En el paraíso... solo...
el infierno es todo lugar sin ti,
cruenta y abundante soledad.
Constante gota que taladra los sentidos
es estar en este azul inmenso sin ti.
El calor penetra hasta el pensamiento,                                                                          sembrando la anarquía en mis latidos,                                                                     angustia y nerviosismo,                                                                                        implosión interna de pesimismo.
Un hormigueo  en todo el cuerpo se apodera de mí,
los ojos se nublan por tóxicos nubarrones
de nostálgico llanto,
abundante y amargo llanto.
Locura explícita entre blancos almohadones
de giros frenéticos,
vanos y tormentosos
para fútilmente conciliar el sueño.
Solo el loco pensamiento
y el deseo incontrolable
como un cruel presentimiento
de intentos inagotables por llegar a ti.
Quiero estar contigo
o soñar que estas conmigo.
Tirado sobre la arena,
miro en las nubes tu silueta.
Las olas blancas en constante golpetear revientan
como un coro monótono que me recuerda
burlón, que... muero en este instante por tu ausencia.
Y me recuerda constantemente:
¡En el paraíso...solo...
el infierno es todo lugar sin ti!