Una vida mirándote la boca
Publicado en Apr 09, 2009
Abrirle una ventana al relámpago,
dejar que su guadaña nos haga sudar un poco en la telaraña y temblar el miedo entre las muelas. Huye gato, ándate lejos con esas tus patas húmedas de océano, entrégame la mano con caricia mis dedos surcando tu pelaje en sordina de pasos lejanos. Subirle por la espalda al relámpago pasarle la lengua sobre su fuego en viaje por el centro umbrío apaciguando mordida la femenina estrella. Por cierto me baste ese veneno urticante de tu retina hacia la nervadura misma de lo que has negado con esa pollera de fuertes colores que bien te venía quedando. El grito en tu boca, relámpago, no alcanza para acallar este beso que te doy con la mirada buscándote el medio, el ombligo de tu cuerpo, la entrepierna de tu látigo, los dedos bogando el vientre hasta que acalle la tormenta, con sus noches, con sus luces. Tan hecho fauces.
Página 1 / 1
|
MARINO SANTANA ROSARIO
saludos cuente con uno.
Héctor Restrepo Martínez