Es probable que te haya ya olvidado
y es muy posible que ya no crea en ti.
Pero mi corazón se acurrucó junto al tuyo
por largo tiempo, antes de que te fueras.
Mucho tiempo compartimos lo elemental
y comimos cada uno de las manos del otro.
Hoy mi corazón asciende y late sólo
y en otras caricias suaves se recrea.
Pero noto que algo le hace falta
y que sus alas se abren tras tus rastros.
Sé que fuímos choque de dos mareas
y que nos quisimos hasta el vencimiento.
Eras mi cómplice buscando una quimera.
Eras la que siempre venía en mi auxilio:
La piel que caminaba bajo mis dos pulgares.
La de redomas blancas que hizo airar a la luna.
Hace tiempo que no eres mi bálsamo
y no sé de tu rumbo y tu destino.
Pero tanto nos acosamos y amamos
que hay un no sé qué que no puedo olvidar
y que me impide ser yo enteramente.