Hoy no puedo mi amor,
la jaqueca se empeña en distanciarme
de tus besos, de tus manos trazando
itinerarios en mi espalda,
del oasis de tus besos apaciguando mi sed.
Si supieras querida como temo que esta
noche lluevan descargas, tus trompetas clamando
batalla, y mi artillería humeante, recién devastada
por la vil secretaria que lame los penes de oscuros
gerentes en busca de un viaje a París sin escalas.
Mañana nos matamos mi amor,
te prometo sorpresitas, posiciones ignoradas,
confesiones exultantes de tediosas amigas
descubriendo en un gimnasio como perdieron la vida.
Que lastima cielo, pero la agenda
traiciona tu mejor estratagema y se que comprenderás
que se acerca fin de año y no puedo fallar,
hay juntas de calificaciones
y ni tus bellos camisones deben obstaculizar.
Sellemos el pacto en este mismo acto, cumplamos
el rito sagrado de Erato, rompamos ya mismo
el contrato, hagamos un poco de espacio en este
territorio cedido al cadalso.