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REFLEXIONES DE UNA HISTORIA, FICCIÓN O REALIDAD

Publicado en Dec 19, 2009

REFLEXIONES DE UNA HISTORIA, FICCIÓN O REALIDAD

Hace poco tiempo he regresado de un país, el cual no voy a mencionar su nombre, porque puede existir algún otro que por lo que expongo su régimen se pueda sentir aludido, aunque pueden existir algunos, incluso más sanguinarios mas criminales pero dificulto que más corrupto, más populista, mas abusador de sus ciudadanos y más violador de las Leyes que ese.

El gobernante de ese país, llegó al poder, porque los medios de comunicación le crearon una imagen de Mesías, todos, absolutamente todos, se confabularon de manera despiadada contra los gobernantes, que para el momento llevaban las riendas de la nación, no excelentes, tal vez no buenos, pero al menos actuaban dentro de un esquema democrático.

Que vieron en el insurgente que no fuera, un ser maleable, manejable, proclive a ser manipulado con facilidad; no lo entiende parte de los ciudadanos de ese país. Pero no solo los medios participaron en darle forma al ser que renacía, fue, y esto es lo más lamentable para sus creadores; una participación masiva de los medios de producción o sea, el sector rector de la economía, llámense: industria, comercio, agro industria, etc.

Da la impresión que la idea era renovar el terreno, y pensaron que nada mejor para sus intereses, desechar, execrar, destruir lo que bastante beneficios les había producido antes. Por el otro lado, los que tal vez por su ignorancia algunos y otros por sus apetencias personales; anteriores rémoras que vivían al amparo de los que dejaban el poder y que vieron también una oportunidad de convertirse integrantes de un mamotreto que no contaba con gente con capacidad para gerenciar una nación, puesto que no tenia ni la más insignificante idea de llegar a ser gobierno.

Luego de su ascenso al poder por vía democrática, puesto que antes lo había tratado a través de un golpe de estado, la luna de miel con sus creadores fue efímera. Inmediatamente comenzó a demostrar que en su mente enferma incubaba la más perversa idea, como era la de convertir a esa nación en un miserable reducto comunista. Y aquellos que su voracidad o su escasa visión, se prestaron para darle forma al monstruo, hoy están recibiendo lo que merecidamente les corresponde. Claro, existen las versiones indignas que se plegaron al festín, pero que igualmente no se encuentran exentos de caer en desgracia tarde o temprano.

Si algo deben agradecer los ciudadanos pensantes y de talante democrático, es que el sujeto, desde el mismo momento que se apropió del poder, comenzó a dictar cátedra de totalitarismo de despotismo, de intolerancia, dejando asomar además su miseria, su resentimiento y su odio hacia un sector de sus gobernados. Y lo más grave, su delirio de poder ha llevado a la bancarrota a esa nación porque aparte de permitir que sus adulantes saqueen las Instituciones del Estado, su sicosis de salvador hace que la riqueza de la nación la reparta entre gobernantes chulos de otros países para fortalecer su poder en la región.

Sin embargo, los que se oponen a la manera de gobernar de este individuo, tal vez por sus antecedentes democráticos, por conveniencia, por pusilánimes o por sinvergüenzas se han prestado para convalidar todas sus arbitrariedades, sus desmanes y abusos de poder, extendiéndoles certificado de buena conducta ante el mundo, como si se tratara de un gobernante democrático, cuando se prestan para participar en unas pantomimas de elecciones que al final su resultado es lo que al déspota le da la gana que sea.

Un sector de la oposición cansado de tanto convalidar por parte de sus líderes las delincuenciales actuaciones de sus opresores, no se encuentran dispuestos a continuar haciendo el papel de tontos útiles, y como es muy común escuchar, que el desplome o la caída del régimen será a causa de su podredumbre interior; de la descomposición moral de sus estructuras; y aunado a esto el descontento del pueblo que aún los sigue, pero que se considera burlado, engañado por lo que les fue ofrecido y que nunca se consolidó, han decidido meterse dentro de la bestia y como parte de ella exigir igual que los demás y lógicamente que deberán recibir respuesta puesto que ya no pueden ser acusados de traidores a la patria.

No puedo contarles como a continuado la situación en esa golpeada nación y si la idea les puede resultar positiva, pero a veces pienso, llevo las cosas al plano doméstico y me pregunto: Si un padre de familia medio atiende a parte de esa familia, o sea a los que lo adulan. Buena parte de sus ingresos se los gasta en parrandas, amigos y meretrices. La casa donde habita cada día se le deteriora más y está a punto de desplomarse. Pero de pronto otros hijos a los que él desprecia y hasta ellos a él, pero que tienen los mismos derechos que los que tienen a su lado deciden incorporarse al hogar. ¿Podrá soportar la presión que se le va a originar?

¡No se si será pertinente la idea de esos ciudadanos, pero por lo menos algo tratan de hacer para salir de su laberinto!

Luís Varela Luzardo

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