Edipo" y Willie
   Habían nacido el uno para el otro pero se encontraron de golpe y porrazo en la primavera de 1975, en un destello de genialidad.
   Se armaron de ideas, discutieron como es costumbre, memorizaron libretos y vulneraron prejuicios, el uno para el otro, actores totales, vocaciones futuras.
   Los acompañe a mi manera, asistiendo a los ensayos, acercando sugerencias, vibrando con sus ajustes. Debutamos en octubre. Creación colectiva de una buena unidad en busca del viaje de fin de año.
   Todo marcho sobre ruedas. Todo fue un éxito. Un enjambre furioso de lágrimas y nervios que estalló en aplausos, en reconocimiento, en insistencia para seguir.
   "Edipo" se quedo aquel año a contemplar su propia hazaña, a sentirse apabullado por los que quisieron seguirlo sin alcanzarlo.
   Willie pasó al turno mañana en virtud a un reacomodamiento laboral.
   Los años lo trajeron a mi vida con las ganas de reflotar a "Edipo" y otras caras se enteraron de su historia, pero el tiempo aún iba a continuar tratándonos cruelmente.