Cuando me besas mi mente se sumerge entre las nubes de tus labios
Y tu boca se siente como una laguna de frescas y cristalinas aguas.
Si tú me besas mi mundo gira en torno a ti
A tus latidos, a tu respiración.
De la frescura de tus labios se escapan mis suspiros
Y mi alma viaja a través de tu lengua hasta posarse en tu corazón;
Entre tus brazos vuelvo a ser niña otra vez,
Que busca la protección y la calidez.
Cuando tus brazos encierran mi cintura y los ciñes en torno a mí,
Entonces todo a mí alrededor desapareces
Y me entrego por completo, porque me siento la princesa en su castillo.
Soy como una pequeña pluma de ave entre tus manos fuertes
Firmes y suaves que saben sostenerme, pero con dulzura acariciarme.
Para este instante ya se me hace imposible disimular
Y mis manos son entonces las que te recorren, te dibujas.
Amo tu piel, color canela
Tus labios rojos y dulces como las fresas
Tus ojos azules como el mar, mi mar en los que me sumerjo sin miedos
Tu cabello negro azabache, que se funde con el mío y bien podría envolver la noche.
Mi héroe, mi amante, mi amor.
Que amaneces en mi cama y brillas como el sol
Que de noche fundes mis penas en las llamas de tu pasión
Que entraste y te adueñaste de mi corazón.
A tu lado me siento una mujer completa
Cambiaste mi paisaje,
Diste libertad a una mujer salvaje,
Tu amor le dio vida a mi vida,
Tus besos alegría
Y tu cuerpo toda su armonía.
¡Contigo me quedo y a tus labios me entrego!