Destino de sal.
Publicado en Oct 04, 2022
A lomos de desbocados potros
el hombre en su barca aprendió a amar su destino de sal y voces de toninas y albatros y aunque se rompieron sus escarchados huesos y manos puso su corazón en el olor dulce del pez y agradeció a Dios volver a su playa antes del vendaval para dejar a los pies de la madre su riqueza quien en rosarios de lágrimas aguardó en silencio la voz estruendosa de olas furiosas hasta el pálpito de un nuevo amanecer... Ahí el hombre vuelto sus ojos a la mar encuentra la sustancia madura de su sino. Maval/2022 |
MAVAL
saludos estimada, pues así es el sur , tiene su belleza única , pero por igual es muy compleja y hay que saber cuando y como adentrarse por esos lugares ya sea en el mar o el bosque, ni que decir en la cordillera.
Gusto de verte.
Te dejo un gran abrazo.
MAVAL
muchas gracias, pues viví muchas sucesos de esa realidad que es triste acordarse en este tiempo, pero antes era muy frecuente graves accidentes en el mar, por lo precario de las embarcaciones de los pesacadores, hoy la gente es más prudente y cuenta con mejores barcas para ir a sus faenas.
Saludo cordial.
MAVAL
mucho gusto de volver a saludarte en primer lugar.
Como sabes trabajé por largos años de mi vida cerca o muy cerca del mar , en poblaciones que vivían de la pesca de lo que hacían cada día y de largas ausencias de los padres cuando debían ir más al sur a buscar mariscos por meses...
Me gustaba ver esa inmensidad intocable y a su vez tan dificil para cruzar el barcas y llegar al otro extremo de mi pais.
Muchas gracias por tu huella.
Tengas un gran mes de noviembre.
Daih
Un abrazo grande desde Santiasco.
juan carlos reyes cruz
Bella tragedia ilustrada en hermosos versos.
Vaya mi felicitación junto a un sincero abrazo virtual.
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Tan grande el mar…tan pequeño el pescador. Tan cambiante el mar…tan rutinario el pescador Tan puro el aire del sur, tan atento el albatros volando agitando alas sobre olas envidiando el juego de las toninas curiosas que giran y saltan mientras el pescador, alertados del vendaval algo más crudo que la rutinario regresa a las playas con sus redes distendidas, sujetadas con manos teñidas de sal, y curtidas de sol, deja huellas en la playa esperando el otro amanecer.
Felicitaciones Maval