2:30 p.m,  Casa de Fidel.
•-      Amigo no se ya que hacer, esta mujer que tengo no logro entenderla, le compre este apartamento costosísimo, le regale un carro último modelo, tiene el closet lleno de ropa finísima, vive al día con las fragancia, el mercado lo hago en función a sus famosas dietas, le tengo contratada a una señora que le colabora en la casa, parece mentira pero cada 15 días le regalo joyas, la lleve de vacaciones a Miami, allá le entregue una tarjeta de crédito American express para que comprara lo que quisiera... es solo que abra la boca para que yo salga corriendo a complacerla, y aun así no me dirige la palabra.
•-      Fidel, pero no comprendo, si ustedes lo que llevan son seis meses de casados, ¿Qué te dice ella?
•-      Nada, ese es el problema que no dice nada.
Los amigos continuaron conversando y acompañaron su plática con algunos tragos, que al pasar de las horas se fueron multiplicando y convirtiéndose en botellas de whisky vacías.
Durante toda la tarde Fidel le conto a su amigo Manuel lo mal que se sentía en su matrimonio, lo insatisfecho que se sentía con aquella extraña mujer, que nada parecía complacerla, ni hacerla feliz.
Manuel mientras escuchaba a su amigo, no podía apartar de su mente la imagen de Cecilia la esposa de Fidel, aquella muchacha menudita de larga cabellera rubia y grandes ojos verdes aceituna, con voz angelical y amplia sonrisa, ¿Qué sucedería con ella?... como se convertiría en ese extraño ser que describía Fidel, no podían estar hablando de la misma mujer casi niña, pensaba y pensaba y volvía a la misma pregunta ¿Por qué?.
Después de cuatro horas de muchos tragos, Manuel necesito ir al baño, pidió permito a Fidel para dirigirse al baño, este muy poco consiente ya por el efecto de mucho whisky, le dijo que el sabia donde quedaba que fuera.
Manuel en el baño, mientras evacuaba líquidos, alcanzo a escuchar un gemido casi ahogado, parecía el de una pequeña criatura asustada, pero no podía ser en aquella casa, pues Fidel y Cecilia no tenían Hijo aun, y él le dijo que Cecilia había salido a casa de su madre.
Mortificado por el extraño sonido, Manuel se dirige a la habitación continua de donde parecía provenir el extraño sonido, sin pensarlo mucho abre la puerta y a simple viste no ve nada, pero el sonido ahora era aun más claro, era alguien que lloraba.
Manuel decidido a saber de dónde venía ese sonido, entro a revisar la habitación, prendió la luz para ver mejor, pues estaba bastante oscuro por las cortinas que estaban completamente cerradas, ya con más claridad vio lo que parecía ser el una persona...
Cuando el intento acercarse, ella se replegó aun mas en aquel rincón donde se encontraba... Vaya susto el que se pego Manuel cuando vi el rostro casi irreconocible de los moretones, la piel pegada a los huesos de la extrema delgadez  y prácticamente sin cabello, pues este parecía haber sido arrancado por partes de su cabeza... aquella mujer era Cecilia aterrada que trataba de ahogar su llanto, para que Fidel no regresara a darle otra paliza.