Era el 1800
Publicado en Oct 18, 2009
Me posé sobre la verja,
mirando ausente donde el mar termina donde cae el día, donde comienza la noche. Me posé con la mirada sobre la calle empedrada, adivinando el repicar de pasos que se dirigieran hacia el entornado modo de mirar a través de la verja. Una sombra encendía los faroles, mientras, yo miraba serena al fondo de los mares adivinando la barca repleta de mensajes que depositarían a mi vera. Nada ha llegado, ni la sombra, ni la palabra, ni la luz, ni la noche, ni el amanecer, ni la lágrima.
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fedra
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones