¿Te acordás como éramos antes?: Yo sí.
No puedo olvidarte tan facilmente y perdoná que
lo vea desde mi punto de vista, pero no voy a
contar mi versión, esta es la tuya también,
 sólo que vos no podés hacerlo, vos estas lejos de
mí y el mundo, y tu recuerdo se agiganta como la
gente que sufre, como los chicos que se ríen de las
series de acción en la TV, porque ellos viven su
propia serie que es verdadera.
Mi pasión por vos madura, se concientiza porque le
dejaste los pies sobre la tierra y pusiste alas a una
imaginación imperecedera.
Yo sí, me acuerdo como éramos antes, y mañana no
se si recordaré como soy ahora, porque tu silencio
aunque me inspira no me conforma, porque tu ropa esta
fresca, pero su fragancia no es verdadera, porque
tu ángel podrá bajar y acunarme y aún así sera cualquiera.
No existe la resignación, aunque uno se apresure a olvidar
porque lo aconsejan. Uno se martiriza y piensa en proyectos
únicos, en únicas experiencias y cómo se extiende tu imágen,
como un río salvaje que intenta una nueva desembocadura,
como un pensamiento que persiste porque es la única potencia.
Ahora, a lo lejos,  ¿te acordás como éramos?
Hubiera querido que lo aceptaras, porque lo que dije son
también tus palabras, no me mueven fuerzas extrañas,
solo tu apariencia cercana a mi cama.
Yo sí, me acuerdo de vos y de mí y de nosotros y del mundo
mejor que se vislumbraba.
Ahora quiero alcanzarte, saber si hallaste la calma,
si encontraste mi historia marcada, si algún sello estampó tu magia.
 
Jorge Dossi - 13-10-1981