LO QUE SE FUE 
 
                                                        Roberto que se fue
 
 
   El pata había llegado de Arequipa y no tardó en encender la mecha de una estruendosa bomba gratificante. Las líneas internas de aquella división en 1975 se habían unido en torno a Bobby para escuchar sus historias, sus vivencias e inquietudes.
   Los elogios de los "políticos" fueron para Don Velazco que sacaba el país adelante. El grueso prefirió internarse en el misterio que encarnaba Roberto.
   Supimos enseñarle nuestra ciudad y presentarle un par de minas que lo desorbitaron. Compartimos el sol de la playita de "Kavury" en Olivos, su amor por el teatro, su ingenuidad y el lunfardo peruano que tanta gracia nos causaba.
   Comenzamos a intercambiar cartas y casetes con su collera. Aprendimos que en Perú la juventud también tenía nuestros ideales y luchaba por torcer el rumbo del mundo.
   Nos retribuyeron los presentes y así estuvimos durante unos meses invitándonos a conocer ambos países sin llegar a concretarlo.
   Roberto fue granjeándose el cariño de todos. Tenía con que. Sus ojos claros evidenciaban la calma de un apacible remanso. Las minas, chochas.
   Un año nos acompaño. Se fue en el verano de 1976 a tiempo para evitar tanto dolor en su semblante alegre. Se llevó a Sui Generis, un amor en la cabeza y la esperanza de volver.
   Volvió en 1980, cuando nosotros enfrentábamos una época dura de sometimiento y obediencia. No se si no lo entendimos o él no comprendió. Estaba igual que siempre. Fuimos a festejar el encuentro bailando en "Zoom" y desde aquella madrugada Roberto fue un fantasma que envió algunas cartas desesperadas requiriendo nuestra presencia.
   Le escribí infinidad de veces pero perdimos el contacto. Llegue a creer que murió. Hoy esta tan lejano.