farís emitía sonidos guturales y seguía lanzando por el aire con mucha violencia cuchetas. Redes, cadáveres y trozos de madera, en sus enormes saltos chapuceaba en el agua enrojecida por la sangre, cruzaba de una línea de cuchetas a otras y con sus enormes patas de garras destruía todo a su violento pasar tratando de alejarse, siempre de espaldas a mí. Yo solo pedía que me mirase por un instante únicamente. La bodega era un pandemonio, regueros de sangre volando por los aires que se cruzaban a las destrozadas cuchetas, redes, y cuerpos que en el aire parecían muñecos desnudos desarmándose, el agua enrojecida de los pasillos saltando y haciendo más difícil la persecución, y mi preocupación era que el tiempo apremiaba con la amenaza del comienzo de los estallidos de los explosivos, Obviamente no podía distraer mi mirada al reloj, pero suponía que quedaba poco tiempo ya, Es increíble la fuerza que yo también oponía a la bestia, todo lo que me lanzaba mataría a cualquier ser humano normal, es evidente que el don que poseo es mucho mayor de lo que pensaba y concebía posible. La bestia sabía perfectamente lo que hacía, porque el también buscaba salir rápido de la nave, evidente que no desconocía de los explosivos colocados por nosotros, o bien creía aún que estallarían los cartuchos puestos por ellos. El estaba solo unos metros delante mío, pero impedía que lo atrapara pegando golpes con sus enormes garras despedazando todo lo que encontraba a su paso y luego lanzándolo hacia mí. Entonces intenté algo más, rápido, intentando trepar al techo de la bodega y con dos golpes de puño perforé la chapa, volví a golpear hasta dejar un agujero que me permitiera pasar y subí a la primera cubierta de la nave, ahora yo estaba arriba de Farís, sobre el, comencé la persecución desde arriba guiándome con mi agudizado olfato por el fuerte olor a azufre que desprendía la bestia que corría por debajo aún en la bodega. Esta maniobra me permitió llegar a estar posicionado justo arriba de el, me adelanto unos metros y tiro mis manos atravesando la chapa nuevamente y tomándolo con mucha fuerza del enorme cuello peludo en un rápido movimiento lo lanzo hacia arriba unos metros sacándolo de la bodega inferior al momento que escucho el grito al unísono de sorpresa de mis compañeros que ya estaban visualizando toda la escena. La bestia cayó pesadamente sobre el piso de la cubierta del barco, a la luz del día se veía enorme, con una larga cola peluda, abría su enorme boca desafiante gritando siempre guturalmente, mostrando sus colmillos y desparramando una baba rojiza que caía sobre cubierta, la bestia quedo caída boca abajo, aún no podía penetrarla. Trataba de incorporarse, intento entonces girarlo para tenerlo frente a mí, pero de pronto pega un gran salto que lo proyecta fuera del barco hacia el muelle. Pensé que ahora lo tendría fuera de la nave que estaría ya por estallar, pero era una prioridad entrar en su mente para hallar a Satanás y terminar con la situación en una conversación que ya tenía planeada, ya que de no ser así esta locura nunca terminaría, el Diablo intentaría por otros medios el logro de ese obstinado aniquilamiento de la humanidad. En dos saltos veloces estoy fuera también de la nave, la bestia se ocultó debajo del muelle entre los tirantes de madera que penetran al canal solventando el pesado muelle, cuya superficie arriba es adoquinada. Mis compañeros de aventura gritan alentándome en la lucha contra la bestia, no obstante el estar debajo del muelle, vuelvo a confiar en mi agudo olfato, y lo huelo, está allí, a centímetros debajo de mí agazapado y quieto. Percibo su respiración, su corazón muy acelerado produce latidos muy fuertes y sus garras raspando la madera, imposible de no oírlos, mis oídos también poseen más actividad sensorial, estoy tirado en el piso , mis oídos apoyados en el adoquinado, lentamente me deslizo adoquín por adoquín.., hasta que estoy justo arriba de el. La tensión era imposible superar, oía el murmullo originado y hasta el correr de la adrenalina por las arterias de mis compañeros y algunos casuales curiosos agolpados que asombrados y atónitos observaban la escena. Por mi mente pasan parte de los mejores momentos con mis seres queridos, mi madre, que se inmoló por mí, Thérese y mi hijo, Tony, Jean, Paúl, Mauré, todos merecen que esta pesadilla termine exitosamente, pensé, hasta donde llega mi don?, cual es el límite?. Me concentro en la bestia, me posiciono en cuclillas