Hace miles de horas atras, su vida estaba perdida, vagaba sin rumbo alguno & era una constante medianoche, sólo oscuridad, miedo.
La costumbre la llevó a pensar qe siempre sería igual, "Eres demasiado diferente como para agradarle al resto", ¿Crees qe eso importa?
Justo cuando menos lo esperaba, cuando la asfiixia era máxima, llegó a su vida el ser más hermoso de la existencia, pero a la vez, peligroso: Un demonio.
Su mirada penetraba en los ojos de la chica, los hacía brillar; su cuerpo, corazón & mente la llamaban a gritos, pero resignada a ser un alma sin rumbo, no se condujo hasta él.
Pasó el tiempo, & ella seguía hipnotizada de aquel demonio, de perfecta compostura.
Llegó el día qe tanto esperó vivir, sin saberlo. Él comenzó a caminar hacia Emilie, con esa sutileza qe hasta el día de hoy reconoce & le habló. Sus palabras eran torpes, se amontonaban unas con otras, pero ella agradecía el gesto.
Él siempre la observaba, desde lejos...
& ahora lo tenía frente a ella.
Él se autodenominaba Demonio, contra eso, ella aún no puede hacer algo.
Su vida, llena de soledad, amargura & odio, necesitaba algo, algo que Emilie le podía dar, quizás en un principio, escuchandolo, algo que nadie había hecho nunca con él, era claro.
A la luz de la Luna, en medio del bosqe, se desarrolló la historia...
Caminaba hacia su refugio, a descansar, necesitaba pensar las cosas, luego de qe él se le acercara, fue entonces cuando escuchó el sonido más melancólico, su llanto. Alguién intentó acercarse a él, pero su demonio la alejó; luego se intentó acercar, & él la estrechó en el más sincero & puro de los abrazos...
Su cuerpo sintió un choque electrizante, algo qe aceleró su corazón & por inercia, apego su cuerpo al de la chica & lo abrazó.
Tomó sus manos & le dijo como si fueran algo de toda la vida, que le necesitaba más qe a todos en este mundo...
Desde ese momento, supo que jamás lo dejaría solo, qe en él encontraría a la verdadera persona, no a ese demonio entristecido...


El demonio con el tiempo se fue desvaneciendo, y encontró en él a un joven realmente hermoso, al cual le dió la oportunidad que nadie le había dado...
Tomó su mano, sin pensar en lo que vendría más adelante.
Pasaron por muchas cosas, por momentos díficiles, que lograron superar. Por otros llenos de alegría, que seguieron recordando hasta ahora.
Todas las veces que cayeron, se lograron levantar. Hubieron tiempos díficiles...
Llegó un instante donde se dieron cuenta, que ninguno podía vivir sin el otro, pero ¿La amistad era más fuerte qe todo?
Esa noche, el joven tomó su mano...
Caminar por la ruta de la vida a su lado, es lo más hermoso para Emilie.

Sin él, Emilie no puede ser feliz...
Ella no puede vivir.

El seudo-demonio, de pronto no quiso seguir.
¿Estará inseguro? ¿No sabrá que elegir?
Las verdades salieron a luz, & el "yo sin él no puedo ser feliz", se marchó.
No es feliz, pero seguramente, puede seguir viviendo.
Sigue tomando su mano, a lo largo de la vereda, quizá ya no se transmiten tanto amor, tanto placer, tantas ganas de salir corriendo, pero hay algo que quizás llegue a ser un poco más factible.
Esta historia continuará, está claro.