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Que bien solo quedaban 15 minutos y su turno abría terminado, pensó la chica de cabello castaño asta la cintura, ojos color chocolate y una alegre sonrisa, era alta pero no demasiado, tenia el cuerpo bien formado, como un reloj de arena, esa forma que a los hombres encantaba, tenia alrededor de 24 años y tenia el uniforme lleno de crema pastelera.
No habían muchos clientes en “The corner”, el café donde trabajaba ase casi 5 meses, era un lugar bastante hogareño habían varias mesitas en la calle y algunas dentro del local, había visto cumpleaños, graduaciones, la navidad recién pasada y ahora, San Valentín, la tienda estaba decorada con corazones rojos por todas partes, incluso ella vestía de rojo, había un cupido sobre cada mesa y globos con mensajes en ellos, había llegado allí después de…de cosas que no valía la pena recordar.
 
-Hey Emily
 
Le llamo Shane, uno de los meseros del lugar era mas alto que ella, de cabello castaño y ojos cafés, usaba una camisa blanca, un pantalón negro y sobre este un delantal de color rojo, se veía simplemente tierno con el uniforme.
 
-¿Cuál es la orden?
 
-Dos pastelillos de arándonos y un café
 
-¿Pastelillos?, pero si son las 10 de la noche
 
Dijo la chica molesta, sus pastelillos de arándonos eran famosos en el área por ser simplemente perfectos, se desasían en la boca pero eran suficiente mente consistente para que supieras que comías algo, no como “The coffe center” esas cosas que se desasían en tu boca pero no sentías al sabor de los ingredientes, pero el asunto aquí era que su turno había terminado y ella estaba segura de que bajo ninguna circunstancia se pondría a hornear pastelillos –lo cual llevaría un par de horas- solo por que a alguien se le ocurría.
 
-Dile que aquí los pastelillos son para el desayuno, no la cena
 
-Ada Emily, es un hombre adinerado, el podrá hablar bien de nuestro café
 
Hunter
 
Fue lo primero que se le vino a la mente al pensar en un hombre adinerado que deseaba pastelillos de arándonos a las 10 de la noche.
Hunter era su antiguo jefe, el le había ofrecido un trabajo en  su mansión, ella seria su cocinera por un mes, luego fueron dos, luego tres asta que termino trabajando para el durante dos años, le gustaba su trabajo, el problema era que le gustaba mas su jefe.
 
-Descríbelo
 
-Veamos, es alto, tiene el cabello…
 
-Negro-interrumpió la chica- los ojos chocolate y viste un pantalón negro, una camisa blanca, una corbata roja y un saco negro, huele a Hugo Boss In Motion y…
 
-¿Como sabes todo eso? –Pregunto Shane impresionado-
 
-Yo…no es posible
 
Murmuro la chica en estado de shock, no podía ser, no podía ser Hunter, el no podía haberla encontrado.
 
-¿Por que mis pastelillos tardan tanto, Emily?
 
Dijo enviándole una mirada llena de significado, ¡no puede ser!, es el, con esa mirada que hacía a su cuerpo encenderse, con esa voz ronca que la hacía perder el sentido, tenia la misma mirada arrogante que el día en que lo conoció, esa mirada que decía “lo que quiero lo consigo y tu no eres la excepción”.
 
-Yo…yo –Trato de decir temblando desorientada-
 
-No me digas que me haz olvidado –Dijo apoyándose arrogantemente sobre el mostrador de los pasteles-
 
-Aunque sea el rey Oompa-Loompa o el presidente de la tierra de nunca jamás, ¡no le are pastelillos a las 10 de la noche! –Dijo la chica resuelta-
 
-Si el señor quiere pastelillos tu le aras pastelillos
 
Dijo Erica su jefa entrando el lugar, la mujer de 30 años, ojos tan azules como el cielo sin nubes y mirada fría, era mas alta que Emily y usaba un vestido formal asta sus rodillas que se apegaba a cada curva de su cuerpo, que se veía cubierto por el delantal a pesar que jamás entraba en la cocina.
 
-No le are pastelillos –Dijo Emily mirando a Hunter y Erica desafiante-
 
-Entonces esta despedida –Dijo en tono de amenaza la mujer-
 
-Adiós
 
Emily resuelta y sin siquiera dirigirle una mirada a Hunter se volteo y salio del lugar, con la mirada gacha y los pensamientos revoloteando en su cabeza cual mariposas, ¿Cuál era el plan de Hunter?, ¿Por qué estaba allí?, ¿Cómo la había encontrado?; al menos a su ultima pregunta si tenia una respuesta, de seguro fue por su abogado, ¡malditos teléfonos con lector de numero!, ahora que sabia el “como” solo le quedaba una pregunta, “¿por que?”.
 
