Belle epoque
Publicado en Dec 21, 2009
En esta nocturna serenidad
la vida otra vez nos tendió una emboscada y el crujido del viento como el hombre ahogado en las minas del carbón vertió sus sombras de recuerdos en las puertas. La espesa sed de los relámpagos hicieron innecesaria tanta lluvia. Nosotros dos que fuimos apedreados en la noche de la gran depredación conocimos los suburbios de nuestros corazones, la vulgaridad del amor y el sexo derrumbado contra las paredes del gheto, las borracheras en la tierra de Abisinia, el silbido de los muertos en los techos y esta serenidad nocturna también fue nuestra patria, Nosotros dos quisimos ir contra todas las formas como grifos y sifones, halcones, servilletas, espadas y letras y encendedores y al final la fría ebriedad de la lengua como víbora corto en dos la tarde que no estabas. Nosotros dos fuimos... Recorrías con lentitud la ruta del trafico del café en África, Y decías entonces que la inútil malevolencia de la escritura no conducía a nada, en noches como estas el pensamiento hubiera perdido su rumbo la cabeza iría y volvería en un vortice certero, pero empecinado tomabas el timón y el viaje recomenzaba hacia la conquista de nuestra propia mitología, la bella época de transgredir todas las palabras, hablar al revés, reformular las metáforas o hablar en lenguas.. Pero el atraso y el tiempo pesaron mas Y la lengua como víbora corto en dos la noche entre candiles y hendiduras.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|