-Es raro como la vida pasa. No me he dado cuenta y ya casi mido 1.90cm y peso 65 kg, odio los pocos pelos que me salen en el cachete y papad, pero adoro mi podre chiva llenad pelitos alborotados. De mi físico detesto haber perdido aquel cuerpo formado por la natación y mi insistente perseverancia por ser el más rápido y creer que tengo demasiada fuerza para hacerle frente a un gordito panzón y cargoso, defendiendo según yo a una gordita lanza tijeras a diestra y siniestra, de cachetes rosados y cabellos puntiagudos por la caída con ropas sucias y estiradas por la lucha. Valla recuerdos de niñez, creo que nunca olvidare esa ceja llena de sangre o aquel diente tirado en el suelo producto de mi mano.
Creo que siempre hemos sido tres contra el mundo, defendiendo a dos aprendices de padre. Escuchando tantas cosas de él, que escuchar una mañana que ya no existe más no dolió al principio, pero con las horas y el lugar desierto, por un cuerpo jodido y una cabeza misteriosa pero excelente para mi gusto. Fue grande y no pensé llorar ni siquiera pensaba en perderte. Solo escuchaba pero no entendía tu llamada de adiós. Hoy escribiendo esto se que cualquier momento ellas se tendrán q ir, como  se fue él. Y sé que dolerá mas, por eso trato de escuchar atento cada palabra que me suelen regalar entre gritos y quejas las recibo con demasiado agradecimiento lo que brindan sin pedir nada a cambio solo un profundo deseo de mejora para mí. Es tan rara la vida que no entenderé como se pueden dar, aguantar, resistir tantos golpes y seguir detrás por más gritos de desenfado y solo escuchar con escuchar un gracias, es suficiente para aguantar otros 100 años.