Solo quera que se baje el pantaln
Publicado en Dec 15, 2009
Solo quería que se baje el pantalón y me muestre todo lo que tiene para mí. No quería tanta parafernalia, ni ceremonia alguna. Por que las cosas deben suceder cuando antes mejor. Por que ya estoy arto de esos procesos y de esos pasos para conseguir tirarla al lecho nupcial. Después de todo por eso estamos aquí todos. Por que en algún momento dos seres complementarios juntaron sus cuerpos y presos de la lujuria nos fabricaron.
En la oscuridad, la acariciaba sintiendo sus delicadas curvas, la tocaba y le susurraba lo emocionado que me sentía. ¿Que significa esto? - me pregunto- Un momento especial ¿Eso les dices a todas? Si, pero contigo es de verdad ¿Me buscas solo para esto verdad? Tú viniste a mi casa Luego de esa sonrisa malévola, los besos fueron más toscos y las mordidas llegaron. Solo quería copular de una vez, sin que me joda más con sus preguntas. Por que más importantes son mis hechos y lo que pueda hacer mis manitos para seducirla. Se detuvo y sentó al pie de mi cama, me abrazo y expresó sus falencias en las cuales estaba sumergida hace años. Me contó que el amor le ha jugado malas pasadas, que siempre estuvo con grandes mentirosos, embusteros del amor. ¿Qué te gusta de un hombre? - le pregunte con el ceño fruncido - Que la tenga grande, que me someta a sus deseos y no pregunte huevadas - se tiró sobre la cama riéndose y jalándome de la corbata- Le besé la frente, le toqué las manos y la llene de besos - me gusto que jugará con mis emociones. Ese tipo de gestos donde uno es sorprendido son de los que aprendo. ¿Es verdad que escribes? Si, un poco, aun me falta mucho por aprender ¿Qué se siente escribir? Es emocionante cuando uno crea, lo vives en carne propia, diseñas un mundo y mueves todo a tu antojo. ¿En que te inspiras? En cosas como esta, las que me trae el destino, la vida, los problemas. En cielos, en sueños, en mujeres hermosas como tu. Detenidos de los besos, sentados en mi cama, en la oscuridad de mi habitación, y ella recostada sobre mi pecho. - se veía tan afligida al dejarse invadir por recuerdos tormentosos - Le pregunté que había sucedido en su vida sentimental - Ella vomitó todo el veneno que llevaba en el alma, renegando de los hombres que pasaron por su vida y dejándola cada vez menos esperanzada en el amor, me contó que estaba harta de los finales trágicos y de los embusteros del amor que merodeaban cerca de ella con la intención de llevársela a la cama y que en el fondo eso ella también buscaba, pero no despertar sin alguien en la mañana. Me sentí muy aludido con su comentario - yo solo estaba flirteando, mas no buscando una media naranja - Sin embargo por otro lado estaba haciendo un papel contradictorio a mis intenciones y empezaba aconsejarla, a tratar de esquivar malos momentos y llevar su atención por caminos mas optimistas. Fuimos en el coche por la carretera, a dar unas vueltas, escuchábamos a calamaro, mana, nirvana y Queen. Es raro pero me sentía bien con ella, ahora reíamos, bebíamos unas cervezas haladas en lata y me contaba que se dedicaba los fines de semana a ser profesora de gimnasia - con razón tenía esas curvas espectaculares. Bajamos del coche y dispusimos ir a trajinar un poco. Pasamos por un restaurante y pedimos pollo al horno, ensalada de palta y una coca cola helada. Era raro, me sentía bien de encontrar mi alma gemela. No solo era bella sino que también era loca, pero una loca buena, de ideas innovadoras, de ganas de vivir y a la vez no querer vivir como yo. Luego nos fuimos a continuar bebiendo a un bistrot, le presenté algunos amigos, brindamos mucho y reímos tan fuerte que fuimos invitados cordialmente a retirarnos del local (era un local conservador). Había conseguido realmente enamorarme, parecía haber terminado todos los problemas de mi vida, era la chica ideal que tanto buscaba. Se había acoplado bien a mi música, a mis amigos, a beber, a platicar y a soltar carcajadas. Por otro lado era tan salvaje de terminar todo ahora y pasar la página como si nada, y eso le daba una dosis de misterio. Llegamos al hostal predilecto, separamos una habitación con cama queen, baño con servicio de burbujas y vista al parque. Mientras jugábamos entre las cortinas y a las adivinanzas - el que perdía se quitaba una prenda - Los efectos del alcohol se asentaban sobre nosotros, se me acerco y me preguntó: -¿Que quieres conmigo? -Si te digo que solo sexo, sé que me creerás; si te digo que deseo estar contigo por que ya estoy enamorado, no me creerás. Pero solo debería estar loco para decirte que quiero hacerte el amor todas las noches y encargarme de que seas feliz aun no siendo tu novio - juro que se lo dije con sinceridad, y con todos los deseos de lanzarme a la cama con ella, por que ella estaba casi desnuda - - No sé por que pero te creo - se rió e irónicamente me golpeo la frente besándome otra vez y derribándome a la cama- Hicimos tres veces el amor - ya no podía más, tampoco quería más, pero ella insistía siempre con sus tocamientos - Las siguientes semanas dormimos juntos, le contaba mis historias que publicaba y me ayudaba con su crítica a mejorar - fueron buenos meses - Sin embargo siempre me pedía sexo y ya no podía más. Pensé en decirle que me volví frígido o que sufro de las vías urinarias. Era como una balanza en mi interior, mientras mas pesaban mis sentimientos hacia ella, menos sexo quería. No sé que va suceder, mientras mas tiempo pasa, más la quiero. Pero mientras más me jode en la cama exigiéndome poses y trayéndome nuevas ideas para satisfacer sus deseos más placenteros voy a seguir sufriendo en mi interior y deseando solo que se suba el pantalón. Roger Alexander 11-12-2009 Diario: Intentando ser escritor
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Guillermo Capece
saludos
Guillermo
sergio olea
Supongo que sigues con ella, si es asi ya no tienes livido, pero si mucho de que arrepentirte.