SATURNINO Y LA PLUMA DORADA
Publicado en Oct 19, 2009
SATURNINO Y LA PLUMA DORADA
Pensaba que con en el querer de la mirada el mundo revolvería sus colores. y los palomas aprenderían la virtud del ayuno. Desde luego que nunca pude ver con claridad, hasta hoy. Mi intuición fue quebrando espejos donde las sombras recibieron destellos de relámpagos inconclusos. Fueron las nubes mensajeras fueron ellas, las incontrolables parlanchinas continuamente, sin pausa, atromentadas las que invocaron al viento imaginario para hacerlo juez de mis desiertos. Mis palomas querían replicar al destino por la deuda de mis temores y ya estaban agotadas Era un día de otoño, ramas desnudas el aire se envolvía de frías humedades y hasta los gatos estornudaban en los muros. Yo pensaba en una pluma dorada. Era Saturnino, el pato de los cuentos de mi infancia revoloteando con su voz corneta, torciendo el cuello cual mensajero de nuevos tiempos. "Habla de mi, que aún estoy vivo y siento en tus locas fantasías, Llévame a los tiempos de la brisa sácame de los corrales, hazme volar con los duendes de la aurora muéstrame peligros, y lagunas etéreas que feliz rondaré por ellos Si tu pluma describir pudiera esto que te pido..." Así me hablaba, Las palomas se alzaron en un coro de protesta: ¡basta, no queremos seguir con migajas de pan! ¡también queremos volar el mundo de tu fantasía! Y desperté de sueño tan hermoso, junto a mi almohada pude ver nítidamente una pluma dorada.
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Enrique Dintrans Alarcn
Gracias por tu comentario y apreciación. A este poema le tengo especial cariño. Una pluma dorada para tí.
Saludos
Susana del Rosal