Hoy
Publicado en Oct 22, 2009
Estoy obstinada de ser recipiente
de golpes, insultos, maltratos, angustias; lo viví de niña y oculté los dientes y cubrí las penas y oculté la frente; quiero mi voz viva sobre las colmenas, las manos alzadas, la caricia buena, y que el mundo acepte como causa ardiente mis ojos abiertos, mi reto a la muerte. Me cansé de gritos, me cansé de celos sin razón, de absurdos de comportamientos, de que me tortures, de que me critiques… me cansé del veto para mis anhelos. Los seres humanos, cariño, están hechos por fuerza divina, con libre albedrío. Yo soy mariposa, soy aire, soy trueno, soy corriente y cauce del agua del río. Quiero mis palabras altas hasta el cielo. Te suelto, me ausento. Por Dios, no pretendas seguir afirmando tu pasión insana. Me voy para siempre. Ya no me detengas. ¿Volver a tus brazos?... no lo sé. Algún día te veré en la calle con la nueva amiga, con el nuevo intento. Por favor, a ella, porque no te deje… ya no la persigas.
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Susana del Rosal
Susana del Rosal
Filiberto Oliveros
Susana del Rosal
Mara Ester Rinaldi
Comparto totalmente lo expresado por Enrique.
Eres muy valiente al contar tu historia.... Felicitaciones...!!!!
Desde Argentina.... Marìa Ester.
Enrique Dintrans Alarcn
¡Qué poema! Con qué belleza puedes escribir esta stuación tan dolorosa.
Admiro tanto la finura, la conciencia de la dignidad, la resolución de la hablante, la comprensión hacia el piscópata maltratador. Has plasmado en un solo texto un complejo de situaciones que hacen reflexionar.
La libertad recuperada, el poner fin a la situación, es una muestra de coraje.
¿Sabes? Esta situación es uno de los temas en el programa de filosofía en educación secundaria en mi país. Pienso que este poema es una joya para provocar la reflexión, especialmente entre los adolescentes, que se están asomando a las realidades de la vida. Aunque hay muchos que ya, lamentablemente han sido testigos de estas situaciones, al menos el traerlas a la reflexión y el análisis ayuda a desarrollar una actitud más proactiva ante este flagelo.
Mis más respetuosas felicitaciones y en tu poema, un abrazo y beso de simpatía solidaria por toda mujer que ha sido maltratada.
Saludos