EL CAFE PUEDE ESPERAR
Publicado en Nov 08, 2009
Muchas veces recorrí estas calles, con mis padres, familiares y también con mi novia, pero de un tiempo a esta parte visito seguido un lugar que me gusta, por su ambiente y tranquilidad que se vive dentro y claro por su excelente sabor del café. Hay cosas que uno ve frecuentemente y no toma mucha importancia pero esta vez hay algo que me llamo la atención.
Estoy esperando a mi novia y se que tardara en venir, observe a un tipo sentado en un banco, es de los tantos vagabundos que deambulan por la ciudad, pero se le nota diferente, a pesar de que la ropa que lleva delata su condición, trata de no ser un "vagabundo mas", su comportamiento me hace pensar así. - Su café, señor - me dijo el mozo- sacándome por un momento de lo que veía tras la ventana, el mozo al ver que miraba al vagabundo, me contó lo que paso hace mucho en este lugar. Un escándalo, ese vagabundo entro con una chica muy guapa y ordenaron dos tazas de café, después ella se fue y al tipo lo echaron los policías desde ese incidente siempre se sienta en ese banco, casi a la misma hora, en espera de alguien al parecer, una costumbre y eso lo se porque mi abuelo que trabajo acá como mozo y que ya falleció, me lo contó - termino diciendo el mozo. Es entonces que le pido al muchacho otro café y unos panecillos especiales, le digo que lo lleve al tipo que esta sentado en el banco del parque... ¿Al vagabundo señor? imposible, entonces le doy una propina y solo de esa forma lleva lo que le dije -Tuvo suerte señor que no esta el dueño, porque no lo permitiría - volvió a decir el mozo- solo me sonreí, porque en realidad ese no era el problema, el mozo dijo esa frase solo para justificar la propina. El mozo entrega al vagabundo el café y los panecillos, este le hace unas preguntas y el mozo me señala y yo tras la ventana muevo la cabeza de arriba hacia abajo, son las ocho de la noche y mi novia aun no aparece, vaya forma de demorarse. Decidí acercarme con cierta cautela para conversarle, la charlan fue poca, el se remitía a responder con un "SI" o "NO", después de varios minutos, la confianza fue mutua y de el nacieron muchas historias. Hacia mucho frió afuera y le invite a tomar un café dentro del establecimiento pero cuando estamos a punto de entrar, se detiene en la puerta y me dice esto: "DISCULPE CABALLERO, SIENTO SU BUEN CORAZON, SE QUE ESTA INVITACION NO ES POR COMPASION PERO MI TEMOR ES QUE SI CRUZO ESA PUERTA MUCHOS RECUERDOS RONDARAN MI CABEZA, MIS MIEDOS, MELANCOLIA, INTERROGANTES, MUCHOS SENTIMIENTOS QUE DAÑARIAN MI DEBIL CORAZON, DEJEME IR, EL CAFE PUEDE ESPERAR" Me quede sorprendido, mi certeza fue comprobada, no era un vagabundo mas, sino todo UN SEÑOR. Es ahí, en un momento inoportuno que recibo una llamada, es mi novia que llorando me da una noticia, me cuenta que su hermana próxima a casarse había sido encontrada muerta en un hotel por un ex novio, me quede consternado, esa noticia me hizo olvidar de todo, nunca supe por donde o en que momento se fue el señor, quizás sin despedida fue la mejor manera.... (Continuara...)
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raymundo
Mirta Camio
Me gusto leerte