EL BAR DE WILLIAM
Publicado en Dec 16, 2009
William se había retirado completamente de la escritura hacía mucho tiempo atrás: la época de oro de los escritores antiguos había terminado y, por ello, decidió abrir un bar. El Shake´s Pearl, ese era el nombre del bar de William. De vez en cuando uno que otro viejo escritor se daba una vuelta por el lugar en busca de olvidar sus problemas, uno de estos personajes era Kafka, un tipo callado que siempre se sentaba en la barra a beber como mínimo, una botella de vodka cada vez que iba. A William no le agradaba en absoluto Kafka, una vez el tipo había tomado tanto que se había puesto a gritar como loco dentro de la estancia "¡Mamá está muerta, porque la mataste papá!", William trataba de no recordar aquel día pero su memoria le traía aquel recuerdo constantemente a su mente.
De vez en cuando, un Dickens forrado de dinero se presentaba en el bar de William con una que otra acompañante. William sabía que Dickens era adicto a la heroína y que además la distribuía en todas partes, incluso en su bar. Sin embargo, a William le tenía sin cuidado la mierda que Dickens distribuyera siempre y cuando él se quedara con un tajo del pastel, negocio que Dickens accedió a hacer con William pues pensaba que quizá así apagaría la voz de aquellos tres fantasmas que lo seguían a todas partes y a los que sólo él podía ver. Alguna vez, un trotamundos llamado James pasó por aquel bar y nadie le había dado importancia, ahora, William se daba cuenta de la cruel realidad frente un periódico: su retiro de la escritura le había abierto las puertas a perros más jóvenes en busca de la escritura de historias, y eso es en lo que Joyce se estaba transformando en ese momento: un escritor de sangre fresca.
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Roberto Langella de Reyes Pea
Salvador David