sobre el adoquinado, detrás de mí el barco próximo a estallar, debajo la bestia, debo procurar entrar en sus ojos, su mente, y encontrar al Diablo. Aspiro una fuerte bocanada de aire y pego un fuerte golpe a los adoquines que vuelan por el aire formando un boquete que deja al descubierto a la bestia, la tomo debajo de los brazos peludos y la lanzo hacia arriba unos metros, se disparan más adoquines hacia todos lados, arena, pedazos de madera y percibo el fuerte olor a azufre, el animal cae pesadamente sobre los adoquines y queda frente a mí. Lo tengo!, está de frente, parado sobre sus dos pata traseras, expectante, desorientado por la fuerte caída, veo sus rojos ojos abiertos, los profundizo, inyecto mi mirada, dejo fluir mi fuerza mental, la bestia queda congelada, percibo que baja su tensión arterial, desciende el ritmo de su corazón, no se mueve un centímetro siquiera, me siento velozmente transportado a su interior más profundo, penetro con fuerza su débil cerebro, rápidamente busco en cada rincón, hay un túnel oscuro sucio y frío, mucho olor a azufre, y comienzo a oír esa inconfundible voz chillona, payasésca, con fuerte tono muy agudo, - {Já!, já!, que eres increíble Omar!}. - {Acaso crees que has ganado algo?}. - {Nada!}. - {No has ganado nada!}. Mis pensamientos vuelan, el no podrá interceptarlos si lo hago tan veloz, tengo que definir rápidamente el diálogo que tendremos, ya su voz no es la del triunfante Diablo de tiempo atrás, por lo que debo aprovechar esta debilitada situación para el, sin duda perdió a sus principales hombres y más importante aún su enorme y tétrica embarcación. Entonces trato de adelantarme y mostrarme muy seguro del evidente éxito a obtener como un hecho consumado. - (Claro que he ganado esta batalla, ya debes saber que tu embarcación y el gas rojo producido ya fueron destruidos!). - (Y te doy la última noticia, hemos hallado el antídoto del gas rojo!). - (Además he reunido un grupo de hombres que echan por tierra tu falso criterio corruptible del ser humano, ellos se jugaron sin miedo alguno a ti, ni a las cinco malditas bestias que tú creaste para intimidarnos). - (Además me he dicho a mi mismo una frase que te desagradará pero que correrá por el mundo, más te conozco, más creo en los hombres!). Cuento con que lo tengo algo confundido, esta vez calló su bocona chillona mientras yo hablaba, pero no me iba a ser fácil, el me contesta rápido y con seguridad. - {No sirve!}. - {Mira idiota, a muy pocos humanos les importa la vida del otro!}. - {La vida en toda su dimensión y magnitud es la de cada ser humano en particular, y en la instancia de supervivencia, el hombre intenta siempre salvarse, cueste lo que cueste}. - {Demonios!, Demonios!}. El levantaba cada vez más su voz, ya era, un sonido extremadamente agudo, yo entiendo por esto que estaba logrando algo. - {Que!, que tienes que decir a favor del hombre!, acaso los conoces más que yo mismo?}. Era esta la más interesante oportunidad que contaba yo para contestarle. - (No olvides que tú no nos creaste, solamente corrompes, tu lo dijiste, solo destruyes, utilizas al hombre solo cuando en el se produce el descarrío de sus virtudes en su condición humana). - (Pero no todos toman el camino equivocado, existe el verdadero hombre virtuoso, sino, no estaríamos hablando de ello). Ante el silencio y la apertura que el me hacía, creo posible aprovechar el momento propicio de mi locuaz palabra y asestar un buen golpe de gracia. - (Tú eres una creación de los hombres!, sin ellos no eres nadie!, nadie!, sabes perfectamente que el creador es Dios). - (Tú, en tu condición de Demonio apareciste en la escena universal después de la aparición del primer hombre inclusive). - (Por ende, el hombre conoce más sobre los hombres que tú). - (Además que pasó con aquél Demonio que corrompía almas o detonaba guerras limitadas, que ahora quiere cometer el gran error de llevarse a toda la humanidad de una sola vez?). Ahora sí, me sentía capaz de alcanzar la posibilidad de vencerlo. - {Cansancio Omar..,tú sabes que tengo que estar dentro de cada alma de estos malditos, debo ocuparme personalmente de tentarlos a cometer las peores maldades que los lleven a entregarme sus malditas almas}. - {Necesito un líder en el mundo, Omar!}. - {Alguien como tú, con tu misma capacidad, que me represente físicamente!