Te toca mi cuerpo y tu piel se estremece,
mis labios te buscan y mis sentidos se disipan;
voraces llamaradas de caricias envuelven nuestro amor
que crece al paso de nuestra entrega.
Ni el tiempo ni la distancia podrán detenerte jamás,
siempre estarán tus manos repletas de amor sublime,
porque vayas donde vayas me estarás pensando,
y en tu silencio de hombre fiel y puro
en tu imaginación me llamaras, me esperaras,
para entregarme las caricias del beso prometido.
Solo aguardaré paciente que este encuentro se realice,
tu vida quede unida a la mía con lazos de pasión,
donde tus brazos me aten mientras me recibes
para borrar tu ausencia en mis labios
y ya no lloraré tu ausencia, ni extrañaré tus versos,
ni anhelare tus besos porque me estarás amando