Queridos amigos.He estado sin computador por un largo tiempo.No había entrado a esta plataforma desde hace meses hasta ahora que me encuentro con esta sorpresa de vuestros comentarios. Me alegra profundamente que un ejercicio de escritura les haya sacado a flote sus propias reflexiones envueltas en pensamientos tan poéticos. Me doy por satisfecha de haber cultivado el hábito de la escritura y de la publicación que espero retomar. En todo este tiempo ausente he seguido escribiendo, sólo que no he publicado por acá. Deberé ponerme al día. Cariños a todos.

Muy bello texto Oriana, cargado de las preguntas que todos nos hacemos para el indetenible día en que ya no Seamos. Me gustan las preguntas enigmáticas de las cuales no sabremos las respuestas. Eres excelente elaborando el contexto del poema... Por mi parte a mí me bastará con haber Existido y Sido, puesto que los logros tan están hechos de vapores efímeros que se se disiparán rápido. Mis sinceras felicitaciones. Richard Albacete.

Para comenzar este comentario he debido sostener una larga pausa para definir la calificación de este tema que nos traes: EL DESPUÉS... No sabía si definirlo como interesante, inevitable, novedoso, reflexivo... En fin, he decidido que es UN TEMAZO.
Tal como lo hace Gustavo, para dar carácter a mi comentario lo enfocaré desde mi perspectiva.
Uno de los sentidos que le doy yo a la vida es, precisamente, la trascendencia; es decir, esa aromada estela que dejáremos luego de nuestro paso. Y el por qué lo expongo tan poéticamente, porque si no es esa huella que sembramos dulcemente perfumada, dejar malos recuerdos carece de lógica ya que, aunque para ese entonces estemos muertos, en vida nos aterra pensar que alguna vez nos podrán odiar.
Cuando hemos tenido la posibilidad de prolongar nuestra estirpe a través de los hijos, es fácil entender cómo anhelamos dejar una herencia y consecuentemente reflejamos en ello la naturalidad de esperar que se nos reconozca nuestro esfuerzo. Si no es así ¿Para qué, entonces?
Sin embargo, no podemos desconocer las actitudes del resto de la humanidad que, bajo bastante evidencia histórica y tácita, han existido injustos reconocimientos en los dos sentidos: Para bien y para mal. Allí es donde necesariamente debemos redoblar nuestro empeño por sembrar pulcras semillas, ya que estas son nutridas con la esencia de la vedad y, aunque la falsedad o la mentira tarda demasiado en degradarse, la verdad siempre sale a flote.
Con esto imagino que El Después tiene una promisoria posibilidad de crear un buen recuerdo; no obstante, al analizar el contexto de tu trabajo, me gustaría apostar en favor de que tu Después será bien ponderado.
Un abrazo, Oriana.

"El proceso de velación no nos indica, necesariamente, que alguien ha partido, sino que alguien ha vivido. Su propósito es honrar la memoria y dignificar una vida”. Capillas del Carmen.

me pareció algo interesante

“La muerte es algo que no podemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos”. Antonio Machado

Todo un tema para reflexionar Oriana: Yo también podría hacerme las, mismas preguntas, aunque admito, que nunca se me había ocurrido pensarlo. No creo que sea una fecha de bronce, solo una fecha de recuerdo y nostalgia familiar Tampoco se quienes podría festejar mi muerte, porque no ha sido tan importante como para tener enemigos destacados; y mi vida ha sido como la de cualquier otro. Por ello, si hay rizas o lágrimas, serán de algunos, pero no de todos y eso es bueno El velorio es fundamentalmente un acto social en este siglo, salvo para la familia directa ¿Habrá algunos arrepentidos?...... Me pregunto de que, porque fortuna no dejo; enemigos pocos o nada; amigos también pocos y buenos. Y a quienes no comulgaron conmigo, pienso que no les haría nada, soy aire, soy solo un pequeño recuerdo sin venganzas y dejo al igual que el final de la poesía: el silencio eterno porque el mundo seguirá girando y yo….. ya no existo.
Felicitaciones Oriana