Un día de esos...
Publicado en Dec 18, 2009
¿Han tenido de esos días donde las mariposas en el estomágo se multiplican por mil, que el corazón se les sale del pecho, que sonrien estupidamente por nada, que el nudo en la garganta se vuelve un gigante rabioso, que los nervios las carcomen, y que se sienten la personas mas indefensa de la vida?
Hoy para mi fue un día de esos. No de principio a fin, nunca es así. Siempre es al final, cuando creo que simplemente voy a desalojar los recuerdos de mi mente y Morfeo me va a llevar a un dormir en paz sin saltos ni llantos... se aparece él con su armadura siempre perfecta, con esa sonrisa en los ojos, con esa mirada que me mata, con ese entusiasmo tan loco y esquisito. ¿De que me sirve repetirme una y otra vez no va a volver no va a volver si el más minimo golpeteo en la ventana hace que mi corazón se derrita en el acto, que los recuerdos me inunden la retina, que las lágrimas se acumulen en masa y que el pecho se sienta vacío y adolorido? No soporto que mi corazón siga esperanzado. ¿Es que no le he demostrado ya que la Esperanza se perdió hace muchísimos días y que debe de una vez por todas poner los pies en la tierra? Mi problema fue ver más allá de lo que yo quería, más allá de lo que yo necesitaba en sus ojos. El error fue perderme en sus ojos y ver destellos de locura, creencias de un renacer, despegar las alas y soñar de nuevo. El error lo estoy pagando caro y lo seguiré pagando, estoy segura de eso. La vendita que tenía afirmandome el agujero del pecho, esa que evitaba que me fuese a desangrar, esa que me parchó el alma para poder seguir respirando, se desprendió de un tirón. Me quede ahí, mirandolo con cara de estupida, con un me encantas atrapado en la garganta, con un abrazo encarcelado en mis brazos, con un beso que, como nunca, me quemó la boca. ¿Que hacer? ¿Que puedo hacer? Aparentar ya se me da como una forma de vida, la sonrisas falsas encabezan mi lista de ordenes diarias, los ojos dan destellos de vida de la caja de reservas que tenía guardada, el nudo me deja respirar casi por inercia, sólo porque lo necesito, o porque ya me he vuelto un robot con sueños robados, ilusiones perdidas, alma desolada, ojos de carbón, corazón de alambre, boca de cartón... No puedo seguir aparentando, esto ya no se me da fácil como antes, ya no. y siempre vuelve a aparecer con ese no sé qué que deja sin aliento.
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