A vos te debía estas palabras
A vos que soportaste locuras y arrebatos,
que hiciste un lugar en tus intenciones
para recibirme, que me quisiste con tu buena inocencia.
A vos que jugaste las cartas decidida, que instauraste
frescura infinita en las calles de mi imaginación y te
fuiste, cansada de esperar mi reacción.
A vos que luchaste con mi resignación, que inventaste
frases conmovedoras cuando el dolor ganaba batallas
en mi interior.
A vos que no mentiste, que hiciste proyectos pensando
en mi bienestar, que escribiste páginas memorables en
el recorrido hacia mi corazón.
A vos que entraste a mi vida frágil y con temor,
que besaste mi cuerpo, temerosa, en cada inquietante
exploración.
A vos que te atreviste a enfrentar el dogma sagrado
de mi tradición, que reíste estruendosa un festejo
incisivo en la oscuridad tentadora de mi habitación.
A vos que abriste mis ojos hacia tu mundo,
que abrazaste mi humanidad hacia tu rumbo y marcaste
las horas de mi felicidad.
A vos que diste todo por amor, que fuíste valiente
para decírmelo, que no lloraste ni me ofendiste.
A vos te debía estas palabras
A vos, post amisamor, estas palabras de despedida
que aunque parezca una cobardía me nacieron por amor.