SOBRE LOS RÍOS PROFUNDOS DE ARGUEDAS
Publicado en Dec 08, 2009
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Los Ríos Profundos es una obra escrita por el peruano José María Arguedas. En ella, este escritor nos cuenta una parte de la historia de Ernesto, un niño mestizo que anduvo con su padre por varios lugares de la geografía peruana y termina en un internado en Abancay, un "pueblo" del Perú, capital de Apurímac. La obra es considera de gran importancia dentro del registro histórico indigenista del país mencionado y de Latinoamérica. Pero no voy hablaros de la resonancia de la obra ni de los alcances que tiene su registro histórico en otros mundos. Lo que si voy a compartiros son algunas deducciones a las que he llegado en la primera lectura que he hecho de dicha obra.
            Para comenzar este viaje por la obra de Arguedas tendremos las siguientes condenadas: en primera instancia, se hará un acercamiento entre el título y el contenido; seguidamente, se hablará de los diferentes narradores; tercero, se profundizará sobre algunos personajes que me llamaron la atención; finalmente, a modo de conclusión, compartiré alguna reflexión que ha surgido a partir de lo leído. Cabe mencionar que todo lo que quede consignado está sujeto a una visión meramente subjetiva, apoyado de un análisis hecho por Martha Isabel Angeles Constantino que titula: Los Ríos Profundos. De la Historia y la Literatura para Explicar Nuestro América Latina.
            Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, es necesario hacernos la siguiente pregunta ¿a qué se refiere y qué nos propone el autor al llamar su obra Los Ríos Profundos? Es arriesgado afirmar cualquier cosa, pero es un riesgo que he decidido tomar con cautela y tino. Creo que Arguedas se refiere con Los Ríos Profundos a un pasado nostálgico, un recuerdo imborrable, a una trágica historia que vivieron los indígenas del Perú y, en general, de toda Latinoamérica. Lo que me da pié para afirmar lo anterior son los razonamientos y trances que tiene Ernesto en varios apartes de la obra tratando de recordar el tiempo, que consideraba el mejor de su vida, que pasó con una comunidad indígena. En estos momentos casi siempre recurre a la descripción de paisajes en el que destaca un rió que guarda bastante relación con Pachachaca, en este caso el puente que queda cerca del internado donde estudia y está sobre el río del mismo nombre. Cuando vemos la recurrencia del recuerdo en Ernesto como una forma de entender lo que mira en varios lugares y va comprendiendo lo que viven los colonos, es que podemos hacer un empalme con lo que sabe cualquier latinoamericano del pasado de su terruño; entonces, es fácil comprender que la época precolombina es un buen recuerdo y que todo se jode en la conquista y la colonia.
            Ahora bien, para visualizar lo que nos propone el autor con el título, traeré lo que se dice en el último párrafo de la obra: ...Si los colonos, con sus imprecaciones y sus cantos, habían aniquilado a la fiebre, quizá desde lo alto del puente la vería pasar arrastrada por la corriente, a la sombra de los árboles. Iría prendida en una rama de chachacomo o de retama, o flotando sobre los mantos de flores de pisonay que estos ríos profundos cargan siempre. El río la llevaría a la Gran Selva, país de los muertos, ¡como al Lleras! Como podemos ver, este aparte deja un mensaje profético. Los colonos habían dejado sus cantos y dado sangre (las flores de pisonay son rojas) para que los nuevos seres multirraciales del continente suramericano no tuvieran fiebre. Pero, ¿qué significa la fiebre en este caso? Para responder, me apoyaré de lo que Martha Isabel deduce: Dicha enfermedad puede ser interpretada como la pobreza y las condiciones infrahumanas que han dado origen a una gran diversidad de movimientos sociales en los países latinoamericanos. En fin, los ríos son los únicos que guardan el recuerdo de las culturas indígenas, y son profundos porque el tiempo los va dejando cada vez más al fondo de la memoria humana.
            Doy por terminado el primer punto y paso a tratar el tema de los narradores de la historia. Es indudable que son los ojos de Ernesto lo que nos permite ver todo lo que sucede en la obra. Sin embargo, esta voz tiene varios matices que permiten configurar la historia. Pero, antes podemos destacar las siguientes: está la vos del niño Ernesto que habla en defensa de los colonos, está la del padre que parece compadecido, rabioso; está la del padre director que representa la religión, entre otros. Lo interesante de este punto es que la voz de Ernesto puede variar a partir del juego que se da en el manejo del tiempo. Hay un Ernesto adulto que recuerda los hechos, esta vos se puede confundir con la del autor y en unos apartes puede diferenciarse. El juego de voces me parece interesante como característica fundamental de la obra para darle un manejo interesante al tiempo.
            El otro punto hace referencia a los personajes que me llamaron la atención. Entre ellos apunto al Viejo, familiar del papá de Ernesto. Para este personaje, apoyo el significado que le da Martha Isabel: es la representación de los latifundistas. Es evidente que en este tiempo muchas personas se apoderaron de grandes tierras y eran respetados más por lo que poseían que por su personalidad. Otro personaje que me llamó la atención y me causaba cierto cosquilleo era la Opa, de la cual no tenía un concepto válido pero que me valgo de lo que deduce Martha Isabel: Puede ser vista como esa América Latina utilizada y, hasta cierto punto, abusada por sus propios gobiernos. La América de las dictaduras y corrupción, la América deseada por todos y perteneciente a los más grandes, los más fuertes. Y, para finalizar, le dejo la siguiente inquietud, ¿qué representa el niño Ernesto?
            Para finalizar quiero deciros que la obra, además de ponerme a divagar sobre todos los temas que hemos tratado, me ha incitado a dar un viaje nostálgico al pasado, mi niñez y adolescencias. He refrescado los recuerdos de colegio y la cara de algunos amigos, recordé los zubayllus con lo que solía divertirme, lamenté no haber tenido un amigo como Valle y haberles escrito cartas a las novias de mis amigos; me creí jugando futbol con Lleras, Antero, Palacitos y demás. Y me sentí tan solo y angustiado como Ernesto cuando salió del internado en busca de su destino.
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Descripción

Un ensayo para invitar a la lectura y la crítica, una vista al pasado para evaluar el presente.

Palabras Clave: río profundos arguedas

Categoría: Artículos

Subcategoría: Comentarios & Opiniones


Creditos: Ronald

Derechos de Autor: Roanld


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