}. - {Ya.., para mí solo es mucha tarea}. - {Es.., mucho trajín, ya no puedo más con todos, uno por uno, quiero terminar de una buena vez, dar el golpe final, llevármelos a todos juntos}. Yo presentía el desgaste que insinuaban sus palabras, esto encendió más mis posibilidades de convencerlo del error que estaba cometiendo y disparé la frase que proponía el final que deseaba obtener. - (Tú sabes?, que ese es un gran error, verdad que lo sabes?). - (Tú me dijiste que llenarías tu infierno, si es así tienes un reino limitado!). - {Limitado?}. - Repite el con voz reprimida y confundida. - (Si!, si dices que lo llenarás es porque tiene límites, entonces te pregunto?, y si así fuera y acaso lo llenaras antes de vaciar el mundo?, los seres humanos que quedaran volverían a poblar el planeta y tu ya no tendrías ninguna influencia para seguir haciendo maldades pues no dispondrías de mas lugar en tu recalcitrante reino infernal). - {Humm?, sigue hablando por favor}. - sólo alcanzó a decir evidentemente muy contrariado, su voz ya no era la misma, ni sarcástica ni tan chillona. Ya estaba yo logrando lo que quería, sentirlo confundido y desorientado, entonces sigo con más fervor. - (Ahora.., si me estas mintiendo, y el infierno es ilimitado, tampoco lo pensaste bien, porque cuando te lleves al último hombre del mundo, ya no tendrás nada que hacer que sólo llevar una existencia aburrida y sedentaria que derivará en una pérdida gradual de ingenio y poder, tú sabes lo que decimos los humanos de aquel que deja su actividad, que, "la función hace al músculo", entonces finalmente dejarías de existir como tal, al desaparecer tu actividad principal, que es la de sembrar la maldad en los humanos para luego llevártelos a tus dominios infernales, entonces por falta de ejercicio de la función de diablo, no habrá nadie más que repita - por mil diablos! -, o - por un demonio! -). Azorado!, con una espectacular decepción de si mismo, así lo percibía al verborrágico y lenguaraz Satanás, será posible que no lo hubiera pensado?, su respuesta fue locuaz y esclarecedora. - {Mira Omar, tu Dios es un creador, Él creó este mundo, Él si usa raciocinio al que le llama Divino, o algo así, pero yo, yo solo hago daño, infecto las almas, las tiento a cometer errores que las traigan a mis calientes cavernas, nada más}. - {En.., realidad, es muy divertido y ocupa todo mi tiempo, en mi descanso me relajo mucho escuchando música en mis aposentos, claro, atizo un poco más el fuego pues me place el sonido alto}. Naturalmente Satanás aceptaba estar equivocado, mi razonamiento era absolutamente lógico, ya que no existía ninguna forma de rebatirlo, realmente creo estar resolviendo el problema. - (Entiendo que pretendes en tu reino gritos de dolor que tu llamas música para tus oídos, podrás bajar o levantar el volumen, pero.., nada más). - (En miles de años te aburrirás y cansarás de la misma música, en cambio en el otro Reino, el de Dios, será diferente, pues Él logra en el paraíso que los muertos vivan, se amen más, son más felices, disponen de tiempo útil, y mucho espacio, pues ese reino no estará lleno según tus propias palabras, por tanto, piensan.., y desarrollan nuevas y mejores condiciones humanas y tu sabes que Él los puede revivir y enviar de nuevo al mundo, a un nuevo mundo!, y tu ya no tendrías influencia alguna!). - (Triste e incierto futuro para ti no?). - {Como es posible que dejase pasar semejante error!, Diablos!, mil diablos!, pero.., yo también puedo cometer errores Já!}. - {Já!, pero, sabes?, ya es hora de poner en marcha el plan B, tengo una nueva alma, un verdadero potencial muy corrupto este maldito, emana maldad del primer instante que me instalé en él, también lo encontré realizando funciones políticas en Alemania, y está haciendo grandes progresos con otro proyecto mío de guerra y muerte y otra arma, que por mil demonios!, va a matar muchos millones de malditos de un solo golpe, un hongo hacia el cielo, y.., Búúmm!!, es una idea brillante, genial!, muy grande y ruidosa}. - {Pero, sabes Omar?, tienes razón, no dejaré que se exterminen, solo que se vayan matando cada tanto, una guerra por aquí, otra por allá, y una bomba más que harán estallar, claro, mientras consiga malditos corruptos a mi genial plan B}. - {Y Omar, eres un genio, sabes?