Palabras rotas, mensajes que el viento embosca
nunca tocaran a tu puerta,
siempre harán de cuenta que no estabas,
que devota de otras vastedades te fugaste
a enamorar la lluvia.
Un día te aparte de mi nostalgia y recobre
los acordes que mi piano atesoraba, todavía
agazapados esperando para darme bienvenidas
esperanzas.
Otra paz fue susurrando hacia el encuentro de la
magia y de la calma,
temeroso el corazon, debatiendo las apuestas
mas osadas.
Es cruel la soledad en la montaña y como Boccanera
me pregunto que fue del cazador que derribo las
cartas que nunca me mandaste  y porque tengo que
darte esta respuesta tan terrible y tan tirana.
Será un día de brisa clara cuando tenga a mano
la mejor de mis sonrisas,
partiré a los vientos presuroso 
a enterrar mi lastimada boca.