Aunque te hayas ido yo seguiré cultivando
nuestro jardín y las amapolas tristes
llorarán tu ausencia.
Tode se convertirá en fracaso,
en un halo impentrable de dolor y aún así
seguiré evocándote en las primeras horas
del alba, el alba del amor.
Aunque te hayas ido, no se irán tus cosas,
me quedará algo de tu misterioso secreto
me reoconfortará saber que te amé demasiado,
me quedará la cálida sensación de tu cuerpo
sobre el mío.
Sí, aunque te hayas ido todo parece seguir
su rumbo, acaso como si este cambio
repentino solo fuera costumbre,
como si nada hubiera tenido un verdadero sentido.
Aunque te hayas ido seguiré confundiendo los
caminos del encuentro,
me sentiré mas libre de buscar y encontrar,
aliviado y resentido ante la puerta de la experiencia,
oprimido y subyugado por la maldita paciencia.
Aunque te hayas ido estoy seguro que me
nombrarás sólo un instante,
estoy seguro que te nombraré y te robaré un
poco de tiempo en los pensamientos,
pero estaré conforme y tranquilo pues sabré
que a pesar de todo no te quise en vano.
 
Jorge Dossi - Octubre 1978