No se que es el final
   Alguna vez imagine una vida placentera rodeado de lo necesario para generar felicidad y donde también encontraran su lugar los seres olvidados y sumergidos que pueblan mis angustias.
   Me entretuve buceando en los mares del tiempo, tratando de ofrendar mi experiencia de vida para compartir en el amor la compañía y comprensión que este merece. Interrogue a mi espíritu inquieto y lo incité a crear, a burlar las presiones que el oscurantismo infringía al despertar de las ideas, y convencido de haberlo vencido, caí en la cuenta y en el dolor que provoca la autocensura, la represión interior de los elementos que se abroquelan furiosos cuando se cierran las puertas de la libertad.
   Mis intenciones rumbearon decididas hacia la búsqueda de una esperanza necesaria, de un antídoto vital que permitiera sobrevivir a la noche, a su proyecto, a su destino  
   Los ensayos se fueron quedando, muriéndose de a poco, festejando su actitud contestataria, felicitándome por el buen uso de los adjetivos calificativos.
   No podía redondear tan siquiera una ilusión que se precipitara soberana entre tanta entrega y tantos bastardos.
   Aunque mis manos quieran descansar, estoy seguro que seguirán buscando motivos para no rendirse, en un gesto cómplice, a gusto de sus silenciadores.