Ella, El, Ellos (o visceversa, o no, o como quieran)
Publicado en Oct 19, 2009
Ella
Clavel del aire, recorriendo el espacio en busca de tus orígenes, de tus raíces. Aprendiste el leguaje del cuerpo. Torre de Babel hecha de distancias en tu mente los idiomas se confundían arremolinados, idish – español; idish – italiano; idish – idish. Y el lenguaje universal fue la expresión corporal. Como Campanita buscando su Peter Pan aprendiste a sacar el alma de juego, o el juego del alma en cada uno de tus actos. Y jugando al juego de jugar creabas mundos imaginarios donde amar. Y creciste soñando y creciste volando, siempre con el rumbo fijo, y la voluntad firme. Siempre tratando de encontrar en la piel los afectos. Y creciste volando y creciste soñando siempre en busca de la libertad. El Nació entre el estigma marcial de la Bielorrusia, y el sentido de humor de los judío, (no pudo más que hacer humor en serio). Creció en Argentina tierra más cambalachera no hay; de toda esa mezcla de razas, sentidos y cultura (no pudo más que ser ecléctico). Se dio cuenta que la lengua servia para muchas cosas, no solo hablar, sino también cantar, (años después le encontró otra utilidad). Se dedicó como un Leonardo del renacimiento a bucear por todo lo que era humano, (todo lo que era humano en el sentido judío). Música, comer, publicidad, comer teatro, restauran, canciones, restauran (le aburre estar dos veces en el mismo lugar). Explorador del alma, amante de la libertad sin límites, quería conocer todo de todo, nada de nada le era ajeno (terminó conociendo algo de todo y se cansa de nada). Verborrágico, enérgico, distraído, desorganizado, se involucra en cuanta causa perdida en aras de la libertad (libertad como en los años sesenta era entendida) y como es libre, así vive la amistad, sin límites, sin reglas, ni condiciones, (por eso lo considero, un amigo de verdad). Ellos El disfrutaba haciendo que las voces se transformen en coros celestiales. Ella enseñaba que la poesía no sólo son palabras, también con el cuerpo se pueden redactar. En el medio de una escalera se encontraron uno iba para arriba, otro para abajo o viceversa, se miraron, fue un instante, en un segundo comprendieron, que toda su vida iban a estar juntos en la misma escalera, toda su vida caminando en distintos sentidos. Los sesenta los juntó en el arte, los unió en la libertad y les regalo el estigma de ser contestatarios. El escribió canciones, guiones, recetas de cocina, Ella creó movimiento, personajes , teatro, Y de puro amor pasaron años difíciles, Y de puro amor tuvieron un hijo. Y de puro amor siguen en la misma escalera, Y de puro amor caminando en distintos sentidos.
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Orlando Jos Biassi
miguel cabeza