Los amores matan
Publicado en Nov 18, 2009
Lleguè al lugar en donde me pidiò que nos vièramos, me habìa esmerado para verme guapa y elegante, habìa tardado horas en peinarme y maquillarme; esa tarde era calurosa por eso me puse un vestido ligero y blanco, me perfumè para la ocaciòn con una fragancia que el me habìa regalado.
Captè las miradas de varios hombres con los que me crucè pero yo sòlo querìa que mi adorado tormento me encontrara hermosa, el era el ùnico. La tarde estaba muriendo, el sol parcìa sangrar cuando por fin lo vo atravesar la calle, tan hermoso como siempre me robò el aliento: era rubio, ojos de un intenso azul que contrastaba con el negro de su chaqueta de cuero, era muy alto, mi cabeza le llegaba al hombro a pesar de que yo tambìen soy alta, sus mùsculos, aunque escondidos eran un tanto visibles a esa distacia. Una sonrisa se extendiò por su rostro cuando me vio,oh Dios mio, esa era la sonrisa mas bella del mundo, tan....perfecta y angelical; no pude evitar sonreir con el,su estado de ànimo era contagioso. Mi pulso se acelerò cuando por fin estuvo frente a mi, auntomàticamente me abriò sus inmensos brazos para que me acomodara en su pecho y puediese tragarme entera. No lo dudè ni un momento. Ah, que intensas eran las emociones que me embargaron cuando nos fundimos en ese abrazo,el amor que le tenìa era aùn mas grande que antes aunque pareciera imposible, amor, deseo, admiraciòn,facinaciòn.....confuciòn y sobre todo ... pues todo, yo no era capaz de estar con el sin sentirme plena, dichosa y completamente feliz. Yo querìa morir en esos brazos, querìa vivir en sus labios y dormir en su pecho. Aquel abrazo sòlo podìa significar una cosa: me pedirìa que volvìeramos, me pedirìa que lo perdonara (aunque no habìa nada que perdonar), que me fuera vivir con el, o tal vez....que me casara cone el; intensa, intensa,intensa, asi era yo cuando pensaba en nuestro futuro juntos,todo serìa tan hermoso y especial...., me sobresaltè cuando sus labios encontraron mi oìdo y me susurrò. -Te ves estupenda- estremecì, que voz, que voz -Iguel que tu, sigues igual de guapo, incluso mejor-de pronto sus brazos se tensaron y me apartò de si, su expreciòn me desconcertò, su mandìbula estaba trabada de indeciciòn y sus ojos ya no eran felices. -¿Tienes una idea de por que te citè aqui? A pesar de su expreciòn seguì sonriendo. -No, pero ya sabes que me gustan las sorpresas- algo de lo que dije debiò alterarlo ya que negò con la cabeza furiosamente, pero luego se detuvo y me mirò horrorizado. -No creeràs que estamos aqui para...-vacilò mientras evaluaba mi rostro-regresar ¿o si? Me quedè en shock, entonces ....¿¡Que demonios hacìamos ahì!?,¿Cìal era el motivo de que llegara tan contento y luego se pusiera tan frìo?. Aùn aturdida logrè hablar. -No,..si...bueno si no es para eso ¿que es lo que quieres decirme?-le tomò un segundo responderme -Me voy con Elena a Inglaterra-pocas palabras y un resultado devastador, me caì en la pena y la vegûenza; pocas palabras y un dolor tan intenso...tan atroz....tan agudo que mi corazòn se detuvo. -¿¡Que!? No!- jadè en busca de aire peron no pude -¡Càlmate por favor! Entiende... yo...-trataba de explicarse pero mi dificultad para respirar no se lo permitìa-La amo, la amo mas que a nada y no.... ¿Habìa sentido dolor antes? No era nada comparado con lo que sentì cuando me dijo esas palabras, no era real,no...no podìa ser real. Lo ùltimo que recuerdo fue que me alejè de su lado ignorando sus palabras de disculpa, caminè hacia la calle tratando de huir del dolor; alguien qgritò "¡Cuidado!" seguido de un coro de gritos ahogados y dos ùltimos que alcancè a oir a pesar del caos de mi cabeza, el prime fue un "¡No!" y el segundo el de bocina del auto que estaba a escasa distancia de mi
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Delfy
me encanto tu historia.
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Buen relato
JUAN CARLOS
Besitos y un abrazo enorme..
Te quiere mucho...Juan Carlos...