Así creo que estoy, derramando toda mi vida y haciéndola
estallar contra el asfalto de esta gran ciudad,
volviendo a contemplar mis circunstancias,
las únicas que coronan mi hombría.
Nostálgico por vos y tu ternura,
necesitado de algo sensato,
aturdido de idioteces irritantes.
Así se configura esta comedia de todos los días,
aunque yo crea que es una tragedia.
Hoy camino con ansiedades, pero esas que no llegan a colmarme
sino superficialmente, porque el significado de la esencia es
demasiado rico como para que lo perciba un vulgar intrepido.
Tan nostálgico de tu pelo ensortijado y reluciente que me cuesta
olvidarlo en su mágica contienda con el viento, y tus palabras
extrañadas, resurgiendo en ese vocabulario tan frágil
envuelto de amor.
Nada hay tan real como esta angustia y pesadumbre que me
produce tu silencio,
como esta soledad apacible y lastimosa que juega a
maltratarme.
Voy a lagrimear mis tontas sensiblerías y ahogar mi espíritu
vacío para olvidarte y tal vez aún siga nostálgico reviviendo
tu manera y tu gracia.
Tan nostálgico de tu vida que lamento mi propia vida como
si tuviera una dirección fija al corazón de los que sueñan, rien
y lloran sin saber porque.
 
Jorge Dossi   -  7-5-1980