NABIEL
Publicado en Dec 29, 2008
Pensar en ti me enferma,
me lleva al desahucio, sin salida. Pensar en ti deforma mis opiniones sobre ti, me exalta, me llena de apetitos vulgares, simples, sensitivos aromas y milagros raros. Apenas escucho y siento como mi sangre venas (sublime libertad, tormentosa maravila), recorre lujuriosamente por mi cuerpo, me quedo quieto, callado, recostado en la oscuridad, pensando en ti, pensando, queriendo que esa sangre que me llena de vitalidad, sean tus manos, tus labios o por lo menos tu sudor exquisito, el de verano, el de los dias de calor cuando desnuda te metias en las sabanas de mi cama, dispuesta a dormir, siempre dormir, ay! como te encantaba dormir conmigo y a mi como me encantaba hablarte mientras dormias sobre mi brazo izquierdo, como me gustaba y me molestaba a veces que solo querias dormir, dormir, dormir, dejandome solo, a oscuras, en silencio. escuchando siempre los pasos de las sombras, escuchando siempre como pasaban los carros a toda velocidad, escuchando siempre el ladrido de los perros, provocandome el enojo, porque asi no podrias escuchar lo que te decia, pero siempre dormias, muchas veces despues del acto, pero de eso no quiero hablar, por que mis recuerdos se escarchan, mi corazon se convierte en polo norte, se convierte en un cuarto frio, donde solo quedan cenizas de imagenes borrosas... Por esa razon no me gusta pensar en ti, pues de inmediato entristesco, me enfermo y te recuerdo aun mucho mas y siempre, siempre, siempre dormida en mi lecho bajo mi brazo izquierdo.
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Alex