A la Mar
Publicado en Nov 19, 2009
Aquél día me juraste que nunca me olvidarías. en mi pecho, sollozabas y triste, me repetías que en ese mismo lugar, en el que me despedías, me esperarías, ansiosa, por el resto de tu vida. Pasaron algunos años, de infiernos, que transcurrían con tu imagen como norte en las noches y en los días. Soportando lo indecible, sabe Dios lo que yo hacía, por procurar las riquezas que tu padre me exigía para acceder a tu lecho y gozar tus regalías. Al cabo de tantos años de sufrir y de sudar conseguí juntar el oro con el que iba a conquistar la voluntad de tu padre y conducirte al altar. No era el mismo que se fue, el que llegó cierto día. con un arcón de dinero, la piel ajada y curtida sabor amargo en la boca y la mirada sombría. En un relámpago vi, todo lo que no veía desde el día en que partí a perder el alma mía. Dejé el arcón en el suelo, con una nota prendida “Para amortizar favores, aunque nunca los reciba” El amor no se negocia, muy tarde lo comprendía Apurado trepé al barco, que a la mar me volvería, En mi pecho, el corazón, redoblaba de alegría aliviado de presiones que me amargaron la vida Hinchaba el viento las velas y el barco a la mar se hacía.
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Alfonso Z P
Y nos regalas un bonito trabajo. Me gustó bastante la poesía. A un amigo mío le pasó algo similar,
sólo que él no dejó el arcón, que no tenía nada que amortizar.
Te cuento que también intercambio comentarios con otras señoras argentinas, muy simpáticas
ellas, María Ester y Serena. A Serena la vi entre tus amigas, por cierto, hoy 19 cumple años. Que
no es lo mismo que, hoy cumple 19 años. Sólo para aclarar.
Saludos: Alfonso
JUAN CARLOS
Cariños y un abrazo càlido..
Tu amigo ..Juan Carlos..