Roberto era un gran boxeador. Es gracioso como éramos enemigos al principio y ahora se ha convertido en mi mejor amigo. Roberto era el campeón mundial de peso completo. Yo era un boxeador norteamericano amateur. Roberto decidió pelear conmigo y milagrosamente me gano por decisión. Yo me di a conocer en esa pelea y me convertí en profesional. En la segunda pelea que tuvimos fue una de las mejores peleas. En esa pelea fui a la ciudad de México la cual es la ciudad natal de Roberto. El era conocido como el descuartizador. En dicha pelea yo me di a conocer como el hombre de hierro. Ahora estamos retirados y solo entrenamos para estar en forma. El tiene su familia y yo la mía. Una vez vi en la televisión un reportaje deportivo. Era un boxeador Cubano que había llegado a los Estados Unidos. Este era el campeón amateur mundial. Venía con su esposa, su entrenador, y un representante del gobierno cubano. Yo era el actual campeón de peso completo pero estaba retirado. Ellos dijeron que querían una pelea de exhibición conmigo. Días después me llama Roberto y me dice que vendrá a visitarme. Yo estaba ansioso puesto que no lo había visto en mucho tiempo. Llego unos días después. Hola Roberto!! Hola Iván!! Pasa por favor. Gracias. Comenzamos platicar un rato. Me comento sobre el reportaje que había visto en la televisión. "Oye Iván mira, estaba considerando pelear contra el cubano. Mira es solo un amateur, yo se que le ganare fácil" dijo Roberto. Yo le replique: "deberías de pensarlo dos veces. Ya no estamos tan jóvenes. Piensa en tu salud. Además, no tienes nada que probar, eres un gran boxeador." "No" contesto Roberto. "Mira, es muy fácil dejar el box cuando te retiras triunfando como tú. Pero como yo, que cuando me retire no tenia reconocimientos es difícil. Solo te pido que me apoyes en esto. Está bien." Yo le respondí: "Entiendo" Al día siguiente comenzamos a entrenar. Se veía en buena forma, un poco más lento pero era normal. Días después se anuncio la pelea y estaríamos en la conferencia de prensa. El cubano era muy alto y corpulento. Los periodistas le preguntaban ¿Cómo piensa que será este regreso al ring? ¿Piensa que está listo para la pelea? Roberto se veía muy confiado.  La pelea seria en la ciudad de México. El día llego pronto. Era el día de la pelea, y todos estaban felices y apoyaban a Roberto. "Señoras y Señores estos dos hombres están en una pelea de exhibición. En la esquina roja, el campeón mundial amateur, desde La habana Cuba, el grande Rubén Gómez. En la esquina azul el ex - campeón de peso completo el único, el invencible, el Descuartizador Roberto Palacios" Los dos se acercaron al centro del ring. "Te aplastare" dijo Rubén. Después Roberto me dijo "Esto no durara mucho" Comenzó la pelea. Roberto lo golpeaba en la cara y en el cuerpo. Rubén no se defendía. "sigue golpeando" le grite. Después el entrenador de Rubén grito "Defiéndete ya". Comenzó a golpearlo con una fuerza inexplicable con un gancho al hígado, un golpe en la mandíbula y en la cara. Roberto no sabía ni en que planeta estaba. Milagrosamente acabo el primer round con un increíble Rubén y un muy sangrado Roberto. "Oye aquí tienes que quedarte y perder la pelea. Esto es un suicidio "le dije. Pero el replico "No quiero seguir peleando. Prométeme que ni pararas esta pelea por ninguna razón." Sonaron las campanas para iniciar el segundo asalto. Roberto intento golpear al cubano. Este solo esquivaba los golpes fácilmente como si se estuviera burlando del mexicano. Después Rubén comenzó a atacar de nuevo. Los golpeaba como si fuera un muñeco de trapo. "Tira la toalla" me ordeno el entrenador. Pero ya era muy tarde puesto que Roberto había sido golpeado en la cara tantas veces que callo lentamente. Al tocar la lona se convulsiono como si le estuvieran dando choques eléctricos. Se acabo la pelea y Roberto estaba muy grave. Díaz después de la pelea Roberto murió. Yo estaba desconsolado y enfadado. Pude ver salvado a mi mejor amigo pero falle. Semanas después hable con el entrenador de Roberto. Mi ex - entrenador ya no estaba para el boxeo, y no podía ayudarme. Le dije que retaría al cubano y quería que él me entrenara.  El acepto y me pregunto que si estaba seguro de hacer esto. De todos modos todo lo que hiciera no reviviría a Roberto. Cuando anunciaron la pelea formalmente el entrenador de Roberto se llevo una sorpresa. Los reporteros preguntaban "¿Que es lo que le hizo tomar esta decisión? ¿En donde tomara lugar la pelea?"En La Habana les respondí. "Estás loco" me dijo el entrenador. "No te preocupes yo sé lo que hago". Me puse a entrenar como nunca. Me puse a nadar, a correr, a pelear, entre otras cosas. Semanas después llegue a la isla. Cuando pise el ring todos me abucheaban pero eso no me intimidaba. Después entro con una gran ovación el cubano. "Señoras y Señores estos dos boxeadores pelearan en una función de exhibición  a 12 rounds. En la esquina roja desde La Habana Cuba el grande Rubén Gómez. En la esquina azul, desde Los Ángeles California, El hombre de hierro Iván Jones". Comenzó la pelea. El tenía la ventaja, todos lo apoyaban. Me golpeaba muy fuerte y sin piedad. Logre escaparme de algunos de sus golpes. Lo empuje y le di un golpe que le abrió el ojo. Así termino el primer asalto. El domino casi toda la pelea. Algunos rounds yo los ganaba y otros él. Era el onceavo round y ambos estábamos exhaustos. El comenzó a golpearme y yo hacia lo que podía para defenderme. Finalmente comenzó el último round. Ambos parecíamos monstros de tan golpeados que estábamos. Comenzó golpeándome en el estomago, pero de pronto apenas y podía pararse. Aproveche y utilice lo poco de fuerza que me quedaba y lo golpee como un loco. Lo acorrale en una esquina del ring y le alcance a dar un golpe fatal en la mandíbula. Cayó y se quedo tirado. Uno....Seis....Diez. Se acabo, había logrado lo imposible. Yo no lo podía creer, y ni el tampoco. Había sido la pelea de mi vida. Regrese a casa y nunca volví a boxear en mi vida.