}. - {Tú me estas abriendo los ojos, finalmente eres tú el que está de mi lado}. - {Sabes Omar? salvaste mi existencia!, sin tu intervención hubiera terminado mal, muy mal}. - {Hay algo que se te pasó por alto en tu charla, y es que si extermino a los humanos, ya mi nombre será olvidado por siempre en el mundo}. - {Pasaría a ser un serio problema, ya que tiraría por la borda miles de años de trabajo fecundo y productivo}. - {Oh!, por todos los Demonios!, no puedo siquiera pensar en no tener mas almas para corromper!, No!,No!, imposible pensar en tribunales vacíos}. - {Sin esas almas olvidadas de tu Dios, sin esos jueces y abogados que tanto placer me brindaron durante años, gobiernos sin funcionarios que corromper?, vacíos?, sin asquerosos y malvados delincuentes en las calles, no!, no!}. - {Inaceptable!}. - {Maldición!}. Por un momento reflexioné, estoy salvando la humanidad, pero, también la existencia del demonio como tal. Imposible desembarazarse de él, existe en la profundidad del hombre, en su alma o esencia, allí realiza su actividad infame el Diablo, cuando la criatura humana abandona su condición y pierde sus virtudes. El solo y únicamente desaparecería si desaparece el hombre. - {Tú ganas Omar!, hoy!}. - {Solo espero no volverte a encontrar cuando en unos años más ejecute mi plan B}. Y refunfuñó en tono tan bajo que obligó a agudizar mis oídos para comprenderlo. El creyó que yo no lo escucharía. - {Solo espero que ese madito, y corrupto canciller alemán, termine de abrir su maldita alma de una vez, y dará que hablar!, que Diablos, claro que dará que hablar!, ja!}. - {Demonios!, Demonios!, Vete Omar!, vete!}. - {O acaso esperas que te agradezca el haber salvado mi existencia?, claro!, salvaste también la existencia de la humanidad!}. - {Que Diablos!, como pudiste complicar tanto, todo, era tan simple al principio!}. En ese momento era tal la alegría que me embriagaba, que me permití una chanza. - (El tiempo me apremia, la conversación es fructífera, pero debo disculparme, pues va a volar en pedazos tu impetuosa embarcación roja). Sin dudar más, velozmente me aseguro de salir de la mente de Farís, a quien simultáneamente al primer estallido a popa del barco, le propino un fuerte golpe en la mandíbula que lo deja inconciente, inmediatamente lo arrastro hacia el camión celda. Los fuertes estallidos suceden a espacio de segundos y a espaldas mías, mientras arrastro a la bestia de Farís. Quien lentamente va retornando a tomar su forma humana. La escena es dantesca, mis compañeros, los marinos evacuados, curiosos casuales en el lugar, gritaban y festejaban con gran algarabía el final felizmente exitoso que estábamos disfrutando. Thérese emprendió a correr a mi encuentro y se arrojó a mis brazos. - Omar!. Amor!, lo lograste!. Detrás de Thérese llegan mis compañeros, todos esbozan una sonrisa despreocupada y comentan a todas voces el éxito obtenido. El barco sigue estallando, ya perdido su nivel de flotación se va hundiendo lentamente en las frías aguas del canal de la mancha. La alegría es incontenible. Y no es para menos, salvamos la humanidad. Thérese luego de abrazarme con mucha fuerza y un inesperado beso, se aboca a sostener la esponja embebida en cloroformo en el rostro de Farís. Tony hace el resto, y luego, amordazado, con la capucha negra en la cabeza y tapados los oídos, estoy seguro pasará el resto de su vida así. Luego vemos llegar el camión con Louis y sus muchachos, quienes hay que reconocer llevaron a cabo un excelente trabajo bajo las aguas frías del canal. La ansiedad de abrazar a sus compañeros los desobligan de los hábitos protocolares, y antes de parar el camión se lanzan a la carrera y se funden en un abrazo con sus compatriotas. Llamo a Tony. - Tony, llama al Presidente, comunícale las buenas noticias!. El encargo a Tony le encantará, y se lo merece. Entretanto, la embarcación seguía buscando el fondo del canal, lentamente, de acuerdo a lo establecido por nuestra estrategia de hundimiento lento, todavía se oye un ultimo estallido, como marcando el triste y esperado final de la nave. En un momento todos quedamos fijos con la mirada puesta en el gran buque mientras este seguía hundiéndose. Con el desaparecía la amenaza mas cruenta y horripilante que mi memoria de la historia del mundo me recuerde. Pienso en el amontonamiento de cadáveres en la enorme grieta en el fondo del canal que luego tapaban desbarrancando el mismo con explosivos de profundidad, y solamente lo creo posible en las ambiciones de extinción total del hombre por el Demonio únicamente. Todas esas víctimas!, Dios los perdone. El hundimiento total del buque ya es un hecho, desapareció totalmente de la superficie del agua, tan grande era el mismo que produce una momentánea onda de agua