 Sabiendo donde la chica vivía Hunter subió a su convertible negro y tomo algunas de las rutas alternativas para llegar al dúplex de Emily antes que ella. Cuando recibió la llamada del abogado esa mañana, en un pestañeo ya se encontraba en su jet privado camino a New Jersey, listo para encontrarse con la chica a la que ase 5 meses había destrozado el corazón.
 
-“Si no fuera tan estupido”
 
Pensó parado fuera de la puerta del apartamento 2B, según sus cálculos Emily llegaría en unos 3 minutos y el ya estaba listo para explicar todo, la única duda en su mente era ¿Emily le escucharía?.
 
Gracias señora Suzane
 
Se escucho la voz de Emily en el pasillo, caminaba a paso lento en su dirección y a pesar de la distancia podía sentir el dulce aroma de su perfume de frutillas y con solo eso y las expectativas se puso duro de deseo por ella.
 
-“Diablos”
 
-Bien, supongo que mañana –Murmura por lo bajo buscando las llaves en su bolso- tendré que buscar otro trabaj…¿¡Qué ases aquí!? –Pregunto molesta mirando al muchacho-
 
-Se que no fue tu idea
 
Sentencio mirándola a los ojos y le obligo a recordar todo, ese día ase casi un año atrás cuando le declaro su amor, ese día ase tanto tiempo cuando el se permitió ser vulnerable y le hizo el amor con tanta pasión y delicadeza que ella aun soñaba con eso…pero también recordó la traición y el dolor, todo por culpa de Amelia.
 
-Jacke el me explico…
 
-¿Ahora me crees?, cuando yo lo dije no lo creíste, pero ¿Ahora que tienes la confirmación de tu hermano lo crees?
 
-Escúchame Emily –Pido el chico-
 
-No –Sentencio acercándose a la puerta para tratar de abrirla-
 
-Ecúchame Emily
 
Dijo tomándola por los hombros, pero en el momento en que sus ojos se encontraron solo vio odio en ellos,¿Dónde quedaron los ojos de la niña que le miraban con dulzura?, ¿Con alegría?...lo odiaba y lo peor de todo era que el lo entendía.
 
-Suéltame Hunter
 
Pidió la chica tratando de alejarse y en ese momento Hunter la tomo por la nuca y la beso, luego de los segundos de shock Emily comenzó a responder el beso, no entendía por que, ella quería alejarlo, quería golpearlo, reclamarle pero su cuerpo paresia reaccionar solo ante las caricias de Hunter.
 
-¿Ahora si me escucharas? –Pregunto a lo que la chica solo asintió- bien, cuando apareció el abogado con lo de tu herencia comencé a ponerme nervioso, ya no necesitarías tu trabajo y podrías dejarme, así que me fui a “Sir Drink a lot”
 
-Por eso es que llegaste ebrio ese día –Dijo Emily comprendiendo-
 
-Asiente- Se lo que hicimos esa noche
 
-Mas bien lo que no hicimos
 
-Si –Murmuro el chico mirándola a los ojos-  Creí que me habías engañado para obligarme a casarme contigo, para cuando Jacke me explico que fue su plan ya te habías ido
 
-Cuando te lo dije no me creíste
 
-Lo siento Emily de verdad que si…una parte de mi sabia que no me perdonarías, así que traje los papeles del divorcio-Dijo sacando los papeles de su chaqueta-
 
-Di te amo –Pidió la chica mirándolo a los ojos-
 
-Te amo Emily y por mucho que lo desearía…si quieres firmar los papeles lo entiend…
 
La frase del chico murió en su boca cuando la chica lo abrazo y lo beso habidamente, tomando posesión de su boca y recorriéndola a conciencia.
 
-Emily no…
 
Murmuro el chico una vez se separaron y ella abrió la puerta del apartamento, todo lo que los ojos de la chica lograban ver eran miles de flores, miles de lirios …rojos, verdes, amarillos…eran sus lirios, los que a ella tanto le gustaban.
 
-¿Pero que?... –Murmuro confundida-
 
-Era mi plan B, por si tu me rechazabas
 
-¡Estas loco!–Le grito sonriendo-
 
-Solo por ti preciosa –Le susurro al oído abrazándola por la espalda-Por cierto…feliz día de San Valentín-Le dijo abriendo una pequeña caja de terciopelo mostrándole un anillo de diamantes-
 
-No entiendo…es
 
-Un anillo de compromiso, aremos todo de nuevo y esta vez lo aremos bien, te amo Emily
 
-Pruébalo
 
Murmuro la chica sonriendo pícaramente entrando en el apartamento donde el muchacho la atrapo y le demostró con su cuerpo lo que su alma y corazón sentían.
 
 
Fin