Cuento de antes y despus
Publicado en Apr 09, 2009
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Cuento de antes y después.
                                       Autor: Alberto Carranza Fontanini.
                               " Todas las horas hieren, la última mata"
                                                    ( P. Romano)
 Había una vez un hombre común que se arrepintió de ser y resolvió dedicarse a contemplar el tiempo. Su mujer se enojó mucho con él y habló con sus hijos. Estos, le vieron allí, sentado a la puerta de su casa, con la vista puesta en la distancia y le preguntaron cuanl era la causa por la que había cambiado tanto. Pero no obtuvieron  respuesta y el hombre siguió imperturbable, mirando los ocasos y amaneceres siempre cambiantes.
 La mujer, aunque decía amarlo, ya no quería estar con él; no quería volver a su lado y para justificarse decía a sus hijos: "¿Cómo podría continuar viviendo con semejante hombre? Y después de cierto tiempo buscó otro hombre que estuviese en sus cabales.
 Cierto día los hijos también lo abandonaron y la casa quedó desierta. Ellos creyeron preferible dejarlo tranquilo con su manía; además les pareció imposible sacarlo de sus trece, el padre no los atendía ni se dignaba a hablarles.
El hombre adelgazó singularmente. Los ojos asomaron de la arrugada faz como ascuas apagadas y la barba, abundante, caía desprolija hasta su pecho. Allí, siempre sentado a la puerta, casi sin respirar semejaba una estatua pensativa, muda...es un decir, pues nadie podía segurar que respirase tal era su postura de quietud infinita. Los vecinos en un principio, fueron considerados y corteses al acercarle platos con comida y también al preguntarle por su salud. Pero también se cansaron de sus ojos vacíos y de su mutismo inconmovible. "¿ Pero quién se cree que es" comentaban entre sí, ofendidos, casi indignados y a la vez confundidos. Y se alejaron de él. De manera que si debían pasar ante la puerta de su casa rehuían mirarlo y saludarlo.
Desde su resolución de detenerse a contemplar el tiempo pasaron cuatro años; entonces alguien dijo haberlo visto levantarse para estirar los miembros y enseguida volver a su postura habitual, temeroso de que todos se enteraran.
Pero en verdad, el hombre jamás se movió, ni siquiera después de un siglo, transcurrido el cual descubrió dentro de sí quien realmente era.
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Foto del autor alberto carranza
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Miembro desde: Apr 09, 2009
3 Comentarios 1177 Lecturas Favorito 1 veces
Descripción

El develamiento de la propia identidad a veces se da y a veces no. El hombre-inmvil-compenetrado seriamente en su propia reflexin quiz pueda ahondar para hallarla o quiz el destino propio sea- como en este pequeo cuento-un acertijo

Palabras Clave: Estatua reflexin profunda meditacin religin bsqueda de la propia interioridad identidad ahondar en s mismo.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin


Derechos de Autor: ISBN :987-9009-01-0


Comentarios (3)add comment
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alberto carranza

Gracias Arturo, tu comprensión del tema me parece acertado; el hombre no ha cambiado absolutamente nada si no se confronta con su interior, si no se rescata así mismo.Esto no es novedoso pero parece que tampoco es nada sencillo. Un saludo de Alberto
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July 30, 2009
 

Arturo Palavicini

Alberto:

Como siempre un extraordinario relato que apunta a una verdad simple pero profunda: "La verdadera riqueza de este mundo, está en nuestro interior".

Saludos.

Arturo Palavicini
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July 29, 2009
 

Mar Sal

Estupendo texto, magnífica expresión de la profundidad de la persona, lo que más me ha llamado la atención es la originalidad del tema y... lo profundo del mismo.
Me parece realmente extraordinario.
Felicidades!
Mar

Responder
July 29, 2009
 

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