que desborda todo el muelle con casi medio metro de agua, nos moja hasta las rodillas y la misma llega hasta cien metros de distancia a todo su alrededor. La magnitud del suceso nos dejó mudos a todos, era una enorme embarcación, increíble lo que logramos. Tony rompe el silencio al volver de comunicarse con el Presidente. - Omar, el Presidente nos requiere en el Palacio Versalles para felicitarnos!. Y la gran noticia es que va a llamar al General de Gaulle para ocupar el puesto de Primer Ministro que ocupaba Faris Albahari, bien, luego llamará a elecciones generales y postulará al General para la Presidencia de la República!. - Bien, Tony, llámalo nuevamente, y dile que felicitamos su decisión, pero que nos prepare primero unas excelentes vacaciones en los Alpes Suizos, luego podrá colocarnos todas las medallas y condecoraciones que desee!. - Hip-hurra!, hip-hurra!. Fue un grito a pleno de todos mis compañeros. Es que creo que nos merecemos un buen descanso después de haber salvado al mundo. - Tony, yo lo que más deseo en este momento es un tiempo para disfrutar con mi mujer y hablar con mi hijo!. Claro que me salió del alma la frase, obviamente todos pensaron en que eran una metáfora mis palabras, pero no, en realidad, a la tragedia que sobrevivimos, sólo puedo pensar en mi mujer y mi hijo. - Hablar con tu hijo!! Repitió Tony con asombro e incredulidad, y lanzó una carcajada junto a todo el grupo de valientes compañeros. Thérese reía y todos depositaron la palma de sus manos en la todavía imperceptible pequeña pancita de mi mujer. - De la madre de mi hijo, Bautista!. La alegría era tanta que contagiaba y agrupaba cada vez a más personas, personal militar de los galpones, marineros de barcos que se encontraban en los alrededores, curiosos que ante el espectáculo que ofrecían los estallidos por la voladura del enorme buque, saltaron las vallas del sector militar y se llegaron hasta el lugar. Obviamente ninguno comprendía que estaba sucediendo, ni lo hubieran imaginado siquiera, pero ante la algarabía de mi equipo de hombres imaginaron que también deberían festejar el hundimiento. Creo que me merezco, ya en paz, echar una mirada a Thérese que estaba más bella que nunca, no sé, si por madre, o por su estado incontenible de felicidad, sólo atinaba a brincar y reír ininterrumpidamente. Paúl no podía contenerse, saltaba y brincaba como bailando involuntariamente una excelente tarantela. Mauré lloraba con sus compañeros fundidos en un gran abrazo en un cerrado grupo en forma de rueda, y con sus cabezas muy unidas. Louis y sus hombres, aún con parte de sus ropas de goma para bucear chorreando agua, eran una auténtica demostración de la felicidad que los albergaba, sus rostros eran expresiones incontenibles de alegría expuesta. Tony, Jean y Thérese gritando a los cuatro vientos y unidos a mi en un único y fuerte abrazo. Pero. Recordé de pronto, en un instante, las últimas palabras que balbuceando alcancé a oír del maldito Demonio, quién creyó que no lo había escuchado, y llamé apartarse a Tony con una seña. Y le pregunté al oído. - Tony sabes tú quien es el recientemente nombrado canciller en Alemania? Tony se rasca la cabeza, el lee mucho y le interesa la política internacional, siempre se encuentra imbuido en temas de esta naturaleza. - HHummm.. - Creo.., que, Omar es.. - Adolf Hitler. - Quien??. - Hitler, Adolf Hitler!. En realidad ese nombre no me decía absolutamente nada, pero el Demonio habló de él. Será que estoy dando demasiado crédito a las afirmaciones del Diablo?, o realmente ese personaje será el próximo Demonio que marque destinos catastróficos sobre este mundo?. - Quien sabe... - pensé en voz alta sin tener en cuenta a Tony que aún estaba pendiente de mis pensamientos. - Que?, que dices Omar?. - Omar, Te advierto, que ese payaso no vale un céntimo, sólo conocerlo te parecerá un gran Carlitos Chaplin. - Solo le haría falta sostener un bastón y colocarse un sombrero de copa negro para parecerlo, Omar, Jajaja!. - Mira Tony, 500 años antes de Cristo, alguien poco conocido dijo que, "solo hace falta un idiota para ocupar un lugar de poder". - Yo le agregaría a esa frase, que "en el mundo hay millones de idiotas que por un lugar de poder son capaces de cederle su alma al mismísimo Diablo". - Pero no te preocupes Tony, que también hay millones de personas que a cualquier costa mantienen incólumes su virtud y condición humana. FIN
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