Hay un lugar…
 
Hay un lugar…si un lugar al que me voy cuando mis temores al fracaso y la soledad de mis pensamientos invaden mi mente y el mundo de donde vengo muchas veces supera mis expectativas.
Todo el mundo tenemos un lugar donde nos refugiamos, si donde nos escapamos a escondernos para aclarar nuestras ideas, pensamientos, la mente. Donde nada malo te puede suceder.
Un lugar, donde se respira aire fresco y cada detalle cobra cualquier tipo de forma, de vida, como el afán de la tierra.
Un lugar donde no está contaminado de las miserias del ser humano del mundo que vinimos, que a veces somos nosotros mismos los que destruimos lo más bonito. Donde no se escucha los ruidos de los coches desde alta horas del día y la noche como es la ciudad a veces, que no se aprecia los paisajes y la naturaleza.
Un lugar donde existe un gran y exótico bosque. Como esos que salen en los libros que nos contaban nuestros padres cuando éramos pequeños y libre de imaginar lejos de la realidad.
Un mundo, donde existían los duendes, las hadas o cosas insignificantes como las nubes en forma de algodón y te las podías comer…si, como la historia de Hansel y Gretel con casas hechas de dulces (chocolate); o aún más. Como un barco pirata naufragando por los mares o anclado a una roca, como el cuento de Peter pan.
Un lugar…ese lugar mágico que todos alguna vez soñábamos de niños y nuestros problemas se esfumaban porque nos dejábamos invadir por la magia y volábamos nuestra imaginación a cualquier cosa que nos hiciera sentir bien. Solo necesitas respirar profundo y sentir como el agua corre por un sendero que llega hasta un lago, donde el agua es trasparente, limpia, fresca y hasta puedes beber de ella. Sabe tan dulce que te transmite sensaciones únicas, sientes libertad donde los árboles se frotan con el viento que a su vez escuchas los sonidos de la naturaleza como pájaros revoloteando alrededor buscando donde posarse.
Como las mariposas vuelan por encima de ti y se posan en tu cabello y te dejas aludir por los ecos de las profundidades del bosque, ahí yacen misterios desconocidos que tal vez solo la luz de la luna sabe. Porque con su resplandor ilumina la oscuridad que desentraña la fauna del obsceno bosque.
Un lugar donde sabes que tus pesadillas son más amenas, porque en cualquier rincón de ese magnífico lugar te crees capas de fortalecerte a ti mismo y hacer frente a tus dificultades.
Yo tengo mi propio lugar o cree mi espacio para mí, al que viajo a través de mi mente, cuando necesito aislarme del verdadero mundo que me separa del otro. Para recargar energía, empoderarme de mi misma y que la mente recargue vitalidad e inspiración con nuevas ideas…
Un lugar; no necesito nada más que mi libreta del caos donde solo yo entiendo mis apuntes, mis tachones, empezar a reescribir de vuelta la historia o pensamientos y el lugar mágico que me teletransporto para alejar los problemas que el mundo recarga sobre mí.
A veces solo así encuentro la inspiración para continuar y seguir adelante. Ese pequeño lugar que cree en mi mente tal vez pueda ser real o fantasía. Se los dejo a su libre pensamiento. Quienes somos nosotros para juzgar como hacen o imaginan las cosas otros. Algunos les funcionan para su día a día, a otros no. Pero en que nos afecta a nosotros. Nada.
Para mí. Significa encontrar en ese rincón las soluciones a mis preguntas, las respuestas que busco para escribir. Yo me aíslo de los problemas unos instantes. Algunas ocasiones horas en ese lugar donde me lleva a cumplir con mi objetivo; en mi caso escribir. Cuando siento bloqueo en mis escrituras, en mis palabras ataviadas, o en mis manos paralizadas sin articular un solo gesto. Solo hago una cosa para apaciguar mi enojo conmigo misma.
Pongo una música de fondo que transmita tranquilidad y serenidad, relajación profunda y espiritual; que tal vez para muchos puede ser cualquier tipo de música, (pop, rock), la que quieran, en mi caso opto por algo más sutil. Luego visualizo al son del compás ese sonido y mi lugar, con mi libreta y un boli, lápiz, da igual eso es lo de menos. Me adentro despacio dejándome ir completamente y refundirme en ese pequeño rincón donde doy rienda suelta a mi imaginación…allí escribo, allí desbloqueo todo mi ser, allí todo me sale solo.
Cuando regreso a la realidad solo expongo todo sobre la mesa, sobre mis teclas, mis dedos hacen el trabajo y por supuesto algún retoque nunca está de más…
Si alguno todavía no tiene su propio rincón, yo les invito a crearse su propio espacio donde poder dar rienda suelta a todo su potencial. Algunos a lo mejor lo tengan ya; otros tal vez les pasaron como a mí. Llegar a un bloqueo o no encontrar inspiración en sus palabras. De cualquier manera, en ocasiones; la mejor opción de seguir adelante es aislarse del mundo para lograrlo.
 
 
Pueden que muchos me llamen loca…y no necesiten nada, ni tomar un vuelo, cambiar de ámbito o irse a otro lugar para lograr sus objetivos. Pero la mayoría, cuando empezamos en algo diferente sentimos etapas de bloqueo y necesitamos liberarnos de esa sensación y solo se logra de cierto modo encontrando un rincón para nosotros solos. Porque la soledad tiene muchos argumentos y es la mejor arma para cambiar nuestras ideas.
Los locos como dicen por ahí. Saben lo que los cuerdos pasan por alto. El mundo necesita mas locos que gente cuerda que llevan un patrón o ritmo de vida marcado por la sociedad.
Yo creé mi burbuja de cristal, donde solo yo la rompo para salir cuando estoy lista para florecer con nuevas semillas que siembran las herramientas necesarias para triunfar.
Porque posible hoy en día todo lo es…pero lo imposible, eso si es la luz al triunfo, la llegada al trono y el aliento a esperanza.
 
STELLA.BLU