Cuando aún descubra, tal vez no
el misterio de su vida
sepultará sus pasiones, engrandecerá sus heridas.
La verdad asomando imperfección y
el error comprimido de sus actos.
El sueño de su yo acumulado,
concebido en materia de discordia,
aturdido en la inmensidad de su propia existencia.
El calor de un cuerpo llenando los días vacíos.
Recuerdos que corren con el tiempo incitando
las pasiones, engendrando el fruto de continuas
oraciones.
La antigua sensación de titubear presume su
valiente rebeldía, encuentra en fuentes sabias
su caudal y nutre su alma frágil y perdida.
Es dádiva su creación consigo mismo, que hizo posible
ser, para tener que cargar con su afán lo que
destruye día a día.
 
Jorge Dossi